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sábado, 8 de enero de 2011

Doria, Pamphili, Doria-Pamphili-Landi

Los Doria

Doria, originalmente de Auria (de filiis Auriae), significa "los hijos de Auria" y, por defecto, de Oria o d'Oria, es el nombre de una antigua y extremadamente rica familia genovesa que jugó un importante rol en la historia de la República de Génova desde el siglo XII al XVI.

De acuerdo a la leyenda, una noble dama genovesa llamada Auria u Oria della Volta se enamoró de un peregrino que iba a Jerusalén en la Primera Cruzada; el nombre del caballero era Arduino di Narbonne, pero los hijos de ambos fueron bautizados como de Oria, los niños de Oria.

Arduino era un típico nombre de la familia Arduinici del Piamonte, algunos de cuyos miembros llevaban el título de Condes de Auriate, y que aparece de repente en la historia como un importante poder local en Liguria. Evidencias documentadas refieren a dos miembros de tal familia, Martino y Genuardo, en 1110, que son llamados filiis Auriae (los hijos o niños de Oria).

Los Doria poseyeron feudos en Cerdeña desde el siglo XII al XV y también en Dolceacqua, Oneglia y Portofino, en la Riviera al oeste de Génova.

Palazzo Doria, Liguria. Jardines construidos para Andrea Doria. Las terrazas fueron construídas por Giovanni Angelo Montorsoli en 1543


Miembros notables

Simon Doria vivió en el siglo XII y fue almirante de los genoveses en el asalto cruzado contra San Juan de Acre. Percivalle Doria, quien murió en 1275 peleando para los Gibelinos, fue un infame jefe militar y conocido poeta de la lengua provenzal. También poeta, Simon Doria fue podestà (primer magistrado) de Savona y Albenga.

Los hermanos Oberto y Lamba Doria fueron comandantes navales y políticos: el primero fue Capitán del Pueblo de Génova y llevó sus fuerzas navales a la victoria de La Meloria contra Pisa en 1284, mientras que el segundo ganó una batalla contra el veneciano Andrea Dandolo en Curzola en 1298. Tedisio Doria financió la expedición de Vadino y Ugolino Vivaldi en 1291. Branca Doria es mencionado por Dante en La Divina Comedia por su trágico asesinato de Michele Zanche, su suegro, en 1275. Brancaleone Doria gobernó el Giudicato de Arborea y conquistó casi toda Cerdeña a fines del siglo XIV. El miembro más prominente de la familia fue el Almirante Andrea Doria, Príncipe de Melfi (1466-1560), quien restableció la República de Génova.

La familia tenía relaciones con entidades políticas de dentro y fuera de Europa. Durante los intentos del gobernante mongol Abaqa de formar una alianza Franco-mongol, su estrategia incluía una reforzamiento de los lazos con los genoveses. Varios miembros masculinos de la familia Doria fueron bautizados con los nombres de gobernantes extranjeros, como Abaga (Abaqa Khan), Casano (Ghazan Khan) y Aitone (Hethum I, rey de Armenia Siciliana).

Marchesa Brigida Spinola-Doria, 1606, a los 22 años, poco después de su boda con Giacomo Massimiliano Doria

Títulos

Miembros de la familia Doria portaban los títulos de Príncipes de Melfi (rama Doria-Pamphilj, extinta), Príncipes de Centola (rama Doria d’Angri, extinta), Condes de Montaldeo, Marqueses de Ciriè e del Maro, Marqueses de San Columbano, Señores de Oneglia, entre otros.

Los miembros masculinos de la línea principal de la familia son marchesi al cognome, esto es, portan el título de marqués agregado al nombre familiar como título de cortesía.

Las ramas principescas secundarias como los Colonna-Doria todavía siguen floreciendo. También existen ramas tituladas fuera de Italia, como la familia Porrata Doria en España, cuyo rango es de marqueses.


Castello di Melfi, en la región de la Basilicata, una de las antiguas posesiones de los Doria.


Las grandes exploraciones

El clan de los Doria ayudó a financiar los viajes de exploración de España y Portugal durante los siglos XV y XVI. Franceso Doria, un banquero de Sevilla, financió a Cristóbal Colón. Su hijo Aleramo Doria fue banquero del rey Juan III de Portugal hasta 1556. Finalmente, la hija de Aleramo, Clemenza Doria, formó parte de los tempranos colonos en el poblamiento portugués de Brasil durante el siglo XVI.

Clemenza Doria casó dos veces; su segundo esposo fue Fernão Vaz da Costa (1520–1567), hijo del Jefe de Justicia portugués Cristóvão da Costa y bisnieto del legendario navegante Soeiro da Costa. Ellos originaron la familia Costa Doria que todavía hoy es floreciente en Brasil.

Alodisio Doria, caballero de la Orden de Cristo, se estableció en la isla de Madeira en 1480, donde se dedicó al comercio del azúcar. Sus descendientes son las familias Teixeira Doria y França Doria, quienes también tienen como ancestro al navegante Tristão Vaz, uno de los descubridores de Madeira. La rama de França Doria es encabezada hoy por el Vizconde de Torre Bela.


Don Ambrogio (o Ambrosio) Spinola Doria, 1r Marqués de los Balbases (1569 – 1630)


Los Pamphili

Pamphili (a menudo ortografiada con la j final: Pamphilj) es una de las familias papales más profundamente entroncadas en la política romana de los siglos XVI y XVII. Los Pamphilj se originaron en Gubbio y se establecieron en Roma bajo el pontificado de Inocencio VIII (1484-1492). El Papa de la familia fue Inocencio X, quien reinó entre 1644 y 1655.

El Palazzo Pamphilj, obra de los arquitectos Girolamo Rainaldi y Francesco Borromini, está localizado en el corazón de Rione Parione, el vecindario Pamphili en Roma, al sur de la iglesia de Sant’Agnese in Agone, en Piazza Navona. Desde 1652, los sábados y domingos de agosto, la piazza era convertida en un lago para celebrar a los Pamphili, un festival que fue suprimido en 1866. Hoy, el palacio es la sede de la embajada brasileña en Roma. La tumba de Inocencio X está localizada en Sant’Agnese.

Palazzo Pamphilj, hoy sede de la Embajada de Brasil en Roma


Al igual que otras nobles familias de Italia, los Pamphili adquirieron propiedades (palazzi y otras fincas) y crearon lo que ellos auto-titulaban “principados”. Algunos miembros de la familia ostentaban títulos reales otorgados por patriarcas o matriarcas de la dinastía. Olimpia Maidalchini, cuñada del Papa Inocencio X, recibió el título honorífico de Princesa de San Martino, convirtiendo efectivamente el pequeño enclave de San Martino en un principado por propio derecho. Después que dejó el cardenalato para casarse, Camilo Pamphili recibió los títulos de Príncipe de San Martino y Príncipe de Valmontone.

Los Pamphilj compraron el palacio baronial en Valmontone, un pueblo cerca de Palestrina (Roma) en 1634: Camillo Pamphilj estaba determinado a crear una especie de nueva “ciudad ideal”, por lo que el palacio y la iglesia principal fueron reconstruidos y decorados por importantes artistas del barroco, como el arquitecto Mattia de Rossi (quien alcanzó la prominencia bajo la tutela de Bernini) y los pintores Pier Francesco Mola, Gaspard Dughet, Guglielmo Cortese, Francesco Cozza y Mattia Preti.


Busto de Camillo Francesco Maria Pamphili, Príncipe de Valmontone


Camillo Pamphilj residió en aquel palacio con su madre Olimpia Maidalchini hasta que renunció a la púrpura cardenalicia para casarse con Olimpia Aldobrandini, viuda de Paolo Borghese. A través de este matrimonio, Pamphilj entró en posesión del Palazzo Aldobrandini, ahora conocido como Palazzo Doria Pamphilj.


Los Doria-Pamphilii-Landi

Doria-Pamphilj-Landi (o Doria-Pamphilii-Landi) es una familia principesca romana de extracción genovesa, formándose como subrama de la rama Doria di Oneglia. En 1291 dos hermanos Doria compraron el señorío de Oneglia, que permaneció en poder de sus descendientes hasta el siglo XV. El Almirante Andrea Doria descendía de un Doria di Oneglia, el soldado Aitone Doria (también llamado Antonio), quien peleó para los franceses en la batalla de Crécy.


Andrea Doria caracterizado como el dios Neptuno, en un retrato de Agnolo Bronzino


Andrea Doria, el gran almirante del emperador Carlos V, fue creado príncipe de Melfi (1531) y marqués de Tursi en el reino de Nápoles (1555). Estos títulos fueron heredados por Gian Andrea Doria, hijo de Giannettino, primo éste en segundo grado de Andrea Doria, así como hijo adoptivo. Giannettino Doria fue asesinado en 1547 durante la conspiración Fieschi contra el poder del Gran Almirante sobre Génova.

Otro famoso miembro de la familia fue el cardenal Giovanni Battista Pamphilj, que alcanzó el papado como Inocencio X.
Inocencio X (1574 – 1655), Giovanni Cardinale Pamphilj


El marquesado de Civiez y el condado de Cavallamonte fueron conferidos a la familia en 1576, el ducado de Tursi en 1594, el principado de Avella en 1607, el ducado de Avigliano en 1613, el principado de Meldola en 1671. En 1760 les fue otorgado el título de Reichsfürst o Príncipes del Sacro Imperio Romano, agregado al señorío de Torriglia y el marquesado de Borgo San Stefano, juntos con la calificación de Hochgeboren (el tratamiento de los Condes en la antigua nobleza feudal alemana).

Aquel mismo año los Doria heredaron los feudos y títulos de la Casa de Pamphilj: Gubbio, Patricios de Roma y Príncipes de San Martino, Valmontone, Val di Taro, Bardi y Corupiano. Ya habían incorporado por matrimonio la rica herencia de la familia Landi.


Claustro del Palazzo Doria Pamphilj, Roma


El Palazzo Doria Pamphilj en Roma, un espléndido edificio del siglo XVII, contiene una de las más valiosas colecciones privadas de pintura del mundo, la Galleria Doria Pamphilj. La Villa Doria Pamphili con sus jardines es una de las más admiradas de los alrededores de Roma: durante el sitio de 1849 fue el cuartel general de Giuseppe Garibaldi.

La Princesa Orietta Doria Pamphilj, última descendiente de la línea Doria Pamphilj, murió en 2000. El padre de ésta, Filippo Andrea VI Doria Pamphilj, había sido un oponente del régimen fascista, convirtiéndose en 1944 en el primer alcalde de Roma luego de la liberación de la capital italiana por los Aliados.



sábado, 28 de noviembre de 2009

Casa Grimaldi


Los Grimaldi son una familia de origen genovés que cuenta con varias ramas, de las que una actualmente es la casa reinante en Mónaco. Su historia está inseparablemente unida a la de la República de Génova y a la del principado de Mónaco.

La familia Grimaldi desciende de Grimaldo, un estadista genovés de la época las primeras Cruzadas, que pasó a ser Cónsul de Génova en 1162, 1170 nuevamente en 1184. Sus innumerables descendientes condujeron expediciones marítimas en el mar Mediterráneo, mar Negro, e incluso en el mar del Norte, y pasaron pronto a ser una de las familias más poderosas de la ciudad de Génova.


En 1299, los Grimaldi y sus aliados no dudaron en lanzar barcos para atacar el puerto de Génova, antes de atrincherarse en la Riviera occidental. En los años siguientes, los Grimaldi adaptaron sus alianzas a las circunstancias, lo que les permitió regresar con fuerza a las instituciones genovesas. En esa ocasión la familia que resultó desterrada fue la de sus rivales, los Spínola. Durante ese periodo, los partidos güelfos y gibelinos tomaron y abandonaron sucesivamente el castillo genovés de Mónaco, que estaba muy bien situado para lanzar operaciones políticas y militares contra Génova.


A principios del Siglo XVI, los catalano-aragoneses combatían con los genoveses en las costas de Provenza y de Liguria. En 1353, los barcos venecianos y catalanes se reúnen a lo largo de las costas de Cerdeña para enfrentarse a la flota genovesa al mando de Antonio Grimaldi. Sólo 19 galeras genovesas sobrevivieron a la batalla. Al temer una invasión o un bloqueo por parte de los venecianos, Génova se precipitó a solicitar la protección del Señor de Milán, por lo que se volvió a aparatar del poder a los Grimaldi.

El castillo de los señores de Mónaco, sobre la roca que se adentra al Mediterráneo


Varias de las ramas feudales más antiguas de la Casa Grimaldi se vieron implicadas en esos desórdenes, como los Grimaldi de Antibes, los de Bueil, Niza, Puget, y Sicilia. En 1395, los Grimaldi aprovecharon las discordias de Génova para apoderarse de Mónaco, lo que está en el origen del actual Principado.

Al igual que las otras grandes familias genovesas, los Grimaldi organizaron sus relaciones familiares dentro de una sociedad llamada Albergo. En la reforma institucional de 1528, esta antigua familia señorial pasó a ser uno de los 28 alberghi de la República de Génova. La casa Grimaldi ha dado personajes ilustres, como dogos, cardenales, Senescales, podestás, ministros, gobernadores, banqueros, y muchos oficiales, caballeros de Malta y señores feudales.


La dinastía reinante en Mónaco fue fundada por Francesco Grimaldi, que tomó en 1299 el señorío de Mónaco junto a sus soldados vestidos de franciscanos. En aquel principado han reinado sus sucesores hasta la actualidad, si exceptuamos varias discontinuidades. La última se produjo con el matrimonio de la princesa Carlota de Mónaco, madre de Rainiero III, con Pierre de Polignac.

La catedral de San Nicolás durante el funeral del Príncipe Rainiero III, en 2005


Señores de Mónaco

  • Francisco I Grimaldi (1297 a 1301)
  • Carlos I (1301 a 1357), destronado
  • Raniero II (1363 a 1407)
  • Ambrosio I (1407 a 1433)
  • Antonio I (1407 a 1423), co-reinado con su hermano
  • Antonio II, (1423 a 1427), co-reinado con su tío
  • Juan I (1433 a 1454)
  • Catalano I (1454 a 1457)
  • Claudina I (1457 a 1515)
  • Lamberto I, Señor consorte de Mónaco (esposo de la anterior)
Rama de Gagnes-Antibes

  • Juan II Grimaldi (1494 a 1505), asesinado
  • Luciano I (1505 a 1523), asesinado
  • Agustín I, Obispo de Grasse (1523 a 1532)
  • Honorato I (1532 a 1581)
  • Carlos II (1581 a 1589)
  • Hércules I (1589 a 1604)
Mónaco se erige en Principado en 1612. Se convierte en protectorado de Francia en 1642. Francia reconoce oficialmente el Principado Soberano de Mónaco en 1688.



El palacio, que data del siglo XVII

Príncipes de Mónaco

  • Honorato II, 16º Señor en 1604 y 1º Príncipe de Mónaco de 1612 a 1662
  • Luis I (1662 a 1701)
  • Antonio I (1701 a 1731)
  • Luisa-Hipólita I (1731)
  • Jaime I, Conde de Goyon de Matignon (1731 a 1733), esposo de la anterior

Casa de Grimaldi-Goyon de Matignon

  • Honorato III (1731 a 1793), destronado y hecho prisionero
Invasión y ocupación francesa de Mónaco en 1793. Abolición de la monarquía monegasca. Mónaco es integrado al departamento francés de los Alpes-Marítimos, 1793-1814. Primera Restauración en 1814. Mónaco recupera su independencia y su monarquía.



La Princesa Luisa-Hipólita de Mónaco (1687-1731), según J.B. Van Loo


  • Honorato IV (1814 a 1819)
  • Honorato V, Regente en 1814, 8º Príncipe de Mónaco de 1819 a 1841
  • Florestán I (1841 a 1856)
  • Carlos III (1856 a 1889)
  • Alberto I (1889 a 1922)
  • Luis II (1922 a 1949)
  • Carlota Grimaldi, Princesa Heredera de Mónaco en 1919, Duquesa de Valentinois (hija natural de Luis II de Mónaco, legitimada en 1919, renuncia en favor de su hijo en 1944)
Casa de Grimaldi-Goyon de Matignon y Polignac


  • Raniero III (1949 a 2005)
  • Alberto II (2005 al presente)


Alberto II Grimaldi, 14º Príncipe soberano de Mónaco


lunes, 31 de agosto de 2009

Dogo



Dogo es una palabra dialéctica italiana que desciende del latín Dux, como el inglés Duke o el italiano estándar Duce, que significa “líder”, especialmente en un contexto militar. La esposa de un Dogo es considerada "Dogaresa".

Este título era usado para el jefe de estado electo en ciertas “repúblicas coronadas” de Italia. Las dos más conocidas eran Venecia y Génova, ambas rivales entre sí, y grandes poderes regionales por convertir sus históricas ciudades-estado en pequeños imperios marítimos, comerciales y territoriales.

Otra república italiana considerada “la más serena república” fue virtualmente insignificante. Se llamaba como su capital, Senarica, en los Abruzzos, sobre la costa adriática de la Italia central. Senarica también elegía Dogi, posiblemente de forma anual, desde 1343 hasta su anexión al reino napolitano de Sicilia en 1797.


Dogo de Venecia

El Dogo (en lenguaje veneciano, Doxe) era el jefe magistrado y líder de la Muy Serena República de Venecia desde el siglo VIII. Los Dogos de Venecia eran electos de por vida por la aristocracia de esa ciudad-estado. Comúnmente la persona seleccionada como Dogo era el anciano más inteligente y perspicaz de la ciudad. La combinación veneciana de elaborada pompa monárquica y constitución republicana con intrincados controles y equilibrios hace de La Serenissima un histórico ejemplo de república coronada.



Leonardo Loredan, Dogo de Venecia (1436-1521)


De acuerdo al diácono Giovanni de Venecia, autor de Chronicon Venetum, el oficio de Dogo fue instituido primeramente en Venecia alrededor del 700, reemplazando a los tribunos o magistrados que habían llevado el grupo de primitivos asentamientos en la laguna. Aunque los primeros dogos eran técnicamente representantes del Emperador bizantino, el dogo, como el emperador, tenía el oficio de por vida y era considerada de manera similar como el líder eclesiástico, civil y militar, en una estructura de poder llamada “cesaropapismo”, esto es, identificando en una sola persona los poderes político y religioso.


Antonio Grimani, Dogo de Venecia (1434-1523)


Las prerrogativas del dogo no estaban definidas con precisión y aunque la posición era confiada a miembros del círculo íntimo de las poderosas familias venecianas, después que muchos dogos iniciaban a sus hijos en el oficio ducal, esta tendencia hacia una monarquía hereditaria fue controlada por la ley. Fue decretado que ningún dogo tenía el derecho de ingresar a miembros de su familia a su oficio o nombrar a su sucesor. Después de 1172 la elección del dogo fue finalmente confiada a un comité de cuarenta personas que eran elegidas por cuatro hombres seleccionados del Gran Consejo, los cuales eran nominados anualmente por doce personas. A partir de 1229, el número de electores se incrementó de cuarenta a cuarenta y uno.




Dogo Giovanni Bembo de rodillas ante la personificación de la República de Venecia (1616)


Los títulos

Al dogo se dirigía con los títulos de Monsignor el Doxe, Serenissimo Principe o Sua Serenità o con el original latino Dux. Aunque la titulatura varió con el tiempo: del original humilis Dux provinciæ Veneciarum divina gratia Venetiæ Dux (“humilde duque de la provincia de Venecia por gracia divina Duque de Venecia”), la expansión de los dominios adriáticos llevó a los emperadores bizantinos a reconocerles, en el 1004, el título de Dux Venetiæ et Dalmatiæ, Dux Veneticorum et Dalmatianorum (“Duque de Venecia y Dalmacia, Duque de los Venecianos y los Dálmatas”) y en 1085, Dux Venetiæ Dalmatiæ Chroatiæ (“Duque de Venecia, Dalmacia y Croacia).



Marino Grimani, Dogo de Venecia (1532-1605)

En 1148 el Papa reconocía al dogo como Dominator Marchiae (“Señor de las Marcas) y a partir del 1150 se proclamaba también Totius Istriæ dominator (“Señor de toda Istria”). De la corte de Bizancio los primeros dogos recibieron los títulos honoríficos de Imperialis ipathus, Dux ac spatarius Veneticorum, Imperialis patricius archispatus imperialis protosevastos o protosebaste.

Entre 1204 y 1356 se hicieron además del título de Dominus quartae partis et dimidiae totius Imperii Romaniae (“Señor de un cuarto y medio del Imperio de Romania). En 1358 se eliminó la referencia a Dalmacia y Croacia con un más sobrio Dux Veneticorum et coetera (Duque de los Venecianos y otros), que persistió hasta el final de la República.




Carlo Ruzzini, Dogo de Venecia (1653-1735)


Al término de la evolución de la institución ducal, así describían los venecianos a su dogo: In Senatu senator, in foro civis, in habitu princeps (“En el Senado es senador, en la plaza es ciudadano, en el atuendo es príncipe”) o, más vulgarmente, il segno di Taverna del Veneto Stato, lo que dice más que un bello escudo.



Ceremonial

Uno de los deberes ceremoniales de un dogo era celebrar el matrimonio simbólico de Venecia con el mar. Esta pintoresca y solemne ceremonia se realizaba consagrando un anillo desde la galera del estado, el “Bucentauro” (Il Bucintoro) y echándolo al Adriático el Día de la Ascensión. En su forma primaria simbolizaba el dominio marítimo de Venecia, cuando se instituyó para conmemorar la conquista de Dalmacia por el Dux Pietro II Orseolo en el año 1000. La magnificencia y el carácter casi sacramental de esta ocasión comenzaron a darse a partir de la visita del Papa Alejandro III a Venecia en 1177, cuando el ceremonial, en lugar de apaciguador y expiatorio, se hizo nupcial.




Retorno del “Bucentauro” al Molo el Día de la Ascensión (1727)



En las ocasiones de estado, el dogo se rodeaba por una creciente cantidad de ceremonias y en relaciones internacionales tenía el estatus de un príncipe soberano.


En otro marco, tomaba parte en las procesiones ducales, que comenzaban en Piazza San Marco: el dogo aparecía en el centro de la procesión, precedido por funcionarios civiles ubicados en ascendente orden de prestigio y seguido por nobles magistrados en orden descendiente de acuerdo al estatus. Ocasiones como ésta fueron descriptas por Francesco Sansovino (1581) o registradas en pintura por Cesare Vecellio (1586).

El final de los Dux


Como en la constitución se desarrolló el elemento oligárquico, las más importantes funciones del oficio ducal fueron asignadas a otros oficiales, o a cuerpos administrativos, y quien una vez había sido “el piloto de la nave” se convirtió poco más que en una figura decorativa. El último Dux fue Ludovico Manin, quien abdicó el 12 de mayo de 1797, cuando Venecia quedó bajo el poder de Francia luego que Napoleón conquistara la ciudad.


Mientras la Serenissima se declaró nuevamente como república, intentando resistir su anexión a Austria, se sucedieron varios títulos como “dictador” y colectivas cabezas de estado, como “triunvirato”, pero nunca reviviría el estilo de los Dux.

jueves, 13 de agosto de 2009

Patricio

Vittoria Colonna, Marchesa di Pescara (1490-1547)



La calidad de pertenecer a un "Patriciado" se inició en el mundo antiguo, donde las ciudades como la Antigua Roma tenían una clase social de familias patricias que eran las únicas que podían ejercer funciones políticas. En el desarrollo de pueblos europeos en los siglos X y XI, el patriciado era un limitado grupo de familias con una especial posición constitucional que constituía la fuerza motiva.



Con el establecimiento en el Medioevo de las ciudades-estado italianas, el patriciado se definió formalmente como una clase de familias gobernantes que pertenecían a la burguesía. Esta élite gobernaba en Venecia, Florencia, Génova y Amsterdam, así como en varias de las ciudades imperiales libres de Alemania y Suiza: Basilea, Worms, Maguncia, Ratisbona, Estrasburgo, Espira y Colonia.



Guidobaldi II Della Rovere, Duque de Urbino (1514-1574)



Como en Roma, el estatus era heredado (muchas veces a través de la línea femenina tanto como la masculina) y solo patricios varones podían tener la mayoría de los cargos políticos o participar en elecciones para ocuparlos. A menudo, como en Venecia, los que no eran patricios no tenían derechos políticos. Aquellos que tenían el estatus figuraban en determinadas listas, de las cuales la más famosa es el Libro d’Oro de la República Veneciana.




Desde la caída de los Hohenstaufen en 1268 las ciudades-república se convirtieron en principados, como Milán y Verona, y las más pequeñas fueron absorbidas por estados monárquicos u otras repúblicas –Pisa y Siena por Florencia-. Cualquier rol especial para los patricios locales fue restringido a asuntos municipales. Las pocas constituciones patricias que permanecieron, tal como en Venecia y Génova, fueron barridas por los ejércitos conquistadores franceses del período posterior a la Revolución Francesa, aunque muchas familias patricias permanecieron social y políticamente importantes hasta la actualidad.



Vincenzo I Gonzaga, Duque de Mantua y de Montferrat (1562-1612)


Aunque a menudo erróneamente se definían como tales, las familias patricias de las ciudades italianas no eran en sus orígenes miembros de la nobleza territorial, pero sí eran terratenientes menores, alguaciles y administradores de señores y obispos, contra cuyos poderes residuales lucharon para establecerse en las comunas urbanas. En Génova los primeros registros de asociaciones comerciales figuran en documentos de principios del siglo XI; allí un miembro de la pequeña nobleza local se asociaba con un individuo con capital para invertir, y la expansión de roles comerciales era llevada por hombres que ya ocupaban posiciones rentables en la época feudal, que recibían ingresos procedentes de rentas, peajes de aduanas o deudas de mercado.



Luego, en los siglos XII y XIII, a esta primera clase patricia se agregaron las familias que habían prosperado a través del comercio, los Doria, Lercari y Cigala. H. Sapori encontró que los primeros patriciados de las ciudades italianas usurparon las funciones públicas y financieras del señor supremo que habían sido extraídas de aquellos pequeños vasallos, titulares de arrendamientos hereditarios que mantenían el trabajo agrícola de sus explotaciones. En un cierto punto era necesario para obtener el reconocimiento de la independencia de la ciudad y, a menudo, su constitución, ya sea del Papa o del Sacro Emperador Romano, en las ciudades libres del Imperio, siguió debiendo lealtad al emperador, pero sin gobernantes intermedios.



Marchesa Brigida Spinola-Doria, 1606


En el Medioevo tardío y principios de la época Moderna, los patricios también adquirieron títulos nobiliarios, muchas veces simplemente al obtener dominios en los alrededores que traían consigo un feudo heredable. Sin embargo, en la práctica el estatus y la riqueza de las familias patricias en las grandes repúblicas eran mayores que los de los nobles; como la propagación de la economía monetaria y la rentabilidad y prerrogativas de la propiedad de la tierra aumentaron, ellos fueron aceptados como de similar estatus.


La República de Génova tenía una clase separada de nobleza, más pequeña, originada en los magnates rurales que unieron sus intereses con las incipientes ciudades-estado. Algunas ciudades, como Nápoles y Roma, que nunca habían sido repúblicas, también tenían clases patricias, aunque la mayoría de sus miembros eran poseedores de títulos nobiliarios.

Consecuentemente, “patricio” se convirtió en un término vago usado para miembros de la aristocracia y la élite burguesa de varios países.



Cardenal Camillo Massimo (1620-1677)




Transformaciones



En algunas ciudades italianas un primer patriciado se produjo a partir de la nobleza menor y oficiales feudales tomaron un directo interés en el comercio, en particular el comercio de productos textiles y el de especias y sedas, siendo transformados en el proceso. En otros, la inflexibilidad del patriciado haría que las poderosas fuerzas quedaran excluidos de sus filas, y en un golpe urbano los grandes intereses mercantiles derrocarían a los grandi, sin derrocar el orden urbano, sino simplemente llenando sus órganos formales con miembros de las nuevas filas, o reescriturando la constitución para permitir más poder al popolo.



e las grandes repúblicas, solo Venecia logró mantener un gobierno exclusivamente patricio, que sobrevivió hasta Napoleón. En Venecia, donde el exclusivo patriciado reservaba para sí todo el poder de dirigir la Serenissima Repubblica y erigió barreras legales para proteger el estado, se incrementó el control sobre la composición de su patriciado en la generación posterior a la Batalla de Chioggia. Los venecianos que disputaban un reclamo al patriciado estaban obligados a presentar al avogadori di commun establecido para juzgar dichas reclamaciones una genealogía llamada prova di nobiltà. Esto era particularmente requerido a la élite colonial de Venecia en las regiones periféricas de la talasocracia veneciana como en Creta, una de las principales colonias de la Serenissima (entre 1211 y 1669).




Sebastiano Venier, Dux de Venecia (1496-1578)


Reclutamiento



Algunos patriciados más flexibles reclutaban activamente nueva sangre, sobre todo rica, lo que atrajo a miembros de la élite mercantil a través de alianzas ad hoc en los negocios y más permanentemente a través de alianzas matrimoniales. En tales casos surgiría una clase superior, en parte feudal y aristocrática, en parte mercantil, un grupo de naturaleza mixta como los “magnates” de Bolonia, formados por nobles hechos burgueses por el comercio y burgueses ennoblecidos por decretos municipales, ambos fusionados por la ley. En otros casos, como Venecia, cuyo patriciado restringía el ingreso al punto de cerrarlo en 1297, aunque algunas familias, las case nuove, recibieron permiso para ingresar en el siglo XIV, después de lo cual la membresía se congeló.


Los Patrizier


Comenzando el siglo XI, una clase privilegiada que más tarde se llamó Patrizier se formó en las ciudades imperiales de habla alemana. Además de ricos comerciantes burgueses, fueron reclutados en las filas de caballeros imperiales, de la administración y los ministerios; estos dos últimos grupos fueron aceptados, incluso cuando no eran libres. Los patricios alemanes medievales no se refieren a sí mismos como tales. Por el contrario, apuntan a su pertenencia a determinadas familias o "casas", como aparece documentado en Colonia, Frankfurt am Main y Nuremberg, entre otras ciudades.



Los Patrizier eran considerados iguales a la nobleza feudal (la pequeña nobleza de la tierra). De ahi que la Genealogisches Handbuch des Adels (“Manual Genealógico de Nobleza”) siempre incluyera familias sin título de nobleza si hay prueba que sus progenitores pertenecieron a los consejos hereditarios de las ciudades imperiales alemanas por el siglo XIV. Como en los Países Bajos, muchos patricios se burlaban al hablar de ennoblecimiento.


En 1816 la nueva constitución de Frankfort abolió el privilegio de oficio hereditario para los Patrizier. En Nuremberg, sucesivas reformas redujeron primero los privilegios patricios (1794) y luego efectivamente los abolieron (1808), aunque retuvieron algunos vestigios de poder hasta 1848.