Históricamente, la Nobleza austríaca (en alemán: österreichischer Adel) fue una privilegiada clase social en Austria, aunque oficialmente abolida en 1919 luego de la caída del Imperio Austro-húngaro. Las antiguas familias nobles y sus descendientes todavía son parte de la sociedad austríaca al día de hoy, pero no retienen ningún privilegio específico. El sistema austríaco de nobleza es muy similar al alemán, pues ambos países formaron parte del Sacro Imperio Romano. Cualquier noble viviendo en tierras gobernadas por los Habsburgo y que debía su lealtad a la dinastía y al emperador de Austria era también considerado parte de la aristocracia austríaca. Esto se aplicaba a cualquier miembro de la nobleza de Bohemia, Hungría, Polonia, Croacia y otras noblezas de los dominios Habsburgo.
El Conde Apponyi, de Hungría (1930)
Intentar diferenciar entre los grupos étnicos podía ser bastante confuso, especialmente para los nobles del Imperio Austro-Húngaro. Un noble de Galicia -territorio hoy dividido entre Polonia y Ucrania-, por ejemplo, podría llamarse a sí mismo noble polaco, pero también por derecho pertenecía a la nobleza austriaca. La religión, como la etnia, tampoco era usada para una categorización. La nobleza austríaca podía pertenecer a cualquiera de las religiones del imperio Habsburgo, los nobles eran católicos en Austria, Hungría, Croacia, Eslovenia y Polonia, protestantes en Bohemia y Transilvania, católicos griegos en el este de Galicia, serbios ortodoxos en Vojvodina, incluso había nobles de fe judía.
La nobleza austríaca se puede dividir en dos categorías: la nobleza histórica que vivió en los territorios del imperio Habsburgo y juró lealtad a la dinastía (hasta 1918) y la nobleza post-1918, específicamente aquella que hoy retiene la ciudadanía austríaca, cuya familia venía originalmente de Austria propiamente dicha y Bolzano-Bozen (Italia), o que fue ennoblecida bajo el gobierno austríaco y se identifica a sí misma como perteneciente a esa clase.
Escudo que representa el águila imperial de los Habsburgo y que combina las tierras de Austria y los reinos de Hungría y de Bohemia
Historia
Desde 1453 en adelante, el Archiduque de Austria tenía el derecho de otorgar títulos de nobleza a los plebeyos, al igual que el Arzobispo de Salzburgo (mientras Salzburgo permaneció como territorio independiente). Además del Sacro Emperador Romano (rango que casi ininterrumpidamente fue ocupado por el Archiduque de Austria desde 1438 a 1806), sólo unos pocos gobernantes territoriales del Imperio tuvieron ese derecho.
En una era de absolutismo, la nobleza residente en las ciudades lentamente comenzó a introducirse en la Corte (Hofadel). Prestando servicio allí, los nobles se iniciaron en la educación y los intereses de los círculos cortesanos. Asimismo, se formó un círculo interior cerrado, llamado las 100 Familien, que poseían enormes riquezas y propiedades en tierras y obtuvieron gran influencia, jugando un importante rol en la política y la diplomacia. Los miembros de la alta aristocracia tendían a casarse entre ellos, haciendo de las bodas un espectacular evento social. Además, durante la época barroca, comenzaban a moverse entre las ciudades del imperio y se hacían construir brillantes residencias.
El Palacio Eszterházy, Fertőd, Hungría
Luego del final del Sacro Imperio Romano en 1806, los gobernantes Habsburgo, devenidos en Emperadores de Austria desde 1804, continuaron elevando individuos a la nobleza hasta el fin de la monarquía en 1918. Algunas de estas nobles familias incluso obtuvieron para sí mismas el derecho a ser Pares hereditarios en la Herrenhaus (equivalente a la Cámara de los Lores inglesa) del Consejo Imperial (Reichsrat). Nobles provenientes de estados soberanos como los del norte de Italia (Venecia, Mantua, Milán) también tuvieron confirmados sus derechos de nobleza y les fue permitido mantener sus títulos.
Nobleza judía
Debido al Edicto de Tolerancia (Toleranzpatent) creado en 1782 por el emperador José II, los banqueros judíos, más tarde empresarios e industriales, podían ser ennoblecidos por sus servicios y lealtad. A los judíos elevados a la aristocracia les estaba permitido mantener su religión. Aunque su ennoblecimiento significaba reconocimiento a su trabajo y un crecimiento de estatus social, no se podía ocultar el hecho que los judíos eran en su mayor parte sólo “tolerados”. No podían elegir libremente el lugar y la duración de su residencia y tenían que pedir regularmente permisos a las autoridades. Esto era una pesada carga para las familias judías.
La Baronesa Robert de Rothschild (1922)
Pese a las dificultades, para 1821 había por lo menos nueve familias judías ennoblecidas viviendo en Viena. Su elevación se debía a las contribuciones económicas a la industria del país. Algunas de las más ricas eran Rothschild, Arnstein, Eskeles, Kuffner, Lieben, Auspitz, Schey von Koromla, Todesco, Wertheimstein, Wetzlar o Wetzler von Plankenstern y von Wiernes. En el caso de los Rothschild y Todesco, el secreto de su éxito económico se hallaba en su rápida habilidad para ajustarse a la cambiante situación económica global. Ellos fundaron bancos que financiaron compañías y proyectos de infraestructura en un tiempo de gran crecimiento económico e industrial a fines del siglo XIX. Sus contribuciones hicieron posible que Austria-Hungría se mantuviera a tono en el desarrollo económico internacional.
Abolición de la nobleza
La Adelsaufhebungsgesetz (Ley de Abolición de la Nobleza) de 1919 abolió con todos los privilegios de la nobleza y, como en Alemania, con los títulos nobiliarios y los nombres. Así, ningún ciudadano austríaco puede tener títulos nobiliarios o incluso partículas como von y zu en su nombre. Por ejemplo, el nombre del nieto del último emperador de Austria es simplemente Karl Habsburg. De manera similar, Friedrich von Hayek pasó a ser Friedrich Kayek y Kurt von Schuschnigg, Kurt Schuschnigg.
Este puede llevar a confusiones actualmente, pues descendientes de nobles son referidos muchas veces con nombres de nobles en el exterior, incluso aunque no es legalmente exacto con respecto a los ciudadanos austríacos. También hay miembros de familias nobles que tienen diferentes ciudadanías, como en el caso de Otto von Habsburg (hijo del último emperador de Austria), quien también es ciudadano alemán y en Alemania las leyes austríacas no se aplican a él. Otro caso en que la ley no se aplica es a los nombres artísticos, donde el von es usado muchas veces, como el director Herbert von Karajan o el músico Hubert von Goisern. De todas maneras, los nombres artísticos nunca fueron reconocidos con propósitos oficiales.
El emperador Carlos VI y la emperatriz Zita (de Borbón-Parma), con su hijo Otto, el 31 de diciembre de 1916
Aunque la prohibición se mantuvo oficialmente, algunas personas se referían por sus títulos en un ámbito privado. Por ejemplo, Karl Schwarzemberg se referirá ocasionalmente como Fürst (Príncipe) Schwarzemberg en los medios; él era ciudadano checo y suizo pero no austríaco. En oposición a la nobleza de Bohemia, Polonia, Rusia o los antiguos territorios prusianos, a los nobles austríacos nunca se les confiscaron sus tierras y riquezas.
Medidas sociales fueron presentadas por el gobierno republicano con el fin de crear mayor igualdad entre los ciudadanos y financiar proyectos públicos, los cuales ejercían una presión en la explotación tradicional de la tierra por parte de la baja nobleza y la aristocracia. Esto resultó en la venta forzosa de muchos palacios y tierras, debido a la expensas de su mantenimiento. Sin embargo, no hubo ninguna medida por parte del gobierno específicamente para orientar la nobleza y quitarle sus posesiones.
Boda de Karl von Habsburg-Lothringen y Francesca von Thyssen-Bornemisza, Mariazell, Austria (1993)
A pesar de ello, la nobleza es tratada todavía hoy ligeramente diferente a los ciudadanos ordinarios. Los eventos sociales de la nobleza se propagan a lo largo y a lo ancho de los medios. Además, la ley se rompe en buena gana en muchas ocasiones cuando los miembros de la nobleza se abordan en los acontecimientos públicos. En la celebración anual por el cumpleaños del emperador Francisco José en Bad Ischl, los actuales miembros de la familia Habsburgo son tratados como “Altezas Imperiales y Reales”.
Además de la pérdida de sus títulos, la mayoría de ellos les ha ido remarcadamente bien en Austria moderna y todavía constituyen algunas de las más ricas familias, como los Estherházy, Mayr-Melnhof y Mautner-Markhof. Muchos hoy trabajan en los tradicionales campos de la diplomacia y la política, tienen negocios propios y diferentes intereses financieros o se dedican a la filantropía y la vida social.
Isabel, condesa de París, descendiente por línea materna de los condes Dobrzensky (von Dobrzenicz)
Se ha estimado que en 2005 existían alrededor de 20.000 nobles en Austria. Ese año se fundó la Asociacion de Nobles Austríacos o V.E.Ö (Vereinigung der Edelleute in Österreich), que se consideraba sucesora de la Vereinigung katholischer Edelleute in Österreich, fundada en 1922 y prohibida bajo los nazis en 1938. Hasta hace poco, todos los intentos para revivirla fueron bloqueados por las autoridades austríacas.