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martes, 19 de abril de 2011

Albania: tierra de águilas y montañas

El nombre autóctono del país, Shqipëria, significa "Tierra de las águilas". Fue adoptado a partir de la rebelión contra los turcos dirigida por "Skanderbeg" (“el jefe Alejandro”, en turco) en 1433. En esa época, la población libre del territorio adoptó el gentilicio de shqipëtar, ya que la bandera usada por Skanderbeg poseía como emblema principal el águila imperial bicéfala heredada de los bizantinos. El nombre Albania, en cambio, es ajeno a los nativos y deriva del latín albus, blanco, en referencia a la nieve de las montañas.



Bandera de Albania (1928)



El pueblo más antiguo conocido que habitó el centro y norte del actual territorio de Albania fue el de los ilirios, de los cuales los shqipëtarët o albaneses son supuestos descendientes. En el 35 a. C., los romanos conquistaron los sitios más accesibles y civilizados, denominándoles provincias de Ilírico y Epiro, aunque los territorios más montañosos y remotos nunca llegaron a estar bajo control del Imperio romano.


Bajo los romanos, Iliria conoció una época de paz y prosperidad. Cuando el Imperio romano quedó dividido en el año 395 d.C., los ilirios fueron asimilados por el Imperio bizantino. Durante los siglos V y VI confluyeron con pueblos itinerantes como los visigodos, hunos, ostrogodos; y terminaron siendo vecinos (al norte y al este) de los eslavos, que asimilaron en esas zonas a los ilirios o macedonios.



Gjergj Kastrioti Skanderbeg



A fines de la Edad Media los turcos otomanos invadieron la península balcánica. Entre 1443 y 1468, Gjergj Kastriot, llamado Skanderbeg, dirigió en nombre de los albaneses las luchas conjuntas de serbios, búlgaros, rumanos y otros pueblos de la zona contra los turcos otomanos, convirtiéndose en el héroe nacional y un icono de la lucha contra el invasor islámico.


En ese largo período de ocupación sucedieron varios hechos determinantes para la actual cultura albanesa: gran parte de la población urbana ortodoxa se exilió, principalmente en el sur de Italia y Grecia, y en parte se emplearon como mercenarios, mientras que la mayoría de la población que se mantuvo en el país fue convertida al islam, a lo largo de los siete siglos de ocupación. Tras la progresiva conversión al islam (por interés y supervivencia) y la asimilación turca de gran parte de los albaneses, Albania se convirtió en un país privilegiado y leal a los otomanos, alcanzando altos cargos en la administración del Imperio y también como fuerzas de choque para mantener el control sobre Grecia, Serbia, el territorio de la actual República de Macedonia y Bulgaria. La emigración de parte de la población serbia del actual Kosovo llevó a los albaneses a hacerse mayoritarios en esa región.



El castillo Krujë en tiempos otomanos. Fue el centro de la batalla de Skanderbeg contra los invasores.


La historia de Albania como estado independiente comienza después de las Guerras Balcánicas (1912-1913). Era un país subdesarrollado y el hogar de algo menos de un millón de personas divididas en tres grandes grupos religiosos y dos distintas clases sociales: aquellos que eran dueños de la tierra y defendían sus derechos semifeudales, y aquellos que no lo eran. Los primeros siempre tuvieron el control de los puestos de poder en el centro y sur del país, por consiguiente esperaban mantener sus privilegios una vez que Albania se hiciera independiente. Sin embargo, la mayoría de la población había comenzado a cuestionar esa situación. Además, casi toda la aristocracia terrateniente profesaba la religión musulmana, así como la mayoría de los oficiales y funcionarios públicos entrenados por la administración del Imperio otomano. En consecuencia la mayoría de los puestos administrativos -en todos los niveles- era manejada por albaneses de religión musulmana.

Armas del Principado de Albania





En 1912, ante las sucesivas derrotas que sufrieron los turcos en las guerras balcánicas y la amenaza del expansionismo de Montenegro, de Serbia y de los griegos, los albaneses reclamaron su independencia y la consiguieron gracias al apoyo austríaco e italiano. Las potencias europeas (incluida Turquía) la reconocieron. Los albaneses, que no querían caer en manos de sus vecinos, decidieron constituirse en “un principado autónomo, soberano y hereditario”. Pero nadie en Albania llevaba sangre real en sus venas, así que se buscó un príncipe extranjero y los gobernantes europeos colocaron como soberano a Guillermo de Wied, de la Casa alemana de Wied-Neuwied. Fuera del país y en la correspondencia diplomática, sería tratado como “soberano príncipe”, pero en Albania se refería a él como mbret o rey.




Guillermo de Wied duró menos de un año en el trono albanés, porque durante la Primera Guerra Mundial el empobrecido territorio fue campo de batalla entre las fuerzas de la Entente Cordiale y las de los denominados Imperios Centrales, y al concluir la guerra se ratificó el control serbio-montenegrino sobre las zonas de mayoría albanesa del norte y el este. Oficialmente, el reinado del príncipe Guillermo llegó a su fin el 31 de enero de 1925, cuando el país fue declarado una república.



William de Wied, su esposa (la Princesa Sophie de Schönburg-Waldenburg) y su hija, la Princesa Marie Eleonore.



En 1918 en Argirópolis (pese a que esta ciudad estaba en la zona de ocupación griega) se proclamó la independencia formal de Albania, aunque la "Albania independiente" pronto pasó a ser en la práctica un protectorado italiano al mando inicialmente de Ahmet Zogu, perteneciente a una importante familia de la región de Mati. El 2 de diciembre de 1922 es nombrado primer ministro y en 1925 es elegido presidente de la nueva República de Albania.


Con todos los poderes en la mano, la moderniza de arriba abajo y en el verano de 1928 hace de Albania una monarquía. Él mismo se convierte en el rey Zogú I de Albania, siendo coronado solemnemente en Croia, cuna del famoso Skanderberg. Zogú es el único rey musulmán de Europa en esa época.




Zog I, Skanderbeg III de los Albaneses (1895-1961), nacido Ahmet Muhtar Bej Zogolli, fue rey de Albania de 1928 a 1939. Previamente fue Primer Ministro (1922-1924) y Presidente (1925-1928)




El 7 de abril de 1939 el ejército de la Italia fascista invadió Albania y Zogú huyó del país: primero a Grecia, luego a Francia, Gran Bretaña, Egipto y nuevamente Francia, donde muere en 1961. El gobierno italiano proclamó Rey de Albania al Rey de Italia y Emperador de Etiopía, Víctor Manuel III de Saboya (1939-1943).


Durante la Segunda Guerra Mundial se organizaron guerrillas contra los italianos, y al final de la guerra el partido comunista, creado en 1941 bajo la influencia de los bolcheviques, tomó el control del estado albanés, bajo el liderazgo de Enver Hoxha, quien había combatido en la resistencia. En 1955, Albania pasó a ser miembro del Pacto de Varsovia.


Escudo de la República Popular de Albania (1946-1991)




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