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lunes, 6 de agosto de 2012

Los Estados Principescos de la India


Un Estado principesco (también llamado Estado nativo o Estado indio) fue una entidad nominalmente soberana del Imperio Británico Indio que no estaba directamente gobernada por los británicos, sino más bien por un gobernante indio bajo una forma de gobierno indirecto, sujeto a una alianza subsidiaria y la soberanía o supremacía de la Corona británica.



Bandera del estado de Jaipur, con una efigie del Maharajá


India bajo el Raj británico (el "Imperio Indio") consistió en dos tipos de territorio: la India británica y los Estados nativos. En su Ley de Interpretación de 1889, el Parlamento británico aprobó las siguientes definiciones:

(4.) La expresión "India británica" significará todos los territorios y lugares dentro de los dominios de Su Majestad, los cuales son por el momento gobernados por Su Majestad a través del Gobernador-General de India o a través de cualquier gobernador u otro funcionario subordinado al Gobernador-General de India. 

(5.) La expresión "India" significará la India británica, junto con cualquier territorio de cualquier príncipe o jefe nativo bajo la soberanía de Su Majestad ejercida a través del Gobernador General de India, o a través de cualquier gobernador u otro funcionario subordinado al Gobernador-General de India.


En general, el término "India británica" ha sido utilizado (y se sigue utilizando) también para referirse a las regiones bajo el gobierno de la East India Company en India desde 1774 hasta 1858. 



Un grupo de maharajás con un emisario británico.


La soberanía de la Corona británica sobre más de 175 Estados principescos, por lo general los más grandes e importantes, era ejercida en el nombre de la Corona por el gobierno central de la India británica bajo el Virrey; los restantes Estados, aproximadamente 400, eran influenciados por agentes que rendían cuentas a los gobiernos provinciales de la India británica bajo un Gobernador, Vicegobernador, o Comisionado Jefe. Una clara distinción entre "dominio" y "soberanía" era suministrada por la jurisdicción de los tribunales de justicia: la ley de la India británica se basaba en la legislación promulgada por el Parlamento británico y los poderes legislativos que aquellas leyes establecían en los distintos gobiernos de la India británica, tanto centrales como locales; en cambio, los tribunales de los Estados principescos existían bajo la autoridad de los respectivos gobernantes de aquellos Estados.

Estatus y títulos principescos

Los gobernantes indios llevaban varios títulos -incluyendo Chhatrapati o Badshah ("emperador"), Maharajá o Rajá ("rey"), Nawab ("gobernador"), Thakur o Thakore, Nizam, Wali, Inamdar, Saranjamdar y muchos otros. Fuera cual fuere el significado literal y el prestigio tradicional del título real del gobernante, el gobierno británico los traducía a todos como "príncipe", a fin de evitar la implicación de que los gobernantes nativos podrían ser "reyes" con igual estatus al del monarca británico.




Gobernantes indios importantes (en su mayoría existentes antes del Imperio mogol, o teniendo separación de estos viejos estados) utilizaban a menudo el título de "Rajá", o una variante, como" Rana", "Rao", "Rawat" o “Rawal”. También en esta "clase" había varios sahibs Thakur y algunos títulos específicos, como Sar Desai, Rajá Inamdar o Saranjamdar.

Los gobernantes hindúes más prestigiosos por lo general tenían en sus títulos el prefijo "maha" ("grande", comparable, por ejemplo, a Gran Duque), como Maharajá, Maharana, Maharao, etc. Los estados de Travancore y Cochin tenían reinas reinantes tratadas como Maharanis; en general, las formas femeninas se aplicaban sólo a las hermanas, esposas y viudas, que podrían, sin embargo actuar como regentes.

También hubo títulos compuestos, tales como (Maha) Rajadhiraj, Raj-i-rajgan, a menudo reliquias de un elaborado sistema de títulos jerárquicos bajo los emperadores mogoles. Por ejemplo, la adición del adjetivo Bahadur levantaba un nivel el estatus del titular.

Por otra parte la mayoría de las dinastías utilizaba una variedad de títulos adicionales, tales como Varma en el sur de la India. Esto no debe confundirse con varios títulos y sufijos no específicos de los príncipes, pero utilizados por enteras (sub) castas. Los príncipes sijs concentrados en el Punjab generalmente adoptaban títulos hindúes cuando alcanzaban rango principesco; a un nivel inferior era utilizado Sardar.

Los Gobernantes musulmanes utilizaban casi todos el título de "Nawab"(el árabe honorífico de naib, "diputado", usado por los gobernadores mogoles que se volvieron de facto autónomos con la caída del imperio mogol), con las excepciones destacadas del  Nizam de Hyderabad y Berar, el Wali / Khan de Kalat y el Wali de Swat. Otros títulos menos habituales incluían Darbar Sahib, Dewan, Jam, Mehtar (único de Chitral) y Mir (de Emir).



La Begum de Bhopal en el primer automóvil que tuvo este estado principesco.


Precedencia y prestigio

Sin embargo, la verdadera importancia de un estado principesco no se puede leer en el título de su gobernante, el cual es usualmente concedido (o al menos reconocido) como un favor, a menudo en reconocimiento a la lealtad y los servicios prestados al Imperio Mogol. Aunque algunos de los títulos fueron elevados una o incluso repetidamente, no había actualización automática cuando un estado ganaba o perdía poder. De hecho, los títulos principescos eran otorgados a los titulares de dominios (principalmente jagirs, esto es, pequeños territorios dados a jefes del ejército en reconocimiento a sus actividades militares) e incluso zamindares (recaudadores de impuestos), los cuales no eran estados en absoluto.Diversas fuentes dan cifras muy diferentes de estados y dominios de los distintos tipos. Incluso en general, la definición de títulos y dominios no están claramente bien establecidos. Tampoco hay una estrecha relación entre los niveles de los títulos y las clases de saludos armados (salvas), la medida real de precedencia, sino que se limita a un porcentaje creciente de títulos más altos en clases con más salvas.

El sistema de saludos armados se utilizaba para establecer de forma inequívoca la preferencia de los gobernantes más importantes de la zona en la que la British East India Company estaba activa, o en general de los estados y sus dinastías. Los gobernantes principescos tenían derecho a ser saludados por el disparo de un número impar de salvas entre 3 y 21, un mayor número de salvas indicaba un mayor prestigio (Había muchos gobernantes de menor importancia que no tenían derecho a salvas de artillería, y como regla general, la mayoría de los príncipes tenían por lo menos derecho a 9 salvas, con números por debajo que eran prerrogativa de los jeques árabes costeros también bajo protección británica). En general, el número de salvas sigue siendo el mismo para todos los sucesivos gobernantes de un Estado particular, pero a los príncipes individuales se les concedía a veces salvas adicionales a título personal. Por otra parte, a los gobernantes se les concedía a veces más salvas solo en sus propios territorios, lo que constituía una semi-promoción.



El privilegio protocolario del saludo armado se hacía originalmente por navíos de la Armada Real, más tarde tenían lugar en tierra. Cuando el gobernante de un estado principesco arribaba a la capital india (originalmente Calcutta o Kolkata, luego Delhi) era saludado con determinada cantidad de salvas de cañón.


Mientras que los estados de todos estos gobernantes (unos 120) eran conocidos como “Estados saludo”, había muchos estados de menor prestigio e incluso más príncipes  (en el sentido más amplio del término) ni siquiera reconocidos como tales. Por otro lado, a las dinastías de ciertos estados difuntos se les permitió mantener su condición de príncipe -fueron conocidos como Pensionados políticos-. Hay ciertos estados de la India británica que fueron prestados como Saranjams políticos, con igual estatus principesco. Aunque ninguno de estos príncipes eran recibidos con salvas, los títulos de los príncipes de esta categoría eran reconocidos como ciertos vasallos de los Estados saludo y ni siquiera en relación directa con el poder supremo.

Después de la independencia, el Maharana de Udaipur desplazó al Nizam de Hyderabad como el príncipe de más alto rango en la India, y el tratamiento de Alteza se extendió a todos los gobernantes con derecho a 9 salvas. Cuando estas dinastías fueron integradas a la Unión India le fueron prometidos privilegios continuos y un ingreso, conocido como la Bolsa Privada, para su mantenimiento. Posteriormente, cuando el gobierno indio abolió la Bolsa Privada en 1971, toda la orden principesca todo dejó de existir en la legislación india, aunque muchas familias continúan conservando su prestigio social de manera informal; algunos descendientes siguen siendo prominentes en la política regional o nacional, la diplomacia, los negocios y la alta sociedad.

En el momento de la independencia india, sólo cinco gobernantes -el Nizam de Hyderabad, el Maharajá de Mysore, el Maharajá de Jammu y Cachemira, el Maharajá Gaekwad de Baroda y el Maharajá Scindia de Gwalior- tenían derecho a una salva de 21 cañonazos. Cinco gobernantes más -el Nawab de Bhopal, el Maharajá Holkar de Indore, el Maharana de Udaipur, el Maharajá de Kolhapur y el Maharajá de Travancore- tenían derecho a 19 salvas. El gobernante principesco de más alto rango era el Nizam de Hyderabad, que tenía derecho a un único tratamiento, el de Exaltada Alteza. Otros gobernantes principescos tenían derecho a 11 salvas (pronto 9 salvas también) y al tratamiento de Alteza. Ningún tratamiento especial era utilizado para gobernantes que recibían menos salvas.



El número de salvas en un saludo armado asumió particular importancia en el Durbar de Delhi en diciembre de 1911, para conmemorar la coronación de George V. El gran despliegue de salvas durante casi todo el día causó severas discapacidades auditivas en muchos asistentes. En la época, solo tres estados principescos eran saludados con 21 salvas: el Nizam de Hyderabad, el Maharajá de Baroda y el Maharajá de Mysore.


Como gobernante supremo y sucesor de los mogoles, el Rey-Emperador de India, para quien estaba reservado el tratamiento de Majestad, tenía derecho a una salva "imperial" de 101 cañonazos -en la tradición europea también el número de salvas disparadas para anunciar el nacimiento de un heredero (masculino) al trono-.

Todos los gobernantes principescos eran elegibles para ser honrados con ciertas órdenes de caballería británicas asociadas con la India, la Más Exaltada Orden de la Estrella de India y la Más Eminente Orden del Imperio Indio. Incluso las mujeres podrían ser designadas como "Caballeros" (en lugar de Damas) de estas órdenes. Los gobernantes con derecho a 21 y 19 cañonazos eran nombrados normalmente para el rango más alto posible (Caballero Gran Comendador de la Orden de la Estrella de India).

Muchos príncipes indios servían en el ejército británico (como otros en las fuerzas locales de la guardia o la policía), a menudo llegando a los más altos rangos oficiales y algunos incluso servían mientras estaban en el trono. Muchos de ellos fueron designados como ADC (Aid-de-Camp, “Ayudante de Campo”), etc, ya sea para el príncipe gobernante de su propia casa (en el caso de familiares de tales gobernantes) o incluso al Rey-Emperador británico. Muchos de ellos también vieron la acción, tanto en el subcontinente y en otros frentes, durante las dos Guerras Mundiales.

Con excepción de los miembros de las casas principescas que entraron en servicio activo y que se distinguieron, un buen número de príncipes recibieron rangos honorarios como oficiales de las Fuerzas Armadas británicas. Estos rangos fueron conferidos sobre la base de varios factores, incluyendo su patrimonio, linaje, cañonazos (o la falta de uno), así como el carácter personal o las tradiciones marciales. Después de las Guerras Mundiales, los gobernantes principescos de varios de los estados más importantes, incluyendo Gwalior, Kolhapur, Patiala, Bikaner, Jaipur, Jodhpur, Jammu y Cachemira y Hyderabad, recibieron rangos honorarios oficiales de Teniente-General como resultado de las contribuciones de sus estados al esfuerzo de guerra.



En 1917, el Maharajá de Gwalior (8º) fue honrado con un permanente y hereditario saludo armado de 21 salvas y el Maharahá de Jammu y Kashmir recibió el mismo honor en 1921. A ambos les fueron otorgados mayores rangos como resultado de los meritorios servicios de sus soldados en la Primera Guerra Mundial.


Tampoco era raro que los miembros de casas principescas fueran nombrados para diversos cargos coloniales, a menudo lejos de su estado natal, o para entrar en el cuerpo diplomático.

Doctrina de la Prescripción

Un aspecto controvertido del gobierno de la East India Company fue la Doctrine of Lapse (o Doctrina de la Prescripción), una política en virtud de la cual las tierras cuyo gobernante feudal moría (o de lo contrario se convertía en no apto para gobernar) sin un heredero varón biológico (en oposición a un hijo adoptado) estarían directamente controladas por la Compañía y un hijo adoptado no se convertiría en el gobernante del estado. Esta política iba en contra de la tradición india, donde, a diferencia de Europa, era por lejos la norma aceptada para un gobernante nombrar su propio heredero.

La Doctrina de la Prescripción fue perseguida vigorosamente por el Gobernador-General Sir James Ramsay, 10º Conde (más adelante 1r Marqués) de Dalhousie. Dalhousie anexó siete estados, incluyendo Awadh (Oudh), cuyos Nawabs él había acusado de mal gobierno y los estados Maratha de Nagpur, Jhansi y Satara y Sambalpur. El resentimiento por la anexión de estos estados se volvió a la indignación cuando las reliquias de los maharajás de Nagpur fueron subastados en Calcuta. Las acciones de Dalhousie contribuyeron al creciente descontento entre las castas superiores que desempeñaron un papel importante en el estallido de la rebelión india de 1857. El último badshah mogol (emperador), a quien muchos de los amotinados vieron como una figura decorativa para reunir a su alrededor, fue depuesto después de su supresión.



James Ramsay, 1r Marqués de Dalhousie, fue Gobernador-General de India de 1848 a 1856.


En respuesta a la impopularidad de la doctrina, fue suspendida con el fin del dominio de la Compañía y la asunción del poder directo del Parlamento británico sobre la India.

Gobierno imperial

Por un tratado, los británicos controlaron absolutamente los asuntos exteriores de los estados principescos. Como los estados no eran posesiones británicas, mantuvieron el control sobre sus propios asuntos internos, sujetos a un grado de influencia británica, la cual en muchos estados fue considerable.

A principios del siglo XX, las relaciones entre los británicos y los cuatro estados más grandes,  Hyderabad, Mysore, Jammu y Cachemira y Baroda, estaban directamente bajo el control del Gobernador-General de India, en la persona de un residente británico. Dos agencias, por Rajputana y la India central, supervisaron 20 y 148 estados principescos, respectivamente. Los estados restantes tenían sus propios oficiales políticos británicos, o Agentes, quienes respondían a los administradores de las provincias de la India. Los Agentes de 5 estados principescos estaban entonces bajo la autoridad de Madrás, 354 en Bombay, 26 en Bengala, 2 en Assam, de 34 años en el Punjab, 15 bajo Provincias Centrales y Berar y 2 en Provincias Unidas.

A principios de 1930, la mayoría de los estados principescos cuyas Agencias se encontraban bajo la autoridad de las provincias de la India se organizaron en nuevas agencias, directamente responsables ante el Gobernador-General, en el modelo de la India central y las agencias de Rajputana. La Residencia de Baroda fue combinada con los estados principescos de la Presidencia de Bombay en la Agencia de Baroda, Estados Occidentales y Gujarat. Gwalior se separó de la Agencia Central de India y tuvo su propio residente, y los estados de Rampur y Benarés, antes con Agentes bajo la autoridad de las Provincias Unidas, fueron puestos bajo la Residencia de Gwalior en 1936. Los estados principescos de Sandur y Banganapalle en la Presidencia de Mysore fueron trasladados a la agencia del Residente de Mysore, en 1939.



Armas de Jammu y Cachemira

viernes, 11 de mayo de 2012

Los principales títulos egipcios

Jedive


El término Jedive (en inglés: Khedive; en turco: Hidiv) es un título en gran medida equivalente al Virrey. Fue utilizado por primera vez, sin reconocimiento oficial, por Muhammad Ali Pasha, el Wāli (Gobernador) de Egipto y Sudán y vasallo del Imperio Otomano. El título inicialmente autoproclamado fue reconocido oficialmente por el gobierno otomano en 1867 y posteriormente utilizado por Ismail Pasha y sus sucesores dinásticos hasta 1914.

Este título, conocido por su uso por la dinastía Muhammad Ali de Egipto y Sudán, se registra en inglés desde 1867, derivado a través del francés khédive; basado en el turco hidiv que a su vez deriva del persa khidiv (príncipe), un derivado de khoda "maestro, príncipe" del antiguo persa khvadata- "señor", a partir del compuesto khvat-data-, literalmente, "creado a partir de uno mismo".




Escudo de armas personal del Jedive Abbas Hilmi II


Wāliyah / Jedivato no reconocido (1805-1867)


A raíz de la invasión francesa de Egipto en 1798 y la derrota de las fuerzas egipcias por Napoleón, las cuales consistían en gran medida en la casta militar de los gobernantes mamelucos, los turcos enviaron tropas de Rumelia (las provincias balcánicas del Imperio Otomano), bajo el mando de Muhammad Ali Pasha, para restaurar la autoridad del Imperio en lo que había sido hasta entonces una provincia otomana. Sin embargo, tras la derrota y partida de los franceses, Muhammad Ali tomó el control del país y se declaró gobernante de Egipto, consolidando rápidamente una base de poder local independiente. Después de repetidos intentos fallidos de quitarlo y matarlo, en 1805 la Sublime Puerta reconoció oficialmente a Muhammadd Ali como Pasha (Bajá) y Wāli (gobernador) de Egipto. Sin embargo, demostrando sus ambiciones grandiosas, reclamó para sí el título más alto de Jedive, al igual que sus sucesores, Ibrahim Pasha, Abbas I y Sa'id I.




Isma’il Pasha con dos asistentes (1855)


Jedivato (1867-1914)


El uso del título de Jedive por la dinastía de Muhammad Ali no fue sancionado por el Imperio Otomano hasta 1867, cuando el Sultán Abdulaziz lo reconoció oficialmente como el título de Ismail Pasha. Por otra parte, la Puerta aceptó la alteración de Ismail de la línea real de sucesión al pasar de padre a hijo, en lugar de hermano a hermano, como era la tradición en el Imperio Otomano y las dinastías árabes. En mayo de 1879, el Imperio Británico y Francia comenzaron a presionar al Sultán otomano Abdulhamid II para deponer a Ismail Bajá, y esto se hizo el 26 de junio de 1879. El más flexible Tewfik Pasha, hijo de Ismail, fue su sucesor como el nuevo Jedive. Ismail Pasha salió de Egipto y en un principio se exilió en Nápoles, pero se le permitió con el tiempo por parte del sultán Abdulhamid II retirarse a su palacio de Emirgan, sobre el Bósforo, en Constantinopla. Allí permaneció, más o menos como un prisionero de Estado, hasta su muerte y fue enterrado en El Cairo.

Después de la revuelta nacionalista Urabi de 1882, Gran Bretaña invadió Egipto en apoyo de Tewfik Pasha y continuaría ocupando y dominando el país durante décadas. Durante este período, la dinastía de Muhammad Ali bajo Tewfik Pasha y su hijo Abbas Hilmi Pasha continuó gobernando Egipto y Sudán usando el título de Jedive, mientras estaba todavía en condiciones nominales (de jure) bajo soberanía otomana hasta 1914.




El Jedive Tewfik Pasha (1852–1892) sentado en una butaca y rodeado por su familia. De pie a la izquierda está su esposa, Princesa Amina Elhami (1858–1931), a su lado la Princesa Nimet (1882–1965) y el Príncipe Abbas Hilmi (1874–1944) sentado en el piso. A la derecha de la imagen, de pie, el Príncipe Muhammad Ali (1875–1955) y la Princesa Khadiga (1880–1951).


Sultán


Sultán era el estatus de los gobernantes de Egipto, después del establecimiento de la dinastía Ayubí de Saladino en 1174 hasta la conquista otomana en 1517. Aunque la extensión del Sultanato de Egipto menguaba y aumentaba, por lo general incluía Sham y el Hiyaz, con la consecuencia de que los sultanes ayubíes y más tarde mamelucos también eran considerados Sultanes de Siria. A partir de 1914 el título fue utilizado una vez más por los jefes de la dinastía de Muhammad Ali de Egipto y Sudán, siendo reemplazado por el título de Rey de Egipto y Sudán en 1922.

La conquista otomana de Egipto en 1517 finalizó con el Sultanato egipcio y Egipto se convirtió a partir de entonces en una provincia del Imperio Otomano. También marcó el fin del Califato abasí, a partir del momento en que los otomanos capturaron el actual califa Al-Mutawakkil III y lo obligaron a renunciar a la titularidad a favor del sultán otomano Selim I. Los otomanos posteriormente demostraron poco interés por los asuntos egipcios y los mamelucos rápidamente recuperaron la mayor parte de su poder en Egipto. Sin embargo, seguían siendo vasallos del sultán otomano y sus dirigentes se limitaron al título de Bey.




Saladino y sus mamelucos (1174)


Tras la derrota de las fuerzas de Napoleón en 1801, Muhammad Ali Pasha tomó el poder, derrocando a los mamelucos, y se declaró gobernante de Egipto. En 1805, el sultán otomano Selim III a regañadientes lo reconoció como Wāli bajo la soberanía otomana. Muhammad Ali, sin embargo, se consideraba Jedive y se trataba como tal; aunque técnicamente era un vasallo del Imperio Otomano, gobernaba Egipto como si se tratara de un estado independiente. Buscando rivalizar y, finalmente, sustituir el sultán otomano, Muhammad Ali implementó un rápido programa de modernización y militarización y amplió las fronteras de Egipto hacia el sur en Sudán y el norte en Sham. Finalmente, hizo la guerra al Imperio Otomano con la intención de derrocar a la dinastía gobernante y reemplazarla por sí mismo. Aunque la intervención de las grandes potencias impidieron a Muhammad Ali la realización de sus grandiosas ambiciones de convertirse en sultán, obligando a Egipto a seguir siendo técnicamente parte del Imperio Otomano, la autonomía de Egipto sobrevivió a su muerte con la Puerta reconociendo a la dinastía Muhammad Ali como gobernantes hereditarios del país.




Reclutas egipcios cruzando el desierto


El nieto de Muhammad Ali, Ismail I, accedió al trono de Egipto en 1863 e inmediatamente se dispuso a cumplir los objetivos de su abuelo, aunque de manera menos confrontadora. Una combinación de creciente poder egipcio, fuerza otomana deteriorada y soborno absoluto llevó al sultán otomano Abdulaziz a reconocer formalmente el gobernante egipcio como Jedive en 1867. Como Ismail expandió las fronteras de Egipto en África y el Imperio Otomano continuó decayendo, Ismail creyó que estaba a punto de alcanzar la independencia formal de Egipto e incluso contempló usar la apertura del Canal de Suez en 1869 para declararse a sí mismo Sultán. Estaba convencido de lo contrario por la presión de las grandes potencias, que temían las consecuencias de la desintegración del poder otomano. En última instancia, el reinado de Ismail terminó en un fracaso, debido a la enorme deuda que sus ambiciosos proyectos habían incurrido. La presión europea y otomana forzó su retiro en 1879 y su sustitución por su hijo mucho más flexible, Tewfik. La posterior rebelión Orabi terminó con Gran Bretaña invadiendo Egipto en 1882 por invitación del Jedive Tewfik y el inicio de su larga ocupación del país.

Desde 1882 en adelante, el estatus de Egipto se hizo muy complicado: oficialmente una provincia del Imperio Otomano, semi-oficialmente un estado prácticamente independiente con su propia monarquía, sus fuerzas armadas y posesiones territoriales en el Sudán y, para efectos prácticos, un títere británico. La ficción jurídica de la soberanía otomana en Egipto terminó finalmente en 1914, cuando el Imperio Otomano se unió a las Potencias Centrales en la Primera Guerra Mundial. Alarmados por el hecho de que el anti-británico Jedive Abbas II se pondría del lado de los otomanos, los británicos lo depusieron en favor de su tío Hussein Kamel y declararon a Egipto un protectorado británico. Simbolizando el fin oficial de la dominación otomana, Hussein Kamel tomó el título de Sultán al igual que su hermano Fuad I, que le sucedió en 1917, aunque en realidad Egipto permaneció bajo dominio británico. Tanto Hussein Kamel como Fuad mantuvieron reclamo de Egipto sobre Sudán, con los nacionalistas egipcios declarándolo, a su vez, como el "Sultán de Egipto y Sudán".




Sultán Hussein Kamel en 1915


El aumento de la ira nacionalista por la ocupación británica continua obligó a Gran Bretaña a reconocer formalmente la independencia de Egipto en 1922. Sin embargo, el título de Sultán fue eliminado y sustituido por el de Rey. El líder nacionalista Saad Zaglul, quien fue exiliado después por los británicos, sostuvo que esto era debido a que los británicos se negaron a reconocer a un gobernante soberano egipcio que superara a su propio rey (en la jerarquía de títulos, Sultán, como Sha en Irán, es comparable al de Emperador, siendo un soberano que no reconoce autoridad secular superior). Otra de las razones que ofreció para el cambio en el título, es que reflejaba la creciente secularización de Egipto en la época, puesto que Sultán tiene matices islámicos, mientras que la palabra árabe para rey, Malik, no lo tiene.

Al derrocar al hijo de Fuad, Faruk I, en la revolución egipcia de 1952, los Oficiales Libres consideraron brevemente declarar a su pequeño hijo como Sultán para reforzar la soberanía de Egipto sobre Sudán y demostrar su rechazo a la ocupación británica. Sin embargo, desde que los revolucionarios ya habían decidido abolir la monarquía egipcia después de un breve período de consolidación de su posición en el poder, determinaron que sería un gesto vacío y el hijo de Faruk fue declarado debidamente Rey Fuad II. Al año siguiente el gobierno revolucionario oficialmente abolió la monarquía y Egipto se convirtió en república.




Escudo de Armas del Sultán de Egipto (1914-1922)


Sultana


Sultana es un título islámico reservado para unas pocas gobernantes femeninas musulmanas de la historia. A veces se confunde con el título de la esposa principal de un sultán.

En el Egipto medieval, Shajar al-Durr, una antigua esclava de origen turco, ascendió al trono en 1250, convirtiéndose así en la única mujer musulmana a gobernar un país en el norte de África y Asia occidental. Aunque varias fuentes afirman que ella tomó el título de Sultana, The Cambridge History of Islam se opone a la demanda, afirmando que "una forma femenina, sultana, no existe en árabe: el título de sultán aparece en la moneda única existente de Shajar al-Durr".

Entre 1914 y 1922, los monarcas de la dinastía Muhammad Ali usaron el título de Sultán y sus esposas fueron tratadas legalmente como Sultanas. Solo dos consortes utilizaron el título durante el corto Sultanato de Egipto: Melek Tourhan, la esposa del Sultán Hussein Kamel, y Nazli Sabri, la esposa del Sultán Fuad I. Nazli Sabri se convirtió en Reina luego del establecimiento del reino de Egipto en 1922 y es con éste último título con el que está casi siempre asociada. Melek Tourhan, por el contrario, legalmente retuvo el título de Sultana, incluso después que Egipto se convirtiera en reino, y es a menudo referida simplemente como Sultana Melek.




El palacio de la Sultana Melek (la torre en el centro de la imagen) en el suburbio de Heliópolis, El Cairo (1930).


Príncipe del Sa'id


El Príncipe del Sa'id (Amir al-Sa'id) fue el título utilizado por el heredero al trono de Egipto hasta la abolición de la monarquía en 1953. El título se traduce como Príncipe de Alto Egipto.

Fue utilizado por primera vez por el hijo y heredero del rey Fuad I, el Príncipe Farouk, quien fue nombrado oficialmente así el 12 de diciembre de 1933. El título que se le dio a Farouk incluía la adquisición en su nombre de 3.000 feddans de las mejores tierras agrícolas. Farouk mantuvo el título hasta que ascendió al trono tras la muerte de su padre el 28 de abril de 1936.

Dado que el título se concede sólo a los herederos aparentes o forzosos, el sucesor de Farouk I como heredero, el príncipe Mohammed Ali Tewfik, no lo recibió, ya que era presunto heredero. La siguiente persona que recibió el título fue el primer y único hijo de Farouk I, el príncipe Ahmad Fouad, inmediatamente después de su nacimiento el 16 de enero de 1952, ya que él era el heredero de su padre. Sin embargo, lo portó muy poco tiempo, ya que ascendió al trono como Fuad II, tras la abdicación forzada de su padre el 26 de julio de 1952.



El antiguo rey de Egipto, Fuad II, con sus hijos el Príncipe del Sa’id y la Princesa Fawzia, en el festejo por su 60º cumpleaños (enero de 2012)


El título nunca se ha utilizado desde entonces, pues la monarquía egipcia fue abolida el 18 de junio de 1953. El hijo mayor de Fuad II, Muhammad Ali (nacido el 5 de febrero de 1979), es tratado como Príncipe del Sa'id. Sin embargo, dado que la monarquía ya no existe en Egipto, el título no tiene carácter legal alguno, se utiliza simplemente como una forma de cortesía.