Tiene porte de princesa, elegancia de princesa, nombre de princesa y vida de princesa. Sin embargo, en los papeles formales, Charlotte Casiraghi no lo es. La hija de Caroline de Mónaco y Stefano Casiraghi es la cuarta en la línea de sucesión al trono monegasco, después de su madre y sus dos hermanos, Andrea y Pierre. Pero en la vida cotidiana poco importa esa formalidad y Charlotte es seguida por la prensa internacional como si fuera portadora de un título real, superando ampliamente a cualquiera de las princesas herederas europeas y ubicándose más cerca del trato mediático que recibía Diana, Princesa de Gales.
Nieta de Grace Kelly e hija de Caroline, Charlotte es la demostración de que la belleza sin dudas se hereda. Por ello y porque su familia es la más fotografiada de Europa, cada uno de sus pasos ha sido registrado en las revistas: su afición por la equitación, su estilo, sus vacaciones, el parecido con su madre, su primer novio, su novio millonario, su nueva relación con el actor de origen judío Gad Elmaleh, quince años mayor que ella. Sin embargo, al contrario que su madre y su tía Stephanie, para la “novia de Europa” –como se conoce a Charlotte- lo natural es no provocar escándalos. Referente de la moda joven –con sus lentes Ray Ban retro con marco rojo, sus tailleurs de Karl Lagerfeld y su set de equitación Gucci-, estudió en la Sorbona de París, es una hábil amazona y con 25 años ha logrado relaciones amorosas duraderas.
Tres generaciones de belleza anglosajona-mediterránea.
Sus rasgos infantiles denunciaban una belleza en potencia.
Las grandes firmas de la moda francesa ya la vestían en su pre-adolescencia.
Lo cierto es que la segunda hija de Caroline de Hannover elige su vestuario desde que cumplió los 7 años y desde los 13 no sale a la calle sin maquillaje. Desde esa época ha creado un estilo propio, desenfadado y, a la vez, elegante. Usa muy pocas joyas, pero a veces lleva brazaletes budistas mezclados con pulseras de plata; gusta de los bolsos y conjuntos de Chanel, le encantan los relojes deportivos y los jeans y camisetas de Armani, Versace y Valentino.
Al mejor estilo Lady Diana en los años 80 y 90, Charlotte Casiraghi es hoy objeto de las cámaras de los paparazzi hasta en tenida casual, por las calles de París o Montecarlo.
La fiesta más emblemática de Mónaco es el Baile de la Rosa, evento benéfico que se celebró por primera vez en 1954 y ha sido una de las piezas claves para rodear al principado de su aura de lujo, derroche y sofisticación. Este acto siempre es presidido por los Grimaldi y Charlotte, flamante ícono de la moda joven, es una pieza exquisita. Izquierda, en la edición 2009. Centro, en 2010. Derecha, en 2011 (de luto por la muerte de la Princesa Antoinette, hermana de Rainiero III).
La noche de su debut formal en sociedad, con apenas 15 años y de la mano de Karl Lagerfeld.
A los 15 años estrenó su primera fiesta de gala en la sociedad parisina, el 5 de diciembre de 2001, en el Hôtel Pozzo di Borgo, durante la premiêre de la nueva colección de perlas de cultivo Princess Grace presentada por el joyero japonés Mikimoto. Karl Lagerfeld diseñó sus pantalones negros y su blusa en forma de túnica y desde entonces ha elegido al Kaiser para la mayoría de sus compromisos públicos y privados. Esto lo ha heredado de su madre, adoradora sin remedio de Chanel desde su propia juventud.
Con la cabeza cubierta por una mantilla española, abandona la Catedral de Mónaco luego del funeral de su abuelo, el Príncipe Rainiero, el 15 de abril de 2005.
Siguiendo el estilo femenino, trendy y sofisticado que caracterizaba a su madre y a su abuela, la joven siempre tiene el conjunto perfecto para cada ocasión. Al asistir a la celebración de gala del centenario de los Ballets Russes en Montecarlo, escogió un diseño de Chanel Haute Couture Otoño-Invierno 2009/2010. Un modelo corto pero con una cola por detrás con doble botonadura forrada en encaje y con hombreras de pedrería.
Para celebrar el 90º aniversario de Vogue, en octubre de 2010, un baile al más puro estilo del Carnaval de Venecia reunió en el Hotel Pozzo di Borgo de París a la crême del mundo de la moda, la noche Eyes Wide Shut. Charlotte acudió con un Chanel que era una especie de kimono oriental en tonos azulones con toques de rojo. Sus accesorios y su peinado demostraron que menos es más.
La hija de Caroline de Hannover no pierde la clase ni en el Grand Prix de Fórmula 1.
Llama la atención que tan tempranamente Charlotte haya mostrado un sentido muy definido de lo adecuado (por ejemplo, sabe qué accesorio escoger para la ocasión) y también un sentido de responsabilidad ante sus obligaciones sociales, desde la presentación de un perfume a una competencia hípica de la talla del Grand Prix d’Amerique, que se celebra en París desde 1920. Esta pasión por la equitación la llevó a ser noticia desde muy pequeña, gracias a su madre. Pero ella demostró talento, empeño y voluntad para ser una buena amazona y ha ganado carreras de salto de obstáculos y también de fondo.
Gucci anunció que su segunda colección ecuestre fue diseñada exclusivamente para Charlotte Casiraghi por la Directora Creativa Frida Giannini. La colección, una moderna mezcla de atavíos técnicos para el show y clásica sofisticación Gucci, vistió a Charlotte a lo largo de su participación en el 2011 Global Champions Tour (Estoril, Chantilly, Valkenswaard, Río de Janeiro y Abu Dhabi).
En la tradicional gala AMADE (Asociación Mundial de los Amigos de la Infancia) en el hotel de París en abril de 2011, Charlotte brilló con un strapless de estampado floral en tonos ocres y sandalias de Yves Saint Laurent a tono.
Charlotte no se pinta el pelo pero usa productos para incrementar su brillo y prefiere llevarlo recogido, tanto para el día como para la noche, dejando la frente despejada. Aquí luce el pequeño velo de encaje que coronaba la tenida Chanel con que asistió a la boda de su tío Albert, el 2 de julio de 2011.
En la fiesta de la boda del Príncipe Albert, deslumbró a propios y extraños con un modelo de vestido y capa de Giambattista Valli Couture. El tono que eligió fue el azul “Princesa Grace”, en honor de su famosa abuela.
Poco sorprende que las marcas top de diseño están desesperadas por vestirla. En sus primeras competencias ecuestres recurría a Dior y Chanel para lucir su estilo, pero luego se inclinó por la firma italiana Gucci. En 2011 Gucci consiguió un gran golpe cuando anunció que la joven monegasca de 25 años había firmado para ser la nueva cara de la marca para su campaña Forever Now. Así, la nieta de Grace Kelly protagonizará durante dos años una serie de sesiones de fotos, de la mano de cuatro de los fotógrafos de moda más importantes del mundo, y en homenaje a los más célebres íconos de la firma.
Miss Casiraghi se ve apoyada en una paca de heno con el pelo suelto y despeinado y un pañuelo atado alrededor de la frente. Su maquillaje es mínimo y sus botas de montar pueden ser vistas en la parte inferior del marco. También lleva una chaqueta color burdeos, camisa negra de cuello alto y johdpurs, todo parte del equipo de montar que Gucci creó exclusivamente para ella para competir.
Charlotte participando en la Competencia Ecuestre Internacional de Lyon, jinete de Carryduff Z (octubre de 2011). |
La firma ya había diseñado el uniforme de equitación para la bella monegasca. La directora creativa de Gucci, Frida Giannini, declaró en una entrevista: “A lo largo de los dos últimos años he tenido el placer y el privilegio de conocer a Charlotte a través de nuestra pasión compartida por los caballos. No sólo encarna la belleza y la gracia de la equitación, sino que también es una maravillosa embajadora del deporte. Charlotte personifica el espíritu de Gucci con verdadera elegancia”.
Aunque rara vez los royals encabezan campañas de moda, Miss Casiraghi y el director creativo de Gucci comparten un vínculo especial. Puede decirse que sigue los pasos de una nieta de la reina Elizabeth, Zara Phillips, quien hizo una campaña para la firma británica de ropa ecuestre "Musto" en 2010.
Gucci es actualmente una de las firmas que más elige la niña mimada de Europa.
Apenas aparece en una gala (en este caso con un Chanel rosa palo) e inmediatamente aparecerá en la portada de una revista.
El 24 de febrero de 2012, Miss Casiraghi entregó los trofeos del campeonato internacional de polo en el Desert Palm Hotel de Dubai.
El Cartier International Dubai Polo Challenge es presidido por SAR la Princesa Haya Bint Al Hussein, esposa del jeque Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, Vicepresidente y Primer Ministro de los Emiratos Árabes. Es el torneo más celebrado del desierto y uno de los tres que Cartier patrocina cada año, junto con el Royal Cartier International Windsor Polo y el Saint-Moritz Snow Polo.
Fiel a su costumbre de apostar por Chanel para las grandes ocasiones, lo hizo también en marzo de 2012 para el Baile de la Rosa, con un modelo azul pastel de Lagerfeld y su pelo recogido en un elegante moño italiano.
Vogue USA tuvo a Kate Moss para su portada de Septiembre 2011, pero Vogue Paris tuvo a Charlotte. La joven se ve como en casa en la cubierta de la biblia de la moda francesa, lo que derivó la atención pública (por lo menos momentáneamente) de Kate Middleton. Como un aliento de aire fresco, la nieta de Grace Kelly deslumbra en la toma capturada por Mario Testino.
NO EXISTE UNA MUJER MAS BELLA, ME RECUERDA A LOS UÑOS JOVENES DE BRIGHIT BARDOT....
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