El aderezo de rubíes griego se compone de una diadema con diseño naturalista de frutos y hojas de olivo, un par de pendientes, un collar y dos broches.
A partir de esta foto de la reina Olga, nacida Gran Duquesa de Rusia, es posible ver la tiara y un collar de gargantilla. Los rubíes fueron legados a su hijo, el Príncipe Nikolaos, quien cedió su uso a la mayor de sus hijas, la princesa Olga, casada con el príncipe Pablo de Yugoslavia.
Después de la muerte de Nicolás, su viuda, de nacimiento Gran Duquesa Elena Vladimirovna, entregó el aderezo a la reina Federica -esposa de su sobrino el rey Pablo I- y, a su vez, ésta regaló entonces el conjunto a su flamante nuera, la reina Ana María (nacida Princesa de Dinamarca).
De esta foto de Federica de Grecia podemos ver que el collar se ha acortado. Hay dos colgantes menos y también varios enlaces. El color de los rubíes es rojo oscuro de tinte rosado que puede ser clasificado como el color de la sangre de paloma. En cuanto al punto de origen, es probable que sea Birmania.
Rubíes imperiales
Uno de los más bellos aderezos de rubíes fue originalmente propiedad deMaría Alexandrovna, la Duquesa de Edimburgo y de Sajonia-Coburgo-Gotha. Única hija del zar Alejandro II de Rusia, María Alexandrovna estaba acostumbrada a tener lo mejor. Su colección de joyas era impresionante y los regalos nupciales que recibió de parte de su padre no fueron una excepción.
Creado por Bolin, le fue obsequiado en 1874, año de su matrimonio conel Príncipe Alfred del Reino Unido. El aderezo consistía en una tiara con motivos de loto, un ramillete de corsage y un suntuoso collar.
La Duquesa de Edimburgo usó sus rubíes para las festividades de coronación del zar Nicolás II en 1896. Debajo aparece fotografiada usando el devant de corsage y el collar. Aunque había otra diadema de rubíes en su colección, no ha quedado registro de María Alexandrovna llevando la tiara.
A su muerte, el aderezo fue heredado por su hija Alexandra de Sajonia-Coburgo-Gotha, por matrimonio princesa de Hohenlohe-Langenburg, y ésta se lo dejó a su hijo Godofredo de Hohenlohe-Langenburg. La última portadora del conjunto fue la princesa Margarita de Grecia, esposa de éste, quien llevó la tiara en la boda real de 1962, la de Juan Carlos de España y Sofía de Grecia. La princesa murió en 1981 y sus joyas fueron subastadas en 1989.
La “Burmese Ruby Tiara”
La Tiara Birmana de Rubíes fue confeccionada por orden de Isabel II en 1973. El diseño tiene la forma de una corona de rosas rojas y, al igual que muchas otras piezas de la colección, fue realizada por Garrard & Co. Racimos de rubíes y oro forman el centro de cada flor, mientras que diamantes y plata forman los pétalos. Un total de 96 diamantes se usaron en la tiara. Tanto los rubíes como los diamantes pertenecen a la colección privada de Isabel.
Los rubíes fueron un regalo de bodas del pueblo birmano, por el cual fue bautizada la tiara. El número de rubíes representa el número de enfermedades que la gente de Birmania cree que pueden afectar al cuerpo humano. Según ellos, los rubíes tienen la capacidad de proteger a su dueño de la enfermedad y el mal. Los diamantes fueron también un regalo de bodas, esta vez del Nizam de Hyderabad y Berar, quien en ese momento también poseía una gran colección de joyas.
La Tiara Niarchos de la Reina de España
Es un regalo del armador griego Stavros Niarchos a Doña Sofía de Grecia con motivo de sus esponsales en 1962 con el Príncipe Juan Carlos. Es obra de la casa parisina Van Cleef et Arpels.
La pieza, que puede ser usada como collar de dos vueltas, como sautoir, como gargantilla y como diadema (de una, dos o tres hileras), está montada en oro con rubíes en cabochon rodeados de brillantes y, estos a su vez, de rubíes más pequeños. Cada medallón está separado por cuatro brillantes en bagette. La joya se complementa, además, con unos pendientes a juego con dos rubíes de cabochon (en cada uno) rodeados por brillantes.
El mismo año en el que Doña Sofía recibía del millonario griego el espectacular regalo, las actrices Sofía Loren y Audrey Hepburn promocionaron la firma de joyería apareciendo en anuncios fotográficos con el mismo collar. Van Cleef & Arpels fue punto de referencia durante toda la década de los sesenta.
Con el aderezo completo Doña Sofía participó en el viaje oficial a Estados Unidos en 1971, en su primera gran salida de los príncipes de España al extranjero.
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