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jueves, 18 de noviembre de 2010

Las joyas imperiales

Las Joyas del Reich (en alemán: Reichskleinodien), llamadas también Insignias Imperiales (Reichsinsignien) o Tesoro Imperial (Reichsschatz) son las joyas de los soberanos de los pueblos germánicos y emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico. Este tesoro incluye la Corona Imperial, la Lanza Sagrada y la Espada Imperial como las piezas más importantes, pero también posee las únicas coronas de la Edad Media que permanecen casi completamente intactas. En la actualidad se hallan en el Schatzkammer del Palacio Imperial de Hofburg de Viena.


Insignia imperialia


Durante la Baja Edad Media, la palabra Insignia Imperial (Reichskleinodien) había tenido muchas variaciones en la lengua latina. Las insignias fueron nombradas, en latín, insignia imperialia, regalia insignias, insignias imperalis capellae quae regalia dicuntur y otras expresiones similares.

El Emperador Segismundo con todas las insignias imperiales (siglo XV)


Sin embargo, hasta la Alta Edad Media, el concepto de Imperio resulta inadecuado, ya que, la idea “imperial” en relación con las joyas sería posterior. Los nombres dados a cada objeto ligados al sustantivo imperial son debido al inventario del Castillo de Trifels que se redactó a partir del año 1246 donde está presente de nuevo el término Keizer. Además, la existencia del tesoro imperial de la época de Carlos IV no era estable. Las piezas se añadían, cambiaban o se reponían unas por otras. Sin embargo la historiografía añade a las joyas o tesoro el término "Imperial" por razones prácticas.


La Corona Imperial

Las insignias se componen de dos grupos diferentes. El mayor es el formado por los llamados Nürnberger Kleinodien (traducido aproximadamente como joyas de Nuremberg), nombrados así por la ciudad de Nuremberg, donde las insignias se mantuvieron desde 1424 hasta 1796. Esta parte consta de la Corona Imperial, partes de la vestimenta de coronación, el Orbe Imperial (un globus cruciger), el Cetro Imperial, la Espada Imperial, la Espada Ceremonial, la Cruz Imperial, la Santa Lanza y todos los otros relicarios excepto la Bolsa de San Esteban.


El Orbe Imperial


La Bolsa de San Esteban (Stephansbursa), la Biblia Imperial (Reichsevangeliar o Krönungsevangeliar) y el llamado Sable de Carlomagno (Säbel Karl des Großen) se mantuvieron en Aquisgrán hasta 1794. Es por eso que el grupo menor se llama Aachener Kleinodien (joyas de Aquisgrán). No se sabe desde cuándo esta parte se ha incluido entre las insignias imperiales, ni cuánto tiempo fueron mantenidas en Aquisgrán.


La Biblia Imperial


Insignias de Nuremberg (Nürnberger Kleinodien)

  • Corona Imperial (Reichskrone)
  • Cruz Imperial (Reichskreuz)
  • Lanza Sagrada (Heilige Lanze)
  • Reliquias de la Vera Cruz (Kreuzpartikel)
  • Espada Imperial (Reichsschwert)
  • Orbe Imperial (Reichsapfel)
  • Manto de la Coronación (Krönungsmantel) (pluviale)
  • Alba
  • Dalmática (Tunicella)
  • Medias
  • Zapatos
La Santa Lanza

  • Guantes
  • Espada Ceremonial (Zeremonienschwert)
  • Estola (Stola)
  • Dalmática del águila (Adlerdalmatica)
  • Cetro imperial (Zepter)
  • Hisopo
  • Relicario con cadenas
  • Relicario con un pedazo de vestido de Juan el Bautista
  • Relicario con un afeitado de la cuna de Cristo
  • Relicario con un hueso del brazo de Santa Ana
  • Relicario con un diente de Juan el Bautista
  • Estuche (Futteral) de la Corona Imperial
  • Relicario con un trozo del mantel usado durante la Última Cena
La Corona del emperador Carlos VII


El inventario de las insignias durante la Baja Edad Media normalmente consistía sólo de cinco a seis ítems. Goffredo da Viterbo cuenta los siguientes elementos: la Cruz Imperial, la Santa Lanza, la corona, el cetro, el orbe y la espada.En otras listas, sin embargo, la espada no es mencionada. Es difícil de definir por cuánto tiempo las Espadas Imperial y Ceremonial han pertenecido a las insignias.


La Espada Imperial


Que las crónicas medievales realmente se refieran a las mismas insignias que se mantienen en Viena hoy depende de una variedad de factores. Las descripciones de los emperadores sólo hablaban de ellos como "vestidos con insignias imperiales", sin describir exactamente qué elementos eran.

La corona sólo se puede datar en el siglo XIII, cuando es descripta en un poema medieval. El poema habla de la piedra Waise, que era una joya grande y prominente en las coronas. La primera imagen pictórica definida de ella sólo se puede encontrarse más adelante en un mural en el Castillo de Karlstein, cerca de Praga.


La entrada al Schweizerhof (Patio de los Suizos), en el Palacio de Hofburg, Viena, que alberga el Tesoro imperial


martes, 16 de noviembre de 2010

Cuatro dinastías medievales

LOS OTONIANOS

La Dinastía Sajona u Otoniana fue una familia noble de Alemania (Germania) durante los siglos IX–XI, algunos de cuyos miembros fueron reyes de Alemania y Emperadores del Sacro Imperio. Su nombre deriva de su origen familiar, al ser descendientes del caudillo sajón Widukindo y originarse en las tierras de Sajonia. También se le llama “Otoniana" dado que Otón es el nombre del primer emperador de la dinastía. Los gobernantes Otonianos son considerados la primera dinastía del Sacro Imperio Romano, directos sucesores de los Francos y de Carlomagno.


Alemania y el Sacro Imperio


Aunque nunca fue emperador, Enrique I el Pajarero, duque de Sajonia, fue posiblemente el fundador de esta dinastía imperial, a partir del momento que su elección como rey de Alemania hizo posible que su hijo, Otón el Grande tomara el imperium. Desde Otón I la mayoría de los reyes germanos fueron coronados también Emperadores del Sacro Imperio Romano.


Otón I el Grande (962-973), confirma al Papa Juan XII las donaciones de sus predecesores y regresa a la Santa Sede los territorios previamente ocupados por Berengario II


Bajo el reinado de los gobernantes otonianos, el reino de los Francos orientales finalmente se convirtió en Alemania con la unificación de los ducados de Lorena, Sajonia, Franconia, Suabia, Turingia y Baviera en un solo imperio.También la unión de Alemania con el Sacro Imperio Romano, que dominó la historia alemana hasta 1806, se inició con la coronación de Otón I en Roma en 962.

Pero la proyectada restauración del Imperio Romano fracasó ya bajo Otón III. Después de la extinción de esta dinastía con la muerte de Enrique II, hijo del anterior, la corona pasó en 1024 a la dinastía Salia. Luitgard, hija del emperador Otón I se había casado con el duque Salio Conrado el Rojo de Lorena. Su bisnieto fue Conrado II, emperador del Sacro Imperio Romano.


Bustos de Enrique el Pajarero, su hijo Otón el Grande y el Emperador Conrado II

Duques de Sajonia

  • Ludolfo (¿843–866?), Duque de los sajones orientales.
  • Bruno (¿866?–880), Duque de los sajones orientales; es posible que fuera también duque de toda Sajonia.
  • Otón I el Ilustre (880–912).
  • Enrique I el Pajarero (912–936), Rey de Alemania (Rey de los francos orientales).
  • Otón II (936–961), Otón I, Rey de Alemania (936–973), Emperador (962–973).
Reyes y Emperadores de Alemania

  • Enrique I el Pajarero, Rey de Alemania (Rey de los francos orientales, no coronado emperador) (919–936).
  • Otón I el Grande, Rey de Alemania 936–973, Emperador (962–973).
  • Otón II, Rey de Alemania 961–983, Emperador (967–983).
  • Otón III, Rey de Alemania 983–1002, Emperador (996–1002).
  • Enrique II, Rey de Alemania 1002–1014, Emperador (1014–1024).

Cruz de Otón y Matilde

Duques de Baviera

  • Enrique I (947–955) (hermano del emperador Otón I).
  • Enrique II (955–976, 985–995).
  • Otón I, sobrino del emperador Otón II, Duque de Baviera (976–982), Duque de Suabia (973–982).
  • Enrique IV, hijo de Enrique II de Baviera, Duque de Baviera (995–1004 y 1009–1017), Rey de Alemania (1002–1014), Emperador (1014–1024).

Duques de Suabia

  • Ludolfo de Suabia (950–954), hijo del emperador Otón I y de su primera esposa Judith de Wessex.
  • Otón I, sobrino del emperador Otón II e hijo del precedente, Duque de Suabia (973–982), Duque de Baviera (976–982).
El emperador Otón I y su familia en actitud orante (marfil del siglo X)


LOS SALIOS

La Dinastía Salia tuvo a cuatro de sus miembros como Reyes de Alemania, los cuales también fueron coronados como Emperadores. Es también conocida como “Dinastía Francona” según su origen familiar y su papel como gobernantes del Ducado de Franconia.

Después de la muerte del último emperador (Enrique II) de la Dinastía Sajona, Conrado II fue primero elegido Rey de los Romanos en 1024 y, tres años después (el 26 de marzo de 1027), fue coronado Emperador. Conrado era el único hijo de Enrique de Espira, Conde de Worms y de Adelaida de Metz, territorios a ambos lados del Rin incluidos dentro de las fronteras de lo que en aquella época era Franconia.

Los cuatro reyes salios de la dinastía —Conrado II, Enrique III el Negro, Enrique IV, y Enrique V— gobernaron el Sacro Imperio desde 1027 hasta 1125, estableciéndolo firmemente como la mayor potencia europea de la época. Su principal logro fue el desarrollo de una estructura administrativa permanente para su imperio, basada en el ascenso de una clase social de funcionarios públicos que solo respondían ante la corona.

Conrado II

Gobierno en el Sacro Imperio

Una de las razones del éxito de los primeros Emperadores Salios fue su alianza con la Iglesia, una política que empezó con el Duque de Carintia Otón I, y que les dio el apoyo material y espiritual para someter a los duques rebeldes del Sacro Imperio. Con el tiempo, sin embargo, la Iglesia de Roma llegó a lamentar esta relación política tan próxima. La relación se rompió en la crisis de 1075, durante la Querella de las Investiduras, es decir, la lucha del Papa reformista Gregorio VII, quien exigió al Emperador Enrique IV la renuncia de sus derechos espirituales (de un príncipe laico) sobre la Iglesia en sus dominios, bajo pena de excomunión.


El Papa atacó también el concepto de monarquía de derecho divino en el Sacro Imperio y obtuvo el apoyo de significativos miembros de la nobleza alemana e italiana, interesados en limitar el poder absoluto del Emperador. Más importante todavía, Gregorio VII prohibió a los cargos eclesiásticos del Imperio, bajo pena de excomunión, seguir apoyando al Enrique IV tal y como habían hecho en el pasado. Al final, y para congraciarse con el Papa, Enrique caminó (atravesando los Alpes descalzo) hasta el Castillo de Canossa (situado en la Emilia, región al norte de Italia) para hacer penitencia y recibir la absolución de sus pecados por el Papa. Sin embargo, de vuelta en Alemania, el emperador volvió a sus prácticas sobre las investiduras seglares (el nombramiento de cargos eclesiásticos en manos de autoridades civiles) y apoyó la elección de un antipapa.

Enrique IV en Canossa


La lucha del monarca alemán con el Papado acabó en una guerra que se desarrolló en todo el Sacro Imperio desde 1077 hasta el acuerdo logrado en el Concordato de Worms, en 1122. Este acuerdo estipulaba que era el Papa quien nombraba los altos cargos de la Iglesia, pero dio al rey alemán el derecho de veto sobre las elecciones papales. El control de Italia por parte del Sacro Imperio se perdió durante un tiempo, y la corona imperial llegó a depender del apoyo que recibía de distintas facciones aristocráticas enfrentadas.

El primer rey Hohenstaufen Conrado III era nieto del emperador salio Enrique IV: su madre fue la heredera de los territorios de la dinastía Salia, Inés de Suabia, hija de Enrique IV y hermana de Enrique V, quien se casó primero con el fundador de la dinastía imperial y real Hohenstaufen. Inés se casó en 1106 en segundas nupcias con Leopoldo III, marqués de Austria y santo de la Iglesia Católica, y sus altas conexiones con la dinastía reinante elevaron a Austria a Ducado, gracia concedida en el Privilegium Minus.

Los emperadores Salios
  • Conrado II, emperador en 1027
  • Enrique III, emperador en 1046
  • Enrique IV, emperador en 1084
  • Enrique V, emperador en 1111

Monograma de Enrique III

CASA DE WELF

La Casa de Welf, o antigua Casa de Baviera (llamada también en español de los Güelfos) es una dinastía europea a la que han pertenecido varios monarcas alemanes y británicos desde el siglo XI hasta el siglo XX.

La Casa de Welf es la rama más antigua de la Casa de Este, una dinastía cuyos miembros más antiguos conocidos vivieron en Lombardía en el siglo IX. Por esta razón, muchas veces es llamada de Welf-Este. El primer miembro destacado de esta rama fue Güelfo IV, quien heredó las propiedades de la Antigua Casa de Welf cuando su tío materno Güelfo, duque de Carintia murió en 1055. En 1070, Güelfo IV se convirtió en duque de Baviera.


Armas de Este


Güelfo IV contrajo matrimonio con la condesa Matilde de Toscana, que murió sin hijos, dejando a su viudo todos sus dominios, entre ellos Toscana, Ferrara, Módena, Mantua y Reggio, que tendría un importante papel en la Querella de las investiduras. Puesto que los Welfos tomaron partido por el Papa en esta ocasión, los partidarios del Papa pasaron a ser conocidos en Italia como "güelfos".

Enrique IX el Negro, duque de Baviera entre 1120 y 1126, fue el primero de los tres duques de la dinastía Güelfa que llevaban el mismo nombre. Su hijo, Enrique el Orgulloso, duque de Baviera y también de Sajonia, rivalizó con Conrado III de los Hohenstaufen para obtener el trono del Sacro Imperio Romano Germánico. No logró salir elegido, sin embargo, ya que era temido por el resto de los príncipes, y fue desposeído de sus ducados por Conrado III.

Otón IV

Enrique el León recuperó los dos ducados de su padre: Sajonia en 1142 y Baviera en 1156. En 1158 se casó con Matilda (1156–1189), hija de Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania y, por tanto, hermana de Ricardo Corazón de León. Desposeído de sus ducados tras la batalla de Legnano en 1176 por el emperador Federico I Barbarroja, y reclamados sus territorios por otros príncipes del Imperio, en 1180 se exilió en la corte de su suegro Enrique II en Normandía. Regresó a Alemania tres años donde murió en 1195.

Su hijo Otón fue elegido rey y coronado como Sacro Emperador con el nombre de Otón IV. Fue el único monarca de la dinastía, siendo depuesto en 1215. Su nieto Otón el Niño se convirtió en 1235 en duque de una parte de Sajonia, el nuevo Ducado de Brünswick-Lüneburg y murió allí en 1252. Los Welf de Brunswick-Lüneburg continuaron gobernando en Hannover hasta la derrota de Jorge V de Hannover, aliado de Austria en la Guerra Austro-Prusiana en 1866 hasta ser destronado.

En 1692, el jefe de una de las ramas menores de la familia, los Calenberg, fue elevado al estatus de elector imperial y se convirtió en elector de Hannover. Su hijo, Jorge Luis, heredó el trono británico en 1714 y miembros de esta dinastía gobernaron el Reino Unido hasta la muerte de la reina Victoria en 1901: allí fueron conocidos como Casa de Hannover.


Armas del emperador Otón IV

Hannover mismo se convirtió en reino en 1814, pero fue anexado por Prusia luego de la Guerra Austro-Prusiana. La línea mayor de la dinastía gobernó el ducado, mucho más pequeño, de Brünswick-Wolfenbüttel. Esta línea se extinguió en 1884.

La Casa de Welf continúa existiendo. Su jefe actual, llamado, como muchos de sus antepasados, Ernesto Augusto, es más conocido por ser el tercer y actual marido de Carolina de Mónaco.


CASA DE LUXEMBURGO

La Casa de Luxemburgo fue una familia noble luxemburguesa que reinó en el Sacro Imperio Romano subiendo al trono imperial a tres de sus miembros: Enrique VII, Carlos IV y Segismundo I. En 1308 Enrique, Conde de Luxemburgo, se convirtió en Emperador y su hijo, Juan de Luxemburgo, recibió poco tiempo después la corona de Bohemia.

Armas de la Casa de Luxemburgo


La jefatura de la dinastía al Sacro Imperio fue interrumpida dos veces por los Wittelsbach. Con la muerte del emperador Segismundo, la dinastía capituló y fue sucedida por los Habsburgo. Agnáticamente la Casa sería una rama de la dinastía Ardennes-Verdún, que durante el siglo XI dominaba la Lorena francesa. Sus miembros más destacados fueron:
  • Enrique VII (1275–1313). Rey de los Romanos, Emperador del Sacro Imperio.
  • Juan I (1296–1346). Hijo del anterior. Rey de Bohemia.
  • Carlos IV (1316–1378). Hijo del anterior. Emperador del Sacro Imperio. Rey de Bohemia.
  • Wenceslao IV (1361–1419). Hijo del anterior. Rey de Bohemia, Rey de los Romanos.
  • Segismundo I (1368–1437). Hermano del anterior. Emperador del Sacro Imperio. Rey de Bohemia y de Hungría.
  • Isabel II de Bohemia (1409-1442). Hija del anterior, Emperatriz consorte y reina de Hungría y Bohemia como esposa de Alberto V de Austria. Fue quien llevó la mayor porción de la herencia de Luxemburgo a los Habsburgo y los Jagellon.
El emperador Carlos IV y su hijo Wenceslao entran a la Villa de París (1378)

domingo, 14 de noviembre de 2010

Sacrum Romanum Imperium

El Sacro Imperio Romano (en alemán: Heiliges Römisches Reich; en latín: Sacrum Romanum Imperium) fue la unión política de un conglomerado de estados de Europa Central, que se mantuvo desde la Edad Media hasta inicios de la Edad Contemporánea.

Formado en 962, tiene sus orígenes en la parte oriental de las tres en que se dividió el imperio carolingio. Desde entonces, el Sacro Imperio se mantuvo como la entidad predominante en Europa central durante casi un milenio y hasta su disolución en 1806 por Francisco II.


Mapa del Sacro Imperio en el siglo X



En tiempos del emperador Carlos V (28 de junio de 1519), además de los territorios alemanes y de Holstein y Prusia, que con Riga llegaba hasta el golfo de Finlandia, el Sacro Imperio comprendía Bohemia, Moravia y Silesia, alcanzando con Carniola las costas del Adriático. Por el oeste, pertenecían a él el condado libre de Borgoña (Franco-Condado) y Saboya, a los que se sumaban Génova, Lombardía y Toscana en tierras italianas. También estaban integrados en el Imperio la mayor parte de los Países Bajos, con la excepción del Artois y Flandes, al oeste del Escalda. Partiendo del norte de los Alpes, llevaba todo un mes atravesar el territorio imperial en sentido norte-sur o este-oeste.

La denominación del Sacro Imperio varió enormemente a lo largo de los siglos. En 1034 se utilizaba la fórmula Imperio romano para referirse a las tierras bajo dominio de Conrado II, y no fue hasta 1157, durante el reinado de Federico I Barbarroja, que se empezó a usar el término Sacro Imperio. Por otro lado, el uso del término Emperador Romano hacía referencia a los gobernadores de las tierras europeas del norte y comenzó a emplearse con Otón II el Sanguinario (emperador entre 973 y 983). Los emperadores anteriores, desde Carlomagno (muerto en 814) hasta Otón I el Grande (emperador entre 962 y 973), habían utilizado simplemente el título de Imperator Augustus ("Emperador Augusto"). El término Sacro Imperio Romano comienza a ser usado a partir de 1254.



Corona imperial del Rey de los Romanos



Idiosincrasia

El Sacro Imperio fue una institución única en la historia mundial y es por ello que la forma más sencilla de entenderlo sea quizás mostrando sus diferencias respecto a otras entidades más comunes.

Nunca tuvo vocación de convertirse en Estado nación, solo buscó integrar naciones en un solo concepto sagrado de naciones renacentistas con bases católicas cristiano-romanas y un propósito común, a pesar del carácter germánico de la mayor parte de sus gobernantes y habitantes. Desde sus inicios, el Sacro Imperio estuvo constituido por diversos pueblos, y una parte sustancial de su nobleza y cargos electos procedía de fuera de la comunidad germano-hablante.

En su apogeo, el Imperio englobaba la mayor parte de las actuales Alemania, Austria, Suiza, Liechtenstein, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, República Checa y Eslovenia, así como el este de Francia, norte de Italia y oeste de Polonia. Y con ellos sus idiomas, que comprendían multitud de dialectos y variantes de lo que formarían el alemán, el italiano y el francés, además de las lenguas eslavas. Por otro lado, su división en numerosos territorios gobernados por príncipes seculares y eclesiásticos, obispos, condes, caballeros imperiales y ciudades libres hacían de él, al menos en la época moderna, un territorio mucho menos cohesionado que los emergentes Estados modernos que tenía a su alrededor.

Cristo corona a Enrique II el Santo y Cunegunda de Luxemburgo, acompañados por San Pedro y San Pablo ante representantes de Roma, Galia y Germania

A diferencia de las confederaciones, el concepto de Imperio no sólo implicaba el gobierno de un territorio específico, sino que tenía fuertes connotaciones religiosas (de ahí el prefijo sacro), y durante mucho tiempo mantuvo un fuerte ascendiente sobre otros gobernantes del orbe cristiano. Hasta 1508, los reyes alemanes no eran considerados como emperadores hasta que el Papa los hubiese coronado formalmente como tales.


La estructura

Desde la Alta Edad Media, el Sacro Imperio se caracterizó por una peculiar coexistencia entre emperador y poderes locales. A diferencia de los gobernantes de la Francia Occidentalis, que más tarde se convertiría en Francia, el emperador nunca obtuvo el control directo sobre los Estados que oficialmente regentaba. De hecho, desde sus inicios se vio obligado a ceder más y más poderes a los duques y sus territorios. Dicho proceso empezaría en el siglo XII, concluyendo en gran medida con la paz de Westfalia (1648).

Oficialmente, el Imperio o Reich se componía del rey, que había de ser coronado emperador por el Papa (hasta 1508), y los Reichsstände (Estados imperiales).

Las Crónicas de Nuremberg. Estructura organizacional del Sacro Imperio

El Rey

La coronación papal de Carlomagno como emperador de los romanos en 800 constituyó el ejemplo que siguieron los posteriores reyes, y fue la actuación de Carlomagno defendiendo al Papa frente a la rebelión de los habitantes de Roma, lo que inició la noción del emperador como protector de la iglesia.

Convertirse en emperador requería acceder previamente al título de Rey de los Germanos (Deutscher König). Desde tiempos inmemoriales, los reyes alemanes habían sido designados por elección. En el siglo IX era elegido entre los líderes de las cinco tribus más importantes (francos, sajones, bávaros, suabos y turingios), posteriormente entre los duques laicos y religiosos del reino, reduciéndose finalmente a los llamados Kurfürsten (príncipes electores). Finalmente, el colegio de electores quedó establecido mediante la Bula de Oro (1356). Inicialmente había siete electores, pero su número fue variando ligeramente a través de los siglos.

Hasta 1508, los recién elegidos reyes debían trasladarse a Roma para ser coronados emperadores por el Papa. No obstante, el proceso solía demorarse hasta la resolución de algunos conflictos "crónicos": imponerse en el inestable norte de Italia, resolver disputas pendientes con el patriarca romano, etc.


Rodolfo I de Habsburgo, Rey de Alemania (1218-1291). Vitral de la capilla de San Gerónimo, Olomouc, República Checa.


Las tareas habituales de un soberano, como decretar normas o gobernar autónomamente el territorio, fueron siempre, en el caso del emperador, sumamente complejas. Su poder estaba fuertemente restringido por los diversos líderes locales.


Los Estados imperiales

Una entidad era considerada como un Reichsstand (Estado imperial) si, conforme a las leyes feudales, no tenía más autoridad por encima que la del emperador del Sacro Imperio. Entre dichos Estados se contaban:

  • Territorios gobernados por un príncipe o duque, y en algunos casos reyes (A los gobernadores del Sacro Imperio, con la excepción de la corona de Bohemia, no se les permitía ser reyes de territorios dentro del Imperio, pero algunos gobernaron reinos fuera del mismo, como ocurrió durante algún tiempo con el reino de la Gran Bretaña, cuyo rey era también Príncipe elector de Hannover).

  • Territorios eclesiásticos dirigidos por un obispo o príncipe-obispo. En el primer caso, el territorio era con frecuencia idéntico al de la diócesis, recayendo en el obispo tanto los poderes mundanos como los eclesiásticos. Un ejemplo, entre muchos otros, podría ser el de Osnabrück. Por su parte, un príncipe-obispo de notable importancia en el Sacro Imperio fue el obispo de Maguncia, cuya sede episcopal se encontraba en la catedral de esa ciudad.

  • Ciudades imperiales libres
El número de territorios era increíblemente grande, llegando a varios centenares en tiempos de la Paz de Westfalia, no sobrepasando la extensión de muchos de ellos unos pocos kilómetros cuadrados. El Imperio en una definición afortunada era descrito como una "alfombra hecha de retales" (Flickenteppich).



Mapa del Imperio con la división en círcunscripciones de 1512

El Reichstag

El Reichstag o Dieta era el órgano legislativo del Sacro Imperio, establecida desde finales del siglo XV. Era una complicada asamblea que se reunía a petición del emperador, sin una periodicidad establecida y en cada ocasión en una nueva sede. En 1663, el Reichstag se transformó en una asamblea permanente.

Se dividía a fines del s. XVIII (1777-1797) en el Consejo de los electores, que incluía a los 8 electores del Sacro Imperio; el Consejo de los príncipes, que incluía tanto a laicos (91 aristócratas con títulos de Príncipe, Gran Duque, Duque, Conde Palatino, Margrave o Landgrave y los colegios de Renania, Suabia, Franconia y Westfalia que agrupaban a unos 100 Condes (Grafen) y Señores (Herren)) como a eclesiásticos (arzobispos, algunos abades y los dos grandes maestres de la orden de los Caballeros Teutones y de los Caballeros Hospitalarios. Unos 40 abades y prelados más estaban agrupados en dos colegios: Suabia y Renania) y, por último, el Consejo de las 51 ciudades imperiales, que incluía representantes de ellas agrupados en los colegios de Suabia y Renania.

Matthäus Lang von Wellenburg (1469-1540), Cardenal y Príncipe-Arzobispo de Salzburgo y el más prominente eclesiástico del Consejo de los Príncipes


El Imperio también contaba con dos cortes: el Reichshofrat (también conocido como Consejo Áulico) en la corte del rey/emperador (con posterioridad asentada en Viena), y la Reichskammergericht, Cámara de la corte imperial, establecida mediante la Reforma imperial de 1495.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Los Reyes y Emperadores de Alemania

La relación entre el título de “rey” y “emperador” en el área que hoy es llamada Alemania es tan complicada como la historia y la estructura del Sacro Imperio Romano en sí misma. “Rey de Alemania” no significa necesariamente que el rey era referido como tal, aunque en cada caso fuera de jure y de facto el jefe sobre el territorio actualmente conocido como Alemania y de ahí los varios términos son prácticamente equivalentes.

El Reino de Alemania comenzó como la sección oriental del reino Franco, el cual fue separado por el Tratado de Verdún en 843. Los gobernantes de esa área se auto-denominaban rex Francorum, rey de los Francos, y más tarde solamente rex. Hasta 911 los reyes eran conocidos como “Reyes de Francia Este”. Más tarde el título fluctuaría entre “Rey de Alemania” y “Rey de los Germanos”. Esta referencia a los “Germanos”, indicando la urgencia de una nación germana de algún tipo, no apareció hasta el siglo XI, cuando el Papa se refirió a su enemigo Enrique IV como rex teutonicorum, rey de los Teutones, con el fin de estigmatizarlo como extranjero.


Estandarte del emperador (Imperator Romanorum Semper Augustus)

Los reyes reaccionaron usando el título rex Romanorum, rey de los Romanos, para enfatizar su gobierno universal incluso antes de convertirse en Emperador y referirse a su reclamo sobre Roma (aunque hoy en día ésta no se halla gobernada por ellos). Este título permaneció hasta el fin del imperio en 1806 (pero los reyes eran llamados reyes de Alemania, para mayor claridad).

El Reino de Alemania nunca fue enteramente hereditario; en su lugar, los ancestros eran solo uno de los factores que determinaban la sucesión de los reyes. El monarca era formalmente electo por la alta nobleza del reino, continuando la tradición de los francos.

En la Edad Media, el rey no asumía el título de “Emperador” hasta ser coronado por el Papa. Debía recibir además la Corona de Hierro de Lombardía, después de lo cual asumía el título de rex Italicum, rey de Italia. Luego de esto iría a Roma y sería coronado emperador por el Sumo Pontífice.

La coronación de Carlomagno

Maximiliano I fue el primer rey en portar el título de Emperador-Electo. Luego de su intento fallido de marchar a Roma y ser coronado por el Papa en 1508, se auto-proclamó Emperador-Electo con el consentimiento papal. Su sucesor Carlos V también asumió este título luego de su coronación en 1520 hasta que fue coronado por el pontífice en 1530. A partir de Fernando I, todos los emperadores eran meramente Emperadores-Electos, aunque eran referidos normalmente como Emperadores. Al mismo tiempo, los sucesores elegidos de los emperadores eran llamados Rey de los Romanos, si eran electos por el Colegio de Electores durante el reinado de su predecesor.

Desde Luis el Germánico en 843 hasta Guillermo II en 1918 cada gobernante de Alemania emparentaba con otro a través de matrimonios. Por eso las dinastías que se sucedían unas a otras estaban unidas por lazos de sangre en mayor o menor grado.

Las dinastías son:

  • Carolingios (843-911),
  • Conradinos (911-918),
  • Otones (919-1024),
  • Salios (1024-1125),
  • Supplinburger (1125-1137),
  • Hohenstaufen (1138-1208 y 1215-1254),
  • Güelfos (1208-1215),
  • Habsburgo (1273-1291/1298-1308 y 1438-1710),
  • Nassau (1292-1298),
  • Luxemburgo (1308-1313/1347-1400 y 1410-1437),
  • Wittelsbach (1314-1347/1400-1410 y 1742-1745),
  • Lorena (1745-1765),
  • Habsburgo-Lorena (1765-1806/1815-1849 y 1850-1866),
  • Bonaparte (1806-1813),
  • Hohenzollern (1849-1850 y 1867-1918).

Escudo del Sacro Imperio

Reino Franco Oriental, Reino de Germania, Sacro Imperio Romano Germánico

La construcción de un territorio imperial centrado en Alemania comienza a gestarse en 952, cuando el Rey de Germania (Francia oriental) Otón I sometió al rey de Italia (rex Langobardorum) Berenguer II, de modo que vinculó entre sí estas dos zonas territoriales, que se plasmaría definitivamente con su coronación imperial en 962.

No obstante, hay que diferenciar el título más efectivo de rey de Alemania, coronado en Aquisgrán (al que se añadía el de rey de Italia, que se coronaba en Pavía) del título más honorífico de Emperador, que se coronaba en Roma. En 1034, la nobleza del Reino de Borgoña prestó homenaje al emperador Conrado II, y de este modo se integró esta zona al ámbito territorial del Imperio.

A partir de Enrique IV como rex Romanorum, surgió la costumbre que el rey de Alemania y de sus territorios anexos (Italia y Borgoña), sería coronado como rey de romanos, lo que tenía la connotación de poder ser el aspirante a ser coronado como emperador de romanos.

Enrique IV en Canossa (1077 )
Los soberanos aquí listados son los reyes de la parte oriental del imperio franco, que surgió tras el Tratado de Verdún y que sería el núcleo de los reinos que constituyeron el territorio del Sacro Imperio Romano Germánico. Este territorio abarcaría actualmente Alemania, Austria, Suiza, República Checa, Eslovenia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, partes del este de Francia, el norte de Italia y el oeste de Polonia.

(Los emperadores se marcan en negrita, los reyes en letra común, los reyes rivales, anti-reyes y co-regentes menores en itálica)

DINASTIA CAROLINGIA

  • 843-876: Luis II el Germánico
  • 876-880: Carlomagno
  • 876-882: Luis III el Joven
  • 876-887: Carlos III el Gordo
  • 887-899: Arnulfo de Carintia
  • 900-911: Luis IV el Niño
DINASTIA CONRADINA

  • 911-918: Conrado I

Arnulfo de Carintia

SAJONES

  • 919-936: Enrique I
  • 919-921: Arnulfo de Baviera (rey rival)
  • 936-973: Otón I
  • 961-983: Otón II
  • 983-1002: Otón III
  • 1002-1024: Enrique II
SALIOS

  • 1024-1039: Conrado II
  • 1028-1056: Enrique III
  • 1054-1105: Enrique IV
  • 1077-1080: Rodolfo de Rheinfeld (rey rival)
  • 1081-1088: Herman de Salm (rey rival)
  • 1087-1101: Conrado
  • 1099-1125: Enrique V
DINASTIA SUPPLINBURGO

  • 1125-1137: Lotario III
DINASTIA HOHENSTAUFEN


Blasón de los Hohenstaufen

  • 1138-1152: Conrado III
  • 1147-1150: Enrique Berenguer
  • 1152-1190: Federico I Barbarroja
  • 1169-1197: Enrique VI
  • 1197: Federico II
  • 1198-1208: Felipe de Suabia
DINASTIA GÜELFA

  • 1198-1215: Otón IV
DINASTIA HOHENSTAUFEN (2)

  • 1212-1250: Federico II
  • 1220-1235: Enrique de Suabia
  • 1237-1254: Conrado IV
  • 1246-1247: Enrique Raspe (anti-rey)
  • 1247-1256: Guillermo de Holanda (anti-rey)
DINASTIA PLANTAGENET

  • 1257-1272: Ricardo de Cornualles
  • 1257-1275: Alfonso de Castilla (rey rival)
DINASTIA HABSBURGO

  • 1273-1291: Rodolfo I
DINASTIA NASSAU

  • 1292-1298: Adolfo de Nassau
Adolfo de Nassau

DINASTIA HABSBURGO
  • 1298-1308: Alberto I
DINASTIA LUXEMBURGO

  • 1308-1313: Enrique VII

DINASTIA WITTELSBACH

  • 1314-1347: Luis IV
  • 1314-1322 y 1325-1330: Federico de Habsburgo (anti-rey)
DINASTIA LUXEMBURGO

  • 1346-1378: Carlos IV
  • 1349-1349: Günther de Schwarzburg (anti-rey)
  • 1376-1400: Wenceslao
DINASTIA WITTELSBACH

  • 1400-1410: Roberto de Palatinado
DINASTIA LUXEMBURGO

  • 1411-1437: Segismundo
  • 1410-1411: Jobst de Moravia (anti-rey)
Segismundo de Luxemburgo

DINASTIA HABSBURGO

  • 1438-1439: Alberto II
  • 1440-1493: Federico III
  • 1486-1519: Maximiliano I
  • 1519-1556: Carlos V
  • 1558-1564: Fernando I
  • 1564-1576: Maximiliano II
  • 1576-1612: Rodolfo II
  • 1612-1619: Matías
  • 1619-1637: Fernando II
  • 1637-1657: Fernando III
  • 1653-1654: Fernando IV
  • 1658-1705: Leopoldo I
  • 1705-1711: José I
  • 1711-1740: Carlos VI
DINASTIA WITTELSBACH
  • 1742-1745: Carlos VII
DINASTIA LORENA
  • 1745-1765: Francisco I
DINASTIA HABSBURGO-LORENA

  • 1765-1790: José II
  • 1790-1792: Leopoldo II
  • 1792- 1806: Francisco II

El último Sacro Emperador Romano, Francisco de Habsburgo-Lorena, se encuentra con Napoleón luego de la batalla de Austerlitz (1805)


Confederación del Rin 1806-1813

  • 1806 a 1813: Napoleón I, Emperador de Francia, Protector de la Confederación del Rin (Dinastía Bonaparte)
Confederación Germánica 1815-1866
  • 1815-1835: Francisco I, Emperador de Austria, Presidente de la Confederación Germánica
  • 1835-1848: Fernando I, Emperador de Austria, Presidente de la Confederación Germánica
  • 1849: Federico Guillermo IV, Rey de Prusia, se le ofreció el título de Emperador de los Alemanes por el Parlamento de Fráncfort, pero lo rechazó.
  • 1850-1866: Francisco José, Emperador de Austria, Presidente de la Confederación Germánica
Federación Alemana del Norte (1867-1871)
  • 1867-1871: Guillermo I, Rey de Prusia, Presidente de la Federación Alemana del Norte
Imperio Alemán (1871-1918)

  • 1871-1888: Guillermo I, Emperador de Alemania, Rey de Prusia
  • 1888: Federico III, Emperador de Alemania, Rey de Prusia
  • 1888-1918: Guillermo II, Emperador de Alemania, Rey de Prusia

Estandarte del Emperador Alemán


Margraves de Brandeburgo y Reyes de Prusia (1134-1888)

Dinastía Ascania. Margraves de Brandeburgo
  • 1134-1170: Alberto I
  • 1170-1184: Otón I
  • 1184-1205: Otón II
  • 1205-1220: Alberto II
  • 1220-1266: Juan I (asociado con Otón III)
  • 1220-1267: Otón III
  • 1267-1308: Otón IV
  • 1308-1319: Waldemar
Dinastía Wittelsbach. Margraves Electores de Brandeburgo
  • 1322-1324: Luis (Emperador Romano-Germánico)
  • 1324-1351: Luis I (Luis V de Baviera)
  • 1351-1365: Luis II el Romano
  • 1365-1373: Otón V
Dinastía de Luxemburgo. Margraves Electores de Brandeburgo

  • 1373-1378: Carlos IV
  • 1373-1378: Wenceslao (asociado con Carlos IV)
  • 1378-1397: Segismundo (1ª vez)
  • 1397-1411: Jobs
  • 1411-1417: Segismundo (2ª vez)

Escudo de armas del Margraviato de Brandeburgo

Dinastía de Hohenzollern. Margraves Electores de Brandeburgo
  • 1417-1426: Federico I
  • 1426-1440: Juan
  • 1440-1470: Federico II
  • 1470-1486: Alberto III
  • 1486-1499: Juan Cicero
  • 1499-1535: Joaquín I
  • 1535-1571: Joaquín II
  • 1571-1598: Juan Jorge I
  • 1598 a 1608: Joaquín Federico I
Dinastía de Hohenzollern. Margraves Electores de Brandeburgo y Duques de Prusia
  • 1608-1619: Juan-Segismundo I
  • 1619-1640: Jorge-Guillermo I
  • 1640-1688: Federico-Guillermo I el Gran Elector
  • 1688-1713: Federico III
Dinastía de Hohenzollern. Reyes de Prusia

  • 1701-1713: Federico I
  • 1713-1740: Federico Guillermo I
  • 1740-1786: Federico II el Grande
  • 1786-1797: Federico Guillermo II
  • 1797-1840: Federico Guillermo III
  • 1840-1861: Federico Guillermo IV
  • 1861-1888: Guillermo I
Escudo de armas de los Reyes de Prusia