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miércoles, 5 de mayo de 2010

La Corona y sus Títulos


La Monarquía en España, constitucionalmente referida como La Corona y comúnmente referida como Monarquía Española o (históricamente) Monarquía Hispánica, es una institución constitucional que implica la organización política del Gobierno y del Estado de España. Comprende un monarca reinante, su familia y una Casa real, que apoya al soberano y le facilita el ejercicio de sus deberes y prerrogativas reales.


La trayectoria histórica de la Monarquía Española va desde la unión dinástica de los reinos peninsulares en los descendientes de los Reyes Católicos, reformándose durante el nuevo régimen hasta la actualidad, interrumpida únicamente en los períodos de la Primera República (1873–1874), la Segunda República (1931–1939) y el régimen franquista (1936–1975).

Trono de los Reyes Católicos


Se considera generalmente que la Monarquía española tiene su origen en la unión personal entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón; intitulados Catholicos reges, et principes por el papado desde el 4 de mayo de 1493 en razón de la conquista de la península ibérica al Islam y el proyecto evangelizador del Nuevo Mundo; quienes procuraron llevar una política de acción común.

Carlos I, nieto de los Reyes Católicos, consolidó la unión de ambas Coronas, siendo llamado Rey Católico de las Españas (Hispaniarum Catholicus Rex) por el papa León X en la bula del 1 de abril de 1516. En la Embajada de España ante la Santa Sede se puso en febrero de 1977 una lápida conmemorativa refiriéndose a Ioannes Carolus I como Hispaniae Cath. Rex [adaptación del trato histórico que los papas habían dado a los reyes desde Carlos I]. Las de fecha posterior suprimen el calificativo de católico, de acuerdo con la constitución de 1978.

Carlos I a caballo, por Van Dyck


Felipe II, Príncipe de Asturias desde 1528, accedió al trono por abdicación de su padre, y usó en documentos y monedas la fórmula abreviada de rey de las Españas y de Indias (Hispaniarum et Indiarum Rex), y tras la Crisis sucesoria en Portugal (1580) adquirió también la titularidad de la Corona portuguesa.

Cambio de régimen

La Monarquía española pierde su condición monarquía absoluta, y adquiere su carácter de monarquía parlamentaria con la transformación de España en un estado liberal.

Desde el año 1833, con el pretexto de la cuestión dinástica, se sucedieron tres guerras civiles en España que jalonaron intermitentemente una parte del siglo XIX, donde los constitucionalistas («cristinos», «alfonsinos») oponían su ideario del «estado liberal» contra el «absolutismo» y «foralismo» de los carlistas. La cuestión dinástica se inició cuando Fernando VII promulgó la Pragmática Sanción de 1830, que era a su vez la publicación de la Pragmática Sanción de 1789, con lo que se anularon la disposiciones que impedían el acceso al trono de las mujeres hasta no agotarse toda la descendencia masculina de Felipe V. De esta manera, el hermano del rey Fernando VII, Carlos María Isidro, fue relegado en favor de su sobrina Isabel, hija del rey; y así, si Carlos María Isidro no tuvo inconveniente en renunciar a sus derechos en 1808, en 1833 sus argumentos habían cambiado, y con sus partidarios («carlistas») inició la Primera Guerra Carlista.


Isabel II de Borbón


Isabel II finalmente fue proclamada reina, pero su madre la regente María Cristina de Borbón-Dos Sicilias que se alineó con los liberales, sin embargo pretende el estatuto Real de 1834 lo que dio lugar al motín de La Granja (1836) y la vuelta al periodo constitucional. Así el artículo 180 de la Constitución de 1812 habría establecido el reinado legítimo de Isabel II, y el artículo 50 de la Constitución de 1837 y el artículo 49 de Constitución de 1845 indican que Isabel II era la legítima reina de las Españas. Desde entonces la legitimidad de la monarquía española ha ido vinculada con la Constitución de turno (aunque fuera a posteriori).

El sentido patrimonial de la unión bajo una corona de distintos reinos peninsulares desaparece también con el periodo constitucional. El cambio no fue brusco, la denominación de Reino en singular data desde la Constitución de 1812 (no así el Estatuto de Bayona de 1808), pero el territorio se denomina en plural, Españas, en la Constitución de 1812, de 1837 y 1845, con la salvedad que ya aparece en singular en las dos últimas. Pero en la Constitución de 1869, con la afirmación de la Nación española, el territorio pasó a denominarse en singular España, y así ha seguido desde entonces.


Representación heráldica de la corona real española

El estado actual

El actual régimen monárquico español reúne los caracteres típicos de la forma de gobierno de Monarquía parlamentaria, esto es:
  • La sucesión hereditaria de los miembros de la Familia Real en la Jefatura del Estado, con el título de Reyes de España.
  • La jefatura del Estado corresponde al Rey, el cual tiene funciones ceremoniales y simbólicas, y no dirige ni el poder legislativo ni el ejecutivo.
  • El poder ejecutivo, el gobierno, goza de la confianza del Congreso de los Diputados (poder legislativo).

La Constitución de 1978 confirmó el rol del Rey de España como la personificación del Estado español y un símbolo de la unidad duradera y permanencia de España. Constitucionalmente, el rey es el Jefe de Estado y el Comandante-en-Jefe de las Fuerzas Armadas Españolas. También se detalla allí el uso de la titularidad y los tratamientos reales, las prerrogativas reales, la sucesión hereditaria a la Corona, la compensación económica y una contingencia o regencia en los casos de la minoría o incapacidad del monarca. De acuerdo a la Constitución, el soberano español también se encarga de promover las relaciones iberoamericanas, las “naciones de esa histórica comunidad”. Desde este punto, el Rey de España sirve como presidente de la Organización de Estados Iberoamericanos, representando más de 700 millones de personas en veinticuatro naciones. En 2008, Juan Carlos I era considerado el líder más popular en toda Iberoamérica.


Los Títulos de la Corona


La actual Constitución española refiere a la monarquía como “la Corona de España” y el título constitucional del monarca es simplemente “rey o reina de España”. Sin embargo, autoriza el uso de otros títulos históricos pertenecientes a la monarquía española, sin especificarlos. Un decreto promulgado el 6 de noviembre de 1987 en el Consejo de Ministros regula los títulos completos y sobre esta base el monarca de España tiene un derecho de uso (“puede usarlos”) a esos otros títulos pertenecientes a la Corona. Contrario a algunas creencias, la titularidad larga que contiene más de 20 reinos, ducados, condados, etc. no se encuentra en uso oficial ni siquiera en la diplomacia española. De hecho, nunca ha estado en uso de esa forma, desde que “España” nunca fue parte de la lista en el período anterior a 1837 (cuando la lista larga se usaba oficialmente).


España, mencionada de forma diferente en la titularidad dependiendo del monarca que estuviera en el trono, estuvo por más de tres centurias simbolizada por la lista larga que comenzaba “… de Castilla, León, Aragón…”. Esta titularidad en el tratamiento feudal fue la última usada oficialmente por Isabel II en 1836, antes que se convirtiera en reina constitucional.


Escudo de armas de Carlos III (también de sus sucesores, incluyendo Isabel II) con el Toisón de Oro y su Orden. Variante con los leones de púrpura representados de gules, costumbre frecuente en la heráldica española.


El primer monarca que oficialmente usó una derivación del nombre “España” como reino en la titularidad fue Carlos I, Hispaniarum et Indiarum Rex. Debe notarse que este título era usado a menudo después del de Sacro Emperador Romano, puesto que “Emperador” era considerado superior a “Rey”. Durante su breve y controversial ocupación del trono, José Bonaparte, hermano del emperador Napoleón, también usaba un título similar.

En la primera restauración borbónica se regresó al formato tradicional (…de Castilla, León, Aragón…) hasta 1837, cuando la versión corta “reina de las Españas” fue comenzada a usar por Isabel II. El singular “España” fue usado primeramente por Amadeo de Saboya: “… por gracia divina y voluntad de la nación, rey de España”. Durante la segunda restauración, el rey Alfonso XII usaba “rey constitucional de España, por gracia divina…”.


Firmas del Rey Juan Carlos y de la Reina Sofía en el libro de visitas de Antena 3 (A3TV)


Con la actual (y tercera) restauración de la casa real de España, Juan Carlos de Borbón y Borbón usa el título simple de “rey de España”, sin ninguna referencia divina, nacional o constitucional. Este monarca decidió no usar el tratamiento de Su Majestad Católica y los otros títulos, aunque no declinó tales honores.

Tratamientos y “Fuente de Honor”


De acuerdo a un decreto real publicado en 1987, el rey y la reina consorte serán formalmente tratados como Su Majestad (o Sus Majestades en plural) antes que el tradicional Su Católica Majestad. Un príncipe consorte de una soberana reinante de España tendrá el tratamiento de Su Alteza Real. Adicionalmente, una reina viuda y que no contraiga nuevo matrimonio continuará siendo tratada como Su Majestad. Un príncipe consorte viudo y que no contraiga nuevo matrimonio continuará siendo tratado como Su Alteza Real.


Sus Majestades, El Rey y La Reina de España


El heredero tendrá el título de Príncipe de Asturias y los otros títulos históricamente asociados con el heredero aparente, como Príncipe de Viana (asociado al Reino de navarra), Príncipe de Girona y Duque de Montblanc (asociados a la Corona de Aragón). Si su progenitor es el monarca reinante al momento de su nacimiento, desde entonces portará estos títulos; en caso que el soberano no haya accedido al trono cuando su primogénito nace (como en el caso de Juan Carlos I), éste obtendrá los títulos a posteriori.

Otros hijos del monarca, y los hijos del heredero aparente, tendrán el título y rango de Infante o Infanta (príncipe o princesa) y el tratamiento de Su Alteza. Los hijos de un Infante o Infanta de España tendrán la consideración de Grandes de España y el tratamiento de Su Excelencia. No se prescribe en la Constitución títulos o formas de tratamiento a la cuarta generación, o bisnietos, de un monarca reinante. El real decreto limita aún más la capacidad de cualquier regente de utilizar o crear títulos durante la minoría o incapacidad de un monarca.


El Salón del Trono en el Palacio de Oriente


La posición del monarca como “Fuente de honor” en España es prescripta en el Artículo 62 (f), donde se especifica que el rey podrá conferir posiciones civiles y militares y otorgar honores y distinciones en conformidad con la ley. De acuerdo al Ministerio de Justicia, los títulos de nobleza y la Grandeza son creados por la “soberana gracia del rey” y pueden pasar a los herederos del recipiendario, quienes no los pueden vender. Los títulos pueden revertir a la Corona cuando quedan vacantes.

La sucesión puede seguir alguno de los cursos listados en el “Título de Concesión” cuando el título es creado. Por regla general, la mayoría de los títulos son heredados por primogenitura absoluta, según la cual el primogénito hereda todos los títulos de su padre, independientemente del género. Sin embargo, un titular puede designar su sucesor (Sucesión por Asignación) o dispersar los títulos entre sus hijos, donde el primogénito obtiene el título de mayor rango (Sucesión por Distribución).


El rey Juan Carlos condecora a Matías Prats con la Medalla de Oro al Mérito Deportivo en junio de 1980.


El rey Juan Carlos otorgó títulos nobiliarios a dos de sus antiguos presidentes de Gobierno que se retiraron de la actividad política: Adolfo Suárez fue creado 1º Duque de Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo fue hecho Marqués de la Ría de Ribadeo. El tercer presidente, Felipe González, declinó el título, mientras que la presidencia de José María Aznar estuvo tan envuelta en controversias que no hizo viable un título para él. Todos los sucesivos políticos permanecen en actividad.

El soberano concede órdenes militares y civiles y premios de distinción, tradicionalmente con el consejo del gobierno. La orden más distinguida que puede otorgar es la Orden de Carlos III, a “ciudadanos que, con su esfuerzo, iniciativa y trabajo, han prestado un distinguido y extraordinario servicio a la Nación”. La Cruz Laureada de San Fernando es el más alto premio militar para el valor.

2 comentarios:

  1. Excelente entrada sobre la Monarquía Española y nuestro amado monarca Juan Carlos I amigo Fidelissimus...me gustaría (si puedes) que tratases más a fondo los títulos de la llamada "lista larga" y que fueron los oficiales en tiempos de los Austrias, no sólo los castellanos, sino también los de allende los Pirineos: Duque de Borgoña, Conde del Tirol, Duque de Milán, Rey de Nápoles,...

    En cuanto a las distinciones te has dejado por nominar la más alta y famosa: el Toisón de Oro, d ela que JC I es Gran Maestre y que se concede sólo a "pares" como reyes o príncipes soberanos, o a personas de gran importancia...luego surge la pólemica división de la orden a la muerte de Carlos II entre la Casa de Borbón descendiente de Felipe V y la de Habsburgo descendiente del emperador Carlos VI y que yo mismo trataré en breve en mi blog.

    Enhorabuena y un saludo.

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  2. Nuevamente gracias, Sire. Tengo previstas entradas sobre la titularidad del Rey, así como sobre el Toisón, la Orden de Carlos III y la Cruz de San Fernando.

    Un cordial abrazo

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