Quizá fue Liliane Marie Mathilde d’Erlanger, princesa de Faucigny-Lucinge, la que tuvo mayor responsabilidad por la introducción de una nota exótica en los ’20. Su individualismo ingénito hizo inevitable que luciese entre las mujeres excepcionales de aquel período e incluso hoy en día existen señales indirectas de la contribución aportada por Baba Lucinge al estilo o la decoración.
Fotografiada por Cecil Beaton, 1920
Inglesa por nacimiento, era hija de Émile Beaumont, Barón d’Erlanger y había nacido en Londres en 1902, siendo conocida como Baba. En noviembre de 1923 casó con Jean-Louis Charles Guy Marie François, príncipe de Faucigny-Lucinge, con quien tuvo tres hijos: Ysabel Catherine Emilie Natividad (1925), Ariel Marie Roberte (1926) y Guy-Louis Dieudionné Antoine (1940).
Faucigny-Lucinge es una antigua familia que tiene sus raíces en Saboya. Uno de sus miembros, René de Faucigny-Lucinge (1583-1610) fue embajador del duque de Saboya en la corte de Francia y jugó un importante papel en el proceso de paz, aparte de haber escrito importantes acontecimientos históricos. Prosper Antoine de Lucinge, Marqués de Lucinge, Barón d’Aranthon, Gobernador de Turín, Chablais y Genevois fue Caballero de la Orden de la Anunciación en 1696. En el siglo XVIII, otro miembro de la familia fue hecho Príncipe de Lucinge por el rey de Cerdeña en 1729.
El Château de Coat-an-Noz, construido entre 1880 y 1884, residencia de los Príncipes de Faucigny-Lucinge hasta 1923.
Ferdinand-Victoire-Amédée de Faucigny-Lucinge (1789-1866) fue recompensado con el título de Príncipe y casó en 1823 con Charlotte de Borbón, Condesa de Issoudun (1808-1886), hija ilegítima del príncipe Charles Ferdinand de Borbón, Duque de Berry (hijo de Charles X de Francia y Amy Brown). El título beneficiaba al destinatario y a todos sus descendientes, que a partir de entonces pasarían a ser príncipe –o princesa- de Faucigny-Lucinge. Su hijo Charles Marie Maurice Príncipe de Faucigny-Lucinge (1824-1910) fue nombrado además Príncipe de Coligny, otro título hereditario pero esta vez para el hijo mayor del jefe de la Casa.
La madre de Baba, que tenía el pelo rojo, era muy conocida en Inglaterra como una vanguardista de los decorados de interiores y la casa familiar en Piccadilly (que había pertenecido en su tiempo a lord Byron) estaba llena de bolas de colores, adornos de concha y muebles con incrustaciones de nácar comprados en el Caledonian Market. Incluso cuando era niña, Baba causaba asombro aunque ella no parecía dar importancia, ni notar tal cosa. Cuando se paseaba por Londres no iba escoltada por la tradicional dueña inglesa, sino por un maravilloso mameluco, con su turbante y su vestimenta de colores, que la seguía como un paje. Cuando era una jovencita, Baba llevaba vestidos de tisú de oro. Más tarde, cuando se casó con el príncipe Jean Louis de Faucigny, su vestido de boda fue calificado de “oro fundido”.
Fotografiada por George Hoyningen-Huené para Vogue, 1928
Baba pareció siempre una especie de pilluelo árabe, pintándose un ligero toque de melancolía en su faz oscura y en forma de almendra. Se ponía pintura negra debajo de los ojos y se dejaba crecer muy largas las uñas esmaltándoselas de rojo oscuro. Su juventud y belleza le permitían presentarse sin misterio alguno, incluso al pleno sol de las playas. Solía llevar en estas ocasiones un pequeño gorrito de estilo oriental o diminutos sombreros caprichosos, prendiendo en el traje de baño alguna joya en forma de racimo de uvas.
Su llamativa presencia la hizo una de las favoritas de couturiers modernistas como Lucien Lelong; era sofisticada y severa en sus opciones de moda, con un vestuario minimalista y monocromático. Su rostro y cuerpo anguloso, combinados con su apariencia casi metálica, hacían que la princesa pareciese un cuadro cubista vuelto a la vida.
La Princesa Jean-Louis de Faucigny-Lucinge con Lady Mendl y Oliver Messel durante una fiesta en la Embajada Británica en París (1939)
Con su apuesto marido llevará una vida de ocio. La pareja dará fastuosas fiestas en los años de entre-guerra. Las veladas eran ambientadas con temas literarios, mitológicos o exóticos: "Remembranza de Proust”, por ejemplo, que finalizó en la Torre Eiffel a las seis de la mañana, y el célebre "Ball 1900 ", que incluía lo más granado de la sociedad francesa con vestidos de esa época. Los Faucigny-Lucinge habían decorado su apartamento con grandes artistas: José María Sert pintó escenas para ambos. Entre otras celebridades del arte y la aristocracia, la pareja se codeaba con Marthe Bibesco, Man Ray, Fulco di Verdura. Baba cultivaba amistad con Natalie Paley, Princesa Romanov, hija del Gran Duque Pavel de Rusia y esposa de Lucien Lelong, del cual Baba se había convertido en una de sus supermodelos. Codiciada por los fotógrafos más importantes de su tiempo, fue considerada una de las más elegantes y sofisticadas mujeres de París.
Jorge Luis Borges en su cuento EL Inmortal la nombra protagonista de su relato ficticio.
ResponderEliminar¿Es la princesa de El Inmortal?, creo que llegó al sitio por la misma razón. me intriga mucho el personaje de la princesa dentro el cuento y en diversos análisis realizados no puedo encajar su participación pues se siente tangencial. Me parece sin embargo que oculta algo más, que el gran Borges pudo soñar y que en dolor espiritual e intelectual no puedo comprender.
ResponderEliminarTambién aparece en "Tlön, Uqbar, Orbis Tertius", primer cuento de Ficciones de Borges.
ResponderEliminarNo no es la misma. La princesa de los cuentos de Borges era argentina y se llamaba María Lidia LLoveras, mujer riquísima gracias a lo cual pudo casarse con el príncipe Bertrand de Faucigny-Lucinge. Al perder su riqueza la dejó el príncipe pero Borges siempre la trató como princesa y la frecuentaba en la humilde casa en la que vivía, inmortalizandola en los cuentos citados
ResponderEliminarGRACIAS!!!!
Eliminargracias, como saber la fuente de este dato?
EliminarEs cierto, el principe era un señorito que la dejo en la calle.
EliminarLa princesa de Faucigny estuvo en el casamiento de Raul Baron Biza en Venecia en 1930..
ResponderEliminarAparece en Serotonina de Michel Houllebecq
ResponderEliminar¿Quién fué el político conservador que la estafó y se quedó con todas sus propiedades?
ResponderEliminarEsa fue María Lidia Lloveras, una rica argentina esposa del príncipe Bertrand de Faucigny-Lucinge, quien se dedicó a dilapidar las rentas de la princesa. Él, como apoderado y administrador de la fortuna, nombró a un político conservador pero desconozco sus datos. Éste fue quien se quedó con las propiedades.
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