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domingo, 24 de enero de 2010

Casa de Bonaparte


La Casa de Bonaparte es la dinastía imperial y real fundada en 1804 por Napoleón I de Francia, líder militar corso que alcanzó la notabilidad luego de la Revolución Francesa, transformando la Primer República Francesa en el Primer Imperio a través de un golpe de Estado. Napoleón llevó el Gran Ejército contra los poderes más grandes de Europa y dominó el continente a través de una serie de victorias militares. A partir de entonces insertó a los miembros de su familia en los tronos de los estados-títere, fundando así la dinastía.


A lo largo de su historia, los Bonaparte ocuparon los tronos del Primer y Segundo Imperio Francés y de otros reinos ancestrales como Italia, España, Westfalia, Holanda y Nápoles. La dinastía estuvo en una posición de poder alrededor de una década hasta que las Guerras Napoleónicas comenzaron a tomar su precio.


Napoleón I, Emperador de los Franceses, en el trono imperial (1806)


A raíz de sus poderosos enemigos como Austria, Reino Unido, Rusia y Prusia, así como los movimientos restauradores de la realeza legítima (particularmente los Borbones) en Francia, España, Dos Sicilias y Cerdeña, la dinastía eventualmente colapsaría bajo su propio peso.


Entre 1852 y 1870 un nuevo Bonaparte gobernaría el Segundo Imperio Francés: Napoleón III, hijo de Luis Bonaparte. Después de las tensiones con Prusia, la dinastía nuevamente fue depuesta del trono imperial. Desde aquel momento ha habido una serie de pretendientes, sostenedores del reclamo de la familia Bonaparte al trono de Francia, conocida como Bonapartistas. El jefe actual de la Casa, Jean-Christophe Napoléon, tiene, irónicamente, una madre Borbón (Beatriz de Borbón-Dos Sicilias, hija del Príncipe Fernando, Duque de Castro).


La Emperatriz Eugènie (1854)

Los Bonaparte

La familia Bonaparte provenía de San Miniato, cerca de Florencia, Italia, de orígenes lombardos. Instalados en Florencia, disfrutaron de una relación con la entonces familia gobernante, los Médici: Jacobo Bonaparte era amigo y asesor del Papa Médici Clemente VII y fue testigo importante del Sacco de Roma en 1527.


La familia más tarde se separó en dos ramas: Bonaparte-Sarzana, nobili di Sarzana que fueron compelidos a abandonar Florencia debido a la derrota de los Gibelinos y Bonaparte de Francesco, quien llegó a Córcega en el siglo XVI cuando la isla estaba en posesión de Génova.


Revista militar frente al palacio de Las Tullerías (Inválido presenta petición al emperador durante una revista militar)


Napoleón es el nombre más prominente asociado con el apellido porque conquistaría la mayoría del mundo occidental durante la primera parte del siglo XIX. Fue elegido Primer Cónsul de Francia en noviembre de 1799 y se auto-coronaría Emperador de los Franceses en 1804, gobernando hasta 1814 y 1815.


El primer Napoleón haría a su hermano mayor rey de Nápoles (1806-1808) y de España (1808-1813), a su tercer hermano rey de Holanda (1806-1810) y a su hermano más joven rey de Westfalia (1807-1813), el reino de más corta vida creado entre los estados del noroeste de Alemania. El hijo del emperador, Napoleon François Charles Joseph, fue creado rey de Roma (1811-1814) y más tarde considerado Napoleón II por los legitimistas de la dinastía, aunque sólo gobernó por dos semanas luego de la abdicación de su padre.


Carlos Luis Napoleón (1808-1873), sobrino de Napoleón I, fue presidente de Francia entre 1848 y 1852 y emperador entre 1852-1870, reinando como Napoleón III; el hijo de éste, Eugène (1856-1879), el Príncipe Imperial, murió peleando contra los zulúes en Sudáfrica. Con esta muerte, la familia perdió mucho de su restante atractivo político, aunque los reclamantes continúan afirmando el derecho de los Bonaparte al título imperial.


Eugène, Príncipe Imperial (1878)


Coronas sostenidas por la familia

Emperadores de los Franceses
  • Napoleón I (1804–1814, 1815), también rey de Italia (1805–1814)
  • Napoleón II (1815), nombrado Rey de Roma desde su nacimiento, pero nunca reinó
  • Napoleón III (1852–1870)

Reyes de Holanda

  • Luis I (1806–1810)
  • Luis II (1810), Napoleón Luis, también Gran Duque de Berg (1809–1813)

Reyes de Nápoles

  • José I (1806–1808)
  • Joaquín Murat (1808–1815), también Gran Duque de Berg (1806–1808)
Rey de Westfalia
  • Jérôme I (1807–1813)
Rey de España
  • José I (1808–1813)
Gran Duquesa de Toscana
  • Elisa Bonaparte (1809–1814)
Elisa Bonaparte, Gran Duquesa de Toscana (1805)



lunes, 11 de enero de 2010

Casa de Anjou-Valois


Títulos: Conde de Anjou, Conde de Provenza, Rey de Sicilia, Rey de Nápoles, Rey de Hungría, Rey de Polonia, Emperador de Constantinopla, Déspota de Epiro, Rey de Albania, Príncipe de Acaya

Historia

En 1203 Felipe II de Francia conquistó los territorios del rey inglés (entonces Juan I) en Francia, entre ellos el condado de Anjou, que pasó al patrimonio de la Corona. En 1246 Luis IX de Francia –San Luis- concedió los condados de Anjou y Maine a su hermano Carlos, que se convirtió en el fundador de la Segunda Casa de Anjou. Nombrado por la Santa Sede defensor de la Iglesia en Italia, fue coronado rey de Sicilia en San Juan de Letrán, en 1265.


Con los nietos de Carlos, la dinastía se dividió en varias ramas, cuyas posesiones y alianzas se extendieron rápidamente por Europa y tuvieron gran influencia durante la Edad Media hasta su extinción en 1434, llegando a gobernar no sólo Sicilia, sino también Nápoles, Hungría y Polonia. Incluía las ramas de Anjou-Sicilia, que reinó en Nápoles (1282- 1382), Anjou-Hungría, que gobernó Hungría (1308–1385, 1386–1395) y Polonia (1370–1399), Anjou-Tarento, que reinó sobre los remanentes del Imperio Latino (1313–1374) y Anjou-Durazzo, que gobernó en Nápoles (1382–1435) y Hungría (1385–1386).

El Condado de Anjou fue la dote de Margarita de Anjou y Maine, hija de Carlos II de Nápoles. Así, pasó a su marido Carlos de Valois. Al morir Carlos, el título pasó a su hijo Felipe, que se convertiría en Felipe VI de Francia. El condado volvía así, de nuevo, al patrimonio de la Corona.


Felipe VI, rey de Francia (1293-1350)

En 1356 Juan II de Francia concedió los condados de Anjou y Maine a su hijo Luis, que se convirtió en el fundador de la Tercera Casa de Anjou. En 1360 Anjou fue elevado a Ducado. Juana I de Nápoles adoptó a Luis para dejarle sus posesiones, pero a la muerte de la reina, Luis tuvo que luchar contra el otro pretendiente, Carlos (perteneciente a la rama Anjou-Durazzo), quien tras la muerte de Luis en 1384 pudo reinar efectivamente. Desde entonces, los descendientes de Luis fueron sólo Reyes titulares, excepto el breve reinado de Renato I.


La línea Anjou-Durazzo obtuvo el control de Nápoles pero la Casa de Anjou-Valois controlaba la segura Provenza y continuó peleando por el trono napolitano (Luis II gobernó Nápoles entre 1389 y 1399). La extinción de los Anjou-Durazzo en 1435 aseguró temporalmente el dominio de Nápoles a la línea mayor, pero fueron expulsados de allí por Alfonso V de Aragón en 1442. René de Anjou, el último duque de esta tercera línea angevina, murió en 1480, y Anjou revirtió a la corona francesa. Con la muerte de su sobrino el Duque de Maine en 1481, todas las posesiones angevinas, incluyendo Provenza, se fusionaron a la corona.


Luis II de Anjou, rey de Nápoles (1377-1417)

Reyes de Nápoles (Rama de Anjou-Sicilia)

En 1265 el papa Clemente IV concedió a Carlos de Anjou el Reino de Sicilia (y Nápoles), cuya corona ostentaban los Hohenstaufen, enemigos del papa por las luchas entre güelfos y gibelinos. El 26 de febrero de 1266, en la batalla de Benevento, el rey Manfredo de Hohenstaufen fue derrotado y muerto. Tras la batalla Carlos fue coronado rey de Sicilia. En 1282, ante la rebelión de los sicilianos, Anjou fue expulsado y Pedro III de Aragón fue coronado rey. Desde entonces, Carlos y sus descendientes sólo reinaron sobre Sicilia citerior (Nápoles). Sus títulos eran rey de Nápoles, de Sicilia y de Jerusalén, duque de las Pouilles, príncipe de Salerno, de Capua y de Tarento.

  • Carlos I (1282 - 1285)
  • Carlos II (1285 - 1309)
  • Roberto I (1309 - 1343)
  • Juana I (1343 - 1382). Su muerte provoca una guerra de sucesión entre su primo Carlos de Anjou-Durazzo y su hijo adoptivo Luis (perteneciente a la Tercera Casa de Anjou). Tras la muerte de Luis en 1384, Carlos se proclama Rey. Mientras, los descendientes de Luis se convierten en reyes titulares.
Blasones de Anjou-Sicilia-Jerusalén

Reyes titulares de Nápoles
  • Luis I (1382 - 1384)
  • Luis II (1384 - 1417)
  • Luis III (1417 - 1434)
  • Renato I (1434 - 1442)
  • Renato I (1435 - 1442)
  • Renato I (1442 - 1480)
  • Carlos IV (1480 - 1481). Muerto sin descendencia, los títulos pasan nuevamente al patrimonio de la Corona francesa.

Rama Anjou-Durazzo

La rama Anjou-Durazzo reinó sobre Nápoles tras la guerra de sucesión. Su fundador fue Juan I de Anjou, duque de Durazzo, hijo de Carlos II de Nápoles. Su nieto Carlos se convirtió en rey de Nápoles tras la muerte de Juana I.
  • Carlos III (II de Hungría) (1382 - 1386). Rey efectivo desde 1384
  • Ladislao I (1386 - 1414)
  • Juana II (1414 - 1435)
  • Juana II murió sin herederos, acabando con ella la rama Anjou-Durazzo. Nombró heredero a Renato (I) de Anjou, nieto del pretendiente Luis (I) y, por lo tanto, miembro de la Tercera Casa de Anjou.
Carlos de Anjou, III de Nápoles y I de Hungría (1345-1386)

Reyes de Hungría (Rama Anjou-Hungría)

Tras la muerte sin descendencia de Ladislao IV de Hungría en 1290, dos hombres se disputaron el trono: Andrés Árpád (tío segundo del rey) y Carlos Martel de Anjou (hijo de Carlos II de Nápoles y María de Hungría, hermana de Ladislao). Andrés se convirtió finalmente en rey, pero su muerte sin descendencia provocó que la corona recayese en Carlos Roberto, hijo de Carlos Martel de Anjou.

  • Carlos Martel (pretendiente)
  • Carlos I Roberto (1308 - 1342)
  • Luis I (I de Polonia) (1342 - 1382)
  • María I (1382 - 1385). Carlos III de Nápoles, de la rama Anjou-Durazzo, se proclama rey de Hungría en 1385, como pariente varón más cercano a Luis I. Es asesinado en 1386 por los partidarios de María I.
  • María I (1386 - 1395)
María, reina de Hungría, con su madre Elizabeth (de Bosnia), Reina Viuda de Hungría y Polonia, en cautividad (1386)

Reyes de Polonia

Tras la muerte sin descendencia de Casimiro III de Polonia en 1370, el trono es heredado por Luis I de Hungría.
  • Luis I (I de Hungría) (1370 - 1382)
  • Eduviges I (1382 - 1399)

Emperadores titulares del Imperio Latino (Rama Anjou-Tarento)

En 1313 Felipe de Anjou, príncipe de Tarento e hijo de Carlos II de Nápoles, se casó con Catalina de Valois-Courtenay, emperatriz titular del Imperio Latino.
  • Felipe I de Tarento (1313 - 1332), junto a su esposa Catalina (1308 – 1346)
  • Roberto de Tarento (1346 - 1364)
  • Felipe II de Tarento (1364 - 1373)
  • Jaime de Baux (1373 - 1383). Por ser hijo de Francisco de Baux, no pertenece directamente a la Casa de Anjou, pero fue sobrino de Roberto y Felipe II de Tarento. Tras su muerte, el título pasa a Luis de Anjou, pretendiente al trono de Nápoles y miembro de la Tercera Casa de Anjou, aunque ni él ni sus descendientes llegaron a usarlo.

Santa Sofía de Constantinopla, lugar de coronación de los emperadores del Imperio Latino (1910)

La rama principal de Anjou-Sicilia se extinguió en línea masculina con la muerte del rey Ladislao de Nápoles en 1414 y totalmente extinta con su hermana Juana II de Nápoles en 1434. Fabulosamente fecunda y activa, llegaría a totalizar, en toda su duración, 299 coronas soberanas y 12 beatificaciones.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La Nobleza italiana

Antes del movimiento de unificación política ocurrido durante el siglo XIX en Italia, los títulos de nobleza eran concedidos por cada uno de los soberanos que ejercieron su poder sobre las diversas partes del territorio italiano: emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, reyes de España, de las Dos Sicilias, de Cerdeña, grandes duques de Toscana, duques de Parma, dogos de Venecia y Génova y, principalmente, los Papas, que continuaron concediéndolos después de la extinción de facto de su soberanía temporal en los antiguos Estados Pontificios.
Escudo del Papa (Alejandro VI), tradicional dispensador de títulos nobiliarios en la Península Itálica, en su calidad de soberano temporal

La nobleza de Italia refleja el hecho de que la Italia medieval era un escenario de estados separados hasta 1870 y tuvo varios linajes reales. Las familias reales italianas estaban usualmente emparentadas entre sí a través del matrimonio, e incluso con otras familias reales europeas.

Casas soberanas de Italia

  • Casa de Saboya: Reyes de Italia, Reyes de Cerdeña, Duques de Saboya, Príncipes de Piamonte
  • Casa de Este: Duques de Ferrara, Módena y Reggio, condes de Polesino y Garfagnana
  • Casa de Farnesio: Duques de Parma, Piacenza y Castro
  • Casa de Borbón: Reyes de las Dos Sicilias, Reyes de Nápoles, Reyes de Sicilia, Duques de Parma y Piacenza
  • Casa de Médici: Grandes Duques de Toscana
  • Casa de Visconti: Duques de Milán
  • Casa de Sforza: Duques de Milán
  • Casa de Gonzaga: Duques de Montferrato, Duques de Mantua
Los rangos nobiliarios iban desde el Príncipe al Patricio, jerarquía que resultó a partir de la superposición de aquellos rangos establecidos por los estados de la pre-unificación. Como eran fuertemente diferentes uno de otro, los títulos no estaban distribuidos homogéneamente a través del país y, respectivamente, en alguna región un título determinado se encontraba completamente ausente.

Los reinos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, así como los estados papales, otorgaban los rangos típicos de monarquías como España, Francia e Inglaterra: príncipe, duque, marqués, conde y barón. El título de Vizconde no es tan frecuente. En el norte de Italia y Toscana la situación era más compleja, porque había varios tipos de autoridades que otorgaban títulos. Típicamente, los municipios italianos (también en el Reino de Nápoles) y las repúblicas concedían el título de Patricio, el cual sólo en Italia es considerado un rango de nobleza. La República de Venecia también concedía títulos feudales.
El Castello di Valentino, en Turín, propiedad del duque Emanuel Filiberto de Saboya (1580)


Hasta 1806, el norte de Italia (excepto Venecia) y Toscana formaban el Reino de Italia, perteneciendo al Sacro Imperio Romano. El emperador retenía el derecho de crear duques y príncipes. Los monarcas del norte de Italia recibían del emperador el derecho de conceder títulos feudales menores (de marqués en adelante), ya que estos monarcas por sí mismos eran usualmente príncipes y duques.

Durante el Renacimiento los soberanos habían conquistado todas las ciudades-república excepto Venecia, Génova, Lucca, San Marino y Ragusa. Por lo tanto, en la mayoría de Italia, los patricios se integraron a los niveles más bajos de la aristocracia. Cuando en 1871 el Rey de Cerdeña conquistó los otros estados italianos, la Consulta Araldica (el colegio de armas de Italia) integró estos diferentes y variados sistemas en una sola jerarquía.
Escudo de armas del Reino de las Dos Sicilias

En la Edad Media, la mayoría de los feudatarios era simplemente signori (del francés seigneur, un título introducido en Italia por los normandos del siglo XI), vassalli (vasallos) o cavalieri (caballeros). Eventualmente, esta clase pasó a ser conocida colectivamente como los baroni (barones), aunque en Italia barone no era siempre un título descriptivo de un particular rango feudal. Durante el siglo XIV, la mayoría de los territorios feudales menores se convirtieron en baronías y sus titulares en barones.

En Roma, la clase noble se subdividía en dos categorías: Patricios romanos, que descendían de aquellos que habían ocupado en la Edad Media cargos de gobierno civil en la ciudad Pontificia, y Patricios romanos conscriptos, los cuales pertenecían a alguna de las sesenta familias que el Soberano Pontífice había reconocido como tales en una bula especial, en la cual se las citaba nominalmente. Constituían la flor y nata del patriciado romano.

La nobleza romana estaba también subdividida en dos categorías; los nobles que descendían de los feudatarios, es decir de las familias que habían recibido un feudo del Soberano Pontífice, y los nobles simples, cuya nobleza les venía de haberles sido atribuido un cargo en la Corte, o directamente de una concesión pontificia.

Recepción por las bodas de plata del Rey Humberto I y la reina Margarita en el Palacio del Quirinal, Roma, 1893.

Cuando se consumó la unificación en 1870, la Casa de Saboya intentó amalgamar las diferentes noblezas en un todo. Política y jurídicamente el intento fracasó. Muchas familias nobles se mantuvieron fieles a las dinastías depuestas de las cuales habían recibido sus títulos. Una considerable parte de la aristocracia romana continuó figurando oficialmente en las solemnidades del Vaticano, se negó a reconocer la anexión de Roma a Italia, rechazó cualquier aproximación al Quirinal y cerró sus salones en señal de protesta. A esta nobleza así enlutada se le dio el nombre de Nobleza Negra.

No obstante, desde el punto de vista social, esta amalgama se dio generalmente en una importante escala mediante matrimonios y relaciones sociales, haciendo que la aristocracia italiana constituya hoy un solo todo.

El Tratado de Letrán de 1929 aseguraba, sin embargo, a la nobleza romana una situación especial, pues reconocía al Papa el derecho a continuar otorgando títulos nobiliarios y aceptaba los que anteriormente habían sido concedidos por la Santa Sede. Incluso “se establecerán los casos en los cuales dicho reconocimiento no estará sujeto en Italia al pago de tasas”, refiriéndose a una cuantía simbólica que el Estado italiano exigía a los nobles de los Estados previos a la unificación para obtener el reconocimiento de sus títulos y su filiación a la nobleza. La dispensa en ciertos casos de estas tasas era el único privilegio tributario otorgado por el Tratado a los nobles pontificios. Desde el punto de vista legal, han continuado coexistiendo dos noblezas: la italiana y la romana.

Camillo Benso, Conde de Cavour, de Isolabella y de Leri (1810-1861), líder del movimiento de unificación italiana

En las sucesivas Constituciones de la Italia unificada, tanto de la monárquica como de la republicana, hay artículos específicos sobre la situación de la nobleza. El Estatuto Albertino, que estuvo en rigor de 1848 a 1947, establecía:

Art. 79 -
Los Títulos de Nobleza les serán mantenidos a quienes tengan derecho a ellos. El Rey podrá conceder nuevos Títulos.
Art. 80 –
Nadie podrá recibir condecoraciones, títulos o pensiones de una potencia extranjera sin autorización del Rey.

A su vez, la Constitución de la Italia republicana de 1947 establece:

XIV –
No se reconocen los títulos nobiliarios. Los predicati de los existentes antes del 28 de octubre de 1922 serán válidos como parte del nombre. La Orden Mauriciana será conservada como institución hospitalaria y funcionará del modo establecido por la ley. La ley regulará la supresión de la Consulta Araldica.

El predicato del título está constituido por el nombre del antiguo territorio añadido al apellido, por ejemplo, príncipe Colonna di Paliano. La Constitución de 1947 autoriza a que aparezca en los documentos este apellido compuesto, con tal que fuera anterior al fascismo.

Recepción del Papa Pablo VI al patriciado romano el 14 de enero de 1964.

La Consulta Araldica de la época monárquica era el tribunal específico para los casos de títulos en disputa, escudos de armas, etc. Pese a no tener valor legal, pero sí mucha fuerza moral e histórica, ha sido sustituida hoy por el Cuerpo de la Nobleza Italiana, dotado de un tribunal de consulta para la admisión de miembros a diferentes entidades (como la Orden de Malta, por ejemplo).

No se le reconoce a la nobleza ningún tipo de privilegio político ni tributario, ni en la vieja ni en la nueva Constitución Italiana.

Nobleza Negra

La “Nobleza Negra” (en italiano: aristocrazìa nera) estaba formada por familias de la aristocracia italiana que se hallaban del lado del Papado bajo Pío IX después que el ejército del Reino de Italia entró a Roma en setiembre de 1870, derrocó los Estados Papales, y se hizo cargo del Palacio Apostólico. Por los siguientes 59 años el Papa se confinó en la ciudad del Vaticano y reclamó ser un prisionero en el Vaticano para evitar el asomo de aceptación a la autoridad del gobierno italiano.

Un destacamento de la Guardia Noble Pontificia, cuerpo de élite integrado exclusivamente por miembros del patriciado y de la nobleza al servicio personal del Papa


Los aristócratas que habían recibido previamente sus títulos de parte de la Santa Sede, incluyendo los Chambelanes de Capa y Espada, mantuvieron sus puertas cerradas para llorar el confinamiento del Papa, lo que llevó a que fueran llamados la “Nobleza Negra”.

Luego de la firma del Tratado de Letrán en 1929, la Nobleza Negra obtuvo una ciudadanía dual, en Italia y en Ciudad del Vaticano. Esto les permitió entrar a la Guardia Noble, lo que previamente sólo estaba abierto a la nobleza proveniente de los antiguos Estados Papales. En 1931, el Papa Pío XI negó el requerimiento de Alfonso XIII de abrir la Guardia Noble a aristócratas provenientes de todas las naciones católicas.

Famosos miembros de la Nobleza Negra incluyen a Eugenio Pacelli, quien más tarde se convertiría en Pío XII, y a notabilidades de las familias Colonna, Massimo, Pallavicini y Ruspoli.


El Príncipe Marcantonio Colonna y su hijo Don Asprenno en el Hall de los Héroes del palazzo familiar, 1945


sábado, 14 de noviembre de 2009

Casa de Anjou


Se conoce como Casa de Anjou o Dinastía Angevina a tres dinastías medievales originadas como condes (y, desde 1360, duques) en la provincia francesa de Anjou, de la cual angevina es la forma adjetivada. Posteriormente, diferentes miembros de la Casa llegaron a gobernar Inglaterra, Irlanda, Hungría, Croacia, Polonia, Nápoles, Sicilia, Albania y Jerusalén.


* La Primera Dinastía Angevina (1128-1485), también llamada Casa de Plantagenet, gobernó Inglaterra a partir de Henry II (1154), pasando por sus dos ramas menores, la Casa de Lancaster (1399-1461) y la Casa de York (1461-1485), hasta que la Casa de Tudor accedió al poder cuando Richard III fue derrotado en la Batalla de Bosworth Field en 1485. También gobernaron Irlanda y reclamaron el reino de Jerusalén.
* La Segunda Dinastía Angevina (1246-1435) o Casa Mayor de Anjou era una rama secundaria de la Dinastía Capetina establecida por Charles, Conde de Anjou, hijo menor de Luis VIII de Francia. En esa época la Casa Capetina de Anjou reinaba en Nápoles, Sicilia, Hungría y Polonia.
* La Tercera Dinastía Angevina (1350-1480) o Casa Menor de Anjou gobernó Nápoles.
Desde que Felipe V de España era también Duque de Anjou, es posible hablar de una Cuarta Dinastía Angevina, la de Borbón-Anjou, pero este término no se usa habitualmente.



La Espada, el Cetro y la Corona de San Esteban (Hungría)


Primera Casa de Anjou


La Primera Casa de Anjou se originó en el Condado de Anjou, al oeste de Francia. Hacia 987, una casa noble de origen franco, los Ingelger, se convirtieron en Condes de Anjou, cuyo primer miembro fue Fulco III (Andegavensium comes). Esta casa cristianizada se dividió tres generaciones más tarde en dos ramas, una, a través del cruzado Fulco V el Joven (1106-1129) gobernó el reino de Jerusalén y otra, a través de su hijo Godofredo –que casara con Matilde, Señora de los Ingleses- inició la Dinastía Plantagenet que reinó en Inglaterra con su nieto Henry II como el primero de los monarcas de esta Casa.

Condes de Anjou

  • Fulco III (987 - 1040)
  • Godofredo II (1040 - 1060)
  • Godofredo III (1060 - 1067)
  • Fulco IV (1067 - 1109)
  • Godofredo IV, junto a su padre Fulco IV (1098 - 1106)
  • Fulco V (1109 - 1129)
    Rey de Jerusalén como Fulco I
    Godofredo V (1129 - 1151)
  • Enrique I (II de Inglaterra) (1154 - 1189)
    Enrique II, junto a su padre Enrique I (1170 - 1183)
  • Ricardo I (I de Inglaterra) (1189 - 1199)
  • Arturo I (1199 - 1203)

En 1203, el rey Felipe II de Francia se anexó el Condado de Anjou, pasando el título al patrimonio de la Corona francesa.



Philippe II de Francia (1165-1223)

Reyes de Jerusalén

  • Fulco I y Melisenda (1131 - 1143)
  • Balduino III (1143 - 1162) y Melisenda (1143 - 1153)
  • Amalarico I (1162 - 1174)
  • Balduino IV (1174 - 1185)
  • Balduino V (1185 - 1186)
    No pertenece directamente a la Casa de Anjou por ser hijo de Sibila, hermana de Balduino IV, y de Guillermo de Montferrato
  • Sibila I (1186 - 1187)
    La Corona es disputada hasta 1192 por Isabel de Anjou (hermanastra de Balduino IV) y Guido de Lusignan (segundo marido de Sibila)
  • Isabel I (1192 - 1205)
    La Corona pasa a la familia Montferrato y, posteriormente, a los Hohenstaufen.

Los Angevinos de Jerusalén se extinguieron con la muerte de Isabel I. Hubo severas disputas por aquel trono hasta que la ciudad fue conquistada por los sarracenos. Sin embargo, el reclamo al título de Rey de Jerusalén continuó a través de incontables generaciones, hasta que casi todo monarca en Europa llegó a usar el título.


Primera Cruzada: la captura de Jerusalén

Casa de Plantagenet

Dominios: Reino de Inglaterra, Reino de Francia, Señorío de Irlanda, Principado de Gales

Títulos: Rey de Inglaterra, Conde de Anjou, Señor de Irlanda, Duque de Normandía, Duque de Aquitania, Conde de Maine, Duque de Bretaña, Príncipe de Gales, Señor de Chipre, Reclamante Plantagenet a Francia, Reclamante Plantagenet a Jerusalén, Reclamante Plantagenet a Sicilia, Reclamante Plantagenet a Roma, Reclamante Plantagenet a Castilla.


Estandarte real de Plantagenet


La Casa de Plantagenet fue la dinastía reinante en Inglaterra entre 1154 y 1399 y, con ocho reyes, fue la que más monarcas le dio a las Islas (le siguen los Tudor, con siete soberanos). Después de que el último Plantagenet fuera obligado a abdicar, la corona pasó a dos ramas secundarias de la dinastía: primero la Casa de Lancaster y posteriormente la Casa de York. La dinastía acabó finalmente en 1485 con la muerte de Ricardo III, dando comienzo al gobierno de la Casa de Tudor.


Los Plantagenet se originan en el condado de Anjou. En 1127, Godofredo V de Anjou se casó con Matilde, única hija del rey Enrique I de Inglaterra y nieta de Guillermo el Conquistador. En 1135, tras la muerte de Enrique I, Esteban de Blois, sobrino del rey, se hizo coronar rey de Inglaterra. Las luchas entre los partidarios de Esteban y los de Matilde llevaron a una guerra civil, conocida como "anarquía inglesa".

Emperatriz Matilde, Lady of the English (1102-1167)


En 1151 Enrique I heredó el condado de Anjou, tras la muerte de su padre Godofredo V. En 1153 Esteban firmó el Tratado de Wallingford, por el que designaba como su sucesor a Enrique I, que sería coronado como Enrique II de Inglaterra.


En Inglaterra, la dinastía Anjou comenzó a ser conocida como Plantagenet, debido a una característica de la vestimenta de Godofredo V de Anjou, quien llevaba siempre en el gorro una ramita de retama (o genista), en francés genêt, lo que le valió el apodo de Godofredo "Plantagenet".


Reyes de Inglaterra (Plantagenet)


  • Enrique II (1154 - 1189)
  • Ricardo I (1189 - 1199)
  • Juan I (1199 - 1216)
  • Enrique III (1216 - 1272)
  • Eduardo I (1272 - 1307)
  • Eduardo II (1307 - 1327)
  • Eduardo III (1327 - 1377)
  • Ricardo II (1377 - 1399)

En 1399 Enrique de Lancaster (nieto de Eduardo III) obliga a su primo el rey Ricardo II a cederle la Corona. Comienza así la Casa de Lancaster, rama menor de la Casa de Plantagenet.



Richard I the Lionheart (1157-1199)