Mesdames fue el nombre con el que se conoció durante el siglo XVIII a las hijas del rey Luis XV de Francia y su esposa María Leszczynska. Estas princesas, en su mayoría, permanecieron solteras y vivieron en la corte.
La Reina María Leszczynska con el Delfín Louis
Las Filles de France
A diferencia de las hijas no casadas de la nobleza, a quienes al nacer se les denominaba "Demoiselles", las princesas hijas de los reyes de Francia nacían portando el rango y título de "Dame". Una Hija de Francia (Fille de France) era llamada "Madame", y a continuación su nombre de pila o el título que le era concedido.
El tratamiento era idéntico para cada una de ellas con la única excepción en lo concerniente a la hija mayor del rey, a la cual se le nominaba simplemente como "Madame". En el caso de que el soberano tuviera una cuñada, ésta tenía el tratamiento que solía darse a la hija primogénita (tal como sucedió con Luis XIV y Luis XVI pero no con Luis XV, que no tuvo cuñadas al ser el único hijo sobreviviente).
Madame Infanta
Un grupo particular
Este apelativo de Mesdames permanece en la historia por particulares circunstancias genealógicas, políticas y estratégicas que hicieron permanecer en la corte de Versailles a varias de las hijas que Luis XV tuvo con María Leszczynska, incluyendo:
- Louise Elisabeth (1727 - 1759), Madame, luego Madame Infanta en 1739 al casarse con Felipe de Parma, Infante de España.
- Anne Henriette (1727 - 1752), gemela de la anterior, llamada Madame Seconde, luego pasó a ser llamada Madame cuando su hermana contrajo matrimonio.
- Marie Louise (1728 - 1733), Madame Troisième, luego Madame Louise.
- Marie Adelaide (1732 - 1800), Madame Quatrième, luego Madame Troisième, después Madame Adelaida y finalmente Madame a la muerte de Madame Henriette en 1752.
- Victoire (1733 - 1799), Madame Quatrième y después Madame Victoire.
- Sophie Philippine (1734 - 1782), Madame Cinquième y luego Madame Sophie.
- Thérèse-Félicité de Francia (1736 - 1744), Madame Sixième, luego Madame Thérèse.
- Louise Marie (1737 - 1787), Madame Septième o Dernière, y luego Madame Louise.
Madame Seconde
Versailles
Para economizar su mantenimiento en la corte y ciertamente también para dejar poca influencia a la reina María Leszczynska, una influencia que podría verse acrecentada teniendo a su numerosa prole a su lado, las cuatro hijas menores de Luis XV fueron criadas lejos de la corte, en Poitou, en la abadía angevina de Fontevrault, de 1738 a 1750. Allí pasaron sus más jóvenes años antes de ser traídas de vuelta a la corte de Versailles. Lamentablemente Madame Teresa no retornará nunca pues fallecerá en 1744 con sólo 8 años y Madame Luisa llegará muy marcada por la vida religiosa, tal es así que tomará los hábitos en los Carmelitas de Saint-Denis en 1770, poco antes de la boda de su sobrino Luis XVI con María Antonieta.
La hija mayor permanecerá al lado de su padre a la que se siente muy unida y cuya lejanía podía serle muy dolorosa. Madame Adelaida logra permanecer en la corte mediante ruegos al rey, a quien sabía como influenciar.
Madame Louise
Mesdames, junto a su hermano, el Delfín, entablan una dura batalla contra las sucesivas amantes de su padre, en particular a Madame de Pompadour, a quien apodaron entre ellas "Maman putain". Su apoyo a la causa de los devotos era permanente y esta fue principalmente la razón de su presencia en la corte y su difícil relación con su padre, quien sólo tardíamente permitió que ellas ocuparan los apartamentos de la primera planta del pabellón principal del palacio de Versalles, lugar conocido como "las habitaciones de mesdames" y que aún conserva este nombre.
Entre todas fue Madame Adelaida quien ejerció un rol político más activo en la corte, manejando la "sociedad" de sus hermanas desde 1752, luego del deceso de Madame Enriqueta. Ella intrigó sin cesar a favor de su hermano y del restablecimiento del orden moral en la corte.
Madame Troisième
Con la muerte de la Pompadour en 1764, Madame du Barry hizo su ingreso a Versalles en 1769 como amante oficial de Luis XV y como no podía ser de otro modo las tres mesdames que quedaban (Adelaida, Victoria y Sofía) hicieron frente común en contra de la advenediza, quien, pese a todo, consigue una enorme influencia política. En 1770 el entonces Delfín, futuro Luis XVI, contrae matrimonio con María Antonieta, y ellas ven la oportunidad perfecta para hacerse de una poderosa nueva aliada contra la du Barry. Al principio la inexperta delfina sigue los consejos de sus tías políticas pero luego, presionada por su madre, la emperatriz de Austria, se va apartando de ellas.
Con motivo de estas bodas se habla de un proyecto para casar al joven emperador José II de Habsburgo, viudo primero de una hija de Madame Infanta y luego de Josefa de Baviera, con alguna de estas princesas para unir aún más las monarquías francesa y austriaca, pero el presunto novio se niega rotundamente a cualquier compromiso.
Madame Quatrième
Con la muerte de Luis XV en 1774 y la subida al trono de su sobrino como Luis XVI, ellas acarician la esperanza de ejercer influencia sobre él pero pronto descubren que nunca jugarán el rol esperado. Cada vez más apartadas del poder, sólo representan a la vieja guardia frente a la nueva generación y poco a poco se van retirando al Château de Bellevue, que había sido construido por Madame de Pompadour, pasando allí la mayor parte de la última década del ancien régime.
Madame Sofía, con el paso de los años, empezó a padecer una forma de obesidad congénita y finalmente de hidropesía que la llevó a la tumba el 2 de marzo de 1782. Su muerte pasó desapercibida para aquella brillante corte, poco dada a temas tristes.
Madame Cinquième
La revolución
Adelaida y Victoria se instalaron definitivamente en Bellevue luego de las Jornadas del 5 y 6 octubre de 1789, posteriores a la Toma de la Bastilla. El 20 de febrero de 1791 fugan hacia Italia en rechazo a las leyes contra la Iglesia. Después de una corta detención en Arnay-le-Duc, se dirigen a Turín donde visitan a su sobrina Clotilde, a la sazón reina consorte de Cerdeña; de allí parten para Roma a donde llegan el 16 de abril de 1791 siendo acogidas por el papa Pío VI.
Madame Septième
Para 1796 las conquistas de Napoleón Bonaparte y la derrota del ejército de los Estados Papales las hacen sentir inseguras en suelo pontificio, por ello toman camino hacia Nápoles donde reinaba como consorte María Carolina de Austria, de allí estas dos princesas huyen nuevamente, ahora hacia Corfú, y luego a Trieste donde muere en 1799 Madame Victoria víctima de cáncer de mama. Algunos meses después en 1800 muere madame Adelaida en la misma ciudad.
La cama de la Reina en Versailles, donde nacieron la mayoría de Mesdames y donde falleciera María Leszczynska en 1768
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