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martes, 22 de febrero de 2011

El último Emperador

Carlos I de Austria o Carlos IV de Hungría, nacido Karl Franz Josef Ludwig Hubert Georg Maria von Habsburg-Lothringen, fue el último Emperador de Austria y Rey Apostólico de Hungría y Bohemia, entre 1916 y 1919. La Iglesia Católica lo designa como Beato Carlos de Austria, Emperador y Rey.

Primogénito del Archiduque Otto y de la Princesa Josefa de Sajonia, sucedió a su tío abuelo Francisco José I. Se convirtió en heredero en 1914 tras el asesinato de su tío el Archiduque Francisco Fernando de Habsburgo-Lorena en Sarajevo, Bosnia, causa inmediata del estallido de la Primera Guerra Mundial.

Su gran título oficial fue: Su Majestad Imperial, Real y Apostólica, Carlos I, por la Gracia de Dios, Emperador de Austria, Rey Apostólico de Hungría, cuarto de su nombre, Rey de Bohemia, Dalmacia, Croacia, Eslovenia, Galitzia, Lodomeria e Iliria; Rey de Jerusalén, etc. Archiduque de Austria, Gran Duque de Toscana y Cracovia, Duque de Lorena y Salzburgo, de Estiria, Carintia, Carniola y Bucovina; Gran Príncipe de Transilvania; Margrave de Moravia; Duque de la Alta y la Baja Silesia, de Módena, Parma, Piacenza y Guastalla, de Auschwitz y Zator, de Teschen, Friuli, Ragusa y Zara; conde de Habsburgo y Tirol, de Kyburg, Gorizia y Gradisca; Príncipe de Trento y Brixen; Margrave de la Alta y la Baja Lusacia y de Istria; Conde de Hohenems, Feldkirch, Bregenz, Sonnenberg, etc.; Señor de Trieste, de Cattaro, y la Marca Wendia; Gran Voivoda de Serbia, etc, etc.


Reinado

Carlos accedió al trono en 1916, en medio de la Primera Guerra. Su coronación era urgente y tuvo lugar el 29 de diciembre de ese año, cuarenta días después de morir el anterior monarca, evitando las ceremonias dilatorias que hubieran sido usuales en los Habsburgo en tiempo de paz, lo que puso de manifiesto el declive final del Imperio.

La Archiduquesa María Josefa de Austria (1867-1944) y sus hijos Carlos y Maximiliano (1910)


Desde este momento, el nuevo emperador trató de sacar al Imperio Austrohúngaro de la guerra europea. La razón principal que le llevó a ello fue la situación económica del país, que no paraba de empeorar, con una inflación severa, descontento masivo entre los campesinos por las requisas de guerra y fuerte rechazo de los sindicatos obreros a la militarización de la industria. El propio emperador deseaba la paz por la convicción personal que la sangría humana del conflicto podría continuar durante mucho tiempo más.

El estallido de la Revolución de Octubre (1917) en Rusia causó que Carlos I intensificara sus esfuerzos para una paz negociada, en tanto el derrumbe ruso reafirmaba la subordinación de Austria-Hungría respecto a Alemania y también podría servir de ejemplo para una revolución social extrema en los Imperios Centrales.


Carlos con su primogénito, el Archiduque Otto y su tío abuelo, el Emperador Francisco José


En el interior, con motivo del cumpleaños de su heredero (2 de julio de 1917), declaró una amnistía de los prisioneros políticos, gesto con el que trató, con escasos resultados, de mostrar su disposición a un nuevo orden político en el imperio. De igual manera, a lo largo del año 1917 y la primera mitad de 1918, promulgó diversas normas destinadas a mitigar el descontento social de la clase obrera de su imperio, suavizando las severas leyes marciales aprobadas al inicio de la guerra. No obstante, la contienda proseguía y por tanto las medidas tomadas por el emperador apenas eran paliativas de una grave situación interna.

Con ayuda de sus asesores y del consejo de ministros, Carlos I definió un plan de federalización del país, que se hizo público en octubre de 1918. El imperio se convertía en una confederación donde sus miembros mantenían plena autonomía política, económica y militar, compartiendo únicamente la jefatura del estado. Estos intentos llegaron demasiado tarde y los consejos nacionales que Carlos fomentó entre las distintas nacionalidades optaron por abandonar al gobierno de Viena en vez de adaptar el plan del emperador.


La familia imperial el día de la coronación


Iniciada la disolución del Imperio tras la derrota frente a los italianos en la Batalla de Vittorio Veneto y tras resistirse a abandonar lo que él consideraba sus obligaciones, Carlos I renunció a la jefatura del Estado el 11 de noviembre de 1918 y a formar parte de cualquier futuro gobierno austriaco, pero no a sus derechos como jefe de la dinastía. Trataba así de mantener la posibilidad de que perviviese la monarquía Habsburgo con otro miembro de la familia imperial. Partió de inmediato hacia el exilio en Suiza.


Intentos de restauración

El 26 de marzo de 1921 Carlos residía en Suiza y desde allí viajó secretamente a Hungría con un pasaporte español falso para restaurar la monarquía húngara y ser proclamado rey, alegando que podría contar con apoyo del gobierno francés para ello. Para tal efecto logró reunirse en secreto con el almirante Miklós Horthy quien en una discusión personal rechazó apoyar esta pretensión alegando que, por el contrario, Francia y Gran Bretaña se opondrían a tal proyecto, mientras los gobiernos de la Pequeña Entente anunciaban estar dispuestas a invadir Hungría y ocupar Budapest con sus tropas para impedir la restauración de un Habsburgo en el trono (que, según temían, podría intentar el restablecimiento del Imperio Austrohúngaro y amenazar la independencia de sus países). Ambos personajes acordaron suspender su conversación hasta por tres semanas, para hallar una solución, pero mientras tanto los nacionalistas húngaros temían que la coronación de Carlos significase resucitar el predominio austriaco sobre Hungría y lograron que el parlamento magiar impidiera la restauración de Carlos. Ante ello el antiguo emperador (que al parecer sólo esperaba ser llamado para reinar al vencer el plazo de tres semanas) se retiró de Hungría el 5 de abril, sintiéndose traicionado por Horthy.

La declaración del 11 de noviembre de 1918


Este viaje de Carlos (publicado en todos los diarios europeos) sentó muy mal a las autoridades helvéticas. Muy respetuosamente, informaron al rey húngaro que, en adelante, se le prohibía residir en Vaud, así como en cualquier otro cantón fronterizo. Además, una vez escogida su nueva residencia, el emperador debería avisar cuál era y, en el caso de querer desplazarse al extranjero, debería avisarlo con anticipación. Carlos y su familia se instalaron entonces en Hertenstein, a orillas del lago de los Cuatro Cantones.

Pero, incitado por su egregia esposa, no se dio por vencido. Seguro de contar con el apoyo del ejército y del pueblo, pocos meses después intentó nuevamente forzar la restauración, aunque operando de otra forma. La emperatriz opinaba que, si era preciso, debía utilizar la fuerza. ¡Ellos eran los reyes de Hungría!

Carlos de uniforme militar


El 21 de octubre de 1921 entró de nuevo en Hungría reuniendo un contingente de soldados afines a su causa para marchar sobre Budapest. Si bien los monárquicos y el propio Carlos habían previsto una marcha pacífica donde las tropas gubernamentales no se atreverían a cerrar el paso al antiguo emperador (como sucedió casi en toda la ruta de Szombathely a Budapest), el gobierno de Miklós Horthy sí estaba dispuesto a resistir este nuevo intento y en las afueras de la capital batallones del ejército rechazaron por la fuerza a unos soldados del contingente monárquico el 23 de octubre, mostrando que una guerra civil era posible por causa de la restauración monárquica.

Esa misma tarde los gobiernos de la Pequeña Entente enviaron tropas a su frontera húngara, para impedir que Carlos fuese restaurado. Asustado ante la posibilidad de una guerra civil, y notando que el apoyo a su causa no era unánime, el emperador desistió de su intento el 24 de octubre y capituló con sus seguidores; mientras tanto el gobierno del almirante Horthy reaccionaba colocando a Carlos y su esposa bajo custodia militar en la localidad de Tihany a orillas del Lago Balatón, accediendo a las presiones de la Pequeña Entente y de los nacionalistas húngaros (unidos en su empeño de evitar la restauración de los Habsburgo). Francia y Gran Bretaña también manifestaron oficialmente a Horthy el 29 de octubre su oposición al retorno de Carlos al trono húngaro, apoyando los temores de la Pequeña Entente.

El Castillo Eckartsau, el último refugio de Carlos I en Austria


En abril de 1919 Austria, tras proclamarse como república, había declarado nulos los privilegios políticos y embargado las propiedades de la familia imperial, mientras se eliminaban los derechos nobiliarios. Checoslovaquia había hecho lo propio ya apenas terminada la guerra, a comienzos de noviembre de 1918. En Hungría (pasado el breve período comunista de Bela Kun) se les permitió disponer de sus bienes personales. Entre ellos estaba el “fondo de familia”, creado por la emperatriz María Teresa en el siglo XVIII para que los Habsburgo, en cualquier circunstancia, pudiesen vivir ostentosamente sin necesidad de recurrir al erario público. Desgraciadamente para Carlos y su esposa, estaba constituido por unos terrenos muchísimo más extensos y fructíferos en Austria que en Hungría. No podían vivir ostentosamente como deseaba su ilustre tatarabuela, pero sí decorosamente.

El 4 de noviembre de 1921, un acta de destronamiento abrogaba los derechos dinásticos de Carlos de Habsburgo-Lorena en Hungría. Salió entonces de aquel país con su esposa, en un buque de la Marina Real británica hasta el puerto rumano de Galati en el Mar Negro; de ahí la pareja imperial fue llevada a la isla portuguesa de Madeira el 19 de noviembre del mismo año, por decisión de Francia y Gran Bretaña. Allí Carlos murió de neumonía en marzo de 1922. Sus restos aún permanecen en la isla, en la iglesia de Nossa Senhora do Monte, con permiso de sus sucesores, a excepción de su corazón, que fue trasladado a la cripta de los Habsburgo en Austria.


Carlos y Zita en Madeira


Para Austria, la consecuencia más importante de la disolución del Imperio fue perder definitivamente su condición de potencia europea, hasta el punto de ser absorbida por Alemania en 1938. Inclusive Viena, que había sido una de las principales ciudades del mundo antes de 1914, se convirtió repentinamente en la cabeza de una república pequeña en población y en territorio.

Su caída acabó con el poder de la dinastía de los Habsburgo, dinastía que se originaba en el siglo XI, había dominado Europa y el mundo entero desde el siglo XV y alcanzado su máximo esplendor entre 1519 y 1556. Nueve siglos más tarde, sin embargo, ya solo eran lo mismo que otros tantos miles de aristócratas europeos. Aunque habían dejado su impronta en la Historia, indiscutiblemente.


El Emperador y la Emperatriz, cuando eran solo Archiduques de Austria


Beatificación

Carlos I fue beatificado en Roma el 3 de octubre de 2004, por el papa Juan Pablo II. Las razones de esta beatificación se basan en que, además de sus virtudes cristianas, hizo múltiples tentativas por promover la paz en 1917, a través de la mediación de sus cuñados los príncipes Sixto y Javier de Borbón-Parma y por su apoyo a la mediación del papa Benedicto XV.

Además, se había comprometido a seguir las enseñanzas cristianas en su vida privada y pública y supo seguir la enseñanza social de la Iglesia. Las primeras medidas tomadas por él, en tanto que emperador-rey, fueron suprimir el tren de vida de la corte para poder ayudar a la gente más necesitada y adoptar las reformas sociales necesarias. Creó, bajo la influencia de la emperatriz Zita, el primer ministerio de asuntos sociales del mundo. Fue llamado en su tiempo por el "Arbeiter Zeitung" (El periódico de los trabajadores) « el Emperador del pueblo », lo que provocó las burlas de la aristocracia.




Descendencia

Se había casado en 1911 con la princesa Zita de Borbón-Parma (1892 - 1989), hija de Roberto, Duque de Parma y de su segunda esposa, la Infanta María Antonia de Portugal. Tuvo con ella ocho hijos:
  • Príncipe heredero Otto (1912), Duque de Lorena y de Bar, casado con la princesa Regina de Sajonia-Hildburghausen y Meiningen
  • Archiduquesa Adelaida (1914-1971)
  • Archiduque Roberto (1915-1996), casado con la princesa Margarita de Saboya-Aosta
  • Archiduque Félix (1916-), casado con la princesa Anna-Eugénia de Arenberg
  • Archiduque Carlos Luis (1918-2007), casado con la princesa Yolanda de Ligne
  • Archiduque Rodolfo (1919-2010), casado en primer lugar (1953) con la condesa Xenia Sschernyscheva-Besobrasova y en segundo lugar (1971) con la princesa Ana de Wrede
  • Archiduquesa Carlota (1921-1989), casada con el duque Jorge de Mecklenburgo, Jefe de la Casa Gran Ducal de Mecklenburgo-Strelitz.
  • Archiduquesa Isabel (1922-1993) casada con el príncipe Enrique de Liechtenstein.
Carlos y Zita con sus cinco primeros hijos (1920)




lunes, 29 de noviembre de 2010

El Káiser Guillermo I

Guillermo I, Wilhelm Friedrich Ludwig (1797 -1888), de la Casa de Hohenzollern, fue rey de Prusia de 1861 a 1888 y primer Emperador de Alemania de 1871 a 1888.


Un joven príncipe prusiano


El futuro rey y emperador Federico Guillermo Luis de Prusia (Wilhelm Friedrich Ludwig von Preußen) era el segundo hijo del rey Federico Guillermo III y de Luisa de Mecklemburgo-Strelitz. No se esperaba que Guillermo ascendiera al trono y por lo tanto recibió poca educación. Sirvió en el ejército desde 1814 en adelante, luchó contra Napoleón I durante las Guerras Napoleónicas y fue un valiente soldado. También se convirtió en un diplomático excelente en las misiones después de 1815.

En 1854, el príncipe fue elevado al rango de mariscal de campo y nombrado gobernador de la fortaleza federal de Maguncia. En 1857 Federico Guillermo IV sufrió un derrame cerebral y quedó incapacitado mentalmente para el resto de su vida. En enero de 1858, William se convirtió en príncipe regente por su hermano.

Estandarte personal del Emperador

Rey

El 2 de enero de 1861 Federico Guillermo murió y el príncipe regente ascendió al trono como Guillermo I de Prusia, heredando un conflicto entre Federico Guillermo y el parlamento liberal. Se le consideraba una persona políticamente neutral ya que intervino menos en la política de su hermano. Sin embargo, encontró una solución conservadora para el conflicto: nombró a Otto von Bismarck al cargo de Primer Ministro. De acuerdo con la Constitución prusiana, el Primer Ministro era responsable únicamente ante el rey, no el Parlamento. Bismarck gustaba ver su relación laboral con Guillermo como la de un vasallo a su señor feudal. Sin embargo, fue Bismarck quien efectivamente dirigió la política, tanto nacional como extranjera; en varias ocasiones obtuvo el dictamen favorable de Guillermo amenazando con renunciar.


Emperador

Durante la Guerra Franco-Prusiana, el 18 de enero de 1871, Guillermo fue proclamado Emperador Alemán en el Palacio de Versalles.Este título fue elegido cuidadosamente por Bismarck después de la discusión hasta (y después) el día de la proclamación. Guillermo aceptó de mala gana este título pues él hubiera preferido "Emperador de Alemania", el cual, sin embargo, era inaceptable para los monarcas federados y también hubiera manifestado una reivindicación a tierras fuera de su reino (Austria, Suiza, Luxemburgo, etc.) El título de "Emperador de los Alemanes", como se propuso en 1848, fue descartado ya que se consideraba elegido "por la gracia de Dios", no por el pueblo como en una república democrática.

Wilhelm I a caballo con Bismarck y Moltke


En el Imperio alemán (Kaiserreich), el emperador (Káiser) era jefe de Estado y presidente (primus inter pares - primero entre iguales) de los monarcas federados (los reyes de Baviera, Württemberg, Sajonia, los grandes duques de Baden, Mecklenburgo, Hesse, así como otros principados, ducados y los senados de las ciudades libres de Hamburgo, Lübeck y Bremen).


Intentos de asesinato

El 11 de mayo de 1878, un plomero llamado Emil Max Hodel fracasó en un intento de asesinato a Guillermo en Berlín. Hodel utilizó un revólver para disparar al Emperador de Alemania, mientras que el monarca y su hija, la princesa Luisa de Prusia, desfilaban en su carruaje. Cuando la bala se perdió, Hodel corrió por la calle y disparó otra ronda que también se perdió. En la conmoción una de las personas que trató de detener a Hodel sufrió graves lesiones internas y murió dos días después. Hodel fue decapitado el 16 de agosto de 1878.

Un segundo intento de asesinar a Guillermo I ocurrió el 2 de junio de 1878 por Karl Nobiling.Como el monarca pasó por delante en un coche abierto, el asesino disparó con una escopeta al Kaiser desde la ventana de una casa del bulevar "Unter den Linden". Guillermo fue herido y trasladado de nuevo al palacio y Nobiling se pegó un tiro en un intento de suicidio. Mientras Guillermo sobrevivió a este ataque, el asesino murió de sus heridas auto-infligidas tres meses después.
El Emperador

Matrimonio

La esposa de Guillermo I fue la Princesa Augusta María Luisa Catalina de Sajonia-Weimar-Eisenach (Augusta Marie Luise Katharina), Duquesa de Sajonia. Augusta era la segunda hija de Carlos Federico, Gran Duque de Sajonia-Weimar-Eisenach, y de la Gran Duquesa María Pavlovna de Rusia, hija del zar Pablo I de Rusia y de la zarina Sofía Dorotea de Wurtemberg.

Augusta sólo tenía 15 años en 1826 cuando se encontró por primera vez con el que sería su futuro marido, el Príncipe Guillermo de Prusia. Tras este primer encuentro Guillermo consideró que la joven Augusta tenía una “personalidad excelente”, pero que era menos atractiva que su hermana pequeña, María (con la que contraería matrimonio el hermano menor de Guillermo, Carlos de Prusia).
Augusta de Saxe-Weimar-Eisenach, reina consorte de Prusia


En aquel momento, Guillermo estaba enamorado de una princesa polaca, Eliza Radziwill. Como su hermano mayor no tenía hijos se esperaba que Guillermo contrajera matrimonio y tuviera herederos. A Federico Guillermo III de Prusia le agradaba la relación entre Guillermo y Eliza, pero la corte prusiana había descubierto que los antepasados de la princesa habían comprado el título de príncipes al emperador Maximiliano I y, como habían adquirido el título, su linaje no parecía lo suficiente noble para que contrajera matrimonio con uno de los herederos del trono de Prusia. Por esta razón, el rey prusiano comenzó a buscar alternativas.

En 1824 el rey pidió al zar Alejandro I de Rusia, que no tenía hijos, que adoptara a la princesa Elisa, pero éste declinó. El segundo intento de adopción por parte del tío de Elisa, el Príncipe Augusto de Prusia, también fracasó porque el comité responsable de los matrimonios de la realeza prusiana consideró que la adopción no cambiaba la “sangre” del linaje. Otro factor que obstaculizó el matrimonio entre Guillermo y Elisa fue la influencia opuesta al enlace de la reina Luisa de Prusia en las cortes alemanas y prusianas. Esta oposición de la reina se debía a su enemistad con el padre de Elisa.

De esta forma, en junio de 1826, el padre de Guillermo se sintió forzado a renunciar al potencial matrimonio de su hijo con la princesa Elisa. Durante los meses siguientes el príncipe Guillermo comenzó a buscar una novia más adecuada, pero no renunció a sus lazos emocionales con Elisa. Finalmente el 29 de agosto, Guillermo pidió la mano de Augusta de Sajonia en matrimonio (por escrito y mediante la intercesión de su padre el rey de Prusia). Augusta aceptó de buen grado la propuesta y el 25 de octubre de 1828 fueron prometidos oficialmente. Guillermo se reunió con Elisa por última vez en 1829.
Estandarte personal de la Emperatriz Augusta


El 11 de junio de 1829, después de un fatigoso viaje de tres días desde Weimar a Berlín, Guillermo se casó con su prometida, que era 14 años más joven que él, en la capilla del Palacio de Charlottenburg. Las primeras semanas de matrimonio fueron armoniosas y Augusta fue aceptada favorablemente en la corte prusiana. Sin embargo, pronto comenzó a aburrirse con la sobriedad militar de la corte y la mayor parte de los actos oficiales (que tal vez habrían podido distraerla) estaban reservados para su cuñada, la Princesa Isabel Ludovica de Baviera.

En una carta que el Príncipe Guillermo escribió el 22 de enero de 1831 a su hermana Carlota, zarina consorte de Rusia, se lamentaba de la “carencia de feminidad” de su esposa. Ese mismo año nació su primer hijo, el Príncipe Federico (que posteriormente se convertiría en Federico III de Alemania) y su hija, la Princesa Luisa, nacería el 3 de diciembre de 1838.

Su hijo Federico, Príncipe Heredero de Prusia (1870)


Problemas familiares

El rey de Prusia se negó a conceder una constitución a Alemania y prefirió actuar mediante un gobierno conservador, contradiciendo sus ideas y opiniones liberales durante su período como príncipe. Se creó un Landstag (parlamento) unido en respuesta a las malas cosechas, hambrunas y subsiguientes revueltas de 1847, pero el monarca lo disolvió unos pocos meses después. El Príncipe Guillermo fue considerado responsable del baño de sangre de la revolución de marzo de 1848 en Berlín, y aconsejado por el rey, Guillermo se exilió a Londres y su esposa Augusta se retiró a Potsdam con sus dos hijos.

Debido a estas actitudes del monarca prusiano, entre los círculos liberales comenzó a debatirse si era adecuado o no obligar al rey a abdicar. Finalmente el príncipe abdicó de sus derechos y Federico, el hijo de Augusta, se convirtió en el nuevo heredero. Augusta asumió la regencia de su hijo. En mayo de 1848, ochocientos miembros de la Asamblea Nacional de Alemania se reunieron en Frankfurter Paulskirche para discutir el proceso de unificación del país y el Príncipe Guillermo regresó de Londres al mes siguiente. En 1849 fue nombrado gobernador general de la Provincia del Rin y en la primavera de 1850 él y Augusta se asentaron en Coblenza.

Su hija Luisa, futura Gran Duquesa de Baden (1856)


En 1856, su hija Luisa se casó a los 17 años con el Gran Duque Federico de Baden-Baden y en 1858 su hijo Federico se casaba con Victoria, Princesa Real del Reino Unido, hija mayor de la reina Victoria. Augusta consideró este segundo enlace un triunfo personal ya que consideraba que su nuera, educada en un país moderno como el Reino Unido, convertiría a su hijo Federico en un monarca liberal.

Cuando Príncipe Guillermo se convirtió en regente, ambos viajaron a la corte prusiana en Berlín. Guillermo pronto se deshizo del viejo gobierno cuando sucedió a su hermano, en 1861 y nombró ministros liberales, procedentes de su propia corte de Coblenza. La reina consideraba a Otto von Bismarck, el nuevo Primer Ministro, como su principal oponente en la corte prusiana. Bismarck, por su parte, despreciaba a la reina por su influencia sobre su marido.


La Emperatriz

La Guerra Austro-Prusiana terminó en 1866, pero cuatro años después estalló la Guerra Franco-Prusiana y Augusta continuó responsabilizando a Bismarck en persona de los horrores del conflicto. Sin embargo, tras la guerra entre ambos países, Guillermo se convirtió en Emperador de Alemania, y en consecuencia, Augusta se convirtió en Emperatriz.


El Emperador y la Emperatriz


Augusta consideraba la Corona Imperial como una derrota personal; había deseado que la supremacía prusiana en Alemania se consiguiera mediante la “conquista moral” y no mediante el derramamiento de sangre. La emperatriz enterraría sus diferencias con Bismarck en los últimos años de su reinado, pues parecía el único hombre adecuado para apoyar a su amado nieto Guillermo. Sin embargo, a Guillermo le desagradaba Bismarck y poco después de heredar el trono alemán le obligó a dimitir.

Finalmente la emperatriz y el emperador hicieron las paces en 1887, pero él murió al año siguiente. Por su parte, sólo 99 días después, su hijo Federico, que había sucedido a su padre como Federico III de Alemania, sucumbió a un cáncer de laringe. Pese a todo pudo ser testigo de cómo su amado nieto Guillermo se convertía en emperador ese mismo año. Moriría en 1890, dos años después que su esposo, a los 78 años.

Hurra 4 Kaiser: Friedrich III, Wilhelm I, Wilhelm II, Friedrich Wilhelm (1887)


Títulos completos del emperador de Alemania

Su Majestad Imperial y Real Guillermo Primero, por la Gracia de Dios, Emperador de Alemania y Rey de Prusia, Margrave de Brandenburgo, Burgrave de Nuremberg, Conde de Hohenzollern , soberano y supremo Duque de Silesia y del Condado de Glatz , Gran Duque del Bajo Rin y de Posen, Duque de Sajonia, de Westfalia, de Angria, de Pomerania, Lunenburg, Holstein y Schleswig, de Magdeburgo, de Bremen, de Güeldres, Cléves, Jülich y Berg, Duque de los Wendos y los Kassubianos, de Crossen, Lauenburgo y Mecklemburgo, Landgrave de Hesse y Turingia, Margrave de Alta y Baja Lusacia, Príncipe de Orange, Príncipe de Rügen, de Frisia Oriental, de Paderborn y Pyrmont, de Halberstadt, Münster, Minden, Osnabrück, Hildesheim, de Verden, Cammin, Fulda, Nassau y Moers; Conde Principesco de Henneberg, Conde de la Marca, de Ravensberg, de Hohenstein, Tecklenburgo y Lingen, de Mansfeld, Sigmaringen y Veringen; Señor de Frankfurt.



domingo, 28 de noviembre de 2010

Noticias del Imperio

El Imperio alemán (en alemán: Deutsches Reich, llamado por algunos historiadores alemanes Kaiserlich Deutsches Reich o simplemente Kaiserreich) se refiere a Alemania desde su unificación y la proclamación de Guillermo I como emperador en 1871 hasta cuando se convirtió en una república después de la derrota en la Primera Guerra Mundial y la abdicación de Guillermo II en 1918.

El término de Deutsches Reich se mantuvo como nombre oficial de Alemania durante la República de Weimar y la mayor parte del período nazi hasta 1943, cuando fue cambiado a Großdeutsches Reich («Gran Imperio Alemán»).
El escudo de armas imperial


Durante sus 47 años de existencia, el Imperio alemán surgió como una de las economías industriales más poderosas de la Tierra y una gran potencia, hasta que se derrumbó después de su derrota militar en la Primera Guerra Mundial y la Revolución de Noviembre. Los estados fronterizos más importantes fueron el Imperio ruso en el este, Francia en el oeste y el Imperio austrohúngaro en el sur.


Antecedentes

La historia alemana del siglo XIX se ha caracterizado hasta la formación del Estado-nación de múltiples cambios políticos y territoriales que se produjeron tras el colapso del Sacro Imperio Romano Germánico de 1806 en una nueva fase. El Imperio Antiguo, mantenido por los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico antiguamente y en estructuras supranacionales, se caracteriza cada vez más por los intereses conflictivos de sus dos grandes potencias: Alemania, Austria y el ascenso de Prusia. Atravesando las guerras napoleónicas, la fundación se inició por parte de Francia, en la Confederación del Rin.


Insignia de guerra usada por la Reichsflotte (Flota Imperial) de 1848 a 1852


Tras un tiempo de intensificación, causado por el ejemplo de la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas en la mayoría de Europa, en el país de habla alemana se movilizó la idea de nación como base de construcción. Como se trataba de una sola solución de Gran Reich Alemán, entre ellos Austria, a la que llamaban «la solución de un pequeño reino alemán sin Austria».

Luego del Congreso de Viena, Alemania estuvo marcada por una política de restauración. Como parte de la llamada Santa Alianza, se hizo un primer acuerdo de alianza entre Austria, Prusia y Rusia. La restauración debió restablecer las relaciones de poder entre estados nacionales y del Antiguo Régimen en Europa, ya que habían existido antes de la Revolución Francesa en 1789.

Esta política de oponerse a la nación y los movimientos democrático-burgueses llevó a numerosas encuestas en muchas partes de Europa Central, que finalmente incluyeron la Revolución de Marzo de 1848 en los estados alemanes. Los miembros de la revolución por la recién formada Alemania crearon el primer parlamento democráticamente, la Asamblea Nacional de Fráncfort. Al rey prusiano Federico Guillermo IV se le entregó la corona imperial alemana. Debido a esto, sin embargo, apelando a su "derecho divino" se negó al intento fallido, la mayoría de los estados alemanes decidieron unirse en una base constitucional.

Otto von Bismarck, Ministerpräsident del Reino de Prusia (1862-1873), 1r Canciller del Imperio Alemán (1871-1890)


En 1864, el gobierno federal había llegado una alianza unificada de gran importancia con Austria, como en la cuestión de Schleswig-Holstein de la guerra alemana-danesa, en la que Prusia y Austria a causa de una aplicación federal estaban una al lado de otra. Sin embargo, este consenso entre las dos potencias duró poco. En la disputa sobre el Schleswig-Holstein en 1866 fueron los alemanes los que iniciaron la Guerra Austro-Prusiana en la que los austríacos lucharon contra los ejércitos de Prusia y algunos estados del norte de Alemania, junto a Italia, y los estados del sur, incluyendo Baden, Baviera, Hesse y Württemberg. Después de la derrota de Austria, al final de la Confederación Germánica, la Confederación Alemana del Norte fue establecida bajo el liderazgo de Prusia.

Accionada por una disputa entre Prusia y Francia en la Sucesión Española en 1870 comenzó la Guerra Franco-Prusiana. La declaración de guerra llegó desde el lado francés. Los estados del sur de Alemania se anexionaron a Prusia. Bismarck utilizó este acto para conducir la coronación del rey de Prusia como emperador de Alemania por delante y por lo tanto la integración de los estados del sur como parte de una pequeña solución alemana en el reino unido. Las tres guerras que duraron desde 1864 hasta 1871, también se conocieron como las guerras de la unificación alemana.


Armas de los Kaisers alemanes (1871-1889)


La fundación del imperio

Bismarck se preparó un amplio esquema, la Constitución alemana del norte de 1866, se convirtió en la Constitución alemana de 1871, con algunos ajustes. Alemania adquirió algunos rasgos democráticos. En el nuevo imperio había un parlamento con dos cámaras. La cámara baja, o el Reichstag, fue elegido por sufragio universal masculino.

La legislación también requería la aprobación del Bundesrat, el consejo federal de diputados de los estados del Reich. El poder ejecutivo residía en el emperador, o Káiser (proveniente del emperador romano César). Al emperador se le dieron amplios poderes por la Constitución. El canciller era el comandante en jefe supremo de las fuerzas armadas, y el árbitro final de todas las relaciones internacionales. Oficialmente, el canciller era un gabinete de un solo hombre y fue responsable de la conducta de todos los asuntos del estado, prácticamente (como burocracia de altos funcionarios a cargo de los campos como las finanzas, la guerra, las relaciones internacionales, etc) se parecía al Presidente del Consejo de Ministros. El Reichstag tenía el poder de aprobar, modificar o rechazar proyectos de ley y de iniciar una legislación.

Proclamación del Imperio Alemán en el Palacio de Versalles: 18 de enero de 1871


Aunque de iure todos los estados tenían el mismo poder ejecutivo, prácticamente, el imperio estaba dominado por el estado más grande y poderoso, Prusia. Se extendía por el norte y poseía dos terceras partes del Reich, y contenía tres quintas partes de su población. La corona imperial era hereditaria de la Dinastía de los Hohenzollern, la casa reinante de Prusia. Con la excepción de años como 1872-1873 y 1892-1894, el canciller fue siempre al mismo tiempo el primer ministro de Prusia. Con 17 votos de los 58 en el Bundesrat, Berlín sólo necesitaba unos cuantos votos de los estados pequeños para ejercer un control efectivo.

Antes de la unificación, el territorio alemán se componía de 26 estados constituyentes. Estos estados consistieron en reinos, grandes ducados, ducados, principados, y ciudades hanseáticas libres en un territorio imperial. El Reino de Prusia era el mayor de los estados, que cubría alrededor del 60% del territorio del Imperio alemán.

· Reinos
Prusia, Baviera, Sajonia, Würtemberg
·
Grandes Ducados
Baden, Hesse, Mecklemburgo-Schwerin, Mecklemburgo-Strelitz, Oldenburgo, Sajonia-Weimar
·
Ducados
Anhalt, Brunswick, Sajonia-Altenburgo, Sajonia-Coburgo-Gotha, Sajonia-Meiningen
·
Principados
Lippe, Reuss (Línea menor), Reuss (Línea mayor), Schaumburg-Lippe, Schwarzburg-Rudolstadt, Schwarzburg-Sondershausen, Waldeck-Pyrmont
·
Ciudades Hanseáticas Libres
Bremen, Hamburgo, Lübeck

Territorios del Imperio Alemán


Los otros estados conservaron sus propios gobiernos, pero se limitaron sólo a los aspectos de la soberanía. Por ejemplo, los sellos postales emitidos por el imperio en su conjunto, al igual que la moneda eran a través de una marca. Las piezas superiores valoradas, fueron emitidas por los estados, pero estas eran prácticamente las monedas conmemorativas y tenían una circulación limitada.

Mientras que los estados tenían sus propias condecoraciones, y algunos tenían sus propios ejércitos, las fuerzas militares de los más pequeños fueron puestos bajo control prusiano. Aquellos de los estados más grandes, como los reinos de Baviera y Sajonia, se coordinaron a lo largo de principales de Prusia y en tiempo de guerra eran controlados por el gobierno federal.

La evolución del Imperio alemán es algo en consonancia con los desarrollos paralelos en el reino de Italia que se convirtió en una nación unida, diez años antes que el Imperio alemán. Algunos elementos clave de la estructura política autoritaria del imperio alemán también fueron la base para la modernización conservadora en el Japón imperial de Meiji y la conservación de una estructura política autoritaria bajo los zares del Imperio ruso.

El canciller Bismarck en sus años finales

Bajo el liderazgo de Prusia y de Bismarck, Alemania se había convertido en una nación y una potencia mundial. En 1871, 39 estados independientes se unieron. Los reyes de Sajonia y Baviera, los príncipes, duques y electores de Brunswick, Baden, Hannover, Mecklemburgo, Wurttemberg, Oldenburgo, juraron lealtad al rey de Prusia, el Káiser. Con la unidad se produjo un aumento extraordinario de la energía y la expansión.

Las políticas internas de Bismarck jugaron un gran papel en la creación de una cultura política autoritaria en el imperio. Menos preocupada por la política del poder después de la unificación continental en 1871, el gobierno semi-parlamentario de Alemania llevó a cabo una revolución relativamente suave, económica y política desde arriba que los empujó a lo largo del camino a convertirse en la principal potencia industrial de la época.

El 9 de marzo de 1888 Guillermo I murió poco antes de su cumpleaños número 91, dejando a su hijo Federico III como nuevo emperador. Federico era un liberal y un admirador de la constitución británica, mientras sus lazos con Gran Bretaña fueron reforzados, también lo fue aún más por su matrimonio con la Princesa Real de Inglaterra, la hija mayor de la reina Victoria. Con su ascenso al trono, muchos esperaban que el reinado de Federico diera lugar a una liberalización del Reich y un aumento de la influencia del parlamento sobre el proceso político.


Federico Guillermo de Prusia (futuro Federico III) con su hijo Guillermo (futuro Guillermo II) en Balmoral Castle, 1863.


Sin embargo, en el momento de su ascensión al trono, Federico había desarrollado cáncer de laringe incurable y murió el día 99 de su gobierno, el 15 de junio de 1888. La muerte de Federico III llevó a la ascensión de su hijo Guillermo II como emperador. Debido a la rápida sucesión de estos tres monarcas, el año 1888 se conoce como el Año de los Tres Káisers (en alemán: Dreikaiserjahr).

Con la salida de Bismarck como canciller en 1890, Guillermo II se convirtió en el líder dominante de Alemania. A diferencia de su abuelo, quien se había mostrado satisfecho con la cesión de los asuntos de gobierno a su canciller, Guillermo II quería estar activo en los asuntos de Alemania y quería ser un líder de conocimiento, no una figura ornamental. En las apariciones oficiales y fotografías, Guillermo II intentó con cierto éxito ocultar su brazo izquierdo problemático que se había debido así debido un problema en su parto. Guillermo II se convirtió en el plano internacional, reconocido por su agresiva política exterior y errores estratégicos, que empujó al Imperio alemán al aislamiento político y más tarde a la Primera Guerra Mundial.


El emperador sostiene su mano izquierda enferma con su mano derecha.


La Constitución garantizaba al emperador una gran libertad de acción. Las decisiones del monarca jugaron con los diversos órganos asesores, como las funciones civiles imperiales, militares y navales importantes del gabinete. Se añadieron a la corte y al confidente íntimo del emperador. Ya con Guillermo I, el monarca tuvo una influencia considerable sobre la política, por lo general sin interferir sobre las decisiones importantes. Bajo el emperador Guillermo II y su reivindicación de una norma personal, el puesto del emperador se convirtió en uno de los centros de poder clave del imperio.

Apenas es diferente el rango de emperador que el del Presidente de la Confederación en un reino monárquico. Incluso fuera de Prusia no sólo las celebraciones eran de distintas dinastías, sino que también celebraban el cumpleaños del Emperador, que se estaba convirtiendo en un símbolo. No se discute que la influencia imperial se limitó a 1897, sin embargo, mientras que la importancia del emperador aumentó de manera significativa, para 1908 otra vez perdió importancia. Ciertos hechos de dominio público provocaron que el prestigio del emperador se redujese -pero no la institución de la monarquía-, en la opinión pública.



Firma del emperador Guillermo II


Durante la Primera Guerra, al Káiser se le atribuyeron poderes similares a los de una dictadura de dos hombres en 1916 dirigida por el líder alemán de Alto Mando, el futuro presidente de Alemania y mariscal de campo Paul von Hindenburg, y el Generalquartiermeister, Erich Ludendorff. El mismo Hindenburg había asumido el papel de comandante en jefe nombrado por el Káiser y Ludendorff fue de hecho el verdadero jefe general del personal. El propio Káiser ya no era visto como una figura de héroe para los alemanes, mientras que Hindenburg y Ludendorff fueron vistos como verdaderos líderes heroicos de la nación. El Káiser siguió siendo una figura emblemática los dos años restantes de la guerra hasta su abdicación en 1918.


El final del imperio

Tras el asesinato en 1914 del archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, el Káiser Guillermo II ofreció al emperador austrohúngaro, Francisco José I, apoyo completo para los planes de Austria-Hungría de invadir el Reino de Serbia, a la que la primera culpó del asesinato. Este apoyo incondicional de Austria-Hungría fue llamada "cheque en blanco" por los historiadores, lo que dio un permiso de agresión austrohúngara, independientemente de las consecuencias diplomáticas.



Insignia de guerra de Alemania (1903-1918)


Pero cuatro años más tarde, en noviembre de 1918, ante la revolución interna, una guerra estancada, Austria-Hungría cayendo a pedazos desde múltiples tensiones étnicas, y la presión del alto mando alemán, Guillermo II abdicó, junto con el jefe del alto mando alemán. Quedaba una situación desastrosa que contribuyó a que el nuevo gobierno liderado por los socialdemócratas alemanes pidiera y recibiera un armisticio y marcara el final de la Primera Guerra Mundial y el Imperio alemán. Éste fue seguido por la democracia y por la inestabilizada República de Weimar.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Los Reyes y Emperadores de Alemania

La relación entre el título de “rey” y “emperador” en el área que hoy es llamada Alemania es tan complicada como la historia y la estructura del Sacro Imperio Romano en sí misma. “Rey de Alemania” no significa necesariamente que el rey era referido como tal, aunque en cada caso fuera de jure y de facto el jefe sobre el territorio actualmente conocido como Alemania y de ahí los varios términos son prácticamente equivalentes.

El Reino de Alemania comenzó como la sección oriental del reino Franco, el cual fue separado por el Tratado de Verdún en 843. Los gobernantes de esa área se auto-denominaban rex Francorum, rey de los Francos, y más tarde solamente rex. Hasta 911 los reyes eran conocidos como “Reyes de Francia Este”. Más tarde el título fluctuaría entre “Rey de Alemania” y “Rey de los Germanos”. Esta referencia a los “Germanos”, indicando la urgencia de una nación germana de algún tipo, no apareció hasta el siglo XI, cuando el Papa se refirió a su enemigo Enrique IV como rex teutonicorum, rey de los Teutones, con el fin de estigmatizarlo como extranjero.


Estandarte del emperador (Imperator Romanorum Semper Augustus)

Los reyes reaccionaron usando el título rex Romanorum, rey de los Romanos, para enfatizar su gobierno universal incluso antes de convertirse en Emperador y referirse a su reclamo sobre Roma (aunque hoy en día ésta no se halla gobernada por ellos). Este título permaneció hasta el fin del imperio en 1806 (pero los reyes eran llamados reyes de Alemania, para mayor claridad).

El Reino de Alemania nunca fue enteramente hereditario; en su lugar, los ancestros eran solo uno de los factores que determinaban la sucesión de los reyes. El monarca era formalmente electo por la alta nobleza del reino, continuando la tradición de los francos.

En la Edad Media, el rey no asumía el título de “Emperador” hasta ser coronado por el Papa. Debía recibir además la Corona de Hierro de Lombardía, después de lo cual asumía el título de rex Italicum, rey de Italia. Luego de esto iría a Roma y sería coronado emperador por el Sumo Pontífice.

La coronación de Carlomagno

Maximiliano I fue el primer rey en portar el título de Emperador-Electo. Luego de su intento fallido de marchar a Roma y ser coronado por el Papa en 1508, se auto-proclamó Emperador-Electo con el consentimiento papal. Su sucesor Carlos V también asumió este título luego de su coronación en 1520 hasta que fue coronado por el pontífice en 1530. A partir de Fernando I, todos los emperadores eran meramente Emperadores-Electos, aunque eran referidos normalmente como Emperadores. Al mismo tiempo, los sucesores elegidos de los emperadores eran llamados Rey de los Romanos, si eran electos por el Colegio de Electores durante el reinado de su predecesor.

Desde Luis el Germánico en 843 hasta Guillermo II en 1918 cada gobernante de Alemania emparentaba con otro a través de matrimonios. Por eso las dinastías que se sucedían unas a otras estaban unidas por lazos de sangre en mayor o menor grado.

Las dinastías son:

  • Carolingios (843-911),
  • Conradinos (911-918),
  • Otones (919-1024),
  • Salios (1024-1125),
  • Supplinburger (1125-1137),
  • Hohenstaufen (1138-1208 y 1215-1254),
  • Güelfos (1208-1215),
  • Habsburgo (1273-1291/1298-1308 y 1438-1710),
  • Nassau (1292-1298),
  • Luxemburgo (1308-1313/1347-1400 y 1410-1437),
  • Wittelsbach (1314-1347/1400-1410 y 1742-1745),
  • Lorena (1745-1765),
  • Habsburgo-Lorena (1765-1806/1815-1849 y 1850-1866),
  • Bonaparte (1806-1813),
  • Hohenzollern (1849-1850 y 1867-1918).

Escudo del Sacro Imperio

Reino Franco Oriental, Reino de Germania, Sacro Imperio Romano Germánico

La construcción de un territorio imperial centrado en Alemania comienza a gestarse en 952, cuando el Rey de Germania (Francia oriental) Otón I sometió al rey de Italia (rex Langobardorum) Berenguer II, de modo que vinculó entre sí estas dos zonas territoriales, que se plasmaría definitivamente con su coronación imperial en 962.

No obstante, hay que diferenciar el título más efectivo de rey de Alemania, coronado en Aquisgrán (al que se añadía el de rey de Italia, que se coronaba en Pavía) del título más honorífico de Emperador, que se coronaba en Roma. En 1034, la nobleza del Reino de Borgoña prestó homenaje al emperador Conrado II, y de este modo se integró esta zona al ámbito territorial del Imperio.

A partir de Enrique IV como rex Romanorum, surgió la costumbre que el rey de Alemania y de sus territorios anexos (Italia y Borgoña), sería coronado como rey de romanos, lo que tenía la connotación de poder ser el aspirante a ser coronado como emperador de romanos.

Enrique IV en Canossa (1077 )
Los soberanos aquí listados son los reyes de la parte oriental del imperio franco, que surgió tras el Tratado de Verdún y que sería el núcleo de los reinos que constituyeron el territorio del Sacro Imperio Romano Germánico. Este territorio abarcaría actualmente Alemania, Austria, Suiza, República Checa, Eslovenia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, partes del este de Francia, el norte de Italia y el oeste de Polonia.

(Los emperadores se marcan en negrita, los reyes en letra común, los reyes rivales, anti-reyes y co-regentes menores en itálica)

DINASTIA CAROLINGIA

  • 843-876: Luis II el Germánico
  • 876-880: Carlomagno
  • 876-882: Luis III el Joven
  • 876-887: Carlos III el Gordo
  • 887-899: Arnulfo de Carintia
  • 900-911: Luis IV el Niño
DINASTIA CONRADINA

  • 911-918: Conrado I

Arnulfo de Carintia

SAJONES

  • 919-936: Enrique I
  • 919-921: Arnulfo de Baviera (rey rival)
  • 936-973: Otón I
  • 961-983: Otón II
  • 983-1002: Otón III
  • 1002-1024: Enrique II
SALIOS

  • 1024-1039: Conrado II
  • 1028-1056: Enrique III
  • 1054-1105: Enrique IV
  • 1077-1080: Rodolfo de Rheinfeld (rey rival)
  • 1081-1088: Herman de Salm (rey rival)
  • 1087-1101: Conrado
  • 1099-1125: Enrique V
DINASTIA SUPPLINBURGO

  • 1125-1137: Lotario III
DINASTIA HOHENSTAUFEN


Blasón de los Hohenstaufen

  • 1138-1152: Conrado III
  • 1147-1150: Enrique Berenguer
  • 1152-1190: Federico I Barbarroja
  • 1169-1197: Enrique VI
  • 1197: Federico II
  • 1198-1208: Felipe de Suabia
DINASTIA GÜELFA

  • 1198-1215: Otón IV
DINASTIA HOHENSTAUFEN (2)

  • 1212-1250: Federico II
  • 1220-1235: Enrique de Suabia
  • 1237-1254: Conrado IV
  • 1246-1247: Enrique Raspe (anti-rey)
  • 1247-1256: Guillermo de Holanda (anti-rey)
DINASTIA PLANTAGENET

  • 1257-1272: Ricardo de Cornualles
  • 1257-1275: Alfonso de Castilla (rey rival)
DINASTIA HABSBURGO

  • 1273-1291: Rodolfo I
DINASTIA NASSAU

  • 1292-1298: Adolfo de Nassau
Adolfo de Nassau

DINASTIA HABSBURGO
  • 1298-1308: Alberto I
DINASTIA LUXEMBURGO

  • 1308-1313: Enrique VII

DINASTIA WITTELSBACH

  • 1314-1347: Luis IV
  • 1314-1322 y 1325-1330: Federico de Habsburgo (anti-rey)
DINASTIA LUXEMBURGO

  • 1346-1378: Carlos IV
  • 1349-1349: Günther de Schwarzburg (anti-rey)
  • 1376-1400: Wenceslao
DINASTIA WITTELSBACH

  • 1400-1410: Roberto de Palatinado
DINASTIA LUXEMBURGO

  • 1411-1437: Segismundo
  • 1410-1411: Jobst de Moravia (anti-rey)
Segismundo de Luxemburgo

DINASTIA HABSBURGO

  • 1438-1439: Alberto II
  • 1440-1493: Federico III
  • 1486-1519: Maximiliano I
  • 1519-1556: Carlos V
  • 1558-1564: Fernando I
  • 1564-1576: Maximiliano II
  • 1576-1612: Rodolfo II
  • 1612-1619: Matías
  • 1619-1637: Fernando II
  • 1637-1657: Fernando III
  • 1653-1654: Fernando IV
  • 1658-1705: Leopoldo I
  • 1705-1711: José I
  • 1711-1740: Carlos VI
DINASTIA WITTELSBACH
  • 1742-1745: Carlos VII
DINASTIA LORENA
  • 1745-1765: Francisco I
DINASTIA HABSBURGO-LORENA

  • 1765-1790: José II
  • 1790-1792: Leopoldo II
  • 1792- 1806: Francisco II

El último Sacro Emperador Romano, Francisco de Habsburgo-Lorena, se encuentra con Napoleón luego de la batalla de Austerlitz (1805)


Confederación del Rin 1806-1813

  • 1806 a 1813: Napoleón I, Emperador de Francia, Protector de la Confederación del Rin (Dinastía Bonaparte)
Confederación Germánica 1815-1866
  • 1815-1835: Francisco I, Emperador de Austria, Presidente de la Confederación Germánica
  • 1835-1848: Fernando I, Emperador de Austria, Presidente de la Confederación Germánica
  • 1849: Federico Guillermo IV, Rey de Prusia, se le ofreció el título de Emperador de los Alemanes por el Parlamento de Fráncfort, pero lo rechazó.
  • 1850-1866: Francisco José, Emperador de Austria, Presidente de la Confederación Germánica
Federación Alemana del Norte (1867-1871)
  • 1867-1871: Guillermo I, Rey de Prusia, Presidente de la Federación Alemana del Norte
Imperio Alemán (1871-1918)

  • 1871-1888: Guillermo I, Emperador de Alemania, Rey de Prusia
  • 1888: Federico III, Emperador de Alemania, Rey de Prusia
  • 1888-1918: Guillermo II, Emperador de Alemania, Rey de Prusia

Estandarte del Emperador Alemán


Margraves de Brandeburgo y Reyes de Prusia (1134-1888)

Dinastía Ascania. Margraves de Brandeburgo
  • 1134-1170: Alberto I
  • 1170-1184: Otón I
  • 1184-1205: Otón II
  • 1205-1220: Alberto II
  • 1220-1266: Juan I (asociado con Otón III)
  • 1220-1267: Otón III
  • 1267-1308: Otón IV
  • 1308-1319: Waldemar
Dinastía Wittelsbach. Margraves Electores de Brandeburgo
  • 1322-1324: Luis (Emperador Romano-Germánico)
  • 1324-1351: Luis I (Luis V de Baviera)
  • 1351-1365: Luis II el Romano
  • 1365-1373: Otón V
Dinastía de Luxemburgo. Margraves Electores de Brandeburgo

  • 1373-1378: Carlos IV
  • 1373-1378: Wenceslao (asociado con Carlos IV)
  • 1378-1397: Segismundo (1ª vez)
  • 1397-1411: Jobs
  • 1411-1417: Segismundo (2ª vez)

Escudo de armas del Margraviato de Brandeburgo

Dinastía de Hohenzollern. Margraves Electores de Brandeburgo
  • 1417-1426: Federico I
  • 1426-1440: Juan
  • 1440-1470: Federico II
  • 1470-1486: Alberto III
  • 1486-1499: Juan Cicero
  • 1499-1535: Joaquín I
  • 1535-1571: Joaquín II
  • 1571-1598: Juan Jorge I
  • 1598 a 1608: Joaquín Federico I
Dinastía de Hohenzollern. Margraves Electores de Brandeburgo y Duques de Prusia
  • 1608-1619: Juan-Segismundo I
  • 1619-1640: Jorge-Guillermo I
  • 1640-1688: Federico-Guillermo I el Gran Elector
  • 1688-1713: Federico III
Dinastía de Hohenzollern. Reyes de Prusia

  • 1701-1713: Federico I
  • 1713-1740: Federico Guillermo I
  • 1740-1786: Federico II el Grande
  • 1786-1797: Federico Guillermo II
  • 1797-1840: Federico Guillermo III
  • 1840-1861: Federico Guillermo IV
  • 1861-1888: Guillermo I
Escudo de armas de los Reyes de Prusia