La Tiara Prusiana de la Princesa de Asturias
La joya pertenecía a Victoria Luisa de Prusia, abuela materna de la Reina Doña Sofía (nacida princesa greco-alemana), quien la había recibido de su padre, el Káiser Guillermo II, por su boda con Augusto II de Hannover en 1913. Guillermo II daba a su hija las magníficas joyas que en su día Prusia arrebató a la Casa Real de Hannover, alhajas que volvían así a sus legítimos propietarios. Victoria Luisa se la regaló a su única hija, Federica, cuando contrajo matrimonio en 1937 con el entonces príncipe Pablo de Grecia. Con ella posó en su fotografía oficial del enlace.
La Reina Federica se la regalaría a su hija, la princesa Sofía, cuando se casó con Juan Carlos de España en 1962, aunque anteriormente ya la había lucido en su puesta de largo o en algún viaje oficial que realizó acompañando a sus padres. Es quizá por ello una pieza muy querida para la princesa Sofía, que la lució siendo Princesa de Asturias y luego como Princesa de España, en múltiples ocasiones. Sin embargo, ninguna de las infantas la eligió para usarla en sus bodas, sólo Doña Letizia Ortiz lo hizo cuando desposó al Príncipe de Asturias en 2004, elección probablemente influida por el valor familiar de la pieza, también por su ligereza y aire clásico, tan conveniente al estilo de su atuendo nupcial.
La Infanta Elena
La Princesa de Asturias
El Bandeau de Diamantes de Máxima de Holanda
Esta tiara consiste en veintisiete grandes diamantes en forma de rosa situados en un marco de platino brillante. Los diamantes fueron tomados del rivière de treinta y cuatro diamantes que formaba parte del regalo de bodas de la Reina Emma. El ajuste de la tiara fue hecho probablemente para la Princesa Juliana, pues fue vista por primera vez con ella en 1937, cuando usó el aderezo completo: el collar como un bandeau junto con el impresionante adorno de corsage, en lo que era un claro homenaje a su abuela. Quizá haya recibido este conjunto de la Reina Emma como presente de bodas de su madre.
El bandeau de diamantes
La Reina Guillermina llevó el simple pero impresionante bandeau en su ceremonia de coronación en 1898 y para su boda en 1901, así como en la última sesión de su retrato oficial en 1948. La Reina Juliana, por el contrario, usó la tiara de diamantes muchas veces y en la mayoría de los casos con un set de aretes hecho de grandes diamantes de talla antigua. Probablemente también tomados del collar original.
La reina Juliana
La Reina Beatriz comenzó a usar esta tiara en años recientes. Sin embargo, su hermana, la Princesa Margriet, la ha usado en varias ocasiones. Incluso la Princesa Cristina, hermana menor de la reina y conocida por no usar muchas joyas, ha llevado esta pieza. Hoy en día es la Princesa Máxima, consorte del Príncipe Heredero Guillermo, quien usa frecuentemente esta sencilla pero impresionante joya de puros diamantes.
La Princesa de Orange
La Tiara de Camafeos de la Princesa Heredera de Suecia
El color de esta joya histórica es muy especial; es blanca, en una combinación de perlas, oro y camafeos que representan figuras mitológicas. El uso de figuras de la Antigua Grecia o Roma, incluso de la mitología, era muy común en la época napoleónica para los tocados femeninos. En total la diadema despliega siete camafeos: en el centro se halla la coronación del amor (madre e hijo), donde los retratos de un hombre y una mujer acostumbraban ponerse para ser vistos. En la parte trasera los camafeos son intercambiados con una diosa que tiene un querubín en su regazo (cuidador) y un hombre con un bastón (guarda). El aderezo se completa con un collar, aretes y broche.
Josefina de Leuchtenberg, Reina consorte de Suecia
La Princesa Heredera Ingrid
Silvia Sommerlath (1976)
La Reina consorte Silvia
La Princesa Heredera Victoria
Esta tiara es parte de un aderezo de rubíes (tiara, collar, pendientes, pulsera, broche). La pieza le fue obsequiada originalmente a Désirée Clary por su ex-prometido, el emperador Napoleón, al momento de su matrimonio con Jean-Baptiste Bernadotte, quien se convirtió en el rey Carlos XIV Juan de Suecia. Tras la muerte de la reina Désirée en 1860, el aderezo de rubíes pasó a su bisnieta, la princesa Luisa de Suecia, quien se convirtió en la reina consorte de Dinamarca.
El aderezo de rubíes ha pasado automáticamente de una reina consorte a una princesa heredera al contraer matrimonio con el príncipe heredero de Dinamarca: de la reina Luisa a la princesa heredera Alejandrina, de la reina Alejandrina a la princesa heredera Ingrid, de la reina Ingrid a la princesa heredera Mary (Donaldson).
La Reina consorte Ingrid con el aderezo completo
El conjunto reapareció en 2004 cuando Mary Donaldson, la futura princesa heredera de Dinamarca, lo llevó en dos eventos previos a la boda: el 11 de mayo, durante una cena en el Palacio de Christiansborg en honor a la pareja de novios, y el 13 de mayo, para una velada en el Teatro Real. La princesa heredera Mary ha llevado esta diadema durante las tres galas de Año Nuevo en la corte danesa: en 2006, 2007 y 2008.
La Princesa Heredera Mary, con el aderezo completo
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