jueves, 23 de junio de 2011

El más célebre príncipe de Dinamarca

"La Tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca" (título original en inglés: The Tragedy of Hamlet, Prince of Denmark), o simplemente Hamlet, es probablemente la pieza teatral más famosa de la cultura occidental y una de las obras literarias que ha originado mayor número de comentarios críticos. Esta tragedia, escrita por el dramaturgo inglés William Shakespeare, fue probablemente compuesta entre 1599 y 1601. La obra transcurre en Dinamarca y relata cómo el príncipe Hamlet lleva a cabo su venganza sobre su tío Claudio quien asesinó al padre de Hamlet, el rey, y ostenta la corona usurpada, así como el matrimonio con Gertrudis, la madre de Hamlet. La obra se traza vívidamente alrededor de la locura (tanto real como fingida) y el transcurso del profundo dolor a la desmesurada ira. Además explora los temas de la traición, la venganza, el incesto y la corrupción moral.

Tras arduos estudios al respecto, el año concreto en que fue escrita sigue en disputa. Tres versiones tempranas de la obra han sobrevivido, conocidas como First Quarto (Q1), Second Quarto (Q2) y el First Folio (F1). Cada una posee líneas, e incluso escenas, ausentes en las demás. Shakespeare probablemente basó Hamlet en la leyenda de Amleth, conservada por un cronista danés del siglo XIII llamado Saxo Grammaticus en su obra Gesta Danorum y posteriormente reescrita en el último tercio del siglo XVI por el erudito François de Belleforest; así como una supuestamente perdida obra isabelina conocida hoy como Ur-Hamlet (o Hamlet original).

Dadas la estructura dramática de la obra y la profundidad de sus caracterizaciones, Hamlet puede ser analizada, interpretada y discutida desde una amplia pluralidad de perspectivas. Por ejemplo, eruditos de varias épocas han debatido sobre el inusual hecho que supone la duda de Hamlet a la hora de matar a su tío. Mientras unos lo ven simplemente como una argucia del argumento para post
ergar la acción, otros ven tras este proceso una compleja gama de problemas éticos y filosóficos alrededor del fratricidio, la venganza preparada y el deseo frustrado. Recientemente, teorías psicoanalíticas han examinado la obra en busca de una explicación que se funde en las determinaciones inconscientes del protagonista; así como críticos feministas han ido en busca de una revalorización y actualización de los históricamente devaluados personajes de Ofelia y la Reina Gertrudis.

Hamlet es el más extenso drama de Shakespeare y se encuentra entre las más influyentes y principales tragedias en lengua inglesa. Ofrece una línea temporal capaz de "aparentemente ilimitadas reformulaciones y adaptaciones posteriores". Durante la vida de Shakespeare, dicha obra fue uno de sus trabajos más reconocidos y aún hoy perdura entre las obras que han gozado de mayor número de representaciones; encabezando, por ejemplo, la lista de la Compañía Real de Shakespeare desde 1879. Ha inspirado a una diversidad de autores desde Goethe y Dickens a Joyce e Iris Murdoch y ha sido descrita como la "historia más rodada del mundo tras La Cenicienta".

Argumento


El rey Hamlet de Dinamarca muere y su hermano Claudio sube al trono. Se casa de manera repentina con Gertrudis, la reina viuda, y el príncipe Hamlet, su hijo, está sumido en una profunda depresión. Se le aparece una noche la sombra de su padre, el rey difunto, quien le revela que Claudio lo mató para acceder a la corona, y le exige venganza. El príncipe no lo hace sino hasta más tarde, y mientras tanto finge estar loco, al parecer para que el monarca no sospeche cuáles son sus verdaderas intenciones. La causa por la cual Hamlet adopta esta extraña actitud es objeto de gran debate entre el rey y la reina, que creen que sufre una perturbación por la muerte de su padre, y Polonio, el viejo chambelán, quien considera que Hamlet está sufriendo los efectos del amor que siente por su hija Ofelia. Para confirmar lo dicho por el espectro, Hamlet dispone que se represente en la corte una obra que ilustre el asesinato descripto por el espectro de su padre, y de acuerdo a la reacción del rey, podrá saber si él realmente cometió el crimen.

El misterioso ahogamiento de la dama Ofelia. En la obra, los sepultureros discuten sobre si esta muerte fue un suicidio y sobre si merece o no un entierro cristiano.

En la mitad de la obra Claudio se retira muy perturbado, y el príncipe confirma así las revelaciones de la sombra. Luego de la representación teatral, Hamlet enfrenta a su madre, y mientras le reprocha el haberse casado con Claudio, escucha a alguien detrás de una cortina. Como cree que se trata de la voz del rey, saca su espada y se la clava, pero no mata a Claudio, sino al indiscreto de Polonio, chambelán del reino (padre de Laertes y Ofelia). El espectro reaparece e insta a Hamlet a terminar su tarea. Pero no puede; el rey lo envía a Inglaterra y da la orden de que lo maten en dicho país, pero el príncipe logra escapar, falsificando las órdenes del rey.

Cuando regresa a Dinamarca se entera de que Ofelia se volvió loca y se ahogó. Su hermano Laertes, sin buscar pruebas ni hacer un análisis de la situación antes de actuar, se apresura para vengar la muerte de su padre, Polonio. El rey lo persuade para que participe en un combate de esgrima con Hamlet, equipado con un arma envenenada para asegurar la muerte del príncipe. Durante el mismo, Laertes logra su cometido, envenenando a Hamlet, pero también recibe una herida con la espada adulterada. Antes de morir, el príncipe ve que su madre toma una bebida envenenada que era para él, y mata a Claudio.

Fuentes

Leyendas con temáticas similares a Hamlet abundan en diversas culturas alrededor del mundo (por ejemplo, en Italia, España, Escandinavia, Bizancio y Arabia), quizás por su posible origen indo-europeo. Muchos escritores precursores de Hamlet se pueden identificar; el primer ejemplo es la anónima saga escandinava Hrolf Kraki, en la cual el rey asesinado tiene dos hijos y una secuencia de eventos que se diferencia mucho de Hamlet.

Hrólfr Kraki, Hroðulf, Rolfo, Roluo o Rolf Krage fue un legendario rey danés que aparece en las tradiciones anglosajona y escandinava.


El segundo ejemplo es la leyenda romana de Bruto, conservada en dos obras latinas. El protagonista, Bruto, finge ser un idiota para evitar el destino corrido por su padre y hermanos, hasta que finalmente logra matar al asesino de su familia, el rey Tarquino.

Un erudito nórdico del siglo XVII, Torfaeus, comparo a Hamlet con el héroe islandés Amlodi y con el príncipe español Ambales (protagonista de la Saga de Ambales). Las similitudes entre los tres personaje son la locura fingida, el crimen accidental del chambelán y el asesinato de su tío.

Muchos de los elementos de la obra se encuentran en la Vita Amlethi (La vida de Amleth), parte de la Gesta Danorum de Saxo Grammaticus. Escrito en latín, refleja conceptos romanos clásicos tales como el heroísmo y la virtud y era muy accesible en tiempos de Shakespeare.

Existen entre esta leyenda y Hamlet muchos parecidos, como la locura fingida del príncipe o el matrimonio de su madre con el rey usurpador. Una versión razonablemente fiel de la historia de Grammaticus fue traducida al francés por François de Belleforest en 1570, contenida en sus Histoires tragiques. Belleforest embelleció el texto substancialmente duplicando su longitud e introduciendo la melancolía del protagonista.


Un fragmento del Gesta Danorum, de Saxo Grammaticus, que contiene la leyenda de Amleth.

De acuerdo con una teoría popular, la fuente principal de Shakespeare para escribir Hamlet pudo haber sido una obra más antigua actualmente perdida conocida hoy como Ur-Hamlet. Posiblemente escrita por Thomas Kyd (o incluso el propio Shakespeare), Ur-Hamlet habría sido interpretada por primera vez en 1589 y fue la primera versión de la leyenda de Amleth en incorporar un fantasma.

Los estudiosos todavía no se han puesto de acuerdo en el número de elementos que Shakespeare pudo tomar del Ur-Hamlet, de Saxo, de Belleforest y de sus contemporáneos como Thomas Kyd. No existen evidencias claras de que Shakespeare haga referencia a la versión de Saxo. De todos modos elementos de Belleforest aparecen en Hamlet que no aparecen en la historia de Saxo. Si Shakespeare tomo estos elementos directamente de la versión de Belleforest o de Ur-Hamlet no está esclarecido.

La crítica de Hamlet

Desde principios del siglo XVII, la obra alcanzó altos niveles de fama por la aparición fantasmagórica de un muerto y por la vívida dramatización de la melancolía y la locura, dando lugar a una procesión de cortesanos desquiciados a la manera del drama de las épocas jacobina y carolina de la literatura inglesa. A pesar de que continuó siendo popular y gozando de audiencias masivas, críticos pertenecientes a la restauración inglesa de finales de siglo veían Hamlet como una obra primitiva y le echaron una grave falta de unidad dramática y decoro.

Horacio, Marcelo, Hamlet y el Fantasma en Elsinor, el castillo real de Dinamarca


Esta visión cambió drásticamente en el siglo XVIII, cuando la crítica defendió la figura de Hamlet como un héroe puro, un hombre brillante que sufre de desgracias varias. No obstante, en la mitad de dicho siglo encontramos que la llegada de la literatura gótica trae consigo nuevos puntos de vista de corte psicológico y místico a la hora de hacer una lectura de la obra; trayendo de nuevo a primer plano la figura del fantasma y el tema de la locura. No será hasta finales de este siglo cuando críticos y actores comiencen a ver Hamlet como una obra confusa e inconsistente; pues antes de ellos las interpretaciones eran radicales: o veían al protagonista como un loco, o no; o lo veían como un héroe, o no; etc. No había punto intermedio. Estos nuevos puntos de vista representan un cambio fundamental en la crítica literaria, que comenzó a enfocarse más en el personaje y menos en el argumento.

Ya en el siglo XIX, los comentaristas románticos dieron al protagonista de la obra valor por su conflicto interno e individual, reflejando el fuerte énfasis contemporáneo en la lucha interior y el carácter propio en general. En esta época también, la crítica comenzó a dejar de tratar el tema del retardo de la acción de Hamlet como una estrategia del autor para desarrollar la trama, antes bien la ven ahora como un rasgo propio del personaje. Este enfoque en la personalidad y el fuero interno continuará durante el siglo XX, cuando la crítica tomará diversas vías interpretativas.

Los sepultureros exhuman el cráneo de Yorick el bufón ante Hamlet y Horacio

Contexto religioso

Escrita en tiempos de agitación religiosa y en los albores de la restauración inglesa, la obra es en alternancia católica (o piadosamente medieval) y protestante (o conscientemente moderna). La sombra habla de sí misma como proveniente del purgatorio y fallecida sin viático. Esto y la ceremonia de entierro de Ofelia, que es característicamente católica, componen la mayor parte de las conexiones católicas de la obra. Algunos teóricos han observado que las tragedias de venganza provienen tradicionalmente de países católicos, tales como España o Italia; y que suelen presentar así una contradicción pues, de acuerdo con la doctrina católica, las mayores obligaciones son Dios y la familia. La duda de Hamlet, pues, recae sobre el si vengar a su padre y matar a Claudio o dejar la venganza a Dios como su religión sentencia.

Gran parte del protestantismo de la obra se deriva de su ubicación en Dinamarca, país protestante tanto entonces como ahora, a pesar de que no quede claro si la Dinamarca de la ficción intenta reflejar este hecho. La obra menciona la ciudad de Wittenberg donde Hamlet, Horacio, Rosencrantz y Guildenstern estudiaron en la universidad, que es precisamente el lugar donde Martín Lutero clavó por primera vez sus 95 tesis. Cuando Hamlet dice que «Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia irresistible» refleja la creencia protestante de que la voluntad de Dios, la Divina Providencia, controla incluso los más ínfimos sucesos. En Q1, la primera frase de la misma sección aparece algo diferente: «Hasta en la muerte de un pajarillo interviene una providencia predestinada», lo cual sugiere incluso uno conexión más sólida al protestantismo mediante la doctrina calvinista de la predestinación. Los estudiosos especulan acerca de una posible censura de la obra, dado que la palabra predestined ('predestinado') aparece únicamente en este quarto.


Hamlet, de Franco Zefirelli (1990)

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