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martes, 28 de agosto de 2012

Durbar


Durbar es un término persa que significa la “noble corte del Shah” o una reunión formal donde el Shah tenía todas las discusiones referidas al estado. Posteriormente fue utilizado en India y Nepal para la corte de un gobernante o leva feudal que llegó a ser gobernada y más tarde administrada por jefes persas y turcos. Un durbar puede ser un consejo de estado feudal para administrar los asuntos de un estado principesco o una reunión puramente ceremonial como en la época del Imperio Británico en India.


El Hon. Arthur Wellesley es recibido en el durbar del Palacio Chepauk en Madrás por el Nawab Azim al-Daula (1805)


Consejo de Estado

En el primer sentido, los gobernantes nativos de la India mogol y colonial y algunas monarquías vecinas hindúes o musulmanas, como el emir de Afganistán, recibían visitantes en audiencia, conferían honores y realizaban negocios en durbar.

Un durbar también podría ser el consejo ejecutivo de un estado nativo. Su composición era dual: grandes de la corte, como el wasir y los principales jagirdars brillaban en la ceremonia, pero los verdaderos asuntos políticos y administrativos del Estado recaían en un círculo interior en torno al príncipe, a menudo conocido como diwan. Hubo cierta superposición entre los dos grupos. Esta fue originalmente una palabra más para una sala de audiencias y consejo, pero en la India también se aplica a un consejo privado y cancillería.

Imperio Británico

En este último sentido, la palabra ha llegado a ser aplicada a grandes reuniones ceremoniales durante el período del Raj británico, como el Delhi Durbar en Delhi, que se celebraban como demostraciones de lealtad a la corona, vital en varias guerras en las cuales Gran Bretaña se comprometió.

Invitación para el Anfiteatro del Durbar de 1903 (dirigida a Beryl White, hija de un oficial británico en India)


La práctica se inició con el Proclamation Durbar de Lord Lytton en 1877 celebrando la proclamación de la reina Victoria como primera Emperatriz de la India. Los durbars continuaron celebrándose en años posteriores, con mayor ceremonia y grandeza que sus predecesores. En 1903, por ejemplo, el Coronation Durbar fue realizado en Nueva Delhi para celebrar la ascensión de Eduardo VII al trono británico y al título de emperador de la India, ceremonia que fue presidida por el entonces Virrey de India, Lord Curzon.

La práctica del durbar culminó con el magnífico espectáculo del Durbar de Delhi, que se celebró en diciembre de 1911 para coronar oficialmente al recién entronizado George V y su esposa, la reina Mary, como Emperador y Emperatriz de India. El Rey y la Reina asistieron al Durbar en persona y usaron sus ropas de coronación, un evento sin precedentes tanto en la historia india como la imperial que se celebró con impresionante pompa y glamour. Ellos fueron los únicos monarcas británicos en visitar la India durante el período del Raj. Prácticamente cada príncipe gobernante, cada noble y cada notable asistieron a las ceremonias para rendir homenaje a su soberano en persona.




Estos eran quizás los mayores espectáculos ceremoniales de la tierra, con desfiles de gran pompa de soldados y animales, incluyendo elefantes, en una demostración deslumbrante de la exitosa fórmula colonial británica de gobierno indirecto: el Raj podría depender en gran medida de la lealtad de la mayoría de los gobernantes principescos por su alianza feudal con el gobernante supremo, una posición que la corona británica (especialmente desde que asumió formalmente a partir de la East India Company) ocupó en lugar de la derrocada dinastía mogol. Varios monumentos de la India sirven como recordatorios de la visita del Rey y la Reina, en particular la Puerta de la India en Bombay.

Ningún durbar se llevó a cabo para los posteriores monarcas británicos que fueron emperadores de la India. Edward VIII reinó sólo por un tiempo breve antes de abdicar. Con la ascensión de su hermano George VI, se decidió no realizar un durbar en Delhi por varias razones: el costo habría sido una carga para el gobierno de la India, el creciente nacionalismo indio haría que la acogida que la pareja real habría recibido probablemente fuera silenciada a lo sumo y una prolongada ausencia del rey del Reino Unido habría sido indeseable en el tenso período anterior a la Segunda Guerra Mundial.


GeorgeV y la Reina Mary con sus vestiduras ceremoniales durante el Durbar de 1911


El Delhi Durbar

El Durbar de Delhi, que significa "corte de Delhi", era una masiva ceremonia celebrada en Coronation Park, en Nueva Delhi, con motivo de la coronación del Rey y la Reina del Reino Unido. También conocido como el Durbar Imperial, se llevó a cabo en tres ocasiones, en 1877, 1903 y 1911, pleno apogeo del Imperio Británico. El Durbar de 1911 fue el único que asistió el soberano, que era George V.

Durbar de 1877

Llamado el "Proclamation Durbar", se llevó a cabo a partir del 1 de enero de 1877 para designar la coronación y proclamar a la reina Victoria como Emperatriz de India. El Durbar 1877 fue en gran medida un evento oficial y no una ocasión popular con atractivo para las masas como ocurriría en 1903 y 1911. A él asistieron el 1r Conde de Lytton, Virrey de la India, maharajás, nawabs e intelectuales. Esta fue la culminación de la transferencia de control de gran parte de la India de la Compañía Británica de las Indias Orientales a la Corona.

El Durbar fue el inicio de una gran transformación, pues fue lanzada formalmente la campaña para una India libre.



Dentro del Victoria Memorial en Calcuta hay una inscripción tomada del mensaje de la reina Victoria presentado en el Durbar de 1877 a la gente de la India:

"We trust that the present occasion
may tend to unite in bonds of close
affection ourselves and our subjects;
that from the highest to the humblest,
all may feel that under our rule the
great principles of liberty, equity,
and justice are secured to them; and
to promote their happiness, to add to
their prosperity, and advance their
welfare, are the ever present aims and
objects of our Empire
."

("Confiamos que la presente ocasión 
pueda tender a unir en lazos de estrecho
afecto a nosotros mismos y nuestros súbditos, 
que desde el más alto hasta el más humilde, 
todos puedan sentir que bajo nuestro gobierno los 
grandes principios de libertad, equidad, 
y justicia sean asegurados a ellos; y 
promover su felicidad, aumentar 
su prosperidad y fomentar su 
bienestar social, son los objetivos siempre presentes y  
objetos de nuestro Imperio.")

Fue forjada una medalla para conmemorar la proclamación de la reina como Emperatriz de India y luego distribuida a los invitados de honor. El líder social Ramanath Tagore fue nombrado Maharajá por el Virrey Lord Lytton. 



Fue en este brillante durbar que un hombre de "impecable khadi blanco tejido en casa" se levantó a leer una cita en nombre de la Poona Sarvajanik Sabha, la organización socio-política que trabajaba como ente mediador entre el gobierno y el pueblo. Ganesh Vasudeo Joshi presentó una demanda formulada en un lenguaje muy cortés:

"Rogamos a Su Majestad conceder a la India el mismo estatus político y social de que gozan por sus súbditos británicos."

Con esta demanda, se puede decir que la campaña para una India libre se lanzó formalmente. 

Durbar de 1903

El Durbar de 1903 se llevó a cabo para celebrar la coronación del rey Edward VII y la reina Alexandra como Emperador y Emperatriz de la India.

Las dos semanas de festividades fueron planeadas con meticuloso detalle por el Virrey Lord Curzon. Fue un deslumbrante despliegue de pompa, poder y sincronización de segundos. Ni el anterior Delhi Durbar de 1877, ni el Durbar más tarde celebrado allí en 1911, pudieron igualar el espectáculo de 1903. En unos pocos meses, a fines de 1902, una llanura desierta se transformó en una elaborada ciudad de tiendas, completa con un tren liviano temporal para llevar multitudes de espectadores desde Delhi, una oficina de correos con un sello propio, teléfono y telégrafo, una variedad de almacenes, una fuerza policial con uniforme especialmente diseñado, hospital, juzgado de instrucción y complejas instalaciones de drenaje y electricidad. Fueron vendidos libros de recuerdos de viaje y distribuidos mapas de la zona de acampada. Oportunidades de marketing se explotaron hábilmente. Medallas especiales fueron diseñadas, hubo muestras de castillos de fuegos artificiales y se celebraron exposiciones y glamorosos bailes.



Eduardo VII, para decepción de Curzon, no asistió, pero envió a su hermano, el Duque de Connaught quien llegó con una gran cantidad de dignatarios en tren desde Bombay, mientras que Curzon y su gobierno lo hicieron en otra dirección desde Calcuta. La asamblea que les esperaba desplegaba posiblemente la mayor colección de joyas vista en un solo lugar. Cada uno de los príncipes indios se adornó con las más espectaculares de las gemas que formaban parte de sus antiquísimas colecciones. Los Maharajás vinieron con grandes séquitos de toda la India, muchos de ellos reunidos por primera vez, mientras que las filas masivas de los ejércitos indios, bajo su Comandante en Jefe Lord Kitchener, desfilaron, tocaron sus bandas de música y contuvieron a las multitudes. 

En el primer día, los Curzons entraron en el área de festejos, junto con los maharajás, montados en elefantes, algunos con enormes candelabros de oro pegados en sus colmillos. La ceremonia del durbar en sí cayó el día de Año Nuevo y fue seguida por días de juegos de polo y otros deportes, cenas, bailes, revistas militares y exposiciones. La prensa del mundo envió a sus mejores periodistas, artistas y fotógrafos para cubrir los eventos. La popularidad de las películas filmadas, mostradas en cines improvisados ​​en toda la India, se le atribuye haber puesto en marcha la  industria temprana del cine nacional indio. 



El evento culminó con un gran baile de coronación al que asistieron sólo los más ilustres invitados, encabezados por Lord Curzon y más aún por la imponente Lady Curzon en sus brillantes joyas y su regio traje, el “vestido Pavo Real”. El diseño estaba firmado por Worth y confeccionado en tela de oro, bordado con plumas de pavo real con alas de escarabajo azul y verde en cada ojo, las cuales muchos confundieron con esmeraldas y despertaban fantasías acerca de la riqueza de las herederas millonarias.

Durbar de 1911

El Durbar de 1911 se llevó a cabo en diciembre para conmemorar la coronación del rey George V y la reina Mary, al igual que su proclamación como Emperador y Emperatriz de India -y, sin previo aviso público, la mudanza de la capital de India desde Calcuta a Delhi. Prácticamente cada príncipe gobernante, noble, terrateniente y persona de renombre de India asistió a rendir homenaje a sus soberanos. Los Reyes aparecieron con sus túnicas de coronación, el Rey-Emperador llevando la Corona Imperial de India, con sus seis mil ciento setenta diamantes exquisitamente cortados  y cubierta de zafiros, esmeraldas y rubíes. Luego aparecieron en un darshan (a la vista) en el jharoka (ventana balcón) del Fuerte Rojo para recibir el saludo de medio millón o más de personas de todo el país. Un largometraje de la coronación titulado Con Nuestro Rey y la Reina a través de la India (1912) - también conocido como The Durbar in Delhi- fue filmado en el primer proceso de color Kinemacolor y hecho público el 2 de febrero de 1912. 

El Rey y la Reina en el jharoka del Fuerte Rojo, frente a las multitudes.


Durante la ceremonia, el Gaekwar de Baroda, Maharajá Sayajirao III, causó un gran revuelo cuando se acercó a la pareja real sin sus joyas y después de una simple inclinación les dio la espalda al retirarse. Su acción fue interpretada en su momento como un signo de disidencia al gobierno británico.

Fueron entregadas 26.800 Medallas de Plata del Delhi Durbar, la mayoría a soldados y oficiales de los regimientos británicos. Un pequeño número fueron forjados en oro para adjudicarlas a príncipes indios y los más altos mandos del gobierno. Un Heraldo de Armas Extraordinario y un Heraldo Asistente fueron nombrados para el Durbar (Brigadier General William Peyton y Capitán Hon. Malik Mohammed Umar Hayat Khan), pero sus funciones eran más ceremoniales que heráldicas. 

Hay un magnífico collar perteneciente a la actual reina de Inglaterra que fue presentado a la Reina Mary por la Maharani de Patiala en nombre de las Damas de la India con motivo de la primera visita al país de una Reina-Emperatriz británica. Por sugerencia de la reina, fue diseñado para que coincidiera con sus otras joyas de esmeralda creadas para el Durbar de Delhi. La pieza forma parte hoy del Cambridge & Delhi Durbar Parure.

El Collar Delhi Durbar y la Reina Mary con su fascinante parure de esmeraldas

No más Durbar

Mientras que Eduardo VIII abdicó en diciembre de 1936 antes de ser coronado, en un principio se previó que su sucesor George VI visitaría la India y tendría su propio Durbar. El Congreso Nacional Indio pasó un par de semanas después de su ascensión llamando a un boicot a  cualquiera de esas visitas y en febrero de 1937 el político comunista Willie Gallacher criticó el gasto estas fiestas en un país de tanta pobreza. El Discurso del Rey de octubre de ese año incluyó "Estoy esperando con interés y placer la hora en que será posible para Mí visitar Mi Imperio Indio", para satisfacción de Sir Hugh O'Neill, miembro del Partido Unionista Ulster. Sin embargo, el inicio de la Segunda Guerra Mundial y el movimiento hacia la independencia de la India hicieron que esta visita nunca ocurriera.


El Fuerte Rojo, escenario de los durbar indios, en 1900


martes, 21 de agosto de 2012

Bodas reales indias


Hubo en India una era más gentil, de elegancia suntuosa, en que se llevaron a cabo algunas de las más grandes y más sofisticadas bodas reales de los Estados principescos, ocasiones cubiertas ampliamente por los medios de comunicación internacionales. 

Afortunadamente  entonces no había prensa amarilla ni revistas de estilos de vida que se ofrecerían a "patrocinar" una parte de la boda para exclusivas fotos nupciales. Era un tiempo en que pueblos enteros, incluidos los más pobres de los pobres, participaban en las ceremonias de sus príncipes. Las bodas reales eran siempre eventos  inclusivos y nunca exclusivos.

Estas son algunas de las bodas reales indias más grandes y con más boato jamás celebradas.


1. Princesa de Jaipur y Yuvraj (Príncipe heredero) de Devgadh Baria

La Princesa Prem Kumari, hija mayor del Maharajá Sawai Man Singh de Jaipur, se casó con Yuvraj Jaideep Singhji de Devgadh Baria en 1946. Esta era la primera boda de una hija del maharajá de Jaipur en casi 100 años. Así que las celebraciones iban a ser grandiosas. Las principales casas reales fueron invitadas… Los arreglos logísticos y la gastronomía fueron prodigiosos y los preparativos fueron hechos con precisión militar.


Los novios: Princesa Prem Kumari de Jaipur & Yuvraj Jaideep Singhji de Devgadh Baria


El libro de instrucciones al personal de Jaipur tenía aproximadamente dos pulgadas de espesor, detallando todas las fiestas, ceremonias y entretenimientos y los programas para cada grupo de invitados y su personal. Incluso los menús para los servidores y las mejores ubicaciones asignadas a ellos para ver las procesiones fueron cuidadosamente trabajados. Las festividades de la boda duraron alrededor de dos semanas.


La madre de la novia: Maharani Gayatri Devi de Jaipur


Para el banquete nupcial largas mesas fueron decoradas con flores y platos cargados con carnes al curry, varios tipos de pilaf y dulces cubiertos con pan de oro. Las mesas brillaban con el resplandor de la vajilla de oro y plata. A lo largo de la comida los músicos tocaban permanentemente. La ceremonia matrimonial tuvo lugar en la zenana del palacio de la ciudad y fue seguida por alegres celebraciones en todo el estado de Jaipur. Esta fue tal vez la primera vez en muchos años en que el palacio del Maharajá se llenó de gente. Hubo exhibición de fuegos artificiales, los pobres fueron alimentados y algunos prisioneros fueron liberados. El famoso fotógrafo Henri Cartier-Bresson viajó especialmente para tomar fotografías de la singular ocasión.


El padre de la novia: Maharajá Sawai Man Singh II de Jaipur


2. Princesa de Jodhpur y Yuvraj de Baroda

Tal vez la primera boda de la familia real de Jodhpur en recibir gran cobertura mediática internacional fue la de la princesa Rajendra Kanwar de Jodhpur (tía del actual Maharajá Gaj Sinhji) con Yuvraj Fatehsinhrao Gaekwad de Baroda. La revista LIFE y otras grandes publicaciones internacionales dieron a conocer todos los detalles de la ceremonia. Fue una boda Maratha-Rajput a la que asistieron 54 Maharajás, 55 príncipes menores y 306 nobles.


Los novios: Princesa Rajendra Kanwar de Jodhpur & Yuvraj Fatehsinhrao Gaekwad de Baroda


La boda de los vástagos de dos de las principales familias reales de la India fue meticulosamente planeada. Se formó un comité de 12 personas para encargarse de la organización y la logística. El Maharajá Hanuwant Singh supervisó personalmente el matrimonio de su hermana. El vasto Palacio Umaid Bhawan y el fuerte Meherangarh fueron especialmente decorados, recibieron alojamiento  4.500 invitados y los menús  fueron servidos por 60 mayordomos y confeccionados por 60 cocineros de estilo inglés y 125 cocineros de estilo hindú. El baraat (la comitiva del novio) llegó de Baroda en un tren especial. Los hombres fueron alojados en Umaid Bhawan, mientras que la novia y las damas reales permanecieron en Meherangarh.


Las festividades nupciales


Hubo una gran procesión ceremonial a través de las calles de Jodhpur, que fue seguida por la ceremonia principal en el Umaid Bhawan. La ceremonia védica tradicional se prolongó durante dos horas y media, mientras que los invitados disfrutaban de bebidas y música. Luego vino una serie de recepciones. El costo total de la boda? La friolera de 1,4 millones de dólares en  moneda de 1948!


3. Princesa de Gwalior y Maharajá de Tripura

El SUN, un famoso tabloide londinense, publicó el titular 'Gemas deslumbran cuando una ​​princesa se casa en India' seguido de 'Ricos rajás se reúnen para coloridos ritos en Bombay Palace'. Esta fue una muestra de pompa principesca en su mejor momento. La ocasión fue la boda de la princesa Padmaraje Scindia, hija mayor del Maharajá Jiwajirao Scindia de Gwalior con el Maharajá Kirit Bikram Deb Barman de Tripura. El telón de fondo fue Samudra Mahal, el espectacular palacio frente al mar de los Scindias en Bombay.


Los novios, Princesa Padmaraje Scindia de Gwalior y Maharajá Kirit Bikram deTripura, flanqueados por los padres de la novia (Maharajá Jiwajirao Scindia y Maharani Vijayaraje Scindia).


La boda comenzó con una serie de cócteles y recepciones en Gwalior y Calcuta. Un tren especial fue fletado para llevar el séquito del novio desde Calcuta. Se enviaron invitaciones a más de 10.000 personas y cada habitación de hotel en Bombay fue reservada para la ocasión. El Quién es quién de la sociedad de Bombay se hizo presente. Entre los invitados figuraban miembros de la realeza de Gwalior, Kolhapur, Indore, Morvi, así como la aristocracia Parsi de Bombay.


El libro de fotografías del evento


Miles de flores fueron importadas especialmente desde el extranjero. Después de la ceremonia nupcial, cientos de invitados comieron en platos de plata maciza. Pero el aspecto más notable de la boda fue el baraat, que tenía millas y millas de largo, lo que provocó una mención especial en la revista TIME. La princesa Padmaraje recibió regalos por valor de 1 millón de dólares, los cuales equivaldrían a cientos de millones de rupias en la actualidad.


El banquete nupcial en el palacio Samudra Mahal de Worli, Bombay.


4. Princesa de Jaisalmer y Maharajá de Rajpipla

En 1964, casi 16 años después de que los estados principescos en el subcontinente indio se fusionaran con la Unión India, hubo una ocasión en que el esplendor original y la pompa de los días reales fueron revividos una vez más, muy brevemente, en Jaisalmer . La ocasión fue el matrimonio del Maharajá Raghubir Singhji de Rajpipla con la Princesa Rajkumari Rukmini Devi de Jaisalmer. El lugar era la antigua fortaleza dorada de Jaisalmer y los invitados provenían de la realeza Gujarati, así como virtualmente toda la aristocracia de Rajastán.


La revista National Geographic envió un equipo especial para documentar exclusivamente este evento y lo publicó como un largometraje fotográfico completo en 1965, edición de mayo. La apertura dice: "De una época que ha terminado... una boda real, quizás la última de su clase resplandece con la gloria del atardecer."


Las festividades de la boda comenzaron con grandes fiestas y procesiones en Rajpipla. Entonces, un tren especial llevó al novio y los miembros de la corte de Rajpipla a Jaisalmer. La novia fue adornada con las mejores joyas de la herencia Rajastaní, que habían sido transmitidas de generación en generación. 


Las festividades reflejaban los gustos altamente sofisticados del entorno familiar de Rajpipla, así como de la extremadamente ortodoxa familia de Jaisalmer. La National Geographic registró todo detalle con gran solemnidad, deseando  decodificar la boda de un maharajá para todos sus lectores alrededor del globo.


5. Princesa de Gwalior y Yuvraj de Cachemira

Llamada por el New York Times como ‘la Boda de la década’ y considerada como la última de las grandes bodas reales indias, el matrimonio entre la Princesa Chitrangada Scindia, hija de Madhavrao Scindia de Gwalior y Vikramaditya Singh, el hijo de 23 años de Dr. Karan Singh de Jammu y Cachemira tuvo lugar en diciembre de 1987. El evento fue cubierto por el New York Times, el Washington Post, el San Francisco Chronicle y, por supuesto, todas las revistas y los periódicos conocidos de la India.


Los novios: Princesa Chitrangada Scindia de Gwalior y Yuvraj Vikramaditya Singh de Cachemira.


El palacio Jai Vilas había sido pintado de blanco y brillaba con miles de pequeñas luces amarillas, mientras los músicos tocaban ragas tradicionales en todos los rincones. Las plataformas de la estación de tren de Gwalior estaban pavimentadas con mármol reluciente para recibir a los invitados. Más de 40.000 personas, incluidos los pobladores que llegaron en carretas de bueyes, llenaron los terrenos del palacio. Un helipuerto especial fue construido para la comodidad de los dignatarios entre los que estaba todo el gabinete ministerial indio, así como los Reyes de Nepal y Bután.

La novia: Princesa Chitrangada Scindia de Gwalior


Bajo una sombrilla de oro reluciente, el novio viajaba en un carruaje de plata tirado por cuatro caballos blancos. Un broche de diamantes brillaba en su enorme turbante y un collar de diamantes y rubíes y hebras de perlas caían sobre su túnica de brocado de oro. Un elefante pintado de colores brillantes lideraba la procesión nupcial, seguido por una banda de música y carrozas y automóviles llenos de invitados enjoyados.



El padre de la novia: Madhavrao Scindia de Gwalior.


Los tres días de lujosas fiestas, que habrían costado $ 4 millones, provocaron controversia nacional, porque la India se enfrentaba con dificultades económicas y la peor sequía en años. Pero también capturaron la atención del país que, aunque es una fuerza modernizadora del Tercer Mundo y la democracia más grande del mundo, sigue cautivado en sus raíces feudales. La boda de Chitrangada Scindia es recordada como una de las bodas reales más opulentas y se utiliza como punto de referencia para medir la grandeza de las bodas de casi dos décadas después!