El Principado de Mónaco, o simplemente Mónaco (en francés: Principauté de
Monaco; en monegasco: Principatu de
Múnegu) es una ciudad-estado de Europa. Ocupa el
segundo puesto como país más pequeño del
mundo, tras el Vaticano. Está situado entre el Mar Mediterráneo y Francia, en la Riviera francesa,
también llamada la Côte d’Azur.
Dominada por diversos pueblos de la
antigüedad, fue colonia de los fenicios, por los cuales poseía el templo
del dios Melkart. Más tarde, los griegos la dominaron con el nombre de
Monoikos (es decir: "el de una vivienda" adjetivación que se daba a
Herakles, asimilado por los helenos a Melkart) y los romanos con el de Portus
Herculis Monæci. En el siglo I, Mónaco fue completamente cristianizado
y luego pasó a diversos pueblos bárbaros como francos y lombardos.
Pasó luego al Sacro Imperio Romano Germánico, y, finalmente a la República
de Génova hasta 1297, año desde el que la familia
Grimaldi gobierna
el país hasta la actualidad, legitimándolo en 1419.
Bandera de Mónaco
Hasta su independencia fue codiciada
como base naval por los franceses. Se celebraron diversos tratados de
protección y autonomía con Francia (1409, 1641 y 1861), España (en 1512), y el reino
de Cerdeña (Congreso de Viena de 1815). Ocupada por los españoles en 1605,
obtuvo los señoríos de Roccabruna (Roquebrune) y Mentone (Mentón), los cuales
perdería con la Revolución de 1848. En 1865 se firmó un convenio con Francia
sobre las cuestiones de aduanas y aboliciones de impuestos directos. Con el
príncipe Alberto I, se procedió a abolir el absolutismo en 1869.
Durante el siglo XX, Mónaco sufrió
serias vicisitudes que amenazaron su independencia nacional. Se reformó en dos
oportunidades la Constitución de 1911, (en 1917 y en 1930). Luis II tuvo
que reconocer a su hija Carlota para asegurar la continuidad dinástica del
futuro Rainiero III, que ascendió al trono en 1949; diez años después,
este tuvo que suspender la constitución tras varios desacuerdos con el Consejo
Nacional.
En 1963 se firmó un tratado con
Francia, con el cual se arreglaron diferencias económicas y se crearon nuevos
acuerdos de vecindad y moneda, que se renovaron en 2002 con la puesta en
circulación del euro en Mónaco, si bien este estado no es miembro de
la Unión Europea.
Representación escultórica de armas
y divisa del Principado de Mónaco sobre la puerta principal de entrada al
Palacio.
Historia
Según Diodoro de Sicilia y
el geógrafo Estrabón, los primeros habitantes sedentarios de Mónaco fueron
los ligures, que emigraron desde Génova. No obstante, la antigua
lengua ligur, sin conexión con las lenguas indoeuropeas, no estaba aparentada
con el dialecto hoy en día hablado por los habitantes de Liguria ni
con el monegasco moderno. Este avance hacia Mónaco fue debido quizás a la
apertura marítima de un pueblo ligur situado tierra adentro.
Los griegos de Marsella (entonces
Massalia), fundaron la colonia de Monoïkos en el siglo VI
antes de Cristo en la bahía donde actualmente se encuentra Mónaco. La palabra
Monoïkos se refiere a Hércules, adorado bajo el nombre de Hercules
Monoecus. Según Diodoro de Sicilia y Estrabón, tanto griegos como ligures
creían que Hércules había pasado por la región.
Después de la Guerra de las
Galias, Julio César se instaló en esta tierra ya abandonada por los
griegos, lo que significó el paso de este territorio al control de la República
Romana como parte de la provincia romana de la Galia Narbonense. En La
Eneida, el poeta Virgilio la menciona ya.
Mónaco permaneció bajo dominio
romano hasta la caída del Imperio Romano de Occidente el 4 de
septiembre de 476. La bahía fue ocupada por sarracenos y diversas tribus
germánicas. Los sarracenos fueron expulsados en 975 y en el siglo XI el estrecho
fue nuevamente poblado por ligures.
La Roca de Mónaco
En 1191, el emperador del Sacro
Imperio Romano-Germánico Enrique VI concedió la soberanía sobre Mónaco a la
ciudad de Génova, de donde eran originarios los ligures. El 10 de junio de
1215, una comitiva de Gibelinos comandados por Fulco del Cassello
comenzó la construcción de una fortaleza sobre la roca de Mónaco. Esta fecha
marca el inicio de la historia moderna del Principado.
Esta fortaleza constituía un punto
estratégico para controlar la región frente a los güelfos. Éstos
establecieron también cuarteles a fin de apoyar a sus guarniciones. Para atraer
a los habitantes de Génova y de las ciudades próximas, ofrecieron tierra y
exoneraron de impuestos a los nuevos pobladores.
La
dinastía Grimaldi
El 8 de enero de 1297, François
Grimaldi, descendiente de Otto Canella, cónsul de Génova en 1133, anexionó
la fortaleza por la fuerza. Este güelfo no poseía más que un pequeño ejército,
pero utilizó la estratagema de disfrazarse de monje, y una vez dentro abrió las
puertas a sus soldados. Los güelfos fueron más tarde derrotados y François
expulsado de Mónaco por los genoveses en 1301. La familia Grimaldi se alió
entonces con el Rey de Francia.
Un primo de François, Rainiero
I Grimaldi, al servicio de Felipe I el Hermoso, comandando una flota de
galeras, venció a los holandeses en la Batalla de Zierikzee en 1304.
Fue nombrado entonces almirante de Francia. Padre de Carlos I Grimaldi,
fundó la dinastía que lleva su nombre, que serviría fielmente a la monarquía
francesa durante los siglos siguientes.
Rainier I de Mónaco, Señor de
Cagnes (1267-1314)
Retomando la lucha contra Génova,
Carlos I ocupó la ciudad el 12 de septiembre de 1331 y se autoproclamó Señor
de Mónaco en 1342. Mientras adquiría el señorío de Menton en 1346,
Carlos servía paralelamente a la corona francesa comandando una compañía de
alabarderos en la batalla de Crécy, en tanto que socorría por mar el
campamento francés tras el sitio de Calais. En 1355, obtuvo el señorío de
Roquebrune. Pero en 1357 falleció durante el sitio comandado por el genovés
Simón Boccanegra. La totalidad del principado fue entonces asimilado por
Génova, a excepción de Menton, defendido por Rainiero II, el hijo de Carlos,
que rápidamente reconquistó Roquebrune.
Los hijos de Rainiero II, Ambrosio, Antonio
y Juan, retomaron La Roca y se convirtieron todos en co-señores de la misma
(institución poco frecuente en la Edad Media). Juan conservó por su parte sólo
Mónaco y La Condamine. Permaneció en lucha continua contra los
genoveses. Su hijo, Catalán, sólo lo sucedió por tres años, y su nieta,
Claudina Grimaldi, fue desposada en 1465 por Lambert Grimaldi d'Antibes. Éste
obtuvo en 1489 el reconocimiento de su independencia por el rey de Francia y el
duque de Saboya. Génova intentó un último sitio en 1509, pero de cara a una
resistencia victoriosa, renunció definitivamente a Mónaco.
Luciano I murió asesinado en 1523
por su primo Bartolomeo Doria. No dejó más que un hijo de corta edad, Honorato,
cuya tutela le fue confiada a su tío Agustín, obispo de Grasse, que fue
reconocido como señor de Mónaco. Agustín I de Mónaco no obtuvo por
parte de Francisco I el apoyo que habían poseído los Grimaldi y
colocó La Roca bajo protectorado español en 1524. Una guarnición española fue
así puesta bajo responsabilidad de los Grimaldi durante más de un siglo.
El palacio del Príncipe se ve
en la cima de la Roca de Mónaco
El nieto de Honorato I, Honorato
II, tomó el título de Príncipe en 1612. Retornó a la alianza con Francia tras
el Tratado de Peroné, firmado en 1641 y negociado por parte de Francia por el cardenal
Richelieu. El príncipe expulsó manu militari a la guarnición
española, y obtuvo el ducado de Valentinois. En esta época se realizaron
importantes obras de mejora y embellecimiento del Palacio de Mónaco.
Luis I de Mónaco comandó su
regimiento de caballería y obtuvo una embajada por parte del Vaticano en 1701.
Tras la noche del 4 de agosto de 1789,
los príncipes de Mónaco perdieron todas sus posesiones francesas, y los
ingresos derivados de ellas. La Sociedad Popular militó por la asociación con
la República, decidida por la Convención nacional el 15 de febrero de 1793.
Hasta 1814 Mónaco estuvo integrado en Francia, bajo el nombre de Fort d'Hercule.
Formó parte de la región de los Alpes Marítimos, luego fue asociado a San Remo.
El Tratado de París del 30
de mayo de 1814 volvió a colocar al principado en la situación
anterior a 1789. Pero cuando Honorio IV llegó a La Roca en marzo de 1815
para tomar posesión de ella, fue detenido por Pierre Cambronne.
Honoré IV de Mónaco
Mónaco se colocó entonces bajo
protectorado del Reino de Cerdeña en el segundo Tratado de París, firmado el 20
de noviembre de 1815, confirmado por el Tratado de Stupinigi en 1817.
Hasta 1847, el principado de
Mónaco ocupó una superficie total de 24 km² y
comprendía tres comunas: Mónaco (1 250 habitantes), Roquebrune (hoy
Roquebrune-Cap-Marin) (850 habitantes) y Menton (4900 habitantes). La parte más
vasta y rica del principado era la llanura mentonesa, con sus cultivos de
cítricos y olivos. Sin embargo, durante el movimiento revolucionario de 1848,
Menton y Roquebrune proclamaron su revocación de la familia Grimaldi y se
proclamaron «ciudades libres» bajo la protección del Reino de Cerdeña. En 1869,
el Piamonte-Cerdeña cedió Niza a Francia tras del apoyo de Napoleón
III al comienzo de la unificación italiana. Niza, Menton y Roquebrune
votaron su anexión a Francia, que fue ratificada por el Tratado
Franco-Monegasco de 1861.
Mónaco abandonó finalmente el
protectorado que tuvo desde 1815 y su independencia fue formalmente reconocida,
separándose de toda protección de Francia o Italia.
Albert I, soberano de Mónaco en
la transición entre dos siglos (1889 a 1922)
Edad
Contemporánea
Este último tratado preveía la ayuda
de Francia para la construcción de la Cornisa Media, y el paso del ferrocarril
francés sobre el territorio monegasco (con dos estaciones). Por aquel entonces,
el príncipe Carlos III tuvo la idea de crear el Casino de
Montecarlo (el juego de azar era ilegal en los países vecinos), cuyos
dividendos permitieron al principado desarrollarse rápidamente. En 1863 otorgó
el privilegio de explotar el Casino, los hoteles y el Teatro a François
Blanc, fundador de la Sociedad de Baños de Mar del Círculo de Extranjeros,
a fin de aportar ingresos a la Corte.
En 1866, Carlos III renombró al
antiguo barrio de Spélugues como Montecarlo en su
propio honor. La puesta en marcha del ferrocarril Niza-Ventimiglia en
1868 afianzó la prosperidad. El príncipe también fundó la Oficina de Correos,
que comenzó a editar sus propias estampillas en 1865, y obtuvo de la Santa
Sede la creación de un obispado.
Finalmente, en 1869, Carlos III
eliminó los impuestos de bienes personales y mobiliarios, hecho que condujo a
una intensa actividad de construcción. Se construyeron durante esta época la
Ópera (en 1869), numerosos museos, y la Fundación del Instituto Oceanográfico
en 1906. El primer Rally de Montecarlo tuvo lugar en 1911 y el primer
Grand Prix automovilístico en 1929.
La Princesa Charlotte, Duquesa
de Valentinois y su esposo, Pierre (nacido Conde de Polignac) con sus hijos
Rainier y Antoinette (1924)
El príncipe de Mónaco disponía de
plenos poderes, siendo pues una monarquía absoluta, hasta la reforma de la
Constitución de 1911, que hizo del país una monarquía constitucional. En julio
de 1918, se firmó un tratado acordando una protección limitada del principado
por parte de Francia. El tratado formó parte del Tratado de Versalles y
estableció que la política de Mónaco no podría oponerse a los intereses
políticos, militares ni económicos de Francia, resolviendo además la crisis
sucesoria de Mónaco. En 1922, el principado perdió su monopolio de los juegos
de la Costa Azul.
Durante la Segunda Guerra
Mundial se produjo la llegada de tropas italianas, en junio de 1940,
estableciendo una administración fascista. Este hecho inquietó sobremanera al
príncipe Luis II, pues creía que se produciría una anexión y su posterior
destitución. Por ello, se acercó al Gobierno de Vichy, tanto a Pierre
Laval como al Mariscal Pétain, a los que pidió, con éxito, ayuda.
Luego
del colapso de Mussolini, Hitler ordenó la invasión de
Mónaco por el ejército alemán en septiembre de 1943 y comenzó la deportación
nazi de la población judía. René Blum, el prominente judío francés que fundó el
Ballet de l’Opera en Monte Carlo, fue arrestado en su casa de París y enviado
al campo de deportación Drancy, fuera de París, siendo luego transportado al
campo de concentración Auschwitz, donde fue muerto. El colega de Blum, Raoul
Gunsbourg, director de la Opéra de Monte Carlo, ayudado por la Resistencia
francesa, escapó del arresto y voló a Suiza. El gobierno monegasco fue
colaboracionista con los nuevos ocupantes. El principado fue liberado por tropas
de Estados Unidos al final de la guerra.
Estampilla conmemorativa de la
boda real de 1956
Rainiero III, que gobernó hasta
2005, ascendió al trono luego de la muerte de su abuelo, Luis II, en 1949. El
19 de abril de 1956 Rainiero contrajo matrimonio con la actriz norteamericana
Grace Kelly; el evento fue ampliamente televisado y cubierto por la prensa
popular, focalizando la atención del mundo sobre el pequeño enclave
principesco.
En 1962, una enmienda a la
Constitución abolió la pena capital, proveyó el sufragio femenino y estableció
una Suprema Corte en Mónaco para garantizar sus libertades fundamentales. En
1993, el principado se convirtió en miembro de las Naciones Unidas, con derecho
a voto completo. En 2002, un nuevo tratado entre Francia y Mónaco especificaba
que, si no hubiera herederos para continuar la dinastía de los Grimaldi, el
principado permanecería como una nación independiente antes que revertir a
Francia. La defensa militar de Mónaco, no obstante, es todavía responsabilidad
del estado francés.
El 31 de marzo de 2005, el príncipe
Rainiero III, demasiado enfermo para continuar con el ejercicio de sus deberes,
renunció a ellos a favor de su único hijo varón y heredero, el príncipe Alberto.
Rainiero murió el 6 de abril, luego de un reinado de 56 años; su hijo lo
sucedió en el trono y fue titulado a partir de entonces Alberto II, Príncipe
Soberano de Mónaco.
La familia real
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