La nobleza en Francia (la noblesse), durante los períodos del Medioevo y de la Edad Moderna, tenía específicos derechos y prerrogativas legales. La primera lista oficial de estas prerrogativas fue establecida recién a mediados del siglo XV, bajo el reinado de Luis XI, e incluía el derecho a cazar, a usar una espada y poseer un escudo de armas, así como a poseer un feudo o un señorío. A los nobles también se les otorgaba una exención del pago del taille (impuesto sobre la tierra) excepto para los plebeyos que poseían tierras en alguna región de Francia. Ciertas posiciones eclesiásticas, civiles y militares estaban reservadas para nobles. Estos privilegios feudales eran usualmente llamados droits de feodalité dominante.
Luis XI de Francia preside el capítulo de San Miguel (1470)
Asimismo, los nobles también tenían responsabilidades: eran requeridos para honrar, servir y aconsejar a su rey y a menudo se les requería rendir servicio militar (por ejemplo, el llamado impôt du sang). El título de noble no era imborrable: ciertas actividades podían causar dérogeance, o pérdida de un título nobiliario. La mayoría de las actividades comerciales y manuales estaban estrictamente prohibidas, aunque los nobles podían beneficiarse de sus tierras explotando minas y fundiciones de hierro.
Château de los Duques de Bretaña en Nantes
Con la excepción de unos pocos casos aislados, la servidumbre había cesado de existir en Francia desde el siglo XV. Con posterioridad, los nobles, sin embargo, mantenían un gran número de privilegios señoriales sobre los campesinos libres que trabajaban en las tierras bajo su control. Podían, por ejemplo, requerir el pago de un impuesto anual a los vasallos sobre las tierras que éstos poseían o arrendaban. Podían cobrar banalités por el derecho a usar los molinos del señor, así como los hornos o las prensas de vino. Asimismo, podían exigir una porción de las cosechas de sus vasallos a cambio de permiso para explotar las tierras de su propiedad. Los nobles también mantenían ciertos derechos judiciales sobre sus vasallos, aunque con el crecimiento del estado moderno, muchos de esos privilegios pasaron al control estatal, dejando a la nobleza rural sólo las funciones de milicia local y control judicial sobre la violación de sus derechos señoriales.
Château de Versailles y La Orangerie (o Jardín de Naranjos)
En el sistema político de los Estados Generales, la nobleza constituía el Segundo Estado. Los historiadores difieren sobre el número de nobles en Francia al final del siglo XVIII; algunos estiman 140.000 nobles (9.000 familias), otros 300.000 (de los cuales 80.000 pertenecen a la tradicional nobleza “de espada”), pero siempre concluyendo que es una de las más pequeñas noblezas de Europa.
Pese a la percepción general, la nobleza en Francia no fue nunca una clase enteramente cerrada. Los títulos nobiliarios eran generalmente hereditarios, pero muchos eran otorgados por el monarca en retribución a la lealtad y había oportunidades, tanto legales como ilegales, de que los individuos más ricos obtuvieran títulos para sí mismos y sus descendientes.
Carlos IX de Francia
De 1275 a 1578 los plebeyos podían adquirir títulos de nobleza luego de tres generaciones a través de la compra de tierras o castillos, con tal que esos feudos pertenecieran anteriormente a un noble o al rey y hubieren sido otorgados en homenaje feudal. Éstos no podían poseer feudos nobles sin pagar un impuesto especial sobre ellos (el franc-fief) al señor. En el siglo XVI, las familias podían adquirir nobleza por posesión de ciertos importantes cargos oficiales o militares, generalmente luego de dos generaciones.
En el Renacimiento y principios del siglo XVII muchos títulos de nobleza fueron usurpados por plebeyos con la compra de feudos y con estilo de vida de nobles, es decir, evitando la actividad comercial y manual y encontrando la manera de quedar exentos de las listas oficiales del taille. Así, la familia podía comenzar poco a poco a ser vista como noble.
Henri IV de Francia
El rey podía otorgar títulos nobiliarios a través de patentes reales y convertir sus tierras en feudos nobles o, para los plebeyos que poseían feudos nobles, otorgarles posesión oficial de los títulos. El soberano también podía conferir privilegios especiales sobre los feudos nobles, como el rango de Par a determinados ducados. En el caso de un Parlamento reacio, los nobles eran denominados à brevet (como un duc à brevet o duque por certificado).
§ Noblesse d'épée (“nobleza de espada”) o noblesse ancienne: la nobleza antigua o tradicional.
§ Noblesse de chancellerie (“nobleza de cancillería”): los titulares de altos oficios reales.
§ Noblesse de lettres (“nobleza de cartas”): personas hechas nobles a través de lettres patentes o patentes reales.
§ Noblesse de robe (“nobleza de toga”): persona o familia hecha noble por desempeñar ciertos cargos oficiales, como tesorero o presidente de un parlamento provincial.
§ Noblesse de cloche (“nobleza de campana”): los titulares del cargo échevin o prévôt des marchands (alcalde municipal) en determinadas ciudades.
§ Noblesse militaire (“nobleza militar”): los que desempeñan oficios militares, generalmente luego de dos o tres generaciones.
El Duque de Valentinois, Honoré II, Señor de Mónaco (1642)
Muchas veces los nobles se distinguen en base a la edad de su estatus:
§ Noblesse chevaleresque: proveniente de antes de 1400.
§ Noblesse d'extraction: de al menos cuatro generaciones de antigüedad
La adquisición de títulos nobiliarios podía hacerse en una generación o gradualmente luego de varias generaciones:
§ Noblesse au premier degré: nobleza obtenida en la primera generación, después de 20 años de servicio o por la muerte de un titular anterior.
§ Noblesse graduelle: nobleza obtenida en la segunda generación, después de 20 años de servicio o por la muerte de padre e hijo.
Luisa de Saboya, Duquesa de Nemours, Bourbon, Auvergne y Châtellereaut (1530)
La noblesse de lettres se convirtió, a comienzos del reinado de Francisco I, en una manera útil para la Corte de aumentar los ingresos; plebeyos que poseían feudos nobles podrían pagar el valor de un año de ingresos de sus feudos para obtener nobleza. En 1598, Henry IV deshizo algunos ennoblecimientos pero eventualmente vio la necesidad de esta práctica.
La noblesse de cloche data de 1372 (para la ciudad de Poitiers) y fue fundada solo en ciertas ciudades con libertades legales y judiciales; para la época de la Revolución esas ciudades eran solo un puñado.
La noblesse de chancellerie apareció primero durante el reinado de Charles VIII, a finales del siglo XV. Como un canciller del reino demandaba (con pocas excepciones) un estatus real, los plebeyos que ocupaban esa posición obtuvieron rango noble, generalmente luego de 20 años de servicio. Éstos pagaban enormes sumas para mantener esa posición pero esta forma de nobleza fue a menudo criticada por ser savonnette à villain (sopa de villanos).
Charles de Valois, Duque de Berry(1461) y Duque de Normandie (1465), rodeado de su séquito
La noblesse de robe tenía una larga tradición. En 1600 obtuvo estatus legal. Las altas posiciones en importantes cargos financieros y estatales (usualmente comprados a gran precio) conferían nobleza, generalmente en dos generaciones, aunque había excepciones (como los Parlamentos de París, Dauphiné, Besançon y Flanders) que la conferían en una generación. Estas posiciones podían ser perdidas por una familia ante la muerte inesperada del titular. En un intento de ganar mayores beneficios impositivos, en 1604 se instituyó el Paulette, un impuesto anual sobre la transmisión hereditaria que solidificó la adquisición de oficios en Francia y para mediados del siglo XVII la mayoría de los titulares ya eran nobles después de una larga posesión de estos oficios.
Henry IV de Francia comenzó a cortar con la usurpación de títulos de nobleza y, entre 1666 y 1674, Louis XIV comenzó un masivo programa de verificación. Testimonios orales mantenidos entre padres y abuelos que habían sido nobles y vivían como tales ya no eran aceptados. Los nobles necesitaban pruebas escritas (contratos de matrimonio, documentos de propiedad de tierras) sobre su condición a partir de 1560. Muchas familias volvieron a las listas del taille y fueron forzadas a pagar multas por usurpar títulos nobiliarios.
Luis XIV de Francia
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