El condado de Barcelona corresponde al territorio regido por los condes de Barcelona entre el siglo IX y el siglo XVIII, desde donde se formó históricamente Cataluña como una entidad política.
Originalmente el título era comes Barchilonensis en latín y posteriormente comes Barchinone, en catalán comte de Barcelona desde al menos 1194 y en español conde de Barcelona desde 1458.
Armas: En campo de oro, cuatro barras de gules. Son las armas de los condes de Barcelona a partir de Alfonso II de Aragón (1152-1196).
Sus orígenes se remontan al siglo VIII, cuando con motivo de la Invasión musulmana de los dominios del Reino visigodo y su posterior expansión sobre la actual Francia, la confrontación entre el los francos y las fuerzas musulmanas condujo a una respuesta defensiva de los monarcas carolingios, consistente en la creación de la la denominada Marca Hispánica. Esta se realizó mediante la dominación de los territorios del sur de Francia y del norte de la Península Ibérica y derivó en la formación de un conjunto de pequeños condados. La dominación franca se hizo efectiva tras la conquista de Gerona (785) y principalmente, cuando en el año 801 la ciudad de Barcelona fue conquistada por el rey de Aquitania Luis el Piadoso (o Ludovico Pío) y es incorporada al reino franco, estableciéndose en ella el Condado de Barcelona, con dependencia del rey franco.
Inicialmente, la autoridad condal recayó en la aristocracia local, tribal o visigoda, pero la actitud independentista que inmediatamente mostró ésta obligó a los Carolingios a sustituirlos por condes de origen franco. Pese a todo, los lazos de dependencia de los condados catalanes con respecto a la monarquía franca se fueron debilitando. La autonomía se consolidó al afirmarse los derechos de herencia entre las familias condales. Esta tendencia fue acompañada de un proceso de unificación de los condados hasta formar entidades políticas más amplias. El conde Wifredo el Velloso, último conde nombrado por los reyes francos, representó esta orientación. Consiguió reunir bajo su mando una serie de condados y transmitirlos en herencia a sus hijos. A su muerte en 897 la unidad se rompió, pero el núcleo formado por los condados de Barcelona, Gerona y Vic se mantuvo indiviso.
Wilfredo el Velloso, primer conde de Barcelona
El condado independiente
Durante el siglo X, los condes de Barcelona reforzaron su autoridad política y se fueron alejando poco a poco de la influencia franca. En el 985 Barcelona, entonces gobernada por el conde Borrell II, es atacada e incendiada por los musulmanes, liderados por Almanzor. El conde se refugia entonces en las montañas de Montserrat, en espera de la ayuda del rey franco, pero no aparecen las tropas aliadas, lo que genera un gran malestar. En el año 988, en el reino franco termina la dinastía Carolingia y es sustituida por la dinastía Capeta. Borrel II es requerido para prestar juramento de fidelidad al nuevo rey franco, pero no consta que el conde barcelonés acudiese a la llamada, pues el rey franco tuvo que acudir al norte a resolver un conflicto. Esto ha sido interpretado como el punto de partida de la independencia de hecho de lo que posteriormente se llamará Cataluña.
Posteriormente, el Condado de Barcelona va creciendo en importancia y en territorio con los sucesivos condes. Va absorbiendo otros condados de la Marca Hispánica y se expande hacia el sur gracias a las batallas contra los árabes. Así, por ejemplo, Ramón Berenguer III se casa con Dulcia de Provenza, por lo que parte de ese condado se une al de Barcelona, formando progresivamente un espacio territorial muy similar al de la actual Cataluña.
La creación de la Corona de Aragón
Sin embargo, otro matrimonio, el de Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón crea una unión dinástica compuesta por el condado de Barcelona y el reino de Aragón, que siglos después se conocerá como Corona de Aragón. Ramón Berenguer IV fue hasta su muerte conde de Barcelona y príncipe de Aragón. El hijo de ambos, Alfonso II, fue el primer rey de Aragón que a su vez fue Conde de Barcelona, títulos que heredarán a partir de entonces todos los reyes de la Corona de Aragón. Ambos territorios mantendrán sus cortes y derecho propios.
Durante los siglos XIII y XIV, el condado seguiría siendo regido por los condes de la casa de Barcelona, pero con motivo del Compromiso de Caspe, la titularidad del mismo pasó a la dinastía Trastámara, originaria de Castilla, mediante la coronación de Fernando I de Aragón. Posteriormente, la unión dinástica entre las coronas de Castilla y Aragón comportaría la inclusión del condado en los territorios regidos por los Austrias.
Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón
Cronología
· Condes Carolingios (no hereditarios)
Desde 801, en que se crea el Condado como parte de la Marca Hispánica, hasta 897, con Wifredo I el Velloso.
· Condes Carolingios (hereditarios)
Desde 897, con Wifredo II Borrell, hasta 947, con Suñer I.
· Condes Carolingios (independientes)
Desde 947 (Borrell II) hasta 1154 (Ramón Berenguer IV el Santo).
Alfonso IV de Aragón
A partir de aquí, el título queda ligado a la Corona de Aragón, lo poseen los Reyes Católicos, y, desde Carlos I, queda ligado a la Corona de España, salvo el período de 1641 a 1652 en que durante la Guerra de los Segadores la Generalidad nombra a Luis XIII de Francia Conde de Barcelona, título que hereda su hijo Luis XIV, volviendo el título a la Corona de España con el Tratado de los Pirineos en 1659.
Durante la Guerra de Sucesión española, entre 1702 y 1714, el título de Conde de Barcelona recayó en Carlos III, el archiduque de Austria y aspirante al trono español, y luego emperador de Austria como Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico. Tras el Tratado de Utrecht volvió a Felipe V de España.
La extinción del condado de Barcelona
A pesar de la vinculación del condado a la monarquía hispánica, el Derecho propio del condado de Barcelona se mantuvo intacto hasta que se abolieron en el 1714 con los Decretos de Nueva Planta, tras la Guerra de Sucesión española. Desde entonces, el condado ya no sería nunca más una entidad política y el espacio político de la actual Cataluña sólo volvería a definirse como tal mediante los estatutos de autonomía de 1932, 1979 y 2006.
Don Juan de Borbón
El heredero del trono español, Juan de Borbón, que estaba exiliado en Portugal, usó el título de conde de Barcelona durante el gobierno de Franco. Parece ser que era el título español más próximo al de rey de España que podía tomar sin ser coronado. Tras la restauración monárquica en 1975, Juan de Borbón no fue nombrado rey, sino que lo fue su hijo Juan Carlos I. En 1978 el rey concedió oficialmente el título a su padre, que lo mantuvo hasta su muerte en 1993, revirtiéndose a los títulos de la Corona, pues es un título Real.
El título es ostentado actualmente por el titular de los derechos a la Corona española, o sea, Juan Carlos I.
Don Felipe, Don Juan Carlos y Don Juan
Como siempre una exclarecedora entrada sobre todo en un tema tan delicado como bien sabrá que es Cataluña para España por las invenciones de los grupos nacionalistas, sin embargo, Vd. lo deja todo muy claro...
ResponderEliminarUn saludo.
Una aclaración heráldica. Las armas del condado de Barcelona y de todos los Estados peninsulares regidos por el Casal de Barcelona, no son como se describen normalmente, (y describe usted también) es decir: de oro cuatro barras de gules. Lo que la gente denomina, sin conocimiento alguno de heráldica BARRAS, son PALOS, quedando así: de oro, cuatro palos de gules.
ResponderEliminarSaludos.
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Un aclariment heràldic. Les armes del comtat de Barcelona i de tots els Estats peninsulars regits pel Casal de Barcelona, no són com es descriuen normalment, (i descriu vostè també) és a dir: d'or quatre barres de gules. El que la gent denomina, sense coneixement algun d'heràldica BARRES, són PALS, quedant així: d'or, quatre pals de gules
Salutacions
Amigo Carolvs II, mi respeto siempre a TODOS los españoles.
ResponderEliminarEstimado Dissortat, "solo sé que no sé nada" en lo que refiere a heráldica. Agradezco enormemente su conocimiento.
Retribuyo saludos