La dinastía inicial de los Duques de Borgoña se extinguió en 1026, con la muerte sin descendientes del heredero de la casa, el duque Otón Guillermo. Pero el ducado ya había sido anexionado en 1016 por Enrique I que se convirtió en duque en 1016. Enrique concedió el ducado a su hermano Roberto, que funda la rama de la Dinastía de los Capetos. De esta línea descendiente proviene Alfonso Enríquez, el primer rey de Portugal. El último representante de la casa fue Felipe de Rouvres, que murió de peste en 1361. El ducado pasó a la corona francesa.
El principado que constituía el ducado de Borgoña había dejado de existir. Los Valois-Borgoña también se acabaron, pues su última descendiente, María, al casarse con Maximiliano fortaleció a los Habsburgo y se integró con ellos, desapareciendo su linaje. A sus hijos, Felipe “el Hermoso” y Margarita, se les apellidaría ya “de Austria”. Felipe, casado con Juana la Loca de Castilla, tendría dos hijos emperadores, Carlos V y Fernando I, quienes, por tanto, fueron nietos de María, la última duquesa de una Borgoña autónoma que fue una potencia europea.
Los duques de Borgoña
921 - 923: Raúl I, hijo del anterior. En 923, se convirtió en rey de Francia y cedió el ducado a su hermano.
923 - 952: Hugo el Negro, hermano del anterior.
952 - 956: Gilberto de Chalon.
Robertinos (Capetos)
956 - 965: Otón Enrique, hijo de Hugo el Grande, se casó con Gerberga de Chalon, hija heredera de Gilberto de Chalon.
965 - 1002: Enrique I el Grande, hermano del anterior.
1002 - 1004: Otón Guillermo, Conde palatino de Borgoña, nieto del anterior.
Dominio real (1004-1032)
Roberto II el Piadoso, rey de Francia, sobrino de Otón Enrique y de Enrique I, conquistó el ducado de Borgoña y lo incorporó al dominio real.
Le sucedió su hijo Enrique, quien para terminar la revuelta de su hermano Roberto, le otorgó el ducado de Borgoña, de forma similar a un infantazgo, en 1032 a cambio de renunciar sus pretensiones al trono francés, originándose así una rama menor de la dinastía capetina, la Casa de Borgoña.
1076 - 1079: Hugo I, nieto del anterior.
1079 - 1102: Eudes I Borrel, hermano del anterior.
1102 - 1143: Hugo II el Pacífico, hijo del anterior.
1143 - 1162: Eudes II, hijo del anterior.
1162 - 1192: Hugo III, hijo del anterior.
1192 - 1218: Eudes III, hijo del anterior.
1218 - 1272: Hugo IV, hijo del anterior.
1272 - 1306: Roberto II, hijo del anterior.
1306 - 1315: Hugo V, hijo del anterior.
1315 - 1349: Eudes IV, hermano del anterior.
1349 - 1361: Felipe I de Rouvres, nieto del anterior.
Philippe III le Bon
Duques titulares de Borgoña (título Habsburgo)
1477 - 1482: María de Borgoña, hija de Carlos el Temerario, y esposa de Maximiliano I de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
1482 - 1506: Felipe IV el Hermoso, rey de Castilla, hijo de la anterior.
1506 - 1555: Carlos I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de España, hijo del anterior.
1555 - 1598: Felipe II, rey de España y Portugal, hijo del anterior.
1598 - 1621: Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria, hija y yerno del anterior.
1621 - 1665: Felipe IV, rey de España y Portugal, sobrino de los anteriores y nieto de Felipe II.
1665 - 1700: Carlos II, rey de España, hijo del anterior. Tras la paz de Nimega, se desarticuló definitivamente la herencia territorial de los Valois borgoñones.
Los reyes de España como sucesores siguieron manteniendo la titulación como mero prestigio.
1751 - 1761: Luis de Francia (1751 - 1761), duque de Borgoña, primogénito de Luis de Francia, delfín, y nieto de Luis XV.
Luis de Francia (hijo de Luis XIV y de Maria Teresa de España), El Gran Delfín, y su esposa, Princesa María Ana de Baviera, con sus tres hijos: Luis, El Pequeño Delfín, Felipe (más tarde Felipe V de España) y Carlos (más tarde Duque de Berry).
Amigo Fidelissimus nos traes hoy una entrada deliciosa, siempre me ha apasionado la historia del Ducado de Borgoña, origen del poder de los Austrias en los países bajos y al que como dices no renunciaron jamás, perdiéndolo sólo en 1678...fecha en la que Luis XIV invadía el Franco Condado...
ResponderEliminarUn saludo.
Lo atractivo de este tipo de títulos es su dualidad: pertenecen tanto a una corona como a otra, producto, obviamente, de las políticas imperiales y las alianzas dinásticas que emparentan entre sí a la realeza de una y otra nación.
ResponderEliminarSaludos
Los números ordinales de los reyes de España
ResponderEliminarnecesitan una revisión.
Uy, madame, tiene usted razón. Hubo un desliz.
ResponderEliminarMis disculpas