El Reino de Marruecos es un país situado en África del Norte, con costas en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Se encuentra separado de Europa por el estrecho de Gibraltar. Sus países vecinos son: Argelia al este (la frontera con Argelia se encuentra cerrada desde 1994), por el sur Mauritania (incluyendo el Sáhara Occidental, territorio ocupado militarmente por Marruecos) y por el norte España, con quien mantiene intensos lazos comerciales y comparte tanto fronteras marítimas como terrestres. El nombre completo del país en árabe puede traducirse como El Reino Occidental. Al-Magrib, que significa el Poniente, es comúnmente usado. Para las referencias históricas, los historiadores usan Al-Magrib al-Aqşà (El lejano Poniente) para referirse a Marruecos, diferenciándola de la histórica región llamada Magreb y que incluye los actuales Túnez y Argelia. El término Marruecos en otras lenguas procede del nombre de la antigua capital imperial Marrakech, proveniente de la expresión bereber que significa "Tierra de Dios".
El fondo rojo de la bandera marroquí representa resistencia, valentía, fuerza y valor, mientras que la estrella verde de cinco puntas representa el sello de Salomón.
Marruecos romano y post-romano
El norte africano y Marruecos fueron lentamente dibujados dentro del mundo mediterráneo por las colonias de intercambio y poblados fenicios en el periodo clásico. La llegada de los fenicios anunció un largo dominio en el ancho Mediterráneo, aunque esta estratégica región formaba parte del Imperio romano, conocida como Mauritania Tingitana. En el siglo V d.C., al caer el Imperio romano, la región fue dominada por vándalos, visigodos y el Imperio bizantino, en una rápida sucesión. Sin embargo, durante este tiempo, los territorios de las altas montañas permanecieron bajo el dominio de los habitantes bereberes.
Primeros tiempos islámicos
Marruecos se modernizó a finales del siglo VII, con la llegada del Islam, que produjo la conversión de muchos bereberes y la formación de estados como el Reino de Nekor en el actual Rif. Uqba ibn Nafi, conquistador del Magreb en el siglo VII, alcanzó las costas atlánticas en las playas de Massa, se introdujo en el océano con su caballo y puso a Alá como testigo de que no quedaban más tierras por conquistar. El país pronto perdió el control del distante Califato Abasí de Bagdad bajo el poder de Idris I, fundador de la de los idrisíes en el año 789. Marruecos se convirtió en el centro de aprendizaje y la mayor potencia regional.
Peregrinos almorávides
El país alcanzó su mayor poderío cuando una serie de dinastías bereberes remplazaron a los idrisíes árabes. Primero los almorávides, después los almohades, quienes venían a Marruecos tras gobernar gran parte del noroeste africano, así como grandes territorios de la península Ibérica o al-Ándalus. El imperio se derrumbaría a causa de un largo periodo de guerras civiles.
Las primeras intervenciones europeas
En los siglos XV y XVI Portugal empezó una política expansionista en África, que en Marruecos tenía como objetivo controlar la costa y las actividades de piratería. La primera iniciativa importante fue la tomada de Ceuta (1415), que ya no volvería a manos magrebíes; ésta fue seguida por Arcila y Tánger (1471), Mogador (1506), Safí (1508) y Mazagán (1513). Pese a las poderosas fortificaciones levantadas, pronto las plazas del sur tuvieron que ser progresivamente abandonadas, frente a los constantes ataques marroquíes.
Por su parte, los españoles conquistaron la ciudad de Melilla en 1497, que pasó a depender del Ducado de Medina Sidonia, y a partir de 1556, de la corona española. Desde 1580, cuando Felipe II fue coronado rey de Portugal, las posesiones portuguesas pasaron a integrar el imperio español. En 1640 Portugal recobró su independencia, pero Ceuta permaneció bajo control español, situación que aún se mantiene.
El Faro de la ciudad de Melilla, en la esquina noreste de Marruecos, cerca de la frontera con Argelia (postal de 1909).
Tánger fue cedida por los portugueses a Inglaterra en 1661, como parte de la dote de Catalina de Braganza, cuando esta princesa se casó con el rey Carlos II. Los ingleses, frente a la continua presión marroquí, decidieron abandonarla en 1684.
Los alauitas (1666-1912)
La dinastía alauí mantuvo temporalmente el control del país. Los alauitas tuvieron éxito en estabilizar su posición, aunque el reino era más pequeño que los anteriores en la región, seguía manteniendo sus riquezas. En 1684 se anexionaron Tánger a su territorio.
Marruecos fue uno de los primeros países en reconocer a los Estados Unidos como una nación independiente en el año 1777. El Tratado de Amistad Marroquí-americano es considerado como el más antiguo tratado no quebrado de los Estados Unidos. Firmado por John Adams y Thomas Jefferson, ha estado en continuo efecto desde 1783. El consulado de Estados Unidos en Tánger es la primera propiedad que el gobierno norteamericano posee en el exterior. El edificio actualmente funciona como museo.
Aldabas alauitas en el palacio real de Fez
Influencia europea
Acertados esfuerzos portugueses por controlar la costa del Atlántico en el siglo XV no afectaron profundamente el corazón mediterráneo de Marruecos. Después de las Guerras Napoleónicas, Egipto y el Magreb norteafricano llegaron a ser cada vez más ingobernables desde Constantinopla, los recursos piratas de los beys locales y la Europa industrializada, resultaron un potencial creciente para la colonización. El Magreb tenía grandes riquezas comparada con el resto de África aún desconocida y una importante localización estratégica que afectaba la salida del Mediterráneo.
En un primer tiempo, Marruecos se convirtió en un estado con cierto interés en las potencias europeas. Francia mostró un fuerte interés en Marruecos desde 1830. Reconocido por el Reino Unido en 1904, la esfera de influencia francesa en Marruecos provocó una reacción alemana; la crisis de junio de 1905 fue resuelta en la Conferencia de Algeciras, realizada en España al año siguiente, donde se formalizó una "especial posición" francesa y se le confió la política de Marruecos a Francia y España en común.
Cable fechado 31 de marzo de 1912, donde se anuncia el protectorado francés de Marruecos.
El Tratado de Fez (firmado el 30 de marzo de 1912) convirtió a Marruecos en un protectorado de Francia. Por el mismo tratado, a partir del 27 de noviembre del mismo año, los territorios del norte (en torno a las ciudades de Ceuta y Melilla) y del sur (fronterizos con el Sahara Español) se convirtieron en el Protectorado español de Marruecos. Francia y España controlan la Hacienda, el ejército y la política exterior de Marruecos en sus respectivos protectorados. En teoría éstos no suponen ocupación colonial, están regulados por tratados y Marruecos es un Estado autónomo protegido por Francia y España pero bajo soberanía del sultán. En la práctica Marruecos se convirtió en colonia de Francia y España, especialmente desde 1930.
Una parte de la población marroquí se opuso a la ocupación colonial europea y se levantó en rebeliones y guerras civiles. En el protectorado francés se produjo una llegada masiva de colonos franceses (llegaron a ser 500.000 en 1950) los cuales cultivaron las mejores tierras. Por su parte, el gobierno francés construyó carreteras, puertos, ferrocarriles, redes de telefonía, navegación aérea. La colonización francesa provocó la ruina de la artesanía autóctona, desplazamientos bruscos y abusivos de población activa y se preocupó poco o nada en invertir en vivienda y educación.
Los sultanes de Marruecos en esta época fueron Muley Yúsuf (1912–1927) y Mohammed V (1927–1961).
El Sultán Yusef ben Hassan (1927)
Resistencia al protectorado
Partidos políticos nacionalistas, que aparecieron bajo el protectorado francés, basaron sus ideales para una futura independencia marroquí en la Carta Atlántica durante la Segunda Guerra Mundial (una declaración entre los Estados Unidos y el Reino Unido que disponía, entre otras cosas, el derecho a la población de elegir la forma de gobierno bajo la cual quería vivir). El manifiesto del Partido Istiqlal en 1944 fue una de las primeras demandas públicas por la independencia. Posteriormente, el partido, dirigido por Allal al-Fasi, tendría el liderazgo del movimiento nacional.
En los años cincuenta el nacionalismo marroquí se había extendido por Casablanca, Rabat, Fez, Tetuán y Tánger; era apoyado por la burguesía urbana y, más tarde también por los campesinos. El partido Istiqlal consigue el apoyo de Mohammed V y de la Liga Árabe en 1950. Ese año Mohammed V pide la independencia.
Abril de 1954: Mohammed V está en el exilio en Madagascar. En la imagen, con sus hijos: de izquierda a derecha, Aïcha, Hassan (futuro rey Hassan II), Malika, Abdellah y Nezha. Sobre las rodillas del sultán: la princesa más joven, Amina, que nació en el exilio.
El 23 de agosto de 1953 Francia envía al exilio en Madagascar a Mohammed V. El sultán fue reemplazado por el impopular Mohammed Ben Aarafa, y su reinado fue percibido como ilegítimo, esparciendo una activa oposición al protectorado francés por todo el país y dañando la imagen exterior de Francia, que no consigue apoyos. Los árabes se rebelan contra los franceses. Durante el verano de 1955 una oleada de atentados terroristas ataca objetivos franceses en Marruecos, la cual es respondida con la represión policial. Durante el otoño de 1955 Aarafa renunció al trono y Francia permitió el regreso de Mohammed V. Las negociaciones por la independencia marroquí comenzaron al año siguiente.
Todos estos eventos ayudaron a incrementar el grado de solidaridad entre el pueblo y el recién llegado rey. Por esta razón, la revolución de Marruecos, conocida como "La Revolución del Rey y su Pueblo" es celebrada cada 20 de agosto.
Independencia
Marruecos logró su independencia política de Francia y de España el 2 de marzo de 1956 y el 7 de abril del mismo año Francia abandonó oficialmente su protectorado en Marruecos. Con acuerdos con España en 1956 y 1958, Marruecos recuperó territorios antes controlados por dicho país. Hassan II se proclamó Rey de Marruecos el 3 de marzo de 1961, constituyéndose como una monarquía constitucional y de derecho divino al mismo tiempo. La monarquía es el referente nacional.
Hassan II y su hijo y heredero, el Príncipe Sidi Mohammed, en 1986.
En 1963 estalló una breve guerra fronteriza entre Marruecos y Argelia tras el rechazo del presidente argelino Ben Bella a las reivindicaciones marroquíes sobre territorios bajo la soberanía del sultán de Marruecos que habían sido incorporados por el régimen francés a su entonces colonia, Argelia. El conflicto, desencadenado por Marruecos, recibió el nombre de Guerra de las Arenas.
Desde 1962 hubo un alejamiento entre el rey y los partidos políticos. En el fondo a Hassan II nunca le gustaron ni el parlamento ni la democracia. Entre 1962 y 1990 la Dirección Nacional de Seguridad y la policía reprimen a la población, mientras que la corrupción campa a sus anchas en ambas instituciones. Entre 1965 y 1970, por causa de una rebelión popular en Casablanca, Hassan II suspendió la constitución y proclamó el Estado de Excepción. En 1970 se aprobó una nueva constitución hecha a medida del rey, a la que se opusieron el Istiqlal y la UNFP. Una tercera constitución se aprobó en 1972, según la cual la administración elige a un tercio de los diputados. Hassan sufrió entre 1971 y 1973 tres intentos de asesinato por parte del ejército.
El gobierno marroquí estuvo marcado por un gran malestar político, y su respuesta despiadada ante los movimientos opositores se ganó el nombre de Años de plomo. El enclave español de Ifni al sur del país, volvió a ser parte de la nueva Marruecos en 1969.
Encuentro del rey Hassan con el Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger en Casablanca (noviembre de 1973)
Marruecos invadió el Sáhara Occidental militarmente en noviembre de 1975, en contra de los deseos de los saharauis, los cuales guerrearon contra Marruecos entre 1976 y 1986, y de las resoluciones de Naciones Unidas, que siguen incluyendo a dicho territorio en la lista de territorios no autónomos y, por tanto, sujetos a descolonización. A pesar de ocupar la mayor parte del territorio, la resolución final del estatus de esos territorios aún sigue sin resolverse. El referéndum prometido en 1981 aún no se ha celebrado.
Entre 1985 y 1990 la situación se volvió crítica y problemática; hubo huelgas y manifestaciones. Se procedió a la reforma política desde arriba en 1991. En 1993 hubo elecciones legislativas, en las cuales hubo fraude. El 13 de septiembre de 1996 se reformó la Constitución: todo el parlamento se comenzó a elegir por sufragio universal, y se creó una cámara de consejeros (especie de senado) cuyos miembros son elegidos por las comunidades, ayuntamientos, regiones, sindicatos y asociaciones profesionales.
En 1999 muere Hassan II, su hijo mayor Mohammed VI le sucede al trono y promete realizar profundos cambios democráticos. Ese mismo año reformó el código jurídico de la mujer y en 2004 el código de la familia: se sube la edad mínima para casarse de 15 a 18 años, queda abolida la poligamia, la tutela del padre o del hermano mayor sobre la mujer adulta no casada, y las mujeres pueden elegir esposo y pedir el divorcio en igualdad de condiciones con respecto a los hombres en lo relativo a la custodia de los hijos.
El Rey Mohammed VI flanqueado por su hijo Moulay El Hassan y su hermano Moulay Rachid escuchan el himno nacional luego que dirigiera un discurso a la nación el 9 de marzo de 2011, donde anunció cambios constitucionales.
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