Uno de los acontecimientos sociales más deslumbrantes del año 1966 fue el gran baile de época que Hélène Rochas organizó para la Société des Bains de Mer de Mónaco, en el marco de celebraciones del Centenario de Montecarlo. El tema era: "Un baile bajo el Segundo Imperio".
Los fastos de aquel tiempo fueron fielmente evocados y reproducidos en el marco incomparable de la Ópera y las terrazas del Casino. La decoración a cargo de André Levasseur, rica en detalles exquisitos, transformó la sala del teatro en un salón de baile de 1860.
Pierre Rey, presidente de la Société des Bains de Mer (con traje de etiqueta de la época y lentes con montura de hierro) y Madame Hélène Rochas recibían a las personalidades, comenzando por los príncipes soberanos de Mónaco. Ella vestía amplísimo miriñaque como los que puso de moda Eugénie de Montijo a través de Worth, en tul negro sobre fondo azul turquesa. El tout Paris se dio cita allí, pero también celebridades de toda Europa.
En una camioneta amarilla completamente adornada de flores llegaron el príncipe Rainiero y la princesa Grace, ella caracterizada como Emperatriz Eugénie. Su amplio vestido de miriñaque, en tafetán rosa tornasolado y su séquito necesitaban de aquel vehículo que, aunque anacrónico, daba la impresión de un cuadro viviente de Winterhalter. La impresionante diadema de diamantes pertenecía a Van cleef y Arpels.
Sensacional también la entrada de la Begum Aga Khan soberbiamente vestida de blanco, en chantilly y organza adornada de gardenias y terciopelo negro, según diseño de André Levasseur, también magnífico figurinista. El periodista Hornbostel apareció de Napoleón III y la actriz italiana Gina Lollobrigida de condesa de Castiglione, acompañada por el príncipe árabe Kahmil Ibn Saud. Hubo personajes de Julio Verne y de Il Gatopardo, así como de la Vie Parisienne, varias George Sand y Scarlett O’Hara.
Régine, ataviada como Reina de la Noche (vestido negro con estrellas refulgentes) llegó en un carruaje tirado por dos caballos blancos en compañía de Alexandre, responsable de los peinados de la soirée, comenzando por el artístico moño de la princesa Grace. El estilista iba de príncipe hindú, luciendo un auténtico traje de maharajá de Hayderabad. El play-boy alemán Günter Sachs iba vestido de príncipe ruso, pero con un par de cámaras en bandolera, pues realizaba una película sobre el centenario de Montecarlo y aquel baile de trajes iba a ser la nota más llamativa del film.
La Begum Yvette (Labrousse), cuarta esposa del Aga Khan III
Günter Sachs con su acompañante
Abrieron el baile los príncipes Rainiero y Grace: un vals que, en aquella ocasión, ofrecía dificultades, pues el príncipe se enredaba a menudo en los volantes de la inmensa crinolina de su esposa. Después, el baile se fue animando a los sones de cuatro orquestas.
Momento del baile con Jacques ChazotA la una de la mañana se abrieron las puertas de la sala de la Opera y el baile continuó en las terrazas brillantemente iluminadas. Tres disparos de cañón anunciaron una suelta de globos multicolores en el campo de tiro de pichón.
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