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jueves, 7 de abril de 2011

La realeza de Bulgaria

Los Monarcas de Bulgaria gobernaron el país, con interrupciones, desde la creación del Primer Imperio Búlgaro en 681 a la abolición de la monarquía en un referéndum manipulado celebrado el 15 de septiembre de 1946. La monarquía búlgara tuvo dos largos períodos de dominación extranjera: casi dos siglos de gobierno bizantino y casi cinco siglos de gobierno otomano. Los primeros gobernantes de Bulgaria, posiblemente, utilizaron el título Khan, después Knyaz por un breve período, y posteriormente Zar.


Tronos del zar, la zarina y el príncipe heredero de Bulgaria en la Catedral de Alejandro Nevski, en Sofía

El título de zar, la forma eslava del “césar” latino y equivalente a emperador, fue adoptado y usado por primera vez en Bulgaria por Simeón I después de una victoria decisiva sobre el Imperio Bizantino en 913. También fue utilizado por todos los sucesores de Simeón I hasta la caída de Bulgaria bajo dominio otomano en 1396. Después de la liberación de Bulgaria de los otomanos en 1878, su primer monarca Alejandro I aprobó el título Knyaz. Sin embargo, cuando la independencia de iure fue proclamada bajo su sucesor Fernando en 1908, el título fue elevado al habitual zar una vez más. El uso de zar continuó bajo Fernando y más tarde bajo su heredero, Boris III, hasta la abolición de la monarquía en 1946.


En los pocos documentos reales búlgaros sobrevivientes de la Edad Media, los monarcas de Bulgaria se auto-titulaban “En Cristo nuestro Señor Fiel Emperador y Autócrata de todos los Búlgaros” o variaciones similares, a menudo incluyendo “… y los Griegos”.


Fernando I (1891)

La actual Familia Real Búlgara es una línea de la rama Kohary de la Casa de Sajonia-Coburgo-Gotha, que gobernó Bulgaria de 1887 a 1946 (otra rama, la Casa de Battenberg, reinó entre 1878 y 1886). El último zar, Simeón II, fue Primer Ministro de Bulgaria en 2001 y permaneció en el cargo hasta 2005. Aunque sus hijos nacieron luego que el zar perdiera el trono, retienen por cortesía los títulos de Príncipe (o Princesa) de Bulgaria y Duque (o Duquesa) de Sajonia con el tratamiento de Alteza Real. El Príncipe de Turnovo o de Tarnovo (en búlgaro: Княз Търновски, Knyaz Tarnovski) es el título del primer hijo varón del monarca búlgaro. Este título solo es portado por el Heredero al trono. El segundo hijo de un zar de Bulgaria lleva tradicionalmente el título de Príncipe de Preslav.


Tarnovo (Veliko Tarnovo) era una antigua capital búlgara entre los siglos XII y XIV y el más importante centro político, económico, cultural y religioso del imperio. En 1393 después de una vigorosa resistencia a un sitio de tres meses, Tarnovo fue capturada y todo el zarismo búlgaro fue destruido por el invasor, el Imperio Otomano. El zar Ivan Shishman cambió su residencia al castillo de Nikopol, pero tomó el título de príncipe de Tarnovo (Señor de Tarnovo, en búlgaro: Господин Търновски, Gospodin Tarnovski).


Los Príncipes de Turnovo

En 1908 el príncipe Fernando de Sajonia-Coburgo-Gotha se convirtió en el zar de Bulgaria luego de la declaración de independencia del Imperio Otomano. Catorce años antes de este hecho, en 1894, el primer hijo de Fernando, Boris, tomó el antiguo título de Príncipe de Turnovo con sentido de Príncipe Heredero, el heredero al trono de la Corona búlgara. La esposa de un príncipe de Tarnovo también toma el título de Princesa de Turnovo (en búlgaro: Търновска Княгиня, Knyagina Tarnovska). El actual príncipe de Turnovo es el Príncipe Kardam, hijo mayor del zar Simeón II.


Los Príncipes de Preslav


La Familia Real


Los miembros de la Familia Real Búlgara son:


* S.M. El Zar
* S.M. La Zarina
* S.A.R. El Príncipe de Turnovo (primer hijo del Zar)
S.A.R. La Princesa de Turnovo (esposa del Príncipe de Turnovo)
S.A.R. Príncipe Boris (primer hijo del Príncipe de Turnovo)
S.A.R. Príncipe Beltran (segundo hijo del Príncipe de Turnovo)
* S.A.R. El Príncipe de Preslav (segundo hijo del Zar)
S.A.R. La Princesa de Preslav (esposa del Príncipe de Preslav)
S.A.R. Princesa Mafalda (primera hija del Príncipe de Preslav)
S.A.R. Princesa Olimpia (segunda hija del Príncipe de Preslav)
S.A.R. Príncipe Tassilo (hijo del Príncipe de Preslav)
* S.A.R. El Príncipe de Panagiurishte (tercer hijo del Zar)
S.A.R. La Princesa de Panagiurishte (esposa del Príncipe de Panagiurishte)
S.A.R. Príncipe Mirko (primer hijo del Príncipe de Panagiurishte)
S.A.R. Príncipe Lukás (segundo hijo del Príncipe de Panagiurishte)
S.A.R. Príncipe Tirso (tercer hijo del Príncipe de Panagiurishte)
* S.A.R. El Príncipe de Vidin (cuarto hijo del Zar)
S.A.R. La Princesa de Vidin (esposa del Príncipe de Vidin)
S.A.R. Príncipe Umberto (primer hijo del Príncipe de Vidin)
S.A.R. Princesa Sofía (hija del Príncipe de Vidin)
* S.A.R. Princesa Kalina (hija del Zar)
* S.A.R. Princesa María Louise (hermana del Zar)


En ciertos sectores monárquicos Simeón II es reconocido extraoficialmente como “Rey de los Búlgaros”, aludiendo a que es soberano del pueblo búlgaro y no de la nación en sí, que hoy es república (como en el caso del Rey de los helenos). Pero este título nunca fue reconocido legalmente ya que, cuando el monarca partió al exilio al abolirse la monarquía en su país, era oficialmente “Zar de Bulgaria” y hoy debería recibir el tratamiento de tal.


El Zar y la Zarina de Bulgaria, con sus hijos

Genealogía

D. José Luis Sampedro Escolar, de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, ha elaborado esta línea genealógica de veintitrés generaciones que enlaza directamente a S.M. Simeón II con los Asénidas, dinastía que reinó en el Segundo Imperio Búlgaro entre 1186 y 1280:

1. JUAN ASEN I, Zar de los Búlgaros (1186-1196)

2. JUAN ASEN II, Zar de los Búlgaros +1241casado con MARIA DE HUNGRIA

3. ELENA DE BULGARIA casada con TEODORO II LASCARIS, Emperador de Nicea +1258

4. EUDOXIA LASCARIS, mujer de GUILLERMO PEDRO DE VENTIMIGLIA, Conde de Tende, +1278

5. JUAN LASCARIS, Conde de Tende

6. GUILLERMO PEDRO II, Conde de Tende

7. GUILLERMO PEDRO III, Conde de Tende

8. GUILLERMO PEDRO IV, Conde de Tende

9. ANTONIO LASCARIS, Conde de Tende

10. JUAN ANTONIO LASCARIS, Conde de Tende +1509, casado con ISABEL D'ANGLURE

11. ANA LASCARIS, Condesa de Tende, casada con RENATO DE SABOYA, Conde de Villars +1525

12. MAGDALENA DE SABOYA, casada con ANNE, Duque de Montmorency +1567

13. ENRIQUE DE MONTMORENCY, Condestable de Francia +1614, casado con LUISA DE BUDOS

14. CARLOTA DE MONTMORENCY, casada con ENRIQUE DE BORBON, Príncipe de Condé +1646

15. ARMAND DE BORBON, Príncipe de Conti +1666, casado con ANA MARIA MARTINOZZI

16. FRANCISCO LUIS DE BORBON, Príncipe de Conti +1709, casado con MARIA TERESA DE BORBON CONDE

17. LUISA ENRIQUETA DE BORBON CONTI +1759, casada con LUIS FELIPE, Duque de Orleans +1785

18. LUIS FELIPE II, Duque de Orleans +1793, casado con ADELAIDA DE BORBON-PENTHIEVRE

19. LUIS FELIPE I, Rey de los Franceses +1850, casado con MARIA AMALIA, Princesa de DOS SICILIAS

20. CLEMENTINA DE ORLEANS +1907, casada con AUGUSTO, Príncipe de SAJONIA-COBURGO-GOTHA +1881

21. FERNANDO I, Zar de Bulgaria (1861-1948), primeras nupcias con MARIA LUISA DE BORBON, Princesa de PARMA; segundas nupcias con Eleonora de REUSS

22. BORIS III, Zar de Bulgaria (1894-1943) casado con JUANA, Princesa de SABOYA

23. SIMEON II, Zar de Bulgaria casado con Margarita Gómez-Acebo y Cejuela
Simeón II de Bulgaria ante una imagen de su abuelo, Fernando I

martes, 24 de agosto de 2010

María José de Bélgica, Reina de Italia

Sorprendente, inconformista, original y sobre todo con dignidad real. La Reina María-José de Italia se mantuvo así durante toda su vida. Instalada durante sus últimos años en su casa de Cuernavaca, México, la antigua soberana italiana demostraba la misma curiosidad a los 90 años que a los 15. Su villa blanca y el jardín circundante, vibrante de buganvillas y exótica vegetación, estaban llenos de encanto. María-José había descubierto México en compañía de la princesa María-Beatriz de Saboya, su hija menor, y eligió ese país de residencia para estar cerca de su hija y nietos. Adquirió una mansión cercana a la de su familia, con una excelente acústica que le permitía ofrecer conciertos de piano a familiares y amigos –había traido su excelente piano Bechstein, que le fuera obsequiado en 1930 por sus padres, los reyes Alberto I y Elizabeth de Bélgica, también ellos amantes de la música-.

La música siempre desempeñó un papel importante en la vida de la reina. "Soy músico, mis padres eran músicos, he sido capaz de satisfacer a los más grandes virtuosos y compositores. Para fomentar la creatividad he creado el Premio Internacional Reina María José para la composición musical en 1960…". Asistía asiduamente a conciertos en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México y era visitada constantemente por jóvenes músicos mexicanos.

Sin embargo, los días de la reina no estaban sólo dedicados a la música. La Historia, su otra pasión, siempre desempeñó un papel importante en su vida. Leyendo una biografía de su tía abuela, la reina María de Nápoles, esposa del rey Francisco II de las Dos Sicilias, María-José recordó: “Cuando era niña me recuerdo visitando a mi vieja tía, cuyo marido fue destronado por los Saboya en 1860 durante la unificación italiana. Después de saludarla, me apuntó con el dedo y dijo… ‘Y tú, espero que nunca te cases con ese pequeño Umberto de Saboya!’”. Curiosamente, Maria-José se casó con ese príncipe de Saboya. Su tía María fue la última reina de las Dos Sicilias, María-José fue la última reina de Italia.

La última soberana de Italia era una princesa de Bélgica.Marie José Charlotte Sophie Louisa Amélie Henriette Olga Gabrielle había nacido en Ostende, con el título de Princesa de Sajonia-Coburgo-Gotha hasta que su uso fue interrumpido al final de la Primera Guerra Mundial. Recibió ese nombre por su abuela materna, María Josefa de Braganza, Infanta de Portugal.
Desde temprana edad fue destinada por sus padres a casarse con Umberto, Príncipe de Piamonte, el heredero al trono italiano, con quien se reunió brevemente en 1916. Con este futuro en mente, sus padres la enviaron al Colegio de la Santissima Annunziata en Florencia, por lo que aprendería a hablar italiano con fluidez. A fin de completar su "italianización", a partir de su salida del colegio y durante 10 años, recibió clases de Anna Licari Barberini, una institutriz florentina de gran cultura.

María-José mantuvo un "diario del corazón" bajo llave donde grabó sus pensamientos más íntimos y sus emociones. A los 18 años, bajo el título "Impresión", habló de su anhelo por su futuro esposo, "Beppo" de Saboya. María José y Umberto son descriptos a menudo como una pareja unida sólo por razones de Estado, completamente opuesta en carácter. Sin embargo, tenían mucho en común: dignidad interior, preocupación por la justicia social, simpatía por el arte y la literatura. Llevada a amar a Umberto, María José empezó a verlo como la perfección de un hombre joven... Como le confió a su diario:

"No sé por qué la vida a veces parece aburrida, cansada, vacía. Sin embargo, hay tantas cosas que son interesantes, hermosas, divertidas, buenas y útiles. Nos encontramos con muchas personas que son inteligentes, buenas y sinceras. Pero, a pesar de ello, siempre estamos buscando algo más. Qué estúpidos somos. Beppo, eres quien yo quiero, tal vez es por eso que todo parece aburrido, cuando no estás aquí. Ven, ven a mí, y déjame venir a ti, y vamos a permanecer siempre juntos. No quiero vivir sin ti, no puedo, te amo.Ahí está la razón de todo mi mal humor.Sólo tú puedes darme la verdadera alegría de este mundo.” (citado en italiano por Luciano Regolo en Il re signore, 1998). Era una joven romántica, pero lamentablemente rara vez pudo encontrar la intimidad conyugal y la felicidad que deseaba.


En 1929 la Corte Real de Bélgica anunció solemnemente el compromiso de la única hija del rey con el príncipe heredero de Italia. El 8 de enero de 1930 la princesa de Bélgica se convirtió en princesa de Saboya, en el Palacio del Quirinal en Roma. La fecha de la boda, de conformidad con el deseo del novio, coincidió con el cumpleaños 57 de su madre, la reina Elena de Italia. Fue un día agitado y agotador para la joven pareja.

Aunque María-José se levantó muy de mañana, horas antes de la ceremonia, estuvo a punto de llegar tarde al altar. Desafiando las supersticiones, Umberto había ido a ver a su novia antes de la boda. Con su atención a los detalles y el perfeccionismo estético (rasgos que María-José a veces encontraría frustrantes), él se enfureció al ver que las mangas de su vestido habían sido cosidas de manera equivocada. Tal vez nadie lo hubiera advertido, pero el príncipe insistió en remediar la situación (al final, las mangas fueron completamente eliminadas y reemplazadas por largos guantes blancos). Era irónico, pero María-José ni siquiera había querido llevar este vestido, prefiriendo un atuendo más simple, más moderno, pero Umberto había insistido en la grandeza extrema (Había, de hecho, ayudado personalmente a diseñar el vestido, una elaborada creación en blanco y plata). "¡Me veo como una Virgen en procesión!" había murmurado la novia.


Después de todo este retraso, el cortejo nupcial comenzó finalmente, atravesando el palacio hasta la Cappella Paolina. En el altar, según la tradición, cuatro príncipes de la Casa de Saboya sostenían un velo, símbolo de pureza y protección, sobre la novia y el novio. A las 11 horas, Humberto y María-José eran marido y mujer.

Acabada la ceremonia, los recién casados se trasladaron a otra parte del palacio para firmar los documentos del matrimonio. Mussolini, que estaba presente, quería que Maria-José utilizara la forma italiana de su nombre, "Maria Giuseppina". La joven de carácter fuerte, sin embargo, para gran vergüenza de su marido, se negó obstinadamente a hacerlo (Ella siempre firmaría orgullosamente "María José", creando una situación incómoda para la prensa italiana). El resto del día estuvo ocupado por deberes protocolares; apariciones en el balcón, visitas oficiales, celebraciones y aplausos.

El trousseau nupcial de la reina incluía mantos ceremoniales y trajes de corte. Uno de ellos estaba bordado con hilos de oro y plata metálica e incluía de cuatro a seis kilos de metales preciosos. El uso de hilo metálico que no se desvaneciera era una práctica tomada de los adornos bizantinos, con el fin de evocar la impresión de lujo y poder.Los trajes de corte usados para ceremonias oficiales y los largos, escotados y refinados vestidos de noche reflejaban la moda italiana de los ’30, la cual María-José representaba a la perfección.



Hubo una gran corriente de orgullo en Italia cuando se supo que el joven príncipe estaba confiando a la industria italiana de la moda la tarea de confeccionar el ajuar real. Sin embargo, pese a que los modistas del guardarropa real eran italianos, en su mayor parte los diseños se basaban en modelos de París. Se puede ver fácilmente la influencia de Madeleine Vionnet, Elsa Schiaparelli o Paul Poiret. Las hermanas Gori incluso se referían a sus creaciones como “diseño parisiense con el gusto de Turín”.Cuando María-José salió de Italia a raíz del referéndum de 1946, varios camiones viajaron con ella. Dentro de ellos uno de sus asistentes había embalado cuidadosamente una colección de vestidos y mantos que, durante los dieciséis años anteriores, habían acompañado a la Princesa de Piamonte en sus funciones oficiales.

María José era una mujer de una gran belleza y célebre por su elegancia. Llevó consigo algunas joyas heredadas muy preciadas, que no formaban parte de las célebres joyas de la corona italiana que el rey Umberto II dejó en un banco de su país cuando marchó al exilio ya que, como dijo en varias ocasiones, no tenía muy claro a quién pertenecían.

Aquella colección que permaneció guardada en la cámara acorazada del Banco de Italia, en Roma, incluía varias piezas destacadas: una tiara circa 1890 firmada por August Holmström, de la Casa Fabergé, realizada con seis diamantes de talla 'briolette', que perteneció a la Emperatriz Josefina y fue un regalo del zar Alejandro I tras su divorcio de Napoleón (María José la heredó en 1987 de su hermano Carlos Teodoro, Conde de Flandes, y jamás llegó a usarla); un diamante circular de color azul grisáceo, de la joyería Harry Winston -datada en 1920 y con 7,81 quilates-; una doble sarta de diamantes con 1.859 piedras preciosas; un collar de 10 vueltas de 684 perlas regalado por el rey Humberto I a su consorte la reina Margarita.

La colección incluía un aderezo de turquesas y diamantes regalado por sus padres cuando se casó con Umberto, que según muchos historiadores perteneció a una tía de María José, la trágica emperatriz Carlota de México. La Regina la llevó en una recepción dos días antes de su boda, con un traje de noche de Sartoria Ventura con bordados recreando esta 'parure'. Poseía además 25 piezas pertenecientes a la princesa Elizabeth de Yugoslavia, que las heredó de su bisabuela la Gran Duquesa María Pavlovna. Así que no es de extrañar que entre estas últimas haya varias alhajas firmadas por Fabergé, como un broche realizado en torno a las miniaturas del Príncipe Nicolás de Grecia y su mujer, la Gran Duquesa Elena Vladimirovna de Rusia.

Los primeros años de matrimonio fueron un desafío para la pareja. María-José confesaría en una entrevista muchos años después: "On n'a jamais été heureux" (Nunca fuimos felices). En algunos momentos pareció que su unión estaba cerca de llegar a un colapso total. Umberto era un playboy con especiales gustos sexuales que no discriminaban entre los sexos. María-José era una joven mujer tremendamente talentosa, con profundas inclinaciones artísticas e intelectuales. Sucedió que sus padres habían decidido ese matrimonio porque no había en Europa otro príncipe soltero descendiente de una dinastía católica reinante, con la perspectiva de ascender al trono.

En el momento del matrimonio de María-José y Umberto, Italia estaba bajo la dictadura política de Benito Mussolini. María-José, criada en el ambiente democrático de Bruselas, sentía una profunda aversión por la baja corriente fascista que se expandía por toda Europa. Se enfrentó constantemente con el gobierno de Italia, e incluso con Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, intentando en vano de obtener la libertad de los prisioneros de guerra belgas.Ella fue uno de los pocos canales diplomáticos entre el campo germano-italiano y los otros países europeos envueltos en la guerra, así como era la hermana de Leopoldo III de Bélgica (mantenido rehén por las fuerzas alemanas) y al mismo tiempo cercana a algunos ministros del gabinete de Mussolini.

Gracias a su coraje para mantener contactos secretos con los Aliados y figuras importantes en el Vaticano, fue el primer miembro de la familia real italiana en utilizar estas conexiones para intentar poner fin a la guerra con Italia. De hecho, ella fue descripta como “el único hombre de la Familia Real de Saboya”. Sin embargo, independientemente de su popularidad personal, el referéndum selló su destino como reina.

La larga dictadura de Mussolini, así como la alianza alemana durante la Segunda Guerra Mundial, condenaron el futuro de la monarquía de los Saboya. Después de la invasión aliada de Italia, el viejo rey Víctor Manuel III, abdica en favor de su hijo en un último esfuerzo para salvar la monarquía italiana. El 9 de mayo de 1946, Umberto II y María José se convirtieron en los nuevos monarcas italianos. Su oposición con Mussolini les había ganado una vasta popularidad, sin embargo, la cooperación de la corona con el dictador fascista había llevado a la oposición generalizada de muchos italianos. La casa de Saboya se había contaminado al permitir, y contribuir, el ascenso de Mussolini al poder absoluto en Italia.



A pesar de que Humberto y María José trataron de restaurar la dañada imagen de los Saboya, sus esfuerzos llegaron demasiado tarde. Apenas un mes después de ascender al trono, Umberto II convocó un referéndum para decidir el futuro de la monarquía italiana. Los Saboya perdieron por un escaso margen. María-José obtuvo el afectuoso sobrenombre de “la reina de mayo” a partir de su efímero reinado del 9 de mayo al 2 de junio, del cual ella comentó que “… es un nombre que no me desagrada… pues mayo es ciertamente una hermosa estación en esta Italia nuestra”.

El referéndum de 1946 dio a los sectores republicanos una mayoría marginal. Muchos políticos cercanos a los Saboya intentaron convencer a Umberto II que luchara por los resultados. El fraude parecía haber sido extendido. La monarquía pudo haber tenido una oportunidad, pero tomando esta medida se sumiría al país en una guerra civil. Italia, ya devastada por la Segunda Guerra Mundial, casi no podía permitirse ningún conflicto más. Frente a estas opciones, Umberto II se negó a sumir al país en más violencia política. Él y María-José, acompañados por su familia, salieron de Italia sin abdicar a la corona y se unieron a los padres de Umberto en Egipto. Algún tiempo después, Umberto se instaló en Cascais, Portugal. María-José no pudo vivir con su marido por más tiempo, asentándose en Suiza.

Desde el exilio en Portugal, Umberto II intentó en vano convencer al gobierno italiano que derogara la ley de exilio impuesto en 1947. Esta ley no permitía a los miembros masculinos de la Casa de Saboya entrar en territorio italiano. Como su vida en el exilio continuó sin la esperanza de una restauración real, Umberto II y María-José se separaron, aunque nunca se divorciaron. Los niños (María Pía, Victor Emanuel, María Gabriella y María Beatriz) se vieron profundamente afectados por el colapso de la vida familiar. Los divorcios, la drogadicción, los escándalos de amor y de los procedimientos judiciales se hicieron comunes entre la generación más joven de Saboya.

A lo largo de todos esos años, María-José se mantuvo cerca de sus sobrinos reales en Bélgica. Ella nunca había abandonado sus raíces belgas. En 1993 asistió al funeral del rey Balduino I en Bruselas y fue visitada por su otro sobrino, el rey Alberto II, mientras residía en Cuernavaca. Poco tiempo antes de su muerte, el parlamento italiano aprobó el decreto que permitía a la última reina regresar definitivamente a Italia, pero ella no aceptó esa invitación del Primer Ministro italiano alegando que no ingresaría a ese país si no se cambiaba la ley que prohibía el retorno de los varones descendientes del último rey. Ella aseguraba que sólo podría volver si lo hacía también su único hijo varón, Vittorio Emanuele, Príncipe de Nápoles, deseo que no se cumplió ya que María José falleció el 27 de enero de 2001 en Suiza.

La abadía de Hautecombe, en la Alta Saboya, fue el escenario de su entierro, donde fue despedida de forma multitudinaria y con honores de Reina. El Rey de España, el príncipe soberano de Mónaco, los reyes de Bélgica (acompañados de la reina Fabiola), los Grandes Duques de Luxemburgo y la antigua emperatriz de Irán Farah Diba acudieron para despedirla. En esta paradisíaca abadía, situada en una colina en medio de un lago, descansan sus restos junto a los de Umberto II.

La vida de la última reina de Italia estuvo marcada por muchas tragedias. Vivió dos guerras mundiales, un matrimonio infeliz, la agitación política, y el exilio. Desde 1934 a 1944 perdió a su padre, el rey Alberto, y a sus cuñadas, la reina Astrid de Bélgica y la princesa Mafalda de Saboya; en 1992 perdió a su nieto, Rafael, y en 1999 a su yerno –el esposo de María Gabriella- Luis Reyna Corvalán. Todos murieron de forma trágica y prematura. De su hija María Beatriz (cariñosamente llamada "Titti" en la familia), que fue destrozada por su doble pérdida, María-José comentó que las "tres cruces" en su nombre fueron precursoras de la tristeza.María-José, también, portaba muchas cruces; y, al decir de todos, con gran dignidad y fortaleza. Que ella, y sus trágicamente perdidos amores, descansen en paz.







lunes, 22 de marzo de 2010

Los Ducados reales (III)

Gloucester


Duque de Gloucester es un título real británico usualmente conferido a uno de los hijos del monarca reinante. Las primeras cuatro creaciones fueron en la Nobleza de Inglaterra, la siguiente en la Nobleza de Gran Bretaña y la última en la Nobleza del Reino Unido; la creación actual trae consigo los títulos subsidiarios de Conde de Ulster y Barón Culloden.




El primer Duque de Gloucester recibe a Richard II en Pleshy Castle



El título fue primeramente conferido a Thomas de Woodstock, decimotercer hijo de Edward III, en 1385. Luego de extinguirse con la muerte de éste, se otorgó a Humphrey de Lancaster, quinto hijo de Henry IV. También se declaró extinto luego de su muerte. Fue conferido entonces a Richard Plantagenet, hermano de Edward IV. Cuando Richard se convirtió en rey, el ducado se fusionó a la corona y luego de la muerte de Richard III fue considerado ominoso ya que los primeros tres Duques murieron sin descendencia que heredara sus títulos. El ducado no fue otorgado por más de 150 años hasta que el próximo en recibirlo fue el hijo de Charles I, Henry Stuart, luego de cuya muerte el título se declaró oficialmente extinto.


William, hijo de la reina Anne, fue tratado “Duque de Gloucester” por toda su vida (1689-1700), pero nunca fue creado oficialmente como tal. Frederick, Príncipe de Gales, fue tratado “Duque de Gloucester” entre 1718 y 1726, pero entonces fue creado Duque de Edimburgo antes que Gloucester.


SAR Príncipe William Frederick, Duque de Gloucester y Edinburgh (1776-1834)


La siguiente creación (1764) fue para el hermano de George III del Reino Unido, Príncipe William Henry, con el nombre de Duque de Gloucester y Edinburgh. La quinta y última creación se le otorgó al Príncipe Henry, hijo de George V, en 1928. Luego de la muerte de éste, el ducado fue heredado por su hijo el Príncipe Richard, quien todavía tiene el título. El heredero actual es Alexander Patrick Gregers Richard Windsor, Conde de Ulster (nacido en 1974).



SS.AA.RR. Los Duques de Gloucester (2009)


* * * * *
Kent


Duque de Kent es un título creado varias veces en la Nobleza de Gran Bretaña y el Reino Unido. Antiguamente, un título asociado con Kent aparece primero como Reino de Kent (o Cantware), uno de los siete reinos anglosajones que más tarde se fusionaron formando el Reino de Inglaterra. Para 860, Kent perdió su status de reino y fue absorbido por Wessex.


En la Nobleza de Inglaterra, el primer título de Kent fue como Condado. Luego de la muerte de Godwin, Conde de Wessex, su hijo Leofwine (1035-1066) se convirtió en Conde de Kent entre 1056 y 1058. Era un nuevo condado cuyo primer titular probablemente haya sido Godwin, a partir del momento en que éste gobernaba toda aquella área tanto como muchas otras. En 1321, el conde de Kent era Edmund de Woodstock y a través de Joan Plantagenet con Thomas Holland, el título pasaría a la familia Holland, quienes tuvieron el título hasta 1408. En 1461 se le otorgó a William Neville y en 1465 a Edmund Grey. La familia Grey tuvo el título hasta Henry Grey.



Armas de Sir Thomas Holland, Conde de Kent


Henry Grey (1671-1740) sucedió a su padre, Anthony Grey, como el 12º Conde de Kent en 1702. Cuatro años más tarde fue elevado a Marquesado, a la vez que nombrado Conde de Harold y Vizconde Goderich. En 1710 fue elevado al rango de Duque y en 1740 fue nombrado Marqués Grey. Henry tuvo un hijo y cinco hijas con su primera esposa, Jemima Crew, y un hijo y una hija de su segundo matrimonio con Sophia Bentinck. Para la época de la muerte de Henry en 1740, sus dos hijos varones habían muerto, Anthony en 1723 y George en 1733, dejando el Ducado de Kent sin herederos masculinos. Su nieta Lady Jemima Campbell heredaría el título de Marqués Grey y Barón de Lucas, pero todos los otros títulos de Henry, particularmente el de Duque de Kent, se extinguirían con su muerte. Y por los próximos 59 años el ducado permanecería extinto.


El 23 de abril de 1799 el ducado de Kent, junto con el ducado de Strathearn y el condado de Dublín, fue otorgado al cuarto hijo de George III del Reino Unido, el Príncipe Edward Augustus. Éste tuvo solo una hija, la Princesa Alexandrina Victoria (la futura reina Victoria), por lo que luego de la muerte de Edward en 1820, el ducado se extinguió por carecer de herederos legítimos en línea masculina. Un título asociado con Kent permanecería en suspenso por los próximos 46 años.




Príncipe Edward, Duque de Kent y Strathearn (1767-1820)



La siguiente creación de un título de Kent no sería de Duque o Marqués, sino de Conde, con el nombramiento del Príncipe Alfred (1844-1900), segundo hijo de la reina Victoria, como Duque de Edinburgh, Conde de Ulster y de Kent en 1866. El Duque de Edinburgh (quien más tarde sería el Duque de Saxe-Coburg-Gotha) tuvo un solo hijo, el Príncipe Alfred, quien hubiera heredado el título de Conde de Kent entre los otros títulos de su padre si no hubiera muerto antes que él, en 1899. Con la muerte del Príncipe Alfred en 1900, el título de Kent una vez más se declaró extinto.


En 1934, el Príncipe George (1902-1942), cuarto hijo de George V del Reino Unido, fue creado Duque de Kent, Conde de St Andrews y Barón Downpatrick. Tuvo tres hijos antes de su muerte en 1942: el Príncipe Edward, la Princesa Alexandra y el Príncipe Michael. El Príncipe Edward, luego de la muerte de su padre, le sucedió en todos sus títulos.



Príncipe Edward, 2º Duque de Kent


El actual Duque de Kent tiene dos hijos. Las Letters Patent que George V firmó el 30 de noviembre de 1917 restringieron el tratamiento de Alteza Real y la dignidad titular de Príncipe a los hijos del soberano, sus nietos en línea masculina y el hijo mayor del primogénito del Príncipe de Gales. Los bisnietos del soberano en línea masculina tendrán los títulos de cortesía correspondientes a los hijos de duques.


El Duque de Kent tiene los siguientes títulos subsidiarios:

  • Conde de St Andrews
  • Barón Downpatrick

El hijo mayor y heredero del actual Duque de Kent usa el Condado de St Andrews como título de cortesía. El hijo mayor de Lord St Andrews usa el título de cortesía de Lord Downpatrick. Así, el heredero aparente actual del ducado de Kent (o propiamente de su creación en 1934) es George Windsor, Conde de St Andrews.



Línea de sucesión al ducado de Kent

  • George Philip Nicholas Windsor, Conde de St Andrews (1962- )
  • Edward Edmund Maximilian George Windsor, Lord Downpatrick (1988-)
  • Lord Nicholas Charles Jonathan Edward Windsor (1970- )
  • Albert Louis Philip Edward Windsor (2007- )
  • SAR Príncipe Michael de Kent (1942- )
  • Lord Frederick Windsor (1979- )

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Edimburgo


El Duque de Edinburgh es un ducado asociado a Edimburgo, Escocia. Fue creado por primera vez en 1726, en la Nobleza de Gran Bretaña, por parte de George I para su nieto el Príncipe Frederick, quien se convertiría en Príncipe de Gales al año siguiente. Cuando el Príncipe Frederick murió, el título fue heredado por su hijo el Príncipe George. Al convertirse éste en George III del Reino Unido, el ducado se fusionó a la corona y dejó de existir.



George, Príncipe de Gales, Duque de Edinburgh (futuro George III)


En 1764, George III nombró a su hermano menor, Príncipe William de Gales, como “Duque de Gloucester y Edinburgh”. El título pasó al único hijo de éste, William Frederick, quien murió sin heredero masculino, por lo que se consideró extinto.


La Reina Victoria creó el título nuevamente el 24 de mayo de 1866 para su segundo hijo el Príncipe Alfred, esta vez en la Nobleza del Reino Unido. Alfred, Duque de Saxe-Coburg-Gotha, murió sin heredero masculino en 1900.



Príncipe Alfred, Duque de Edinburgh, Duque de Saxe-Coburgo-Gotha


La siguiente creación fue en 1947, cuando George VI se lo otorgó a su futuro yerno, el Teniente Philip Mountbatten. Luego de su matrimonio pero antes de su ascensión al trono en 1952, la Princesa Elizabeth fue tratada como la Duquesa de Edinburgh. Philip se convirtió en Príncipe del Reino Unido, con tratamiento de Alteza Real, en 1957.


En 1999, con ocasión del matrimonio del Príncipe Edward, hijo menor de la Reina y del Príncipe Philip, se anunció que el Conde de Wessex eventualmente seguiría a su padre como Duque de Edinburgh. De todas maneras, el proceso no es simple, pues, como en todo ducado normal, el de Edinburgh pasa a los herederos masculinos del primer duque y Edward actualmente es quinto en esta línea de sucesión, siguiendo a sus dos hermanos mayores y sus dos sobrinos.



Príncipe Philip, actual Duque de Edinburgh


Así, cuando el presente duque muera, el ducado será heredado por el hijo mayor de éste, o sea, Charles, Príncipe de Gales (o su heredero, si él muere). Si Charles no es todavía rey cuando esto ocurra, agregaría a su propia lista de títulos los de “Duque de Edinburgh, Conde de Merioneth y Barón Greenwich”, que hoy pertenecen a su padre. Sólo después que Charles (o su heredero) herede el título de Duque de Edinburgh y ascienda al trono, se fusionaría la presente creación a la corona.




sábado, 13 de marzo de 2010

Príncipe de Gran Bretaña

En Gran Bretaña, el título de Príncipe es voluntad del soberano reinante, quien puede garantizarlo o revocarlo. Actualmente trae consigo el tratamiento de Su Alteza Real (S.A.R.); anteriormente le correspondía Su Alteza (S.A.). El soberano otorga el título y los tratamientos correspondientes a través de la Patente Real u otra expresión de su voluntad. La esposa de un príncipe británico tomará usualmente el título y el tratamiento de su esposo.



1982: Su Majestad La Reina, Su Majestad la Reina Elizabeth, Reina madre, Su Alteza Real Príncipe Philip, Duque de Edimburgo, Sus Altezas Reales El Príncipe y la Princesa de Gales, Su Alteza Real el Príncipe William de Gales


Antes de 1714, el título de príncipe y el tratamiento de Su Alteza Real no se acostumbraban a usar. Hijos e hijas del soberano no eran automáticamente o tradicionalmente llamados príncipe o princesa. Una excepción era el Príncipe de Gales, un título conferido al hijo mayor del soberano desde el reinado de Edward I de Inglaterra. Mientras en el reino de Escocia, hasta que un principado honorífico no fue creado por James I, el heredero sólo era referido como Duque de Rothesay. Otro caso era John, hermano de Richard “Corazón de León” y más tarde rey, quien era llamado príncipe John.

Luego del ascenso de George I, se volvió automáticamente costumbre que hijos y nietos del soberano en línea masculina fueran titulados Príncipes y tratados como Su Alteza Real. Los bisnietos del soberano eran príncipes y tratados como Su Alteza. Aunque no fue una creación legal sí fue costumbre y en la línea hannoveriana de George I se hizo tradición. También se utilizó el término “la Familia Real” para aquellos parientes en inmediata línea de sucesión al trono con títulos reales y viviendo en estricta proximidad.


George I rodeado de su familia


Los títulos de príncipe y princesa para miembros de la Familia Real fueron usados hasta que la reina Victoria publicó las patentes reales en 1864 que confirmaron la práctica para sus hijos y sus nietos en línea masculina. Consecuentemente, fueron hechas algunas enmiendas con la publicación de específicas patentes reales cambiando el título y el tratamiento como sigue:
  • En 1898, los hijos del Príncipe George, duque de York, el hijo mayor del Príncipe de Gales, fueron titulados Príncipes, con el tratamiento de Alteza, como bisnietos de la reina Victoria en línea masculina. Con patente real de fecha 28 de mayo de 1898, la Corona garantizó a los hijos del hijo mayor de cualquier Príncipe de Gales el tratamiento de Alteza Real.
  • En 1914, los hijos del Príncipe Ernesto Augusto III de Hannover, duque de Brünswick, un tataranieto de George III, fueron confirmados con el título de Príncipe y el tratamiento de Alteza por George V, en patente real de fecha 17 de junio de 1914.




Firma de George V del Reino Unido

  • En 1917, George V publicó una proclamación real, alterando el nombre de la Casa Real: de Casa de Saxe-Coburg-Gotha a Casa de Windsor. Un año más tarde, nuevas patentes reales alteraron los derechos al título de Príncipe y el tratamiento Alteza Real. Con fecha 30 de noviembre de 1917 se estableció que “los hijos de cualquier Soberano de estos Reinos y los hijos de los hijos de cualquier Soberano y el hijo mayor del hijo mayor del Príncipe de Gales deben poseer y por siempre mantener y disfrutar del tratamiento, título o atributo de Alteza Real con la dignidad titular de Príncipe o Princesa precediendo sus respectivos nombres cristianos o cualquier otros títulos de honor”. También se especifica en estas patentes que “los nietos de los hijos de cualquier Soberano en línea directa masculina… deben poseer y disfrutar en toda ocasión el tratamiento y título debido a los hijos de los Duques de estos Nuestros Reinos” (ej. Lord o Lady antes de su nombre cristiano). Un efecto resultante de esta disminución es que al Duque de Brünswick y sus hijos les fue denegado el título de príncipe. Ambas patentes de 1917 se mantienen hoy día, exceptuando algunas enmiendas y creaciones registradas.
  • Después de la crisis de 1936, George VI publicó patentes reales con fecha 27 de mayo de 1937, que retroactivamente garantizan al Duque de Windsor su tratamiento como hijo de un Soberano, pero expresamente deniegan el título de príncipe y el tratamiento de Alteza Real a sus descendientes. Del matrimonio no hay especificaciones.
  • El 22 de octubre de 1948 George VI publica una patente real otorgando a los hijos de su yerno e hija, el Duque de Edimburgo y la Princesa Elizabeth, Duquesa de Edimburgo, los títulos y el tratamiento de Alteza Real. No deberían tener este título ordinariamente, como nietos en línea femenina, hasta que su madre ascendiese al trono. Asimismo, el Príncipe de Gales sería titulado Su Alteza Real Príncipe Charles de Edimburgo hasta la ascensión de su madre.

1950: Su Majestad el Rey, Su Majestad la Reina Mary, Su Alteza Real La Duquesa de York (que sostiene en brazos al Príncipe Charles de Edimburgo), Su Alteza Real El Duque de Edimburgo, Su Alteza Real la Princesa Elizabeth, Duquesa de Edimburgo, sosteniendo a la recién nacida Princesa Anne.

  • Elizabeth II publicó una patente real con fecha 22 de febrero de 1957 creando al Duque de Edimburgo como Príncipe del Reino Unido. Le había sido otorgado el tratamiento de Alteza Real en 1947 por George VI, antes de su boda con la Princesa Elizabeth.
  • El día de la boda de Príncipe Edward y Sophie Rhys-Jones fue anunciado por el Palacio de Buckingham que, por orden específica del Conde y la Condesa de Wessex, sus hijos serán tratados como hijos de un conde y no como príncipes del Reino Unido con el tratamiento de Alteza Real. Los hijos del conde y la condesa de Wessex, Lady Louise Windsor y el Vizconde Severn, pueden, teóricamente, ser príncipe y princesa y tratados como tales cuando lleguen a su mayoría de edad.


Tratamientos de los Príncipes británicos
  • Hijos del soberano: Su Alteza Real, El Príncipe… (nombre cristiano), ej. Su Alteza Real El Príncipe Edward
  • Nietos del soberano: Su Alteza Real, Príncipe… (nombre cristiano) de… (nombre del territorio donde proviene el título nobiliario de su padre), ej. Su Alteza Real Príncipe Michael de Kent
  • Bisnietos del soberano: Lord “X” (nombre cristiano) de “Y” (territorio). Hasta 1917, se les llamaba Su Alteza Príncipe “X” de “Y”
  • El príncipe de Gales es normalmente tratado como Su Alteza Real El Príncipe de Gales
  • Los nobles reales son tratados como Su Alteza Real El Duque de “Y” o el Conde de “Y”, aunque, de todas maneras, permanecen siendo príncipes. Ej. Su Alteza Real El Duque de Gloucester
  • Si el príncipe tiene un título con linaje, la esposa será Su Alteza Real y el equivalente femenino en el rango de linaje, ej. Su Alteza Real la Condesa de Wessex. Si el príncipe no tiene título con linaje, como en el caso de Su Alteza Real Príncipe Michael de Kent, la esposa será Su Alteza Real y tomará el título de Princesa con el nombre de su esposo, ej. Su Alteza Real Princesa Michael de Kent.

Su Alteza Real El Príncipe Andrew, Duque de York, con los propietarios de caballos ganadores de una de las carreras de Ascot



Lista de los príncipes de Gran Bretaña


1ª Generación - George, Príncipe de Gales (George II de Gran Bretaña)

2ª Generación - Frederick, Príncipe de Gales · Príncipe George William · William, Duque de Cumberland

3ª Generación - George III · Edward, Duque de York · William, Duque de Gloucester · Henry, Duque de Cumberland · Príncipe Frederick

4ª Generación - George IV · Frederick, Duque de York · William IV · Edward, Duque de Kent · Ernest Augustus I de Hanover · Augustus Frederick, Duque de Sussex · Adolphus, Duque de Cambridge · El Príncipe Octavius · El Príncipe Alfred · William, Duque de Gloucester

5ª Generación - Albert, Príncipe Consorte* · George V de Hanover · George, Duque de Cambridge

6ª Generación - Edward VII · Alfred, Duque de Saxe-Coburg-Gotha · Arthur, Duque de Connaught · Leopold, Duque de Albany · Ernest Augustus, Príncipe Heredero de Hannover

7ª Generación - Albert Victor, Duque de Clarence · George V · John de Gales · Alfred, Príncipe Hereditario de Saxe-Coburg-Gotha · George William de Hanover · Arthur de Connaught · Charles Edward, Duque de Saxe-Coburg-Gotha · Christian de Hannover · Ernest Augustus, Duque de Brünswick

8ª Generación - Edward VIII · George VI · Henry, Duque de Gloucester · George, Duque de Kent · El Príncipe John · John Leopold, Príncipe Hereditario de Saxe-Coburg-Gotha · Hubertus de Saxe-Coburg-Gotha · Ernest Augustus IV, Príncipe de Hanover · Alastair, Duque de Connaught · George de Hannover

9ª Generación - Philip, Duque de Edinburgh* · William de Gloucester · Richard, Duque de Gloucester · Edward, Duque de Kent · Michael de Kent

10ª Generación - Charles, Príncipe de Gales · Andrew, Duque de York · Edward, Conde de Wessex

11ª Generación - William de Gales · Henry de Gales · James, Vizconde Severn


*no príncipe por nacimiento, pero sí como príncipe consorte







viernes, 12 de marzo de 2010

Los Consortes reales


  • Las esposas de los monarcas británicos reciben el título de Reina Consorte del Reino Unido. Anteriormente la esposa del rey de Inglaterra era llamada Reina Consorte de Inglaterra. Todas las esposas de rey han sido Reina Consortes, mientras que el único Rey Consorte fue Felipe II de España, rey con autoridad de nombre, pero no de hecho. Los otros tres consortes varones han sido llamados de distintas maneras que se indicarán en la siguiente lista.
Reina consorte en vestimenta de coronación
(Adelaida, esposa de Guillermo IV, en su coronación en Westminster Abbey, 8 de setiembre de 1831)


Evolución del título
  1. En 1031 Guillermo el Conquistador contrae matrimonio con Matilde de Flandes, la primera en ostentar el título de Reina Consorte de Inglaterra.
  2. Durante el reinado de Enrique VIII, el señorío de Irlanda se convirtió en Reino, siendo la consorte Reina Consorte de Inglaterra e Irlanda.
  3. La muerte de la reina Isabel I (Casa de Tudor) sin descendencia, provocó el acceso al trono de Jacobo I (Casa de Estuardo), hijo de María Estuardo, que era también rey de Escocia como Jacobo VI, siendo la esposa Reina Consorte de Inglaterra, Escocia e Irlanda.
  4. Durante el reinado de Ana I, se firmó el Acta de la Unión (1707), que unía a las coronas de Inglaterra y Escocia, convirtiéndose en el Reino de Gran Bretaña, dándosele al consorte el título de Reina Consorte de Gran Bretaña, que estaría vacante hasta el reinado de Jorge II.
  5. La muerte de la reina Ana (Estuardo) provocó que heredara su pariente más cercano protestante, Jorge I (Casa de Hannover), también rey de Hannover.
  6. Durante el reinado de Jorge III, se unieron las coronas de Gran Bretaña e Irlanda, que pasaron a conformar el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, y la consorte pasó a llamarse Reina Consorte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.
  7. La muerte de Guillermo IV del Reino Unido significó la separación de Hannover, en el que existía la Ley Sálica, quedando el Reino Unido para Victoria I y Hannover para Jorge V.

La Diadema de Diamantes de George IV (1820)

Consortes de Inglaterra
  • Matilda de Flandes (1031-1083), esposa de Guillermo I
  • Edith de Escocia (1080-1118), esposa de Enrique I
  • Adela de Louvain (1103-1151), esposa de Enrique I
  • Matilda de Boulogne (1105-1152), esposa de Esteban I
  • Leonor de Aquitania (1122-1204), esposa de Enrique II
  • Berenguela de Navarra (1165-1230), esposa de Ricardo I
  • Isabel de Angulema (1187-1246), esposa de Juan I
  • Leonor de Provenza (1223-1291), esposa de Enrique III
  • Leonor de Castilla (1241-1290), esposa de Eduardo I
  • Margarita de Francia (1275-1317), esposa de Eduardo I
  • Isabel de Francia (1292-1358), esposa de Eduardo II
  • Felipa de Henaut (1311-1369) esposa de Eduardo III
  • Ana de Luxemburgo (1366-1394), esposa de Ricardo II
  • Isabel de Valois (1387-1409), esposa de Ricardo II
  • Juana de Navarra (1370-1437), esposa de Enrique IV
  • Catalina de Francia (1401-1437), esposa de Enrique V
  • Margarita de Anjou (1430-1482), esposa de Enrique VI
  • Isabel Woodville (1437-1492), esposa de Eduardo IV
  • Ana Neville (1456-1485), esposa de Ricardo III
  • Isabel de York (1466-1503), esposa de Enrique VII
  • Catalina de Aragón (1485-1536), primera esposa de Enrique VIII
  • Ana Bolena (1501-1536), segunda esposa de Enrique VIII
  • Jane Seymour (1507-1537), tercera esposa de Enrique VIII
  • Ana de Cleves (1515-1557), cuarta esposa de Enrique VIII
  • Catalina Howard (1520-1542), quinta esposa de Enrique VIII


Catalina de Aragón, reina consorte de Inglaterra

Consortes de Inglaterra e Irlanda
  • Catalina Parr (1512-1548), sexta y última esposa de Enrique VIII.

Consortes de Inglaterra, Escocia e Irlanda
  • Ana de Dinamarca (1574-1619), esposa del rey Jacobo VI de Escocia y I de Inglaterra.
  • Enriqueta María de Francia (1609-1669), esposa de Carlos I.
  • Catalina de Braganza (1638-1705), esposa de Carlos II.
  • María de Módena (1658-1718), esposa de Jacobo II.

Consortes de Gran Bretaña e Irlanda
  • Carolina de Brandenburgo-Ansbach (1683-1737), esposa de Jorge II.
  • Carlota de Mecklenburgo-Strelitz (1744-1818), esposa de Jorge III.

Consortes del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda

  • Carlota de Mecklenburgo-Strelitz (1744-1818), esposa de Jorge III.
  • Carolina de Brunswick-Wolfenbüttel (1768-1821), esposa de Jorge IV.
  • Adelaida de Sajonia-Meiningen (1792-1849), esposa de Guillermo IV.
  • Alejandra de Dinamarca (1844-1925), esposa de Eduardo VII.
  • María de Teck (1867-1953), esposa de Jorge V.
  • Isabel Bowes-Lyon (1900-2002), esposa de Jorge VI.

Carolina, reina consorte del Reino Unido (1820)


Príncipes

Los esposos de reinas británicas que por alguna razón no fueron reyes consortes son:


Consorte de Gran Bretaña e Irlanda

  • Jorge de Oldenburgo (1653-1708), esposo de la reina Ana de Gran Bretaña.

Consorte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda

  • Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha (1819-1861), consorte de Victoria I del Reino Unido.

1º de mayo de 1851: La reina Victoria sostiene a su hijo, el Príncipe Arthur, mientras el Duque de Wellington le presenta un obsequio y detrás, protector, aparece Alberto, Príncipe Consorte.



Consorte del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte
  • Felipe de Edimburgo, actual Príncipe Consorte (1921 - ), esposo de la reina Isabel II.

Reyes

Sólo hubo un hombre, esposo de una soberana británica, que ostentó el título de rey consorte:

Consorte de Inglaterra e Irlanda

  • Felipe I de Inglaterra, esposo de la reina María la Sanguinaria, que fue también llamado El Prudente (1527 – 1598), fue Rey de España, de Nápoles y Sicilia y de Portugal y las Algarves (como Felipe I), realizando una ansiada Unión Ibérica que duró 60 años.



Felipe, Príncipe de Asturias, futuro consorte de María I Tudor y luego Rey de España como Felipe II (1551)



Remembranza de una Consorte: la Reina Mary

El elemento importante del reinado de George V fue la presencia de la extraordinaria reina Mary. Desde el comienzo de sus funciones, ésta se aboca a la tarea de redecora
r Buckingham Palace, de restaurarlo según su propio estilo, de eliminar los anacronismos, de anular el mal gusto. Ella amaba la unidad, la armonía y la belleza. Reunió la serie de muebles, cuadros y vajilla que se encontraba dispersa por doquier, barrió con las palmeras enanas, con las colgaduras de felpa roja, con los bronces informes; arregló los suntuosos baños y alentó a su hijo para que instalara la calefacción central. Fue realmente célebre su colección de objetos de arte.


Su estilo personal era eterno: durante los últimos cuarenta años de su vida vistió casi de la misma manera, trajes de noche adornados con abalorios, chaqueta y falda sastre, zapatos de punta larga y una sombrilla arrollada, con una gran toca puesta en lo alto del peinado haciendo las veces de corona. Este aspecto propio que cultivó servía de modelo para todo el tiempo, siendo bueno lo mismo para el sol que para la lluvia. Dondequiera que se la veía, su fina silueta sólida y pulcra indicaba la presencia de la realeza.


No contenta con apoyar al rey con su devoción absoluta, la reina Mary dio muestras de verdadero genio para hacer brillar la monarquía británica. Durante la Primera Guerra Mundial, decidió con su esposo que la corte renunciaría al alcohol “mientras duraran las hostilidades”. El rey difícilmente podía prescindir de su whisky con soda, pero la omnipresencia de la reina Mary le obligaba a no sucumbir. Un sacrificio muy comentado por la prensa: nadie podía imaginar tal renunciamiento, que los soberanos vivieran en el lujo mientras el pueblo debiera abstenerse.


Bajo la influencia de la soberana, la monarquía hizo una religión del deber y la devoción. Fatigándose a la cabecera de los heridos, Mary obligaba a las otras mujeres de la familia a seguir su ejemplo, de tal modo que una de ellas acabó por quejarse: “Estoy cansada y detesto los hospitales” y la reina replicó: “Usted pertenece a la familia real de Inglaterra. Nosotros jamás nos fatigamos y en verdad amamos todos los hospitales”.


Sin embargo, como lo ha hecho notar un biógrafo, “tanta devoción que ella mostró hacia el mito de la monarquía británica y a la persona sagrada del rey, jamás logró resolver un problema crucial: sus relaciones con sus hijos. El hijo mayor y heredero del rey refutaba casi todos los valores defendidos por sus padres, hasta tal punto que su breve y agitado reinado de 325 días causó la más grande crisis que jamás afrontó la casa de Windsor…”