lunes, 4 de enero de 2010

Casa de Saboya

La Casa de Saboya es una antigua familia noble del norte de Italia, que tuvo su solar en el ducado de Saboya y que llegó a ostentar la corona del Reino de Italia entre 1861 y 1946 y la del Reino de España entre 1871 y 1873.

Fue fundada por un noble borgoñón, Humberto el de la Mano Blanca (murió aproximadamente en 1048), quien obtuvo para su hijo Odón el título de Conde de Saboya, con dominios en el norte de la península italiana. Este último, a través de su matrimonio con Adelaida, heredera de Turín en el Piamonte, logró extender mucho los dominios de su Casa.

En los siguientes tres siglos, la familia logró ampliar sus fronteras en Francia, Italia y Suiza. En el siglo XIII, Niza pasó a manos de la familia, dando a Saboya una salida al mar. En 1416, Amadeo VIII, Conde de Saboya, a través del apoyo del Sacro Emperador Romano Segismundo, estableció el Ducado de Saboya y fue su primer duque. Amadeo abdicó el ducado a su hijo Luis en 1434 y fundó una orden religiosa en Italia, siendo elegido Sumo Pontífice por el Concilio de Basilea con el nombre de Félix V en 1440, pero renunció al puesto nueve años más tarde.

Hacia 1536, la autoridad de los Duques de Saboya sobre Ginebra había terminado, y la Casa perdió todas sus posesiones en Suiza. Ese mismo año, Francisco I, rey de Francia, invadió y ocupó el resto de posesiones de la familia. Sin embargo, con la derrota de Francia ante España en 1559, la Paz de Chateau-Cambrésis restituyó las tierras a Manuel Filiberto, décimo duque de Saboya.


Emanuel Filiberto de Saboya (1624)

Bajo Víctor Amadeo II, Saboya se unió a las guerras contra Luis XIV de Francia a finales del siglo XVII. Aunque los franceses lograron muchas concesiones de los Duques, Saboya se unió a la Gran Alianza contra Luis. En 1696, por el Tratado de Turín, Saboya cerró la paz con Francia y abandonó la Gran Alianza. Gracias, sin embargo, a que Víctor Amadeo se unió a Austria (1703) de nuevo en contra de Francia en la Guerra de Sucesión Española, los franceses invadieron y devastaron el Piamonte, pero finalmente fueron expulsados por Víctor Amadeo y su primo austríaco, el general Eugenio, Príncipe de Saboya, en el asedio a Turín.

Por el tratado de Utrecht, Víctor Amadeo recobró todas las tierras tomadas por Francia en el Piamonte, además de ganar el dominio de Sicilia y el título de Rey de Sicilia. Además, la mitad de la provincia de Montferrato que no fue cedida a Saboya en 1631 fue cedida a la Corona por Austria. En 1720, Saboya intercambió la posesión de Sicilia por la de Cerdeña de Austria, y Víctor Amadeo fue coronado como Rey de Cerdeña.

En 1831, Carlos Alberto de Saboya fue coronado Rey de Cerdeña y Duque de Saboya. En 1849, abdicó a favor de su hijo, Víctor Manuel II quien cedió el Ducado de Saboya y la ciudad de Niza a Francia en 1860 y fue coronado oficialmente como Rey de Italia en 1861.


Carlo Alberto di Savoia, rey de Piamonte-Cerdeña (1860)

En este período, llamado de la unificación italiana, tuvo origen la monarquía de este país. Los Saboya gobernantes del reino del Piamonte-Cerdeña asumieron durante este periodo la empresa de unificar los distintos estados italianos. Piamonte-Cerdeña era el estado más desarrollado e industrializado de la península y necesitaba un mercado más amplio para sus productos, además, por otro lado se conjugaban las presiones de los patriotas italianos.

El proceso de creación de la monarquía se consolida en 1870 con la entrada del Ejercito Italiano en Roma, trasladándose la capital a esta ciudad desde Florencia, donde funcionaba desde 1861.


Bandera del reino de Italia (1861-1946)


Durante sus primeros años el nuevo Estado Italiano debió enfrentar, por un lado, los conflictos con el Papado desposeído de la ciudad de Roma y los territorios que antes de 1870 conformaban los Estados Pontificios, y por otro la crisis económica derivada de los gastos de la guerra de unificación. Pasados en parte estos problemas Italia inició su inserción en la carrera colonialista de fines del siglo XIX, no sin tropiezos.

Víctor Manuel II falleció en 1878 siendo sucedido por su hijo Humberto, quien murió asesinado por un anarquista en 1900. Durante el reinado de Víctor Manuel III (1900-1946) Italia inició un importante proceso de industrialización, en los primeros años, lo que trajo los consiguientes problemas sociales que motivaron la dictación de las primeras legislaciones a favor de la clase obrera.


Margarita de Saboya, reina consorte de Italia como esposa de Humberto I (1851-1926)


En 1914 estalla la Primera Guerra Mundial e Italia la que concluye en alianza con Francia y el Reino Unido, sin embargo no obtiene las ventajas esperadas lo que junto a la crisis económica de la posguerra aumenta el poder de los grupos radicales. Es así como en 1922 llega al poder el Partido Fascista dirigido por Benito Mussolini con la complicidad del rey quien no se resiste a entregarle el mando de la nación.

Las atrocidades cometidas por el régimen fascista y la derrota de Italia en la Segunda Guerra Mundial deterioran la imagen de la monarquía. Intentando salvar la institución Víctor Manuel III abdica en mayo de 1946 a favor de su hijo Humberto II, quien gobernó hasta junio de ese año, cuando Italia fue proclamada república tras un plebiscito en el que además se manifestó el rechazo de los italianos a la tolerancia que los Saboya tuvieron con Mussolini y el fascismo. El pueblo decide entonces optar por un sistema republicano en sustitución de la monarquía.



Humberto II y la reina María José, nacida Princesa de Bélgica (1946)

Humberto II y su familia fueron a vivir a Portugal poco después. Víctor Manuel III murió en Alejandría (Egipto) en 1947. Humberto II, por su parte, muere en Suiza en 1983 sin ver cumplido su deseo de volver a Italia.

Víctor Manuel de Saboya y Sajonia Coburgo (nacido en 1937), hijo de Humberto II, es la actual cabeza de la Casa Real de Saboya. En el año 2002 le fue permitido volver a Italia, renunciando a su derecho al Trono, y como un ciudadano regular y leal de la República Italiana.

Escudo de armas del Reino de Italia (1870)

3 comentarios:

  1. la historia no la sabia tan completa pero las fotos nunca las vi, en si muy buena esta entrada, saludos leticia

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  2. Es de entender que el plebiscito realizado en Italia con la finalidad de determinar la República, siempre ha tenido una sombra fraudulenta y nunca, hasta la actualidad ha sido aclarada.Se comenta que fue la forma de punir a la casa de Saboya por parte de los aliados que se encargaron del trabajo sucio.

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  3. Es verdad, estimado Goofy, ese 2 de junio de 1946 fueron oficialmente 2 millones de votos los que decidieron la República, pero los sectores monárquicos siempre creyeron en la manipulación del resultado. El Vaticano estaba tan convencido del resultado fraudulento que se negó a recibir a los presidentes de la República Italiana durante más de quince años.

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