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domingo, 24 de julio de 2011

Fruto de un amor secreto: El Espíritu del Éxtasis

El “Espíritu del Éxtasis” (Spirit of Ecstasy) es el nombre del adorno de radiador presente en los automóviles fabricados por Rolls-Royce. Tiene la forma de una mujer inclinada hacia adelante con sus brazos extendidos sobre ella hacia atrás. Un gran trozo de tela ondulada recorre sus brazos y atraviesa su espalda, recordando a unas alas.




El “Espíritu del Éxtasis”, también llamado "Emily", "Silver Lady" ("Dama de Plata") o "Flying Lady" ("Dama Voladora"), fue diseñado por Charles Robinson Sykes y lleva consigo una historia de pasión secreta entre John Walter Edward Scott-Montagu, (2º Lord Montagu de Beaulieu después de 1905, un pionero del movimiento automotriz, y editor de la revista especializada The Car desde 1902) y su amor secreto y modelo del emblema, Eleanor Velasco Thornton, una actriz y modelo británica de madre española. Eleanor era la secretaria de John-Walter y su amor mutuo permanecería escondido, limitado a su círculo de amigos, durante más de una década. El motivo de este secretismo era el bajo estatus social y económico de Eleanor, que suponía un obstáculo para su amor. John-Walter, sucumbiendo a las presiones de su familia, se casó con Lady Cecil Victoria Constance, pero su relación amorosa secreta siguió adelante.


Eleanor murió el 30 de diciembre de 1915, hundiéndose con el SS Persia, cuando la nave fue torpedeada cerca de Creta por un submarino alemán, mientras ella acompañaba a Lord Montagu en su viaje a la India, cuatro años después de haber sido inmortalizada por su amante.


Lord Montagu y Eleanor Thornton


El Susurro (The Whisper)


Cuando Montagu encargó a su amigo Sykes la escultura de una estatuilla personal para el capot de su Rolls-Royce Silver Ghost, Sykes eligió a Eleanor Thornton como su modelo. Sykes originalmente creó a mano una figurita basada en ella con sus ropas al viento, que presionaba un dedo contra sus labios - para simbolizar los secretos de su amor-. Esta figurita fue, consecuentemente, llamada The Whisper (El Susurro) y está en exhibición en el National Motor Museum de Beaulieu junto con otros figurines del Espíritu del Éxtasis.


Los primeros automóviles Rolls-Royce no presentaban mascota alguna sobre su radiador; simplemente llevaban un emblema de la marca. Esto, de todas formas, no era suficiente para sus clientes, quienes opinaban que un vehículo de tan alto prestigio como un Rolls-Royce debía tener su propia mascota, y hacia 1910 las estatuillas personales se convirtieron en la moda del momento. Rolls-Royce era consciente de que algunos de los propietarios estaban fijando ornamentos "inapropiados" a sus vehículos. Claude Johnson, por entonces director de Rolls-Royce Motor Cars, fue preguntado para considerar el encargo de algo más digno y agraciado.

The Whisper


Johnson encargó a Charles Sykes, un joven artista y graduado del London's Royal College of Art, que produjera una mascota que adornaría los futuros Rolls-Royce y que se convertiría en genérico de la marca. Sus especificaciones indicaban que debía transmitir "el espíritu Rolls-Royce, a saber, velocidad con silencio, ausencia de vibraciones, la misteriosa conjunción de una gran energía con un bello organismo viviente de suprema gracia..."


El Espíritu de la Velocidad (The Spirit of Speed)


El resumen que Sykes recibió de Claude Johnson decía que su deber era evocar el espíritu de la mítica belleza de Niké, cuya elegante imagen era admirada en el Museo del Louvre, pero Sykes no estaba impresionado. Él creía que sería apta una representación más femenina.


Fue otra vez Miss Thornton quien él tenía en mente. Sykes eligió modificar The Whisper para convertirla en una versión similar a la actual y bautizó a su primer modelo The Spirit of Speed ("El Espíritu de la Velocidad"). Más tarde, la llamó "Una elegante pequeña diosa, el Espíritu del Éxtasis, que ha elegido el viaje por carretera como su delicia suprema y se asentó en la proa de un Rolls-Royce para revelar la frescura del aire y el sonido musical de sus revoloteantes vestiduras". Esta estatuilla fue presentada a la compañía en febrero de 1911.



Algunos críticos y fanáticos de Rolls-Royce han dado a El Espíritu del Éxtasis el dudoso apodo de Ellie in her Nightie ("Ellie [Diminutivo de Eleanor] en camisón"), sugiriendo la influencia de Eleanor como la musa de Sykes.


Claude Johnson ideó la descripción de El Espíritu del Éxtasis: describió cómo Sykes había buscado transmitir la imagen de "el espíritu del éxtasis, que ha elegido el viaje por la carretera como su delicia suprema... Ella está expresando su disfrute entusiasta, con sus brazos extendidos y su vista fijada en la distancia."


Henry Royce se encontraba enfermo durante el encargo de la dama voladora. Él no creía que la figurita mejorara el aspecto de los vehículos, argumentando que empeoraba la visión del conductor, y por ello pocas veces fue visto conduciendo un coche de su propia empresa adornado con el emblema.


La firma de Sykes aparecía en la peana y estaba inscripto "Charles Sykes, February 1911", "Feb 6, 1911" o "6.2.11". Incluso después de que Rolls-Royce se hiciera cargo de la fundición de las figuras en 1948, cada Espíritu el Éxtasis siguió llevando esta inscripción hasta 1951.



Alteraciones



Royce se aseguró de que oficialmente la estatuilla fuera un extra opcional, pero en la práctica se instaló en casi todos los coches fabricados después de ese año, convirtiéndose en equipamiento de serie a principios de los años 1920. Los automóviles cambiaron con los tiempos y El Espíritu del Éxtasis no fue una excepción. Estuvo chapada en plata desde 1911 hasta 1914, cuando se transformó para ser de aleación de cromo o níquel para disuadir a los posibles ladrones. Tan sólo se añadió una excepción cuando en París se presentó para un concurso de mascotas, en 1920, donde una versión enchapada en oro quedó en primer puesto. Las versiones chapadas en este metal al final quedaron disponibles con un costo adicional.


Aunque parezca que no ha cambiado nunca, esta estatua ha sufrido un total de 11 modificaciones de importancia a lo largo de su vida. Debido a la reducción de altura de las carrocerías, la mascota se ha visto reducida en varias ocasiones y fueron hechas varias alteraciones del diseño original.


Flying Lady vuelta hacia un costado para facilitar el acceso al compartimento del motor.


Sykes fue comisionado una vez más por Rolls-Royce en los años ‘30, para hacer una versión más baja de la mascota que encajara mejor con las berlinas deportivas de la época.


El 26 de enero de 1934 se desveló un nuevo diseño: la estatuilla de la dama arrodillada, la que era un innegable reflejo de Eleanor como un símbolo de la Rolls-Royce. También llevaba grabada la inscripción de "C. Sykes, 26.1.34" en la peana, la fecha en que se finalizó la primera pieza. Esta versión fue, de todos modos, dejada de fabricar tras los modelos Silver Wraith, Silver Dawn y Phantom IV, en favor de una versión más pequeña que la original, pero de pie, tal y como ha llegado hasta nuestros días.


En Estados Unidos, la estatuilla se llama The Flying Lady (La Dama Voladora), una versión modificada de El Espíritu del Éxtasis, hecha más arqueada hacia adelante para proteger el capot.


Emily kneeling


La representación actual de El Espíritu del Éxtasis se levanta un total de 3 pulgadas (7,5 cm) y, por seguridad, está montada sobre un mecanismo soportado por un muelle diseñado para retraerse instantáneamente dentro del radiador si se le golpea desde cualquier dirección. También existe un botón en el interior del vehículo que puede activar el mecanismo manualmente cuando se le presiona. La figura puede estar hecha de acero inoxidable muy pulido, de plata de ley o de oro de 24 quilates, siendo estas dos últimas opciones extras opcionales.


Los dos únicos Rolls-Royces en los que no aparece este amuleto actualmente son, por un lado, el primer Phantom IV suministrado en 1950 a la entonces Princesa Isabel, que porta su amuleto personal: San Jorge a caballo matando el dragón, diseñado por el artista Edward Seago -esta estatua es intercambiable, así que puede ser colocada en cualquier otro coche de la flota real- y, por otro lado, el Phantom IV de 1954 que posee la Princesa Margarita y que lleva a Pegaso, obra de Louis Lejeune, como el adorno del capot .

San Jorge y el Dragón, emblema personal de la Reina de Inglaterra


El Espíritu del Éxtasis al frente de la rejilla del Rolls se ha convertido en uno de los emblemas automovilísticos más identificables universalmente. Y quizá en una de las marcas más reconocidas del mundo.

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