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martes, 16 de noviembre de 2010

Cuatro dinastías medievales

LOS OTONIANOS

La Dinastía Sajona u Otoniana fue una familia noble de Alemania (Germania) durante los siglos IX–XI, algunos de cuyos miembros fueron reyes de Alemania y Emperadores del Sacro Imperio. Su nombre deriva de su origen familiar, al ser descendientes del caudillo sajón Widukindo y originarse en las tierras de Sajonia. También se le llama “Otoniana" dado que Otón es el nombre del primer emperador de la dinastía. Los gobernantes Otonianos son considerados la primera dinastía del Sacro Imperio Romano, directos sucesores de los Francos y de Carlomagno.


Alemania y el Sacro Imperio


Aunque nunca fue emperador, Enrique I el Pajarero, duque de Sajonia, fue posiblemente el fundador de esta dinastía imperial, a partir del momento que su elección como rey de Alemania hizo posible que su hijo, Otón el Grande tomara el imperium. Desde Otón I la mayoría de los reyes germanos fueron coronados también Emperadores del Sacro Imperio Romano.


Otón I el Grande (962-973), confirma al Papa Juan XII las donaciones de sus predecesores y regresa a la Santa Sede los territorios previamente ocupados por Berengario II


Bajo el reinado de los gobernantes otonianos, el reino de los Francos orientales finalmente se convirtió en Alemania con la unificación de los ducados de Lorena, Sajonia, Franconia, Suabia, Turingia y Baviera en un solo imperio.También la unión de Alemania con el Sacro Imperio Romano, que dominó la historia alemana hasta 1806, se inició con la coronación de Otón I en Roma en 962.

Pero la proyectada restauración del Imperio Romano fracasó ya bajo Otón III. Después de la extinción de esta dinastía con la muerte de Enrique II, hijo del anterior, la corona pasó en 1024 a la dinastía Salia. Luitgard, hija del emperador Otón I se había casado con el duque Salio Conrado el Rojo de Lorena. Su bisnieto fue Conrado II, emperador del Sacro Imperio Romano.


Bustos de Enrique el Pajarero, su hijo Otón el Grande y el Emperador Conrado II

Duques de Sajonia

  • Ludolfo (¿843–866?), Duque de los sajones orientales.
  • Bruno (¿866?–880), Duque de los sajones orientales; es posible que fuera también duque de toda Sajonia.
  • Otón I el Ilustre (880–912).
  • Enrique I el Pajarero (912–936), Rey de Alemania (Rey de los francos orientales).
  • Otón II (936–961), Otón I, Rey de Alemania (936–973), Emperador (962–973).
Reyes y Emperadores de Alemania

  • Enrique I el Pajarero, Rey de Alemania (Rey de los francos orientales, no coronado emperador) (919–936).
  • Otón I el Grande, Rey de Alemania 936–973, Emperador (962–973).
  • Otón II, Rey de Alemania 961–983, Emperador (967–983).
  • Otón III, Rey de Alemania 983–1002, Emperador (996–1002).
  • Enrique II, Rey de Alemania 1002–1014, Emperador (1014–1024).

Cruz de Otón y Matilde

Duques de Baviera

  • Enrique I (947–955) (hermano del emperador Otón I).
  • Enrique II (955–976, 985–995).
  • Otón I, sobrino del emperador Otón II, Duque de Baviera (976–982), Duque de Suabia (973–982).
  • Enrique IV, hijo de Enrique II de Baviera, Duque de Baviera (995–1004 y 1009–1017), Rey de Alemania (1002–1014), Emperador (1014–1024).

Duques de Suabia

  • Ludolfo de Suabia (950–954), hijo del emperador Otón I y de su primera esposa Judith de Wessex.
  • Otón I, sobrino del emperador Otón II e hijo del precedente, Duque de Suabia (973–982), Duque de Baviera (976–982).
El emperador Otón I y su familia en actitud orante (marfil del siglo X)


LOS SALIOS

La Dinastía Salia tuvo a cuatro de sus miembros como Reyes de Alemania, los cuales también fueron coronados como Emperadores. Es también conocida como “Dinastía Francona” según su origen familiar y su papel como gobernantes del Ducado de Franconia.

Después de la muerte del último emperador (Enrique II) de la Dinastía Sajona, Conrado II fue primero elegido Rey de los Romanos en 1024 y, tres años después (el 26 de marzo de 1027), fue coronado Emperador. Conrado era el único hijo de Enrique de Espira, Conde de Worms y de Adelaida de Metz, territorios a ambos lados del Rin incluidos dentro de las fronteras de lo que en aquella época era Franconia.

Los cuatro reyes salios de la dinastía —Conrado II, Enrique III el Negro, Enrique IV, y Enrique V— gobernaron el Sacro Imperio desde 1027 hasta 1125, estableciéndolo firmemente como la mayor potencia europea de la época. Su principal logro fue el desarrollo de una estructura administrativa permanente para su imperio, basada en el ascenso de una clase social de funcionarios públicos que solo respondían ante la corona.

Conrado II

Gobierno en el Sacro Imperio

Una de las razones del éxito de los primeros Emperadores Salios fue su alianza con la Iglesia, una política que empezó con el Duque de Carintia Otón I, y que les dio el apoyo material y espiritual para someter a los duques rebeldes del Sacro Imperio. Con el tiempo, sin embargo, la Iglesia de Roma llegó a lamentar esta relación política tan próxima. La relación se rompió en la crisis de 1075, durante la Querella de las Investiduras, es decir, la lucha del Papa reformista Gregorio VII, quien exigió al Emperador Enrique IV la renuncia de sus derechos espirituales (de un príncipe laico) sobre la Iglesia en sus dominios, bajo pena de excomunión.


El Papa atacó también el concepto de monarquía de derecho divino en el Sacro Imperio y obtuvo el apoyo de significativos miembros de la nobleza alemana e italiana, interesados en limitar el poder absoluto del Emperador. Más importante todavía, Gregorio VII prohibió a los cargos eclesiásticos del Imperio, bajo pena de excomunión, seguir apoyando al Enrique IV tal y como habían hecho en el pasado. Al final, y para congraciarse con el Papa, Enrique caminó (atravesando los Alpes descalzo) hasta el Castillo de Canossa (situado en la Emilia, región al norte de Italia) para hacer penitencia y recibir la absolución de sus pecados por el Papa. Sin embargo, de vuelta en Alemania, el emperador volvió a sus prácticas sobre las investiduras seglares (el nombramiento de cargos eclesiásticos en manos de autoridades civiles) y apoyó la elección de un antipapa.

Enrique IV en Canossa


La lucha del monarca alemán con el Papado acabó en una guerra que se desarrolló en todo el Sacro Imperio desde 1077 hasta el acuerdo logrado en el Concordato de Worms, en 1122. Este acuerdo estipulaba que era el Papa quien nombraba los altos cargos de la Iglesia, pero dio al rey alemán el derecho de veto sobre las elecciones papales. El control de Italia por parte del Sacro Imperio se perdió durante un tiempo, y la corona imperial llegó a depender del apoyo que recibía de distintas facciones aristocráticas enfrentadas.

El primer rey Hohenstaufen Conrado III era nieto del emperador salio Enrique IV: su madre fue la heredera de los territorios de la dinastía Salia, Inés de Suabia, hija de Enrique IV y hermana de Enrique V, quien se casó primero con el fundador de la dinastía imperial y real Hohenstaufen. Inés se casó en 1106 en segundas nupcias con Leopoldo III, marqués de Austria y santo de la Iglesia Católica, y sus altas conexiones con la dinastía reinante elevaron a Austria a Ducado, gracia concedida en el Privilegium Minus.

Los emperadores Salios
  • Conrado II, emperador en 1027
  • Enrique III, emperador en 1046
  • Enrique IV, emperador en 1084
  • Enrique V, emperador en 1111

Monograma de Enrique III

CASA DE WELF

La Casa de Welf, o antigua Casa de Baviera (llamada también en español de los Güelfos) es una dinastía europea a la que han pertenecido varios monarcas alemanes y británicos desde el siglo XI hasta el siglo XX.

La Casa de Welf es la rama más antigua de la Casa de Este, una dinastía cuyos miembros más antiguos conocidos vivieron en Lombardía en el siglo IX. Por esta razón, muchas veces es llamada de Welf-Este. El primer miembro destacado de esta rama fue Güelfo IV, quien heredó las propiedades de la Antigua Casa de Welf cuando su tío materno Güelfo, duque de Carintia murió en 1055. En 1070, Güelfo IV se convirtió en duque de Baviera.


Armas de Este


Güelfo IV contrajo matrimonio con la condesa Matilde de Toscana, que murió sin hijos, dejando a su viudo todos sus dominios, entre ellos Toscana, Ferrara, Módena, Mantua y Reggio, que tendría un importante papel en la Querella de las investiduras. Puesto que los Welfos tomaron partido por el Papa en esta ocasión, los partidarios del Papa pasaron a ser conocidos en Italia como "güelfos".

Enrique IX el Negro, duque de Baviera entre 1120 y 1126, fue el primero de los tres duques de la dinastía Güelfa que llevaban el mismo nombre. Su hijo, Enrique el Orgulloso, duque de Baviera y también de Sajonia, rivalizó con Conrado III de los Hohenstaufen para obtener el trono del Sacro Imperio Romano Germánico. No logró salir elegido, sin embargo, ya que era temido por el resto de los príncipes, y fue desposeído de sus ducados por Conrado III.

Otón IV

Enrique el León recuperó los dos ducados de su padre: Sajonia en 1142 y Baviera en 1156. En 1158 se casó con Matilda (1156–1189), hija de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania y, por tanto, hermana de Ricardo Corazón de León. Desposeído de sus ducados tras la batalla de Legnano en 1176 por el emperador Federico I Barbarroja, y reclamados sus territorios por otros príncipes del Imperio, en 1180 se exilió en la corte de su suegro Enrique II en Normandía. Regresó a Alemania tres años donde murió en 1195.

Su hijo Otón fue elegido rey y coronado como Sacro Emperador con el nombre de Otón IV. Fue el único monarca de la dinastía, siendo depuesto en 1215. Su nieto Otón el Niño se convirtió en 1235 en duque de una parte de Sajonia, el nuevo Ducado de Brünswick-Lüneburg y murió allí en 1252. Los Welf de Brunswick-Lüneburg continuaron gobernando en Hannover hasta la derrota de Jorge V de Hannover, aliado de Austria en la Guerra Austro-Prusiana en 1866 hasta ser destronado.

En 1692, el jefe de una de las ramas menores de la familia, los Calenberg, fue elevado al estatus de elector imperial y se convirtió en elector de Hannover. Su hijo, Jorge Luis, heredó el trono británico en 1714 y miembros de esta dinastía gobernaron el Reino Unido hasta la muerte de la reina Victoria en 1901: allí fueron conocidos como Casa de Hannover.


Armas del emperador Otón IV

Hannover mismo se convirtió en reino en 1814, pero fue anexado por Prusia luego de la Guerra Austro-Prusiana. La línea mayor de la dinastía gobernó el ducado, mucho más pequeño, de Brünswick-Wolfenbüttel. Esta línea se extinguió en 1884.

La Casa de Welf continúa existiendo. Su jefe actual, llamado, como muchos de sus antepasados, Ernesto Augusto, es más conocido por ser el tercer y actual marido de Carolina de Mónaco.


CASA DE LUXEMBURGO

La Casa de Luxemburgo fue una familia noble luxemburguesa que reinó en el Sacro Imperio Romano subiendo al trono imperial a tres de sus miembros: Enrique VII, Carlos IV y Segismundo I. En 1308 Enrique, Conde de Luxemburgo, se convirtió en Emperador y su hijo, Juan de Luxemburgo, recibió poco tiempo después la corona de Bohemia.

Armas de la Casa de Luxemburgo


La jefatura de la dinastía al Sacro Imperio fue interrumpida dos veces por los Wittelsbach. Con la muerte del emperador Segismundo, la dinastía capituló y fue sucedida por los Habsburgo. Agnáticamente la Casa sería una rama de la dinastía Ardennes-Verdún, que durante el siglo XI dominaba la Lorena francesa. Sus miembros más destacados fueron:
  • Enrique VII (1275–1313). Rey de los Romanos, Emperador del Sacro Imperio.
  • Juan I (1296–1346). Hijo del anterior. Rey de Bohemia.
  • Carlos IV (1316–1378). Hijo del anterior. Emperador del Sacro Imperio. Rey de Bohemia.
  • Wenceslao IV (1361–1419). Hijo del anterior. Rey de Bohemia, Rey de los Romanos.
  • Segismundo I (1368–1437). Hermano del anterior. Emperador del Sacro Imperio. Rey de Bohemia y de Hungría.
  • Isabel II de Bohemia (1409-1442). Hija del anterior, Emperatriz consorte y reina de Hungría y Bohemia como esposa de Alberto V de Austria. Fue quien llevó la mayor porción de la herencia de Luxemburgo a los Habsburgo y los Jagellon.
El emperador Carlos IV y su hijo Wenceslao entran a la Villa de París (1378)

miércoles, 20 de enero de 2010

Casa de Lorena


Títulos: Duque de Lorena, Duque de Módena, Emperador de Austria, Rey de Bohemia, Rey de Hungría, Sacro Emperador Romano, Duque de Luxemburgo, Duque de Brabante, Conde de Flandes, Gran Duque de Toscana, Duquesa de Parma, Emperador de México.


La Casa de Lorena (Lothringen) es una de las más importantes y antiguas casas reales de la historia de Europa, fundada en el siglo XI por los condes de Metz y de Alsacia, los hermanos Adalberto y Gerardo de Alsacia, que recibieron el Ducado de Lorena. Durante los últimos 87 años la casa ha sido liderada por Otto von Habsburg-Lothringen, emperador titular de Austria, rey de Hungría, Croacia, Bohemia, Galitzia y Lodomeria.


Casa de Ardennes–Metz

En el siglo X los Condes de Metz gobernaban una serie de señoríos en Alsacia y Lorena. Documentos demuestran que en 1048 el emperador Enrique III el Negro otorgó el Ducado de Alta Lorena primero a Adalberto de Metz y luego a su hermano Gerardo, cuyos sucesores, colectivamente conocidos como Casa de Alsacia, retuvieron el título hasta la muerte de Carlos II el Calvo, en 1431.


El Castillo de Haut-Kœnigsbourg, en el Bajo Rin, Alsacia, residencia de los duques de Lorena durante los siglos XIII y XIV


Casas de Vaudemont y Guisa

Luego de un breve interludio entre 1453 y 1473, cuando el ducado pasó por derecho de la hija de Carlos II a su esposo Juan de Calabria, un capetino, Lorena revirtió a la Casa de Vaudemont, una rama menor de la Casa de Lorena, en la persona de René II, quien más tarde agregó a sus títulos el de Duque de Bar. La dinastía se fortaleció a partir de la victoria de René II en la Batalla de Nancy; durante el siglo XVIII la familia alcanzó el poder en Italia, Austria y se unió a la familia de los Habsburgo.


Las Guerras de Religión vieron el crecimiento de una rama menor de la familia real de Lorena, la Casa de Guisa, que se convirtió en una fuerza dominante en la política francesa y, durante los últimos años del reinado de Enrique III, estuvo en el borde de la sucesión al trono de Francia. María de Guisa, madre de la reina María I de Escocia, también provenía de esta familia.


René de Anjou (1409-1480), duque de Anjou, conde de Provenza, conde de Piamonte, duque de Bar, duque de Lorena, Rey de Nápoles, rey titular de Jerusalén y Aragón


Bajo la monarquía Borbón, la rama de la Casa de Guisa, liderada por el Duque d’Elbeuf, permaneció como uno de los más altos rangos de la aristocracia francesa, mientras que la rama menor de la Casa de Vaudemont continuó gobernando los ducados independientes de Lorena y Bar. Las ambiciones imperialistas de Luis XIV (que involucraron la ocupación de Lorena entre 1669-1697) forzaron a los duques a una permanente alianza con sus archienemigos, los Sacros Emperadores Romanos de la Casa de Habsburgo.


Casa de Habsburgo-Lorena (Habsburg–Lothringen)

Debido a la incapacidad de los emperadores José I y Carlos VI de producir un hijo varón y heredero, la Pragmática Sanción de 1713 dejó el trono a la hija todavía no nacida de Carlos VI con Elizabeth Cristina de Brunswick, María Teresa de Austria. En 1736, el emperador arregló la boda de la archiduquesa con Francisco de Lorena, quien estuvo de acuerdo en intercambiar sus territorios heredados por el Gran Ducado de Toscana (así como el Ducado de Teschen).


Francisco de Lorena, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Francisco I, Duque de Lorena y Gran Duque de Toscana (1745)


A la muerte de Carlos VI en 1740, los territorios Habsburgo pasaron a María Teresa y Francisco, quien más tarde sería elegido Sacro Emperador Romano como Francisco I. La unión dinástica de los Habsburgo-Lorena se precipitó y sobrevivió a la Guerra de Sucesión Austríaca. Las hijas de Francisco y María Teresa, María Antonieta y María Carolina, se convirtieron en reinas de Francia y de Nápoles-Sicilia, respectivamente; mientras que sus hijos José II y Leopoldo II recibirían el trono imperial.


Más allá del núcleo de los dominios Habsburgo, que incluía la triple corona de Austria, Hungría y Bohemia, varias ramas menores de la Casa de Habsburgo-Lorena reinaron en los ducados italianos de Toscana (hasta 1860), Parma (hasta 1847) y Módena (hasta 1859). Otro miembro de la Casa, el archiduque Maximiliano de Austria –hermano del emperador austro-húngaro Francisco José I-, fue coronado Emperador de México (1863-1867).



Francesco IV d’Absburgo-Este (1779-1846), duque de Módena, Reggio y Mirandola, duque de Massa y príncipe de Carrara, archiduque de Austria-Este, príncipe real de Hungría y de Bohemia, Caballero de la Orden del Toisón de Oro.


En 1900, Francisco Fernando de Austria (entonces heredero presunto al trono austro-húngaro) contrajo matrimonio morganático con la Condesa Sofía Chotek (luego Duquesa de Hohenberg). Sus descendientes, conocidos como la Casa de Hohenberg, fueron excluidos de la sucesión a la corona de Austria-Hungría pero no a la de Lorena, donde el matrimonio morganático nunca fue ilegal. Sin embargo, el archiduque Otto de Habsburgo-Lorena, nieto mayor del hermano menor de Francisco Fernando, es universalmente reconocido como el jefe actual de la Casa. Fue en Nancy, la antigua capital de la Casa de Vaudemont, donde el príncipe heredero casó con la Princesa Regina de Saxe-Meiningen en 1951.


domingo, 16 de agosto de 2009

Pirámide nobiliaria: Príncipe Elector



El Príncipe elector o príncipe electoral (en alemán Kurfürst) del Sacro Imperio Romano Germánico era un miembro del colegio electoral que tenía la función de elegir a los emperadores de Alemania. Se definen sus funciones y los primeros príncipes electores por la Bula de Oro (1356). Durante y después del siglo XV, en realidad se limitaban únicamente a formalizar lo que era, de hecho, una sucesión dinástica. Formalmente, elegían al Rey de los Romanos, que se convertía en Emperador del Sacro Imperio únicamente cuando era coronado por el papa. Carlos V (Carlos I de España) fue el último en ser realmente coronado; todos sus sucesores fueron meramente "emperadores elegidos". Los electores se encontraban entre los príncipes del Imperio, pero tenían ciertos privilegios (además de los electorales) que se perdían cuando también perdían el cargo de elector.


Electores en deliberación: Arzobispo de Colonia, Arzobispo de Maguncia, Arzobispo de Tréveris, Conde Palatino del Rin, Duque de Sajonia, Margrave de Brandenburgo y Rey de Bohemia.



Durante gran parte de la historia del Sacro Imperio (legalmente desde el siglo XIV) había siete electores: los arzobispos de Arzobispado de Maguncia, Tréveris y Colonia, el Rey de Bohemia, el Conde Palatino del Rin, el Duque de Sajonia y el Margrave de Brandeburgo. Los tres últimos son conocidos también como Elector Palatino, Elector de Sajonia y Elector de Brandeburgo, respectivamente. Durante el siglo XVII se añadieron otros electores, que incluían los Duques de Baviera (Electores de Baviera) y los Duques de Branswick-Luneburgo (Electores de Hanover). A comienzos del siglo XIX se crearon nuevos electores, pero nunca participaron en ninguna elección, ya que el Sacro Imperio fue abolido el 8 de agosto de 1806 por presión de Napoleón Bonaparte.


Composición

La práctica de elegir monarcas entre las antiguas tribus germánicas originó coaliciones y se eligieron líderes entre ellas. Las elecciones eran irregularmente llevadas por los francos, cuyos Estados sucesores incluían Francia y Alemania. La monarquía francesa se convirtió eventualmente en hereditaria, pero la monarquía alemana continuó siendo legitimada por medio de elecciones. Mientras que todos los hombres originalmente ejercían el derecho a votar en dichas elecciones, el sufragio se fue convirtiendo en un derecho limitado de los líderes del reino.



Ladislao V “el Póstumo”, Duque de Austria, Rey de Bohemia y de Hungría (1440-1457)

En la elección de Lotario II en 1125, un pequeño número de nobles eminentes eligieron al monarca y posteriormente los restantes dieron su aprobación. Pronto el derecho para escoger monarca fue arreglado entre un exclusivo grupo de príncipes y el procedimiento que buscaba la aprobación del resto de los nobles fue abandonado. El colegio de electores fue mencionado en 1152 y de nuevo en 1198. Una carta del Papa Urbano IV sugiere la "inmemorial costumbre" de siete príncipes eligiendo al monarca. El colegio electoral estaba formado por tres eclesiásticos y tres seculares.

Los tres arzobispos se contaban entre los más ricos y poderosos de Europa, mientras que los duques controlaban el ancestral territorio franco. Los siete fueron mencionados como los votantes en la elección de 1157 que resultó en la elección de dos reyes.


Joseph Clemens von Wittelsbach, Príncipe de Baviera, Arzobispo de Colonia (1671-1723)

El Palatinado y Baviera originalmente eran gobernados por la misma persona, pero en 1253 se dividieron entre dos miembros de la dinastía Wittelsbach. Los otros electores se negaron a permitir a dos príncipes de la misma dinastía a tener derechos electorales. Mientras tanto el Rey de Bohemia, que mantuvo puestos imperiales, buscó su derecho de participar en elecciones pero fue cuestionado, ya que su reino no era germánico, aunque usualmente era reconocido en lugar de Baviera, que era gobernada por una línea más joven de los Wittelsbach.


La declaración de Rhense en 1338 por seis electores resolvió que la elección por todos o la mayoría de los electores confería el título real y control sobre el imperio sin confirmación papal. La bula de 1356 finalmente resolvió las disputas entre los electores; bajo ella, los arzobispos de Maguncia, Tréveris y Colonia, así como el Rey de Bohemia, el Conde del Palatinado, el Duque de Sajonia y el Margrave de Brandeburgo tenían el derecho de elegir al rey.

La composición del colegio se mantuvo sin cambios hasta el siglo XVII. En 1621, al Elector Palatino Friedrich V se le prohibió participar en la elección por su implicación en la Guerra de los Treinta Años. El lugar del Elector Palatino fue transferido al Duque de Baviera, la cabeza de una rama inferior de la familia. Cuando finalizó la guerra con el tratado de Münster (Paz de Westfalia) en 1648, un nuevo electorado fue creado para el Conde Palatino del Rin. Como el Elector de Baviera mantuvo su voto, el número de electores se incrementó a ocho.



Albrecht V de Wittelsbach, Duque de Baviera (1528-1579)



En 1692, como resultado de la herencia del Palatinado por una rama católica de la familia Wittelsbach, que amenazaba con alterar el balance religioso del colegio de electores, el número se elevó a nueve, dándole un puesto al Duque de Brunswick-Luneburgo, que sería conocido como el Elector de Hanover. En 1777, el número de electores fue reducido a ocho cuando el Elector Palatino heredó Baviera.


Muchos cambios en la composición del colegio fueron requeridos por Napoleón Bonaparte. El tratado de Lunéville (1801) que cedió la ribera izquierda del Rin a Francia llevó a la abolición de los arzobispados de Tréveris y Colonia, y la transferencia del Elector de Maguncia a Ratisbona. En 1803, se crearon electorados para el Duque de Württemberg, el Margrave de Baden, el Landgrave de Hesse-Kassel y el Duque de Salzburgo, llegando el total de electores a diez. Cuando Austria se anexionó Salzburgo bajo el tratado de Bratislava (1805), el Duque de Salzburgo se trasladó al Principado de Würzburgo y retuvo su electorado. Ninguno de los nuevos electores tuvo la oportunidad de votar, debido a que el Sacro Imperio Romano fue abolido en 1806, y los nuevos electores nunca fueron confirmados por el Emperador.

Reichstag


Los Electores, como los otros príncipes gobernantes de los estados del Imperio, eran miembros del Reichstag, el que fue dividido en tres collegia: el Consejo de Electores, el Consejo de Príncipes y el Consejo de Ciudades. Además de ser miembros del consejo de Electores, muchos electores laicos eran asimismo miembros del consejo de Príncipes en virtud de los territorios que poseían. En muchos casos, los electores laicos gobernaban numerosos estados del Imperio y además tenían muchos votos en el consejo de Príncipes.




Charles Frederick de Zähringen, Margrave de Baden, Elector y Primer Gran Duque de Baden (1728-1811)



Además de votar por colegios o consejos, el Reichstag también votaba en aspectos religiosos como había sido previsto por la Paz de Westfalia. El Arzobispo de Maguncia presidía sobre el organismo católico, o corpus catholicorum, mientras que el Elector de Sajonia presidía sobre el protestante, o corpus evangelicorum. La división entre los órganos religiosos se realizaba sobre la bases de la religión del estado y no de sus gobernantes. Así, incluso cuando los Electores de Sajonia eran católicos durante el siglo XVIII, continuaron presidiendo el corpus evangelicorum, desde que el estado de Sajonia era oficialmente Protestante.